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La dieta espiritual noájica y el noajismo ecológico

Los judíos han recibido decenas de mandamientos y cuentan con cientos o miles de reglas con respecto a lo que es apto o no para ser ingerido.
Son muchas prohibiciones, muchas realmente, que están dictadas para los hijos de la Familia judía.
Pero no es así para los noájidas.

El mandamiento que Dios entregó a cada gentil, con respecto al respeto de la vida animal, es el de no ingerir parte de animal que aún esté con vida.
Esto trasmite la importancia de reducir al mínimo posible el sufrimiento del animal, incluso cuando se lo va a sacrificar para ser comido.
De aquí se puede derivar que es necesario cuidar de no dañar a los animales, a no ser que haya algún beneficio real para el hombre y que éste no se consiga de otra forma, menos violenta.
Por ello, podemos matar animales para comer, usarlos para investigación en fármacos, cabalgarlos, usarlos para que tiren de carros u otros artefactos, entre otras cosas, pero no cazarlos por deporte, maltratarlos injustificadamente, abusar de sus servicios, no darles de comer a su debido tiempo, etc.
Es imprescindible cuidar al animal que está a nuestro cargo, tratarlo con respeto, valorar su vida, no como la de un humano, pero sí como la de un ser vivo que también sufre.
Podemos hacer uso de ellos, cuando es necesario, cuando es dentro de parámetros “civilizados”, porque el Eterno nos ha dado potestad sobre ellos, porque ellos existen para nuestro beneficio, al menos esa es la idea que está en la Tradición Sagrada. Podemos estar ideológicamente de acuerdo o no, pero tal es la posición clásica dentro de la Tradición, lo que la misma Torá (judía) refiere como dato para toda la humanidad.
Sí, el vivir con conciencia ecológica es ser espiritual.
Cuando aprendemos a cuidar nuestro ambiente, respetamos la vida, usamos sin abusar, somos parte del sistema y no intrusos del mismo, entonces estamos siendo espirituales.

Hay personas que son vegetarianas, otras veganas (solo comen productos del reino vegetal, nada que provenga del reino animal).
Algunos lo hacen por consideración a los animales, no quieren comer nada que haya nacido de madre. Me parece bien, es una idea respetable. ¿Por qué no? Aunque, los huevos de aves que no están fecundados no son vida animal, sino una célula con nutrientes; así que no están comiendo parte de animal realmente. Así como la leche tampoco, pero bueno, es una opción respetable. Está muy bien ser considerado con las otras especies, con nuestros primos en la escala zoológica. Sí, es una bonita idea. Si de paso esto sirve para hacer de la persona más bondadosa, menos prejuiciosa, más amante de la verdad y la justicia, mucho mejor. Claro que sí. Es una opción valida para cualquiera que escoja libremente por ella.

Algunos lo hacen como parte de sus creencias religiosas, bueno, es respetable, aunque sabemos que tales creencias son idolátricas y la idolatría no es digna de respeto porque es enfermedad espiritual, y como tal es imperiosa erradicarla, para que la persona y la sociedad gocen de mejor estado de salud. Pero, vivimos en un mundo moderno muy tolerante hacia algunas enfermedades, entre otras la llamada religión, en todas sus versiones. Y está bien que así sea, en tanto no vivamos en la Era Mesiánica, los gentiles están muy propensos a la idolatría, aunque muy en lo profundo, en su esencia pura sientan que es un fraude, que están corrompidos por la enfermedad, es difícil que rompan el lazo que el EGO les pone al cuello en forma de religión.

Hay algunos que se creen más “místicos” (no sé que querrán decir) o “espirituales” (tampoco sé que quieren decir) por no comer partes de animal, por ser vegetarianos.
Esta clase de personas no están en sintonía realmente con el plano espiritual, al menos en lo que a dieta se refiere.
Para el gentil la espiritualidad en lo que respecta a la comida se obtiene al no comer parte de animal con vida, pues tal es el mandamiento directo que Dios ha dado a los gentiles.
Hacer lo que Dios manda, eso es ser espiritual.

Pero, hay otra manera más de encontrar el camino a la esencia espiritual a través del alimento.
Cuando se toma conciencia de que nuestra dieta afecta a nuestro cuerpo, y que el cuerpo somos nosotros (y no una prisión ajena que se impone al espíritu), una parte de nuestro ser auténtico en este mundo, y por tanto cuidamos aquello que ingerimos, entonces estamos siendo espirituales.
Pero NO por pretender estar usurpando mandamiento que son para los judíos, absteniéndose de puerco, o de mezclar carne con leche, o de comer tal o cual carne faenada, o no a los mariscos, etc.
Sino por cuidar la dieta de acuerdo a lo que el conocimiento científico indica que es apropiado para el bienestar, para la salud.
Al cuidar el peso, sin exceso ni para uno ni otro lado; al cuidar el colesterol, al cuidar la glucosa, al buscar alimentos preparados con el sazón que no afecta, al ingerir vitaminas y nutrientes necesarios, al reducir los fritos, etc. Todo aquello que la ciencia va revelando como saludable en lo que respecta a la alimentación.

Entonces, cuando conocemos nuestro cuerpo, que somos nosotros, al respetarlo, al amarlo, al preservarlo de daños innecesarios, al mejorarlo por medio de ejercicio y cuidados, estamos siendo espirituales.
Sí, así mismo, cuidando el cuerpo alcanzamos la espiritualidad.
Cuidando que llevamos a la boca, a la par que cuidamos qué decimos, estamos siendo espirituales.

Ajarei mot y Kedoshim-אחרי מות וקדושים

Este texto es largo y en algunas secciones complejo.
Para ayudarte en su lectura, para no aburrirte, le pondré títulos que diferencian secciones.
Espero que encuentres algo que te sea de provecho, que lo vivas, que lo compartas y si quieres nos dejas un comentario aquí debajo, porque tener retorno de los lectores es agradable y necesario.
Que pases un excelente día, el mejor de tu vida.

Parshiot de la semana.
Esta semana en el pueblo judío (fuera de Israel) se leen dos parshiot juntas, Ajarei mot junto con Kedoshim (אחרי מות קדושים).
De Kedoshim es un clásico de los comentaristas la sección del versículo tan mentado y manoseado que expresa: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo." (Vaikrá / Levítico 19:18).
Sabemos de su trascendencia, de su centralidad, de su importancia por lo cual lo hemos trabajado en numerosas ocasiones previas. Es bueno recordarlo, releerlo, revisar lo ya enseñado porque es maravilloso encontrar nuevas ideas, mejores acciones incluso en aquello que uno ya creía conocer y asumía como aprendido. Así pues, te invito a que hagas clic aquí, para que se abra una lista de textos que sería bueno repasar.
Mientras tanto, vamos a continuar con una nueva lección, fresca, renovada, que se añada a las ya ofrecidas por nosotros en todos estos numerosos años que trabajamos gratuitamente para difundir la “Luz de Vidas” a quien quiera recibirla de nuestras parte.

