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Alegría verdadera

Cuando una persona ama la sabiduría,
descubre que siente gozo por la perspicacia ajena.

Veamos en la lectura semanal de Torá para el pueblo judío:

"Moshé [Moisés] oyó esto, y fue bueno a sus ojos."
(Vaikrá / Levítico 10:20)

El conocido comentarista Sforno explica en este versículo que: Moshé sintió sincero gozo a causa de oír el razonamiento de Aarón.
Se complació por reconocer que su hermano había tomado la decisión correcta.

Lo que hacía particular este gozo de Moshé, es que él mismo había razonado incorrectamente y su hermano Aarón era el que estaba en lo cierto.
Una persona con baja autoestima, hubiera reaccionado negativamente ante esa constancia. O hubiera negado su torpeza, o puesto excusas para su error, o desmerecido el logro del otro, o aceptado a regañadientes, o cualquier otra cosa que lo aparta del bienestar y el placer.
Pero Moshé era realmente humilde, no humillado, ni altivo, que son dos manifestaciones de carecer de autoestima saludable.
Era humilde, por tanto, él no tenía que poner excusas ni rodeos para reconocer su error y el acierto ajeno.
Era humilde, y por eso era capaz de sentir placer verdadero.

Pero además de esto, él GOZÓ con el acierto del otro.
Y esto ya es una demostración de una cualidad intensamente positiva que se añade a la autoestima saludable.

La gente inteligente suele derivar placer al tener una idea original y acertada, o cuando se dan cuenta de lo que es correcto en determinada situación, o cuando descubren alguna solución en el plano intelectual.

Pero, es un raro atributo el amar tanto la sabiduría que se goza cuando otra persona es la que ha pensado adecuadamente.
Es una demostración de dos aspectos sumamente trascendentes (y que están relacionados íntimamente entre sí):

  1. que el intelecto y el afecto no están confrontados en esa persona, sino que en ella se complementan magistralmente para desplegar el mejor potencial de ambas esferas, y por tanto darle un plus intelectual/emocional que de otra manera no tendría; y

  2. que el gozo auténtico no reposa en el ego, en la satisfacción de las egoístas apetencias, sino en la adecuada apertura al prójimo.

Que la autoestima saludable de Moshé nos sirva de modelo,
que su amor por la sabiduría nos lleve a encontrar para nosotros también el verdadero gozo.

 

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siempre será bendito y de bendición.

 

Relatos, anécdotas y enseñanzas

Le preguntaron al río Eufrates por qué discurría tan calmo. Y respondió: "No tengo necesidad de hacer ruido. La gente se da cuenta de mi existencia por mis actos. Una persona planta un árbol en las cercanías de mis aguas, retoña a los 30 días. Si planta vegetales en las cercanías de mis aguas, comienzan a crecer a los tres días".

A su hermano, el río Tigris, le preguntaron por qué era tan estruendoso cuando corría, y respondió: "Tengo fe de que con tanto ruido la gente se dé cuenta de mi existencia"

(Bereshit Rabba 16).

Preguntas y datos para meditar y profundizar:

  • ¿Cómo se relaciona el relato con el comentario que hemos brindado?

  • ¿Qué demuestra de su autoestima aquel que alborota para ser reconocido?

  • La madre
    "La sabiduría engendra humildad"
    (Ibn Ezra a Mishlei / Proverbios 8:1)

    • ¿Por qué el verdaderamente sabio es humilde?

    • ¿Qué diferencia a la persona humilde del falsamente humilde, o humillado?

  • Luz en la oscuridad
    "El juez falla si no reconoce ningún mérito en el acusado"
    (Zohar, Shemot 257a).

    • ¿Cómo es posible que se insista en querer hallar algo positivo en un reo?

    • ¿Cuál es la diferencia entre decir: "te has portado mal", y decir: "eres malo"?

Algo breve pero sabroso sobre Purim

Es Purim una fiesta de contrastes.
Es Purim una fiesta de misterios y secretos.
Es Purim la fiesta más mundanal, en apariencia y hechos, pero que resguarda profundas enseñanzas para hacer de la vida cotidiana un paraíso terrenal.
Es Purim un momento de alegría sincera, pero que esconde un enorme caudal de Luz para ser estudiado y aplicado como método integral de desarrollo, que conjuga las dimensiones interiores con las exteriores en un resultado esplendido.
Te animo a que ahora y mañana, día de la celebración, festejes a pleno como judío que se ha salvado del exterminio a manos del enemigo poderoso, y aquello que te corresponda como noájida que celebra juntos a sus socios judíos la redención. Y ambos, celebremos el triunfo sobre el EGO, sobre la pobreza multidimensional, celebremos que la historia de Purim nos provee de claves para ser felices siempre, gozoso de la bendición del Eterno sin pausas y sin excusas. Gocemos, porque tenemos las herramientas para ser realmente poderosos, al máximo de nuestras capacidades. 
Pasado mañana comienza a quitarte las máscaras, no solamente las que es costumbre usar para el festival, sino aquellas que desde el nacimiento te han mandato y has adquirido.
Jag Sameaj.