Relaciones humanas y con Dios.
Al comienzo mismo de Kedoshim encontramos lo siguiente:

"El Eterno habló a Moshé [Moisés] diciendo:
‘Habla a toda la congregación de los Hijos de Israel y diles: Sean santos, porque Yo, el Eterno vuestro Elokim, soy santo.
Cada uno de vosotros respete a su madre y a su padre.
Guardad mis shabatot.
Yo soy el Eterno, vuestro Elokim."
(Vaikrá / Levítico 19:1-3)

Respetar a los padres, guardar los shabatot (los días consagrados por Dios para ser celebrados por los hijos de Israel), son mandamientos que el Eterno ha dado al pueblo judío, parte de los 613.
Uno de ellos corresponde a los preceptos que regulan las relaciones entre las personas, los que se denominan בין אדם לחברו.
En tanto que la que concierne a las fechas consagradas está dentro del grupo de las relaciones del hombre con Dios, que son denominadas בין אדם למקום.
Apreciemos que ambos grupos son relevantes, fundamentales.
Ambas selecciones son de similar peso y valor, con la consigna de hacer santa la vida del judío, porque tal es la orden emitida por la Divina Voluntad.
No debemos proceder como aquellos que solamente ven la porción ética de la Torá y desechan o disminuyen el valor de las reglas que conectan con Dios sin pasar por el prójimo.
Pero tampoco es correcta la posición de los que pretenden imponer un reinado monopólico de mandamientos de relación con Dios, despreciando lo que refiere a la ética, al buen comportamiento, a desplegar el potencial humano a su máxima capacidad, lo que conocemos como דרך ארץ.
Unos y otros son pilares del judaísmo, fortalezas de nuestra identidad, valores irrenunciables, que nos conectan con nuestra esencia, con el prójimo y con Dios.
Los dos conjuntos de mandamientos valiosos, aunque son desde siempre considerados los que nos relacionan correctamente con el prójimo los prioritarios. Dios puede vivir sin nuestra alabanzas, sin nuestras oraciones, sin nuestros ruegos, sin nuestra dependencia en Él; pero el prójimo que nos necesita, nos necesita…
Igualmente recordemos, los que ganamos SIEMPRE somos nosotros al cumplir con los mandamientos que nos competen, aunque no es por la ganancia que debemos proceder.

Notemos otros aspectos muy interesantes.

Ser santos: el motivo central de la parashá Kedoshim, de toda la Torá en realidad.
Primero, hay una orden directa por parte de Dios hacia los judíos, deben ser santos.
Y expone un claro motivo, porque Dios es santo. Sabemos el porqué, porque Dios así quiere de Su hijo primogénito, de Israel. Es la Divina Voluntad que los judíos alcancen un grado santidad, de distinción, de actitud especial.
Porque eso es ser santo, diferente de lo corriente, que sobresale positivamente de la norma.
Tal como Dios, que es Uno y Único, por completo diferente a todo lo que conocemos o creemos conocer. Así como el es santo, debemos ser nosotros.
Que nuestros actos, nuestra postura en la vida demuestre nuestra grandiosa interioridad, nuestra conexión con Él.
Recordemos que todos somos Sus hijos, hechos a Su imagen y semejanza. No una material, pues Él no es material, no con una forma física, pues no hay forma o materia que lo represente. Pero ciertamente, ese lazo espiritual, esa potencia creadora, es lo que nos identifica como hijos de Dios, aptos para la santidad.
A mayor cercanía con Dios, mayor el grado de santidad.
Y esta cercanía no se produce por un movimiento en el espacio, no es por estar en tal o cual lugar. La cercanía a Dios se manifiesta acorde a nuestra conducta. Si estamos actuando en sintonía con Él, si emulamos –en lo humanamente posible- Sus acciones, estamos elevando nuestro grado de santidad.
Porque, podemos hacer como Él hace, dentro de nuestro limitado marco de acción.
Tal como está dicho:

“Hacer como hace el Eterno.
Así como Él viste a los que no tienen ropa, uno debe vestir a los que no tienen ropa…
Así como Él visita a los enfermos, uno debe visitar a los enfermos…
Así como Él consuela al que está de luto, uno debe consolar al que está de luto…
Así como Él entierra a los muertos, uno debe enterrar a los muertos…
El comienzo de la Torá es actos de bondad desinteresada y su finalidad son los actos de bondad desinteresada…”
(Sota 14a).

Por más información al respecto de esta interesante temática, recomiendo seguir el texto que se abre haciendo clic aquí.

La santidad, una cuestión de la vida cotidiana.
Entonces, llegamos a la santidad. Que, repito, no es un estado de éxtasis, no es apartarse de la sociedad, no es vivir en negación de lo material, no es mortificación del cuerpo, no es palabrería santurrona en idiomas incomprensibles, no es solitario encierro de meditación, no es vestirse de modo simpático, no es hacerse adicto a una religión o líder religión, no es cambiar de país o costumbres nacionales, sino, tal y como expresan con total limpieza y claridad los Sabios de la Verdad: actos de bondad desinteresada, ayudar al necesitado, consolar al sufriente, dar una mano al que precisa de nuestro auxilio, sonreír al amargado, dar un hombro al que llora, en fin… toda buena obra para con el prójimo que puede parecer poca cosa, poco espiritual, poco santo, pero realmente es el camino dorado hacia la verdadera santidad. No lo declara este humilde maestro, sino los grandes Sabios de la Verdad. Es posible hallar infinidad de citas que vuelven al mismo punto, a la cúspide espiritual que es el servicio hacia el prójimo de manera desinteresada, el altruismo, el verdadero amor.
¿Entiendes cómo se relaciona todo?
El amar al prójimo como a ti mismo es la clave para la santidad.
El altruismo es la manera correcta de vivir.
Por lo tanto, aquello que niega al prójimo, que lo desmerece, que lo lastima, no es el camino sino el abismo.
El EGO, ese que nos hace sentir impotentes pero creer todopoderosos, es la perdición.

Tristemente el corazón del hombre lo lleva hacia la religión en lugar de hacia el espíritu.
Se erigen ídolos para usurpar el trono de Dios.
No solamente los dioses de las religiones, sino todo aquello que el EGO impone como objeto de adoración, lo que esclaviza al hombre, lo que lo narcotiza y desconecta de sí mismo, del prójimo y por ende de Dios.
Hasta lo que puede ser en su origen sagrado, termina siendo profanado por el afán del EGO.
Entonces, y tal como ya enseñamos (y es bueno repasar y volver a analizar): “Lo que libera es lo que suele ser repudiado.”
Sí, liberan las buenas acciones desinteresadas que hacemos para con el prójimo.
Libera el verdadero amor, el de las acciones generosas.
Libera el actuar como Dios, con bondad y justicia.
Pero… eso es despreciado.
Pronto se izan banderas de fanatismo ideológico, de religiosidad, de sectarismo. Entonces se infama, se injuria, se maldice, se profana, todo en el nombre de algún dios, e incluso de Dios.
Se deja de lado el amor, el verdadero y no el de las revistas o novelas, para esgrimir armas, para vociferar consignas, para preparar trampas, para acarrear el mal.
Es una historia que se repite, una y otra vez, desde Caín, o incluso desde Adam y Java, hasta aquí.
Porque el EGO, siempre el EGO, sigue dominando, controlando, manipulando y nosotros como esclavos trabajando tristemente para él.
Aunque la Torá (noájica y judía) nos dan las claves para ser libres, para retornar del exilio del espíritu, para evidenciar la Era Mesiánica personal y colectiva, sí podemos hacerlo, tenemos las claves, pero siempre derivamos hacia donde el Ego nos comanda.
Entonces, rechazamos lo que nos puede liberar, nos anclamos a lo malo, lo hacemos nuestro destino, nuestro dios.

Y por ello, sufrimos.
Estamos en celditas mentales, pequeñitas, sucias, malolientes, con la puerta cerrada pero sin llave. Si quisiéramos podríamos ser libres, ser “salvos”, vivir nuestra Era Mesiánica, estar conectados, ser uno.
Pero no, se nos antoja seguir en el Egipto interior, en desprecio, en malhumor, en enojo, en amargura, en quejas, en dolor, en exilio.

Pudiendo ser santos, nos lanzamos de lleno al fango del odio y la miseria. Parece que nos gusta olvidar que somos hijos de Dios para actuar como necios siervos del EGO, nuestro dios.

Perls y Horney nos definen a los neuróticos.
Miren la interesante definición que el Dr. Friedrich Salomon Perls nos regala:

“Neurótico es todo hombre que usa su potencial para manipular a los demás en vez de crecer él mismo. Usurpa el control, se enloquece de poder y moviliza a amigos y parientes en lugares donde él es impotente para usar sus propios recursos”.

Interesante, ¿sí?
Cuando nosotros vamos viendo cómo actúa el EGO, tenemos bien en claro lo que el Dr. Perls está describiendo.
Tal cual, es el EGO en funciones, que controla a la persona, la que está maniatada por su sentimiento de impotencia, para lo cual recurre a lo que sea para delirar que es poderoso, que tiene el control, cuando realmente nada controla.
Pobre diablo, manipulador, tejedor de tramas, infamador, acusador desde las sombras, resentido, impotente, que cree manejar los hilos de las historias, que hasta cree venir en nombre de su dios, cuando en los hechos ni siquiera en su propia casa es el amo.
Pobre diablo. Pero, tristemente así parece que somos la mayoría de los humanos. Desde Adam hasta aquí. En exilio.

Por su parte, Karen Horney nos brinda esta explicación:

“Uno de los rasgos predominantes de los neuróticos de nuestro tiempo es la excesiva dependencia de la aprobación o del cariño del prójimo… Además existe una notable contradicción entre su deseo de recibir cariño y su propia capacidad de sentirlo o de ofrecerlo…”.

Oh sí, el hombre que se siente impotente pero pretende controlar el universo.
Control, control, control… eso desea, para sentirse en poder, pero no puede ni siquiera consigo mismo… pobre diablo… en celo, en venganza, en revancha, mascando odio, inventando estafas inexistentes, quejándose, haciéndose el pobrecito… pobre diablo, impotente… esclavo por gusto de su EGO…

Hombres larva.
Ciertas personas que se la pasan pidiendo, sin reconocer lo que se les da, y hasta se enojan cuando no reciben en tiempo o forma lo que creen merecer.  Gente ingrata, amargada, desconectada de su esencia. Se quejan amargamente, porque sienten que se les debe algo, a lo cual nunca se hicieron merecedores. Piden, reclaman, exigen, se quejan, echan culpas, están en desequilibrio, no son funcionales al ecosistema. No aportan, pero igual, se quejan.
Insufriblemente se quejan.
Y algunos pasan la raya limítrofe, y entonces de quejosos llegan a actuar con mucha malicia y descontrol que aparenta ser un control sobredimensionado (te recomiendo que releas la frase, porque es complicada de comprender si no se tiene clara la noción del EGO y cómo opera).
Algunos intentan demostrar su poder ejerciendo el control sobrepasado, todo es impostura, lleno de falsedad, muy falso.
Son larvas, que en su origen significa espectro, enmascarado, fantasma. Pues esconden su esencia sagrada detrás de numerosas máscaras, rostros falsos. Algunos de ellos pueden parecer sonrientes, otros espantosos, otros indiferentes, como sea, todos ellos ocultando al verdadero ser, el Yo Auténtico, ese que es puro e intocado, su esencia espiritual. Sin embargo, su conducta es terrible, molesta, perjudicial, enfermiza. Eso es lo que manifiestan, eso es lo que hay.
Algunos llevan su intento de conquista y manipulación aún más lejos, puesto que entran en un jueguito terrible, en donde se dice o se hace entender que: “yo no soy nada, no tengo nada, no puedo nada”, así que el mundo les debe dar, sostener, tolerar todas las insolencias, mantener, etc.
Es como un estado de infantilidad sin fin, en donde se admite la propia impotencia para dejarse caer en brazos de otro, uno que se hará cargo, que cargará con las vicisitudes del impotente.
De esa manera se crea un enfermizo lazo de dependencia, de sentimientos de culpa, de manipulación, de malicia inyectada una y otra vez.
Si por alguna de esas casualidades aquel que se ha hecho cargo de llevar aupado al otro no quiere o no puede responder a las abusivas quejas, entonces se producen pataleos, berrinches, llantos, gritos, acusaciones, accidentes, enfermedades, depresión, en fin, todo lo que esté dentro del abanico de opciones de los que viven parasitando a otros.

En este estado, esas personas se pueden transformar en auténticas déspotas, pequeños sátrapas, faraones en pañales, pretenden manejar como marionetas a los demás usando los hilos de la lástima, la vulnerabilidad, la discapacidad, la ineptitud, la victimización. Andan “pobreteándose” continuamente, murmuran o susurran, o tal vez proclaman: “pobrecito yo, el mundo me hizo mal”. Hay quienes tienen la actitud contraria, “yo puedo todo” y secretamente buscan que le devuelvan, que la reconozcan, que le digan lo fuerte y buena que es (este papel lo suelen jugar los que ayudan a los que abiertamente no pueden).