No seas gaviota…

En la porción de lectura semanal de la Torá del pueblo judío, se ordena para ellos lo siguiente:

"De las aves, las que detestaréis y no comeréis por ser detestables son… la cigüeña…"
(Vaikrá / Levítico 11:13, 19)

En hebreo, que es el idioma original de la Torá, "cigüeña" se dice jasidá.
Tal es el nombre esta ave.
Pero también en hebreo jasidá es el femenino de jasid, es decir, el hombre pío, misericordioso, bondadoso, dispuesto a dar desinteresadamente una mano al prójimo.
Jasidá es la que hace jesed, bondades.
Nombre curioso para una ave, ¿no crees?

Como sabemos, fue Adam el que denominó a las especies animales en el comienzo mismo de la presencia humana sobre la tierra (Bereshit / Génesis 2:19).
No nombró por atributos superficiales, o de manera antojadiza, sino que siendo Adam un vasto sabio, escogió el nombre más apropiado para cada especie, pues el nombre hace referencia a alguna característica esencial del animal.

De acuerdo al gran erudito Rashi (in situ, citando al Talmud, Julín 63a), la jasidá se denomina así porque es bondadosa con los de su especie, les brinda alimentos, específicamente es amable con los pichones.
¿No es interesante el apunte?

Ahora bien, si advertimos el lugar en donde está mencionada la jasidá, descubrimos que es en la lista de animales voladores que no son kosher.
El inmenso Najmánides (en su comentario al versículo 13, citando al Talmud, Julín 59a) nos enseña que los animales voladores prohibidos para el consumo de la persona judía, son aquellos que se distinguen por su crueldad.

Entonces, surge una pregunta.
¿Cómo puede estar incluida la jasidá entre los crueles, cuando hemos dicho que es bondadosa?
El Rabí Itzjac Meir Alter nos brinda la respuesta: "Es a causa de que es bondadosa con miembros de su especie, pero nunca le da comida a una criatura de otra especie".

¿Lo entiendes?
Si te sientes bondadoso porque ayudas a los de tu familia, pero te importa un bledo otra gente; y estás capacitado para ayudarles, entonces, debes saber que estás siendo cruel.
Si dices: solamente haré caridad con los de mi religión, partido político, amigos, etc.; pero que a la otra gente la ayuden otros; y tú estás en condiciones de ayudarles, entonces estás siendo cruel.

Recuerda las palabras de la Tosefta, que además son halajá –reglamentación- (Shulján Aruj, Ioré Dea 251:1): "Se ha de sustentar a los menesterosos gentiles con los menesterosos judíos, para promover la paz" (Guitín 3, halajá 13)1.

Es que el jesed, la bondad/misericordia, es un pilar fundamental del mundo, tal como ha sido dicho:  "El Mundo con bondad será edificado" (Tehilim / Salmos 89:3).

Te propongo que seas parte de los que queremos edificar el mundo, que procuramos decir "alto" a los negativos, pero actuamos a la par con los otros constructores.
Tú puedes, y debes, hacerlo.

¡Cuídense y gocen de lo permitido para qué sepamos construir shalom!

Notas:

1- Se debe ser bondadoso con todas las personas, pero no se debe ser débil con el rebelde. Está prohibido por la Torá proveer de sustento o ayuda a la persona que atenta voluntariamente en contra del Eterno. A esta persona se le debe dar orientación, dirección, enseñanza, pero no otro tipo de acto "misericordioso" que terminará por ser perjudicial.

Este es el momento

De acuerdo a la tradición judía, como preparación para la festividad de Pesaj, el mes previo (que comienza al concluir la festividad de Purim) es tiempo de limpiezas internas y externas, es por tanto una invitación a recrearnos.
En estos días, una fuerte concentración de energía espiritual está disponible para que la aprovechemos en transformaciones decisivas y potentes; pues el período de introducción a Pesaj es el momento propicio para sacudirse las caretas impuestas por el servilismo al EGO y renovarse.
Es la fase del año destinada a derrocar a Faraones y Amanes (personificaciones del EGO), para abrir las murallas de las celdas psicológicas, redimir a los oprimidos, liberar a los esclavos, crecer en armonía y bienestar.
Así ha sido diseñado por el Creador desde el comienzo de los tiempos, pero no tenemos conocimiento de esto, ni contamos con herramientas para beneficiarnos del potencial disponible para nosotros.
Personas y situaciones (sea en su totalidad o en parte), tal como vienen siendo, tienen la puerta entreabierta para mutar o dejar de ser, y pasar a existir de una forma novedosa, con mayor poder real, en la cual la conciencia multidimensional permite crear nuevas y mejores perspectivas.