El peligro de esta conducta es que, muchas veces, termina provocando una ira interna, lo que en el lengua de la Cabalá se llama “pan de la humillación”. Comemos gratis, pero no satisface, sino que perturba, porque estamos actuando negativamente, desde la impotencia, reconociendo nuestra ineptitud, poniendo nuestra vida en manos de otro.
Esto genera ese movimiento oscuro interno que es profundo malestar con uno mismo, pero que se expulsa como reacción agresiva en contra del dador.
Porque el que recibe se siente doblemente impotente, más que al principio, mucho peor porque a su impotencia primera le suma el reconocerla, el deberle a otro, el no haber hecho nada más que manipular para obtener ventajas.
Entonces, este hombre larva se venga haciendo daño al que tanto le dio.
Nosotros lo hemos vivido en carne propio innumerables veces, desde hace años venimos alimentando con buen pan espiritual,  mucho de los que se hicieron pasar por amigos llegado un momento se fueron enojados, insultando, maldiciendo, agrediendo injustamente, difamando, creando discordias… pero agradecer, reconocer, valorar, pagar… no, eso no…
Su EGO es demasiado grande como para que puedan abrir los ojos, despertar, tomar conciencia, crecer, vivir, ser libres.
Prefieren la muerte en vida, ejercer el falso control, dañar, odiar, vengarse, ser ridículos… EGO… EGO…
En el caso contrario, el del que da indiscriminadamente, también puede suceder un cansancio en su cruzada solidaria y terminar enojado con los que ayudó porque no lo reconocen o no lo ayudan.
Se agota, llega al límite, no recibe, explota… Sí, también es EGO dar y dar y dar y dar y dar hasta explotar… ¿entiendes por qué?

Resumiendo.
El mismo Dr. Perls, que citamos antes, nos enseña:

“El hombre se trasciende a sí mismo únicamente por la vía de su verdadera naturaleza, jamás por medio de la ambición ni metas artificiales. El darse cuenta de y la responsabilidad por el campo total por el sí mismo y por el otro le dan significado y configuración a la vida del hombre.”

Tarea.
Nos extendimos demasiado, por ello voy a terminar aquí nuestro encuentro, pero te quiero dejar una tarea.
Sabemos que el destino de muchas personas mayores es el abandono, la soledad.
¿Qué tienes para hacer al respecto tú?
Para el prójimo, para tus padres, e incluso para prepararte para tu vejez…
¿Qué tienes hoy mismo para hacer?
Y, ¿te das cuenta como la respuesta está tejida con numerosas fibras de esta parashá?
Y… ¿encuentras la conexión con la parashá Ajarei mot, que no es tan evidente pero es firme?

Ideas para Fulvida (respuesta a los comentarios sobre el post: Sheminí)

Este post, empezó siendo una respuesta al magnífico texto publicado por el moré con el nombre Sheminí (http://fulvida.com/id-noajica/identidad/shemin) , más concretamente a los comentarios que de éste fueron derivando, pero ante su extensión, he creído más conveniente reconvertirlo  y publicarlo como artículo en vez de cómo respuesta.

Lo primero, agradecerle moré tan interesante y esclarecedor texto. Como muy bien señala, escrito al viejo estilo y en su más genuina línea.

Tras meditar sobre el rumbo de Fulvida, tengo algunas ideas aunque no muy definidas aún.

En la etapa en la que nos encontramos, creo que lo fundamental, lo más importante, es todavía y por mucho tiempo la expansión y creo que es en este punto donde debemos poner nuestro mayor esfuerzo.

Gracias al trabajo de muchas personas y a la sabia guía del moré, el sitio se ha convertido en punto de referencia para el Noajismo en lengua hispana. Sigamos desarrollando esto.

Recuerdo que cuando llegué hastala Webde “serjudio.com” y a través de ella hasta “Fulvida”, lo hice buscando respuestas a temas “religiosos”, espirituales. Lo que ocurrió es que casi todas las respuestas, y además las más coherentes, las encontré en el mencionado lugar.

De otra parte, aquí en España la situación es por lo que veo, muy diferente a la de América. Aquí la gente se adscribe mayoritariamente al catolicismo de palabra pero de hecho cada cual vive como quiere diciéndose católico, realizando ciertos ritos costumbristas pero creyendo en lo que le viene en gana, que no es otra cosa que una amalgama de ficción, tradición y misticismo, todo acomodado al interés propio de cada uno.

Si la persona tiene inquietudes y se hace preguntas las buscará, pero si encuentra cualquier atisbo de religiosidad “ajena” o similar, se espantará y no querrá saber más de dicha fuente porque tiene impreso en sus adentros que es algo sectario y lo tomará como una agresión.

Lo que me viene a la mente es que hay que empezar por lo primero y la verdad es que hace 10 o 15 años el Noajismo como concepto difundido no existía (por lo menos en España).

Me pregunto que es más importante, ¿el envoltorio o el contenido?

Pienso que tenemos que hacer el esfuerzo por expandir, por aclarar, con sinceridad pero sumando más que dividiendo o excluyendo. Fulvida debe seguir siendo el sitio de referencia y es esencial, la orientación del moré.

Las filiales deberían ser blog s o páginas Web con contenidos que se inspiren en el Noajismo, que hablen sobre todos los aspectos a la luz de las 7 Leyes, pero adaptados a cada lugar (no a la idolatría de cada lugar pero si en respuesta a ella).

Los contactos personales son tan incipientes y escasos que lo mejor es desarrollarlos a través de redes sociales y que se cree comunidad de manera espontánea. Según vaya habiendo personas con interés en común ellas mismas irán contactando para ayudarse y crear objetivos concretos acordes a nuestro camino.

A nivel individual, y en referencia a proyectos determinados, creo que lo mejor es orientarlo hacia la difusión de libros, de textos, de cuentos, de ayuda,  a la luz de la verdad, pero más que como Noajismo explicito, como sugerencia a las Leyes para las Naciones.

Pensemos que la humanidad lleva milenios alumbrando arte, literatura, creencias, costumbres y formas de vida contaminadas. Vayamos y sigamos poniendo claridad.

Reescribamos ahora con iluminación, pero de la auténtica.

Os imagináis el Fausto de Goethe,La DivinaComediade Dante, el Mercader de Venecia de Shakespeare ¿Cómo quedarían?, ¿dónde quedarían?

No hablo por supuesto de plagiar, ni perder tiempo ni recursos en modificar dichas obras que como quiera que sea, con sus virtudes y sus defectos, son ya patrimonio universal. Pero esas pasiones, esas cuestiones, esas dudas y preguntas que en estos libros son tratadas, siguen ahí, son parte de lo humano.

Creemos blog alternativos, escribamos cuentos, difundamos. Promovamos donaciones a ONGs para ayudar a los necesitados, empezando por los de nuestras regiones.

Se puede crear un blog de contenido social, político, científico, deportivo, pero sujeto a las 7 Leyes para las Naciones.

No propaganda barata, no manipulación, no invención, solo ver la vida misma al prisma de nuestras 7 Leyes.

Por ejemplo; creemos un blog con espacios sobre consecuencias de rituales (exorcismos, torturas, etc.), sobre denuncias de ilegalidades (políticas, sociales, etc.), sobre defensa de los animales y la naturaleza, promoviendo la solidaridad y la caridad, promoviendo el respeto a nuestros mayores y en especial a nuestros padres, con fechas según el calendario civil y el Universal.

Leamos la realidad, la prensa, las noticias, con nuestros propios ojos.