Pero, el EGO se refuerza también, pues al sentirse en peligro redobla sus trampas de manipulación y encarcelamiento de la persona.
El EGO está habituado desde el primer instante de vida terrena a dominar, con su pobre poder, por lo que no dejará fácilmente su trono ni dará redención a los oprimidos.
Hará lo que pueda para ejercer su oscuro dominio, y no se inmutará ni ante plagas o castigos sucesivos, ya que para todos encontrará excusas y métodos para continuar agobiando al alma de la persona.
El EGO, montado sobre el sentimiento de impotencia se aprovecha para no darnos paso a la libertad y la conciencia multidimensional.
Los esbirros del EGO, la gente que ha bajado los brazos ante la impotencia y se hunden completamente en su servilismo al EGO, por estas fechas también andan muy activas, pero no en limpiar sus almas y crecer, sino en ir diseminando mentiras, provocando discordias, generando caos, falsificando versiones, golpeando a inocentes, estropeando construcciones pacíficas, anulando tratados de verdadera paz, asesinando al bien y al inocente.
Como agonizantes desesperados, patalean, gimotean, llorisquean, insultan, gritan, agreden, berrean, maltratan, destruyen, bloquean, estafan, aterrorizan, simplemente para mantenerse con un pequeño hilo de vida, con la fantasías de que están en realidad vivos y valen algo sus existencias, a las órdenes de su Amo el EGO.
No nos extrañemos pues que por estas fechas, cada año, abunden las manifestaciones del mal provocado por el hombre, de manera más o menos ampulosa, puesto que en la guerra entre la Luz y la oscuridad, los enemigos de la Luz se apuran para no ser derrotados.
(Atención, no son guerras místicas de ángeles ni demonios, ni de Jedis contra Siths, o “buenos” y “malos”, por lo general este lenguaje poético que emplee es una descripción de luchas internas de cada persona, entre tendencias individuales naturales aunque algunas de ella se encuentren fuera de lugar y de enfoque. Sin embargo, el hombre es un ser ecológico, sus luchas internas necesariamente repercuten y afectan a la comunidad y al entorno. Los que son siervos del EGO por lo general no solamente se afectan individualmente, sino que también provocan cambios negativos a los demás.)

La culpa, trayendo imágenes del pasado (real o fantaseado); y el miedo, provocando fantasías acerca del futuro, nos bloquean de confiar y gozar a plenitud en el presente.
Por lo cual, es necesario aprender y entrenarse a vivir en el presente, concentrarse en lo que estamos experimentando aquí y ahora, y dejar de estar pendientes de lo que está por fuera de esta dimensión del ser.
Por supuesto, acarreamos un pasado.
También, debemos ser conscientes de las consecuencias de nuestros actos actuales en la construcción de nuestro futuro, y en la existencia de los demás.
Sin embargo, si no sembramos ahora, ¿qué cosecharemos mañana?
Vivamos el momento, hagamos nuestra parte, seamos constructores de Shalom sin permitir que nada nos desequilibre de nuestra ruta sagrada.
Cuando digo “vivir el momento”, no estoy justificando cualquier acto o perversión, ni siquiera aquellos nefastos pero escudados en lema bien intencionados. “Vivir el momento” es precisamente eso que quise decir. VIVIR, en su real expresión, que solamente se consigue con la plenitud en cada una de nuestras dimensiones existenciales.
Esto es, aquel que se hunde en vicios, difícilmente pueda decirse que esté “viviendo”, sino más bien está “pasando por la vida”, o quizás “sobreviviendo”.
Aquel que se ajusta a máscaras para rechazar su propia cara, es decir, se comporta de acuerdo a identidades que no le corresponde, tampoco está viviendo a plenitud, sino actuando como un actor mediocre en el escenario teatral de la vida.

Por ejemplo, hay tantos “noajUdas” que se la pasan merodeando instituciones judías, repitiendo como ecos huecos palabras hebraicas, angustiándose para realizar rituales que remeden ritos judaicos, llenándose de anhelos por aparentar ser judíos o algún día convertirse a judíos… ciertamente no están viviendo, ni hallando plenitud en sus vidas, ni desplegando sus dimensiones internas y externas hacia la cima de sus potencialidades. Sus vidas son pantomimas, mascaradas, obras patéticas llenas de dolor y miseria, aunque las pueblen de risotadas, aplausos, cancioncitas jasidea, barruntos rabínicos, comentarios sabihondos en foros de internet, etc.
Su rechazo a su identidad noájica, en pos de vivir como una sucursal pobre y desamparada del judaísmo, no es más que la manifestación evidente (para el ojo conocedor) de una vida miserable, dolorosa, iracunda, llena de terror y culpa. Una vida gobernada por el EGO, que deplora su condición natural y sagrada de noájida para disfrazarse de otra cosa, de algo que se supone se desea, pero que en el fondo (y ni tanto) se odia sobremanera.
Y así como este ejemplo de los “noajUdas” te podría haber mencionado a los falsos judíos mesiánicos, a los fanáticos de cualquier religión, a los extremistas de todo tipo, a los que traicionan, a los místicos, a los falsos cabalistas, a los que se hacen pasar por seres de luz pero son miasma caótica, a los que estafan, a los que roban, a los que depredan, a los que son agobiados por su orgullo o su ambición, etc.

Si tenemos a la vista la brújula los mandamientos divinos que nos toca cumplir, difícilmente haremos de nuestra vida un desperdicio.
Pero, tampoco hagamos de los mandamientos un ídolo, ni de pretender perfeccionarnos en ellos un ejercicio de escapismo a nuestra meta de desarrollo integral, pues está en nosotros desplegar nuestra multidimensionalidad a su máxima expresión.
Ejemplo, el noájida que se detiene a meditar y barruntar si el dar caridad es parte de los mandamientos que le competen o no, y si está haciendo algo sagrado al ser caritativo, cuando de hecho no hay un mandamiento noájico sobre el ser caritativo. Mientras tanto, mientras pierde tiempo y energías en debates inútiles, deja de actuar como constructor de Shalom, no abona a la tarea de perfeccionar al mundo, dejan de ayudar al desamparado, etc.
Todo EGO y más EGO.
Así pues, que los mandamientos no sean un ídolo, es parte de la tarea que debemos afrontar cada día en nuestro triunfo sobre el EGO.

Las excusas que ideamos se multiplican, por eso los obstáculos se acrecientan.

La vida y sus lecciones se presentan como desafíos que deben superar por medio de atenerse a la sabiduría y guía divina, expresadas en el manual de vida llamado “Torá”.
Torá judía, para los judíos.
Torá noájida, para los noájidas.
La Torá noájida es simple y sencilla, pero perfecta y sagrada: Siete Mandamientos Universales.
De los cuales se derivan reglamentos y modos de vida que conllevan plenitud del gozo de la bendición que constantemente se está recibiendo de lo Alto.

Los retos cotidianos suelen ser provocados por nuestro EGO, o el EGO de otros.
Son pocos (comparativamente) los acontecimientos a sufrir a causa de desgracias de índole natural, ajenos al EGO.
Por tanto, sea cual fuera el origen del padecimiento, al aprende a tomar conciencia y vivir conectados con la Luz omnisciente de nuestro interior, al tomar conciencia de nuestra esencia espiritual y nuestra conexión con Dios, estamos en disposición para llevar el padecimiento a su mínima expresión y encontrar caminos de plenitud incluso en la oscuridad.

El EGO emplea tu energía para encarcelarte y dominarte.
Eres tú quien provee al EGO de su aparente poder.
Si dejas de derrochar tu energía en culpas, miedos, enojos estarás en posesión de un poder casi ilimitado para romper con tus dificultades y gozar de la bendición constante.

Confía en ti mismo, en tu Yo Esencial.
Confía en Dios.
Admite que sientes miedo, que dudas, que te aterra el futuro, que temes tomar malas decisiones, que te sientes atrapado por el pasado, que te sientes impotente y por ello te enojas y amargas.
Admítelo, no lo niegues.
Sé consciente de tus limitaciones.
Pero no te quedes solamente en ello.
Luego de reconocerlo, déjalo de lado.
Si tienes miedo, igualmente hazlo.
Si dudas, toma una decisión y llévala a la práctica.
Si te aterra el futuro, vive el presente a pleno.
Si no has sido hábil en tus elecciones pasadas, entrénate en reconocer, analizar, evaluar y decidir.
Si estás atrapado por el pasado, es porque no vives el presente.
Si te sientes impotente, quizás lo seas, pero tu manera de reaccionar no te hace más poderoso, sino más y más impotente.
Si estás enojado y amargado, reconócelo pero no te llenes de estiércol ni lo eches encima de los demás.
Si te equivocaste, REPARA.
Si te olvidaste, recuerda.
Si erraste, existe el arrepentimiento completo y sincero (teshuvá).
Si fracasaste, no te quedes empantanado en el fango, ahogándote más y más en él.
Si actuaste movido por el EGO, muévete al compás del altruismo.
Si negaste tu identidad, aprende a conocerla, amarla, respetarla y armonizarla con tu multidimensionalidad.
Si vives penando, ¡disfruta! Dios te da de continuo bendición y todo lo que precisas, eres tú quien se niega a gozarlo.
La vida es bella, pero la afeas con tus cadenas al EGO.
Goza, piensa en grande, vive a pleno.
Si te parece que todo esto es palabrería muy complicada o vacía, ¡tienes razón! Porque esto que te cuento ahora no es para ser contado, sino para ser vivido…