Que sean blog nacionales o multinacionales por orden de cercanía geográfica adaptándose al grado de dedicación que cada uno pueda dedicar para que haya un contenido de calidad en cada blog y tratemos todos los aspectos menos el espiritual, ese que quede en Fulvida.

Luego vinculemos estos blogs o Webs entre ellos y con Fulvida.

Bueno, son ideas que me asaltan a “bote pronto” y que espero que debatamos, corrijamos, aclaremos y concretemos.

Muchas gracias por vuestra atención y quedo a la espera de vuestras opiniones.

 

Tazría y Metzorá מצורע–תזריע

 

Esta semana se leen juntas las parshiot Tazría y Metzorá. En ambas se trata el tema del afectado por la enfermedad de מצורע – metzorá.
Ésta era una antigua dolencia que se manifestaba con espantosas manchas y lesiones en la piel. Se la confunde con “lepra”, sin serla.
Según dicen los Sabios, en el Talmud (Erajín 15b), aparecía como resultado de la conducta gravemente negativa. Son mencionadas las siguientes imperfecciones en su origen: maledicencia, asesinato, inmoralidad sexual, falso juramento, arrogancia, robo y avaricia. Reconocemos que son acciones causadas por el יצר הרע – Ietzer hará (EGO) que controla a la persona.
A partir de esta enumeración, la tradición (midrash Tanjuma Metzorá), ha considerado que el foco principal es el מוציא שם רע – motzi shem rá, difamar, que es decir públicamente mentiras respecto de otro con la intención de perjudicarlo.

Quizás había algún virus, una bacteria, un hongo, o alguna lesión cutánea involucrados, pero el gatillo que disparaba la afección física era el uso de la palabra para agredir a otra persona.
Suena raro, ¿no?

Realmente no, si apreciamos el poder de la palabra.
Según relata la propia Torá, el poderío del habla es inmenso. Recordemos que el Eterno “habló” y el universo fue creado. Cada etapa de la creación era precedida por una locución de Dios.
A escala mucho menor, los hombres también podemos crear y destruir mundos a través del lenguaje. Una palabra amable puede animar al decaído, fortalecer al agotado, dar vida al abandonado. En tanto que una palabra destructora tiene la capacidad de derrumbar, echar abajo, angustiar, amargar.
Según dice el salmista: “¿Quién es el hombre que desea vida? ¿Quién anhela años para ver el bien? Guarda tu lengua del mal, y tus labios de hablar engaño. Apártate del mal y haz el bien; busca la paz y síguela.” (Tehilim / Salmos 34:13-15).
¡Cuánto cuidado debemos poner al hablar!

Además, tomemos en cuenta que nuestra comprensión del mundo se estructura a través del lenguaje. De acuerdo a nuestro acervo idiomático será nuestra capacidad para percibir y relacionarnos con la realidad. Al respecto dijo Ludwig Wittgenstein : “Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mente”. Es decir, nuestra mente alcanza hasta donde nuestra lengua nos permite describir, delimitar, reconocer, nombrar.

Una persona que emplea esta herramienta poderosa para arruinar, para provocar el caos, para herir, necesariamente se está poniendo en una situación terrible. Causa el mal a otros, corrompe el entorno (natural o social), pero básicamente demuestra que está alterada en su interior. Carece de paz interna, está sofocada por el EGO. Esto es enfermedad a nivel moral, emocional, mental, social que contamina también al cuerpo.
Lo de fuera termina por mostrar lo de dentro.
Al decir de Miguel de Unamuno: “La lengua no es la envoltura del pensamiento sino el pensamiento mismo”. El pensamiento negativo, la palabra vil, la conducta perversa viste al cuerpo –la persona- de metzorá.

Somos amos de nuestro silencio y esclavos de nuestra palabra, ¡gran verdad!

 

 

Agujereando el alma

Había un niño que tenía muy, pero que muy mal carácter. Un día, su padre le dio una bolsa con clavos y le dijo que cada vez que perdiera la calma, que él clavase un clavo en la cerca de detrás de la casa.

El primer día, el niño clavó 37 clavos en la cerca. Al día siguiente, menos, y así en los días posteriores. Él niño se iba dando cuenta de que era más fácil controlar su genio y su mal carácter, que clavar los clavos en la cerca.

Finalmente llegó el día en que el niño no perdió la calma ni una sola vez y se lo dijo a su padre que no tenía que clavar ni un clavo en la cerca. Él había conseguido, por fin, controlar su mal temperamento.

Su padre, muy contento y satisfecho, sugirió entonces a su hijo que por cada día que controlase su carácter, sacase un clavo de la cerca.

Los días pasaron y el niño pudo finalmente decir a su padre que ya había sacado todos los clavos de la cerca. Entonces el padre llevó a su hijo, de la mano, hasta la cerca de detrás de la casa y le dijo:

– Mira, hijo, has trabajo duro para clavar y quitar los clavos de esta cerca, pero fíjate en todos los agujeros que quedaron en la cerca. Jamás será la misma.

Lo que quiero decir es que cuando dices o haces cosas con mal genio, enfado y deficiente carácter, dejas una cicatriz, como estos agujeros en la cerca. Ya no importa tanto que pidas perdón. La herida estará siempre allí. Y una herida física es igual que una herida verbal.

Los amigos, así como los padres y toda la familia, son verdaderas joyas a quienes hay que valorar. Ellos te sonríen y te animan a mejorar. Te escuchan, comparten una palabra de aliento y siempre tienen su corazón abierto para recibirte.

Las palabras de su padre, así como la experiencia vivida con los clavos, hicieron que el niño reflexionase sobre las consecuencias de su carácter.

Basado en relato de León Tolstoi

 

Reflexionamos juntos

1. ¿Cuál es la moraleja del cuento?

2. ¿Cómo lo relacionas con el comentario que hicimos de la parashá?

3. ¿Te pasó alguna vez que quisiste borrar algo que recién dijiste?

4. ¿Cuál te parece era la reacción de la gente al ver a un enfermo de metzorá?

5. ¿Por qué metzorá atacaba la piel y no algún órgano interno, que no fuera visible?

6. ¿Cómo podemos hacer para usar la palabra para construir shalom?

Siete mil millones de mundos

Permíteme una pregunta; ¿estás despierto o dormido?

A diario veo personas hablando, paseando, murmurando, criticando, sonriendo, a veces llorando, a veces gritando.

Cada uno en el centro de su mundo.

Miles de creencias, supersticiones, suposiciones y “certezas”; miles de ilusiones, sueños, esperanzas. Miles de acciones buenas, malas y regulares. De envidias y de amores.

Hay tantas “realidades” como seres vivos y cada uno es el protagonista de la suya. Con sus aciertos y sus errores. Con sus juicios y prejuicios, con sus exclusiones e inclusiones.

Así, a través del filtro de nuestro propio mundo, vemos los millones de otros mundos que igualmente nos observan a través de sus personales filtros,  repitiéndose  por cada una de unas siete mil millones de personas y de aún muchos más seres vivos.

Miles de millones de intereses, de verdades y mentiras, de distracciones y grandes dosis de futilidad y de egoísmo.

Te voy a pedir que te respondas a las siguientes cuestiones:

¿Sobre qué basas “tu realidad”?, ¿sobre qué apoyas “tu mundo”?. Y los otros siete mil millones de “mundos”, ¿qué haces con ellos?

¿Qué importa realmente en la vida?                                                                           

 Tómate unos segundos. Mira a tu alrededor. Respira profundamente. Oye atentamente los sonidos que te envuelven, siente lo que te rodea y en especial a quienes te rodean aunque no estén en el mismo lugar que tú.

Y ahora… ¿Cuántas realidades hay y cuántas te han vendido?

“Los hombres despiertos no tienen más que un mundo, pero los hombres dormidos tienen cada uno su mundo.”

Heráclito (535 AEC- 484 AEC aprox.)

Filósofo griego

Nuevamente te pregunto;  ¿estas dormido o despierto? ¿Estás en “tu mundo” o en el mundo? ¿Estás en uno de esos siete mil millones de mundos o en el mundo de esos siete mil millones?

Si sabes donde te encuentras, verás que hay mucho trabajo por hacer para que este lugar único y único lugar sea cada día un mundo mejor para todos y cada uno de los que en él estamos.

Si todavía sigues encerrado en “tu mundo”, salte y únete al nuestro, al de todos y  ayuda a convertirlo en el paraíso que puede llegar a ser.

Por favor, no busques más excusas y empieza a trabajar ya en ello. Haz hasta donde puedas, hasta donde sepas, pero haz algo. 

Sheminí – שמיני

Está escrito en nuestra parashá:

«No hagáis detestables (אל תשקצו) vuestras personas por causa de ningún reptil. No os contaminéis con ellos, ni os hagáis impuros por causa de ellos. Porque Yo soy el Eterno vuestro Elokim, vosotros os santificaréis; y seréis santos, porque Yo soy santo. No contaminéis vuestras almas…
(Vaikrá / Levítico 11:43-44).

Específicamente se está refiriendo la Torá a que la persona judía no ingiera partes de ningún reptil, porque esto “contamina el alma”, lo cual impide “ser santo, tal como Dios es santo”.
Recalco que es ordenanza para personas judías exclusivamente, al respecto de cuestiones vinculadas a la identidad espiritual judía, tal como el resto de las reglas alimentarias del kashrut que se citan en este capítulo y en otros de similar temática en la Torá.
Según comprobamos está escrito como introducción obligatoria al tema:

«El Eterno habló a Moshé [Moisés] y a Aarón diciendo: ‘Hablad a los Hijos de Israel y decidles que éstos son los animales que podréis comer… »
(Vaikrá / Levítico 11:1-2)

Y luego:

«Vosotros sois hijos del Eterno vuestro Elokim… Porque tú eres un pueblo santo para el Eterno tu Elokim; el Eterno te ha escogido de entre todos los pueblos que hay sobre la faz de la tierra, para que le seas un pueblo especial. No comeréis ninguna cosa abominable. Éstos son los animales que podéis comer…»
(Devarim / Deuteronomio 14:1-4)

Es importante tener en claro y en cuenta esta exclusividad dictada por Dios para los judíos.
Son reglas de la alimentación espiritual que rigen exclusivamente para los judíos, para los hijos de la nación que Él ha escogido para ser Sus siervos. No son preceptos para las naciones, no son reglas requeridas para los gentiles.
El gentil está perfectamente habilitado para comer cerdo, mariscos, pulpo, erizo, carne junto con leche, etc., puesto que la única ordenanza espiritual que los gentiles han recibido de Dios en lo que respecta a los alimentos es la prohibición de comer parte de animal que aún está con vida.
Me he encontrado con mucho gentil bien intencionado que pretende apropiarse de los mandamientos alimentarios del judaísmo, porque de esa manera pretenden sentirse o hacerse más espirituales. En los hechos, tal cual corroboramos con una veloz y comprensiva lectura de la Palabra de Dios, el gentil no está obligado a nada de lo que el judío está obligado en lo que respecta a la alimentación. En principio no hay ventaja espiritual o de otro tipo directa para el gentil que presuma de seguir la dieta alimenticia que Dios ha destinado para los judíos. (Aunque pudiera haber algún beneficio secundario, que no mencionaré ahora).
Así pues, el gentil que ama a Dios y anhela cumplir con Su Voluntad, no andará torturando su existencia al obligarse a seguir una dieta que le es ajena y no necesaria, ni presumirá de alcanzar grados de espiritualidad superiores por hacerlo, ya que no es parte de su herencia espiritual ni lo que Dios le demanda como estilo de vida. Es apropiado para el judío porque Dios lo ha decretado así. Seguramente que porque el alimento no kasher puede ocasionar algún desbalance en el sistema espiritual de la persona judía, pero no produce ningún efecto adverso en el sistema espiritual del gentil. Tal como el gluten afecta negativamente a la persona que padece la enfermedad celíaca, pero no altera a la persona sana. Tal como la gasolina común es la apropiada para el motor de combustión común, y el Diesel lo es para los motores a gasoil. Tal como Windows sirve para PC y no para las computadoras de Apple. No hay mejor o peor, sino lo que es acorde a las características de cada uno.
Si el gentil quiere comer kasher, bienvenido sea, pero que no se angustie si no lo hace, ni carcoma su corazón para hacerlo.

Ahora, retomando la primer cita que trajimos.
Vamos a realizar un breve análisis para aclarar conceptos y de esta forma alcanzar una mayor sabiduría y una mejor praxis.

¿Qué es contaminar el alma?
Más aun, ¿qué es alma?
¿Qué es ser santo?
¿Cómo se puede comprender esto en lenguaje moderno?

Comencemos explicando brevemente que נפש – “alma”, actualmente se define como energía vital, aquella que posibilita los procesos biológicos que nos sostienen con vida.
En el pasado se le atribuían cualidades místicas, porque el conocimiento científico, racional, mensurable, comprobable, era muy limitado y los antiguos no tenían cabal noción de la existencia de la energía y su relación con la vida. Sin embargo, en escritos de venerable data y valía se emplean en ocasiones imágenes, metáforas en donde se habla de luz, haces de luz, emanaciones, que son las maneras que los sabios de tiempos atrás podían expresar “energía”, pues la idea en sí estaba por fuera de su lenguaje y comprensión.
Por ser el factor esencial que determina la vida, se puede usar la voz nefesh para referirse al individuo (animal o humano), tal como a la persona.
Debemos hacer notar que alma no es idéntico a espíritu, si bien en ocasiones se confunden los conceptos.
Neshamá –espíritu- es una instancia diferente, asociada a la información propia de la persona, a sus recuerdos, experiencias, conocimientos, las huellas que se marcan por su pasaje por la vida. Es la neshamá la que perdura tras la muerte, la información que queda registrada y activa en la memoria celestial. Es la neshamá el nexo intenso que une al hombre con su Creador, así como con el resto del universo… pero, nos hemos desviado del tema central de este estudio (igualmente, de esto ya hemos explicado bastante en otras ocasiones, busca si deseas, seguramente encontrarás algo para ti).
Retornemos al recapitular: alma = energía.