¿Por qué seguir postergando decisiones?

Este es el momento…

Reconocer al EGO

¿Cómo saber si tus pensamientos, sentimientos, acciones, palabras, son provocadas por tu EGO?

¿Acaso disfrutar de lo bueno de la vida, sin atormentarse por culpas, es sinónimo de ser esclavo del EGO?
¿Acaso estar pendiente de que cada palabra o acto no sea originada en el EGO, es esclavizarse al EGO?
¿Acaso vivir sin importar lo que los demás opinen, sientan, consideren, es ser víctima del EGO?

¿Cómo puedes saber cuando estás actuando bajo el dominio del imperio mediocre y oscuro del EGO?

Te brindaré UNA respuesta, que probablemente cubra la mayoría de las situaciones en las cuales podrás discernir si estás operando a la sombra del EGO.
Es una respuesta, no necesariamente la única o definitiva, tenlo presente.

Repasemos brevemente lo que ya hemos enseñado.
Al nacer nos vemos sumergidos en un océano infinito de dolor, miedo, enojo, angustia.
Todos junto forma el terrible estado y sentimiento de impotencia original del humano.
Sentimiento que se marca a perpetuidad en los recovecos de su memoria y le acompañará a lo largo de su vida.

Ante esa invasión espantosa, el hombre dispone de una única herramienta protectora, a la que denominamos EGO.
Nace como una armadura, tosca, recia, insufrible, rudimentaria, pero útil para lo que fue diseñada: proteger al recién nacido del terror mortal de la impotencia.

Las armas con que cuenta este EGO son (en este artículo) escasas, algunas de carácter pasivo y otras activo.
Las activas son: llanto, gritos, pataleo.
La pasiva es la huida, básicamente en el neonato: dormir.

Estas herramientas son efectivas para resguardar a la persona, aliviarle el pesar inmenso de la impotencia, proveerle de auxilio externo, recibir atención, sobrevivir.
Son herramientas que serán usadas en lo sucesivo por el niño, quien se irá perfeccionando en el arte de manipular a los demás por medio de ellas.
Con el paso del tiempo y las interacciones estas armas serán sostenidas o a partir de ellas se elaborarán otras, similares pero más “adultas”. Por ejemplo, el llanto pasará a ser gimoteo lastimoso o quejas; el grito será un insulto o una ironía; el pataleo un golpe o una agresión emocional; la huida adquirirá otras facetas, tales como el fantasear, el delirio, la negación, el rechazo, el olvido, la distracción, el aburrimiento, la torpeza, entre otros.

Repasando: el EGO es beneficioso en los primeros momentos de vida, pues es la zozobrante tabla de salvación a la cual recurre instintivamente el niño para sobrevivir el impacto aterrador del nacimiento.
El EGO es necesario en alguna que otra ocasión más adelante, pero sería beneficioso que el EGO dejará paso a un control más desarrollado y eficiente de las cuestiones vitales.
El EGO recurre a recursos innatos para alcanzar sus objetivos de supervivencia: gritos, golpes, llanto y huida.
La persona que se mantiene esclavizada al EGO y actúa, habla, piensa, siente a través de su filtro estará usando (o abusando) de alguna de estas armas primarias, o alguno de sus derivados, como manera de manipular a otros, pretender controlar la realidad ajena al dominio personal, o anestesiarse a la percepción de su estado de impotencia. Para ni tener miedo, no angustiarse, no sufrir y manejar de alguna manera su enojo.

¿Hemos respondido a las preguntas iniciales de este artículo, especialmente a la primera?
¿Contamos ya con una guía para tomar conciencia de nuestro estado de servilismo ante el EGO?

Espero tus comentarios, son una buena retroalimentación y manera de crecer juntos en conciencia y libertad.
Gracias por acompañarme en este viaje.