Pasemos al siguiente vocablo que queríamos analizar.
תטמאו que tradujimos como “contaminen”.
¿Qué es טמא?
Generalmente se traduce como “impuro”, lo que lleva a numerosos mal entendidos, como por ejemplo la suposición de que se trata de algo sucio, inmundo, asqueroso.
Por ello escogimos “contaminar”, para darle más claridad al texto, mayor comprensión y practicidad, sin por ello perder el sentido original.
Contaminar, es alterar negativamente las condiciones normales.
Precisamente así se ha de comprender la voz “impuro”, en el contexto de la tradición sagrada.
Impuro es lo que está alterado en su armonía, lo que está fuera de su foco normal, siendo más precisos es lo que introduce muerte/caos en lo que debe contener vida/orden.
Por ello se llama “impura” a la menstruación, por ejemplo. NO por ser ella algo sucio, asqueroso, despreciable, ¡nada que ver con esto! Sino porque el cuerpo de la mujer ha perdido una oportunidad de procrear, se ha introducido momentáneamente la muerte (en potencia) al cancelarse la opción de traer una nueva vida.
Por ello lo más impuro que hay es un cadáver humano, porque se alteró al grado máximo la condición normal de vida.
Y sin embargo, el estar en estado de impureza no implica de por sí ningún pecado, no es un acto en contra del Eterno ni contra la persona (Ver “Moré Nebujim” 3:47).
Quizás cueste comprender un poco este concepto, por lo que es bueno releerlo, repensarlo, des-aprender las creencias antiguas y erradas para darse el placer de aprender lo que es bueno (busca en el sitio, encontrarás que ya trabajamos este tema también en otras ocasiones).

Si tomamos en cuenta lo que te expliqué recién junto a lo anterior, contaminar el alma puede entenderse como “desorganizar la armonía energética de la persona”.
O sea, provocar que la energía de vida no esté fluyendo en su máximo potencial.
Impedir que la persona alcance su mejor nivel de vida, de estabilidad, de salud multidimensional.
Recuerda, estar en estado de impureza, por el motivo que fuera, no es de por sí un pecado, sin embargo, ¡cuánto mejor se puede estar si uno se mantiene, o recobra, el estado de pureza!
Y, recuerda, pureza: estado de armonía energética. Estado en el cual no se introduce la sombra de muerte allí en donde solo debe haber luz de vida.
Si hay algo que te cuesta comprender, no sigas, por favor vuelve a leer y mastica el pan hasta que lo digieras con gozo y te de vitalidad y bendición.

Para ponerlo de otra manera, vivir de acuerdo al AMOR es vida, es pureza. Pasar por la vida esclavizado al EGO es muerte en vida, es lo impuro.
La persona que pauta su existencia de acuerdo al EGO, contamina su alma, la empobrece, la llena de oscuridad, se debilita, proclama la muerte en lugar de celebrar la vida. Son los que se aferran a sus máscaras del Yo Vivido, los que son títeres de sus caretas, ignoran su verdadero rostro o lo niegan, por lo cual están en estado de impureza, puesto que no tienen armonía multidimensional.
Por el contrario, los que conocen sus máscaras y deciden usarlas en concordancia con su Yo Auténtico, están doblegando a su EGO, están viviendo en realidad.
Cuanto más permitamos al EGO esclavizarnos, mayores manchas recubrirán nuestra Luz interior, menos energía tendremos disponible para disfrutar, para ayudar, para desarrollarnos.
Si nos aferramos al EGO nos hacemos detestables para nosotros mismos y para los demás. Aunque usemos el disfraz de bien adaptados, aunque nos crean exitosos, aunque tengamos cientos de excusas que demuestren nuestro control y poderío, en verdad nuestra alma está fuera de sincronía, suena como una orquesta enloquecida y sin director.
Es cierto, no debemos contaminar nuestras almas, no solamente con alimentos que no son apropiados, sino tampoco con conductas que nos hundan en el abismo, que nos mantengan en la celdita mental, a merced del EGO.

Ahora, regresemos a la primera de las citas que trajimos, porque queríamos comprender algunos de los conceptos.
Nos queda saber qué es “santo”.
Dentro de la tradición judía lo קדושsanto es aquello que es diferente y distinguido de lo corriente, de lo habitual. Precisamente por esto Dios es santo por excelencia, porque no hay nada ni nadie que se parezca o pueda ser semejante a Él. Tenemos el Shabat como día santo, porque es especial, sin par entre los otros días de la semana. Ierushalaim, es la ciudad santa, porque fue escogida para servir como único lugar para el Santuario del Eterno. El pueblo judío es santo, porque ha sido elegido por Dios para que sea Su pueblo de siervos, servidores, los que deben estar primeros en la fila para servirLo tal y como Él dictamina. Las exigencias de Dios para con los judíos es mayor, la severidad para medir sus acciones también, porque es una elección que conlleva mayor esfuerzo, más trabajo, más carga y responsabilidad y no precisamente mejores beneficios o licencias.
Asimismo, cada uno de nosotros está llamado a ser santo.

¿Cómo se consigue esta santidad personal?
Se puede ser santo por la conexión que se tiene con Dios y Sus cosas. Esto lo consigue el gentil al conocer y cumplir cabalmente con los Siete Mandamientos Fundamentales, que son el camino sagrado que Dios ha marcado para que las naciones sean santas, trascendentes, con sentido espiritual. Es un camino completo, pleno, perfecto. Es un camino marcado por el Amor y Sabiduría de Dios. Es la senda celestial que todo gentil debiera transitar si realmente anhela a Dios y desea serLe fiel, y por tanto alcanzar la santidad.
No es el judaísmo el camino para el gentil, sino el noajismo.
No está en las costumbres judías la identidad del gentil, ni su patrimonio.
Tampoco halla el sentido de su vida en las cuestiones de los judíos, sino que desarrolla su sentido de vida, su trascendencia, al construir Shalom en cada momento, desde dentro y hacia fuera. Al andar con fidelidad por la autopista del noajismo, diseñada y codificada por Dios mismo. Básicamente es una existencia signada por el AMOR y no por el EGO. Una conducta plena de bondad, de justicia y de fidelidad a Dios. Sin religiosidad barata, sin espectáculos bizarros, sin ropajes extravagantes, sin palabrería extraña, sin reuniones de murmuradores, sin diezmos a clérigos engordados por el vicio. Sino, AMOR, plenitud, solidaridad, altruismo, el bien propio junto al del prójimo. La Era Mesiánica cada día de vida, gracias a que nosotros lo hacemos posible con nuestras acciones.
El paraíso en la tierra, no por obra de milagros o gracia divina, sino como resultado de nuestro trabajo.