El hombre ecológico

El mundo se maneja con leyes prescritas por el Creador.
Son las leyes naturales.
Las que competen a los cuerpos son estudiadas por las ciencias naturales en sus diversas ramas y especialidades.
Las que competen a los seres humanos en su multidimensionalidad, implican tanto el trabajo de los científicos como de los sabios entrenados en conocer la dimensión espiritual.
Las leyes humanas, las que se enraízan en la dimensión espiritual, son denominadas “mandamientos”.
Los Siete Mandamientos que corresponden a los hijos de las naciones del mundo, los gentiles, también llamados noájidas.
Los mandamientos que atañen a cada judío del conjunto de los 613 que demanda Dios de la nación judía.

Los cuerpos se comportan naturalmente en consonancia a las leyes naturales físicas, no es cuestión que dependa de la voluntad, el deseo, la opinión, la ignorancia, etc.
Los cuerpos, la materia, es dependiente de las leyes físicas, se esté consciente de ellas o no, se quiera respetarlas o no.
Al mismo tiempo, la persona también debiera actuar en sintonía y concordancia con las leyes espirituales, con los mandamientos que le son acordes.
Cuando se obstaculiza el desarrollo de los mandamientos, se está provocando una ruptura, un desequilibrio, una enfermedad en la dimensión espiritual inicialmente pero que repercute más pronto más tarde en el resto de los planos personales y colectivos.

Notemos que los mandamientos son obligatorios, no son opcionales.
Son, entre otras cosas, las claves esenciales para que la persona alcance su plenitud y lleve una vida de equilibrio dinámico multidimensional.
Son tan obligatorias como las leyes naturales físicas, sin embargo, a causa de nuestro carácter medular de ser humanos, Dios nos ha conferido el libre albedrío, a través del cual nos hacemos cargo del cumplimiento de los mandamientos porque así queremos y no porque somos compelidos por algún instinto ciego e irracional.

A ver si lo entendemos.
Los mandamientos son tan ineludibles como las leyes naturales físicas, sin embargo depende de la voluntad de la persona si se somete a la divina Voluntad o no.
No existe la opcionalidad de cumplir o no, son necesarios y esenciales de no cumplirse la persona entra en un estado de desequilibrio, de desajuste, de “mal”, que lo aparta del goce de la plenitud de la bendición que está siendo derramada sobre ella.

El desequilibrio personal y colectivo se continúa en el descalabro también del ambiente.
Estamos entrelazados con nuestro entorno, lo moldeamos y nos modela, por tanto cuando nuestras acciones u omisiones nos afectan, afectamos de alguna forma al medio.

A diferencia de las otras criaturas, los seres humanos continuamente perturban el equilibrio sistémico de la naturaleza.
Explotamos hasta el abuso de los recursos naturales, adrede ocasionamos sufrimiento a otros seres vivos, nos fanatizamos en nuestro servilismo del EGO por lo que arruinamos nuestra existencia y provocamos la ruina de los demás.
En ocasiones nuestras acciones devastadoras se excusan en la ignorancia, en la falta de conciencia del alcance de nuestras acciones.
Sin embargo, la ignorancia nunca exime de la consecuencia (o del castigo).
Un ejemplo simplón pero bastante frecuente: aquel que en época de sequía enciende una fogata y no la cuida por lo cual se propaga el fuego hasta convertirse en un voraz infierno que consume bosques enteros, hogares, vidas animales y humanas, etc. Todo a causa de la torpeza de alguien que no quería generar tal caos, que se escuda en su ignorancia o falta de prevención, pero que igualmente fue el disparador de una tragedia enorme.

Cuando el EGO nos domina, nuestra enfermedad multidimensional también repercute en el medio y por tanto se enferma al ambiente.
No es una cuestión cabalistera, mística, agnóstica, fantasiosa, para prédicas de patanes y charlatanes, sino la mera y sencilla realidad.
Que no la queramos ver o admitir, es otra cosa.
Nuestro servilismo al EGO nos maltrata de continuo, y causamos daños incesantemente al entorno.

En respuesta, la naturaleza actúa como está prescrito en su manual de instrucciones, procura reequilibrar dinámicamente el sistema.
Es una respuesta automática, obviamente, diseñada por el Arquitecto y Creador.
Es la homeostasis la que impera.
Ejemplo, si la presión de los elementos intraterrenos aumenta, se genera alguna reacción que canaliza la fuerza comprimida, por ejemplo a través de la erupción de un volcán.

La creación en su orquestada belleza está destinada a ejercer movimientos que lleven al equilibrio, en tanto que el hombre debe hacerlo por libre elección.
Podemos escoger ser libres y experimentar la perfección que abunda en la naturaleza, la bendición constante que fluye sobre nosotros.
O podemos encerrarnos en la esclavitud a nuestro EGO, y padecer, mentirnos, seguir agotando todos los recursos, para llevarnos finalmente a una extinción dolorosa, sea personal o colectiva.
En buena medida depende de nosotros y nuestras decisiones cotidianas.
Nuestro EGO en el poder es un amante vergonzoso, un amo patético, un consejero imbécil, un derrochón al comando de nuestro tesoro… ¿seguiremos apostando a vivir de mentiras en lugar de encarar un proceso de retorno a nuestro equilibrio interno, multidimensional, que ejerza un balance positivo en el ambiente?

Recuera que la tan mentada y visible crisis ecológica es una terrible realidad, pero también un síntoma de una grave enfermedad, cuyo virus infeccioso es el EGO de las personas.

Nuestro desequilibrio interno es el motor de la crisis ambiental.
La mejoría se encuentra en hallar el balance interno, multidimensional, para que reverbere en un estado de homeostasis generalizado.

Así pues, es necesario embarcarnos en un camino de crecimiento personal y colectivo.
Aprender las reglas de la naturaleza y los mandamientos que nos competen.
Ejercer nuestra función, de acuerdo a nuestra esencia espiritual.
Soltar las amarras del EGO, para de es forma actuar con altruismo, con bondad, con justicia, con lealtad.
Esto lleva indefectiblemente al gozo, al bienestar, a la plenitud, a la toma de conciencia de que constantemente somos benditos, pero que nuestro EGO nos cancela el gozo y el conocimiento de nuestro bien.
Tanto nos sumergimos en el océano infecto del EGO, que nos hundimos en depresiones, en descalabros, y arrastramos al medio con nosotros.
Romper la cadena del EGO es permitirnos vivir a pleno el aquí y el ahora, sin por ello desencadenar un desequilibrio para el futuro.

Es tan simple, y por ello tan rechazado.

Somos indiferentes al prójimo, porque nos desconocemos en nuestra real identidad.
Somos indiferentes ante el ambiente, porque priorizamos el tonto deseo pasajero antes que la plenitud gozosa de la bendición.

"Estamos frente a una verdadera emergencia planetaria. Es un desafío moral y espiritual para toda la humanidad" afirmó con seriedad Al Gore, quien fuera vicepresidente de los EEUU, cuando le fue entregado el Premio Nobel de la Paz.

¿Aceptamos el desafío de crecer?
¿Aceptamos hacer nuestra parte para romper el yugo del EGO?
Peligra tu vida, la de tus queridos, la del planeta… nos estamos suicidando para seguir engordando al pernicioso EGO.

De ti depende que hagas tu parte y que difundas los mensajes de redención que te ofrecemos gratuitamente.
A disfrutar de la vida, cuando escojas vivirla en armonía multidimensional.

Te espero aquí.

To do or not to do?

En la lectura anual de Torá que corresponde a los hijos de Israel para esta semana, se ordena que los sacerdotes cada día enciendan el fuego sobre el Altar del Santuario.
Esto nos puede parecer algo bastante lógico y natural, pues, para elevar el sacrificio (animal o vegetal) había que asarlo sobre fuego, así pues, parece evidente y necesaria esta orden de parte de Dios.
Y, sin embargo, si sabemos en realidad la situación del Templo veremos que esta orden es aparentemente bizarra.
¿Por qué?
Pues, en el Santo Templo ocurrían diez hechos maravillosos, uno de ellos, es que el fuego sobre el Altar era "fuego del Cielo", es decir, encendido por el Poder de Dios, sin necesidad de lumbre humana.
¿Está claro ahora la extrañeza de la ordenanza arriba mencionada?
¿Para qué ordenar que los sacerdotes se encargaran de encender el fuego, si era el mismo Dios el que Lo hacía?

Lo que explican los Sabios es una enseñanza para nuestra vida cotidiana.
Si bien es Dios el que se encarga de proveer a cada criatura de todo lo que le es necesario, igualmente las personas deben de esforzarse por alcanzar sus metas.

Confianza en Dios: SÍ.
La propia acción: También.

Lo que nosotros hacemos, no es accesorio, sino que es uno de los "instrumentos" que Dios tiene para proveernos de lo que nos corresponde.

El oscuro poder del EGO y cómo dominarlo

El EGO surge como primer mecanismo de defensa ante el masivo sentimiento de impotencia que inunda al recién nacido.
(Sobre el respecto ya hemos escrito, busca por favor).
Es una herramienta natural, necesaria, absolutamente rudimentaria pero bastante oportuna para los primeros momentos de existencia del individuo humano.
Luego, ya no debiera seguir activo.
Sin embargo, lo normal ((Normal NO ES sinónimo de saludable o correcto.)) es que allí permanece, encendido, usurpando la identidad personal auténtica, desviando la energía vital para su autopreservación, dominando a la persona y llevándolo por sendas terribles.

Gran parte de su “poder” radica en que se asentó en el individuo en una etapa en la cual

  • no impera el pensamiento racional,
  • no cuenta la persona con mecanismos alternativos para su defensa,
  • no tiene la asistencia del lenguaje para elaborar sus temores, angustias, enojos, vacilaciones, dolores,
  • no se puede recurrir a una base de memorias pasadas o experiencias previas,
  • no hay forma de recibir confortación o auxilio efectivo por parte de otras personas,
  • ni siquiera se posee la facultad de hundirse en fantasías reparadoras.

Visto así, estamos a merced del EGO, afincado en lo más vetusto, rancio, oscuro, irracional, inaccesible de nuestro Yo Vivido.

Tengo la idea de que para muchos lectores esta descripción será incomprensible, por lo que no cautivará el interés.
Otros lectores creerán entender algo, probablemente bastante alejado de la intención que tengo al escribir estas líneas.
Otros asentirán y comprenderán, compartirán este esbozo de nuestro ser más profundo y terrorífico, y se encogerán de hombros, agobiados por la impotencia de –aparentemente- no poder hacer nada para extirpar el EGO o al menos dominarlo.

Por tanto, antes de continuar con la elaboración de mi idea medular, pediré de tu parte retroalimentación.
Solamente continuaré cuando varios de ustedes comenten que han creído entender hasta ahora y compartan pistas de por dónde dan sus pensamientos y sentimientos al respecto.
¿Les parece?

¿Dónde hay un lugar para mí?

Una vez el Baal Shem Tov (un carismático líder religioso, fundador del jasidismo) se detuvo en la entrada de una Casa de Oración (lugar en el cual se suelen reunir judíos para rezar al Eterno), y permaneció en la puerta, sin ingresar.
"No puedo entrar" -dijo. "Esta casa está llena de enseñanzas y de oraciones desde el suelo, y de pared a pared. ¿Dónde hay un lugar para mí?"
Ninguno de sus acompañantes comprendía sus palabras, ¿qué estaba diciendo el maestro? ¿Acaso en la espaciosa sala no había un lugar para él? ¿Qué intentaba enseñar con eso de que "la casa estaba llena de oraciones"?
Al ver que aquellas personas lo miraban atónitos, agregó: "Las palabras de aquellos que enseñan y rezan sólo desde sus labios y bocas y no desde sus corazones, no se elevan hasta Dios, ni llegan al corazón de quien las oye. Son pesadas como el plomo, duras como piedra y vacías como un abismo. Por eso es que en este sagrado lugar no hay lugar para que yo pueda estar, pues, el recinto está lleno de palabras salidas de los labios y nada más."

(Versión libre basada en un relato jasídico de Martin Buber)

Amigo noájida, ¿qué aprendes para mejorar tu vida con este breve relato?

Fantasías de poder Yoico

Uno de las parábolas del Maguid de Dubno nos cuenta que:

En cierta ocasión un grupo de turistas ciegos se extravía de su guía.
Los encuentra un malvado bromista que decide jugarles una mala pasada.
Así que, en alta voz dice: "Aquí tienes la bolsa repleta de monedas de oro, tú te quedas a cargo de repartirlas equitativamente entre todos ustedes".
Obviamente que no había tal bolsa, ni las tales monedas de oro; pero ESO los ciegos no lo sabían.
Lo que sabían era que, sin motivo, debían recibir un premio y que no lo habían recibido aún.
Por lo tanto, comenzaron a recriminarse uno al otro, y bien pronto olvidaron que eran amigos y que estaban perdidos de su camino. Pues, ahora lo único que les importaba era reñir para obtener lo que creían que les correspondía.

Preguntas para reflexionar y crecer:

  • ¿Cómo se puede relacionar este relato con el tema de la construcción del Shalom?

  • ¿A quiénes están representando los ciegos extraviados del cuento?

  • ¿Qué simboliza la bolsa con monedas de oro inexistentes?

  • ¿Cómo conseguir la paz nuevamente en este grupo?

  • ¿Cómo vinculas este relato con tu propia vida?

  • ¿Cómo opera el EGO en tu vida?

  • ¿Cómo daña tu existencia, multidimensionalmente, el EGO?

Te agradeceré que compartas tus respuestas aquí debajo, en la sección de comentarios.

Gracias.