Por su parte, la persona judía debe andar por su propia senda, la del judaísmo, tratando de cumplir cabalmente con aquellos mandamientos que le conciernen dentro de los 613 que Dios ha dictado para el pueblo judío.
Cada uno en su propia senda, ambos con el mismo sentido y objetivo. Ni uno mejor que el otro, diferentes pero igualmente valiosos.

Aquel que no puede creer en Dios, que le cuesta compenetrarse con Su existencia o Presencia, aquel que ha sido criado sin Dios (el verdadero), no por ello está abandonado y sin “salvación”.
A Dios no le importa tanto que se crea en Él, sino que la persona se se comporte como Él quiere que sea. Si se cree y se Lo sirve directamente, ¡qué bueno! Si no se cree, si no se Lo sirve directamente… bueno… igualmente hay “salvación”, hay maneras de alcanzar un grado de santidad (sí, santidad incluso sin contar a Dios directamente en la ecuación).
¿Cómo?
También por la perfección de la propia conducta, esto es, a través de las acciones que estén en sintonía con lo que es bueno y justo, y por tanto marquen un contraste, una distinción con el vivir de forma ritual, automática, carente de sentido. Al hacer las cosas de manera consciente, con la voluntad de desarrollar nuestras potencialidades positivas, estamos siendo santos. Hay constructores de Shalom también entre los que no creen en Dios, o dicen no creer…
Al respecto de esta santidad dentro de lo mundano se extendió el gran maestro de generaciones, el venerable Rab Abraham Itzjac Kook, por ejemplo al enseñar que:

צריך שכל איש ידע ויבין, שבתוך תוכו דולק נר, ואין נרו שלו כנר חברו, ואין איש שאין לו נר. וצריך שכל איש ידע ויבין, שעליו לעמול ולגלות
את אור הנר ברבים, ולהדליקו לאבוקה גדולה ולהאיר את העולם כולו.

Es necesario que toda persona conozca y entienda que dentro de cada uno hay encendida una vela, y la vela de uno es diferente de la del otro, y no hay persona que no tenga su propia vela. Y es necesario conozca y comprenda que tiene sobre sí el deber de esforzarse para descubrir la luz de su vela para los demás, y hacer que arda como una gran antorcha que alumbre al mundo por completo.

Así es, dentro de cada uno está la neshamá pura, esa luz que nos conecta con el Creador, esa vela que alumbra sin pausa. Está en cada uno descubrirla, hacerla arder con fuerza, que irradie su presencia para todos. Por supuesto que la manera excelente es a través del conocimiento de Dios y de Sus mandamientos, por medio del cual el hombre encuentra la senda privilegiada para la perfección. Pero, si no se puede, si hay obstáculos emocionales/mentales/sociales, si algo impide a la persona reconocer a Dios (al verdadero, no a las fantasías producto del EGO que la gente llama “dios”), igualmente tiene dentro de sí la llama sagrada, igualmente puede alcanzar la santidad, una de menor grado, pero santidad al fin.
Y en Orot haTeshuvá 17 claramente enseña:

גם מתוך החול יגלה הקודש, גם מתוך החופש הפרוץ יבוא העול האהוב, זו תהיה הפליאה הגדולה של חזון הגאולה

También de dentro de lo profano se revelará lo santo, también de la libertad desinhibida vendrá el yugo del amor, está será la maravilla más grande de la visión de la redención.

Sí, de lo profano puede surgir lo santo. El desenfreno se puede canalizar para ordenarlo y hacer que mane la responsabilidad, el amor, el compromiso.
Si ocurre así, es una evidencia de la Era Mesiánica, cuando no se precisan de milagros ni actos prodigiosos para reconocerla, sino que por distinguir la supremacía del AMOR por sobre el EGO.

El ideal está en vivir con bondad, justicia y lealtad a Dios, pero si la persona no alcanza el grado de conocimiento de Él y de servicio a Él, en tanto sea íntegro con el prójimo, evapore en la medida de lo posible la tiranía del EGO, estará en el rumbo correcto, quizás no de plenitud (pues falta un nexo consciente con Dios), pero sí de bendición.

Visto lo cual, es necesario respetar al prójimo allí en donde está, ayudarlo a avanzar, rescatarlo del mal, no juzgarlo (aunque llevarlo a juicio de ser necesario, ante las autoridades competentes), pero tampoco podemos ser cómplices de la idolatría, del engaño, de la estafa, del crimen. Es una posición media, de bondad y justicia, la que no se afilia al EGO sino al AMOR.

Ahora que hemos analizado algunos conceptos básicos y fundamentales, estamos en condiciones para descubrir si hay formas de aumentar nuestra energía de vida al evitar cosas detestables, tales como conflictos y malestares innecesarios con nosotros mismos y con el prójimo.

Noajismo o Religión

Muchas personas aun estando fuera de las religiones y conscientes de su identidad, todavía suponen al Noajismo o Judaísmo como religiones, grupos de poder, elites espirituales, o cualquier otra suposición motivada desde el ego.

Platicando con una persona le pregunte.

¿Para ti que es el Noajismo?

Su respuesta fue no se” al tiempo que hizo la misma pregunta.

¿Y para ti que es el Noajismo?

Le respondí que el Noajismo para mí, es una conducta que sintoniza que con tu identidad espiritual, no es una religión o un grupo de gente superior a los demás, simple y sencillamente, son instrucciones que vibran en la misma sintonía que tu ser esencial.

A veces la gente supone que el Noajida es más elevado que cualquier otra persona por cumplir con los Mandamientos, pero la persona que cumple con los 7 Mandamientos universales (siendo gentil) solo está siendo el mismo, no es superior ni inferior, simple y sencillamente ES el mismo, sin máscaras, caretas o disfraces de cualquier tipo.

Disfruta de ser autentico, sincero y espiritual.

Buen día, hasta luego.

El Noajismo en tu vida cotidiana

Podemos suponer el camino espiritual de las Naciones como una cosa meramente “de Dios” algo francamente alejado de nuestra vida cotidiana, sin embargo de acuerdo al artículo que te copio y pego más abajo, las cosas no son así, muy al contrario estos hábitos tienden al crecimiento y perfeccionamiento del ser humano.

¿Qué tienen en común la infidelidad y una entrevista de trabajo?

Recientemente, la línea divisoria entre la vida personal de una persona y su vida laboral se a difumado. Una década atrás, el enfoque era diferente. Si una persona era infiel frecuentemente a su esposo(a), si era aficionado(a) al juego, si tenía problemas de drogas o alcohol, incluso si era violento hacia su familia, muchos considerarían esa actitud propia de su vida personal, y no tenía incumbencia con su vida laboral.

En una encuesta realizada hace no mucho en los estados Unidos por la Sociedad de Administración de Recursos humanos, se encontró que el 80% de 371 Gerentes de Recursos Humanos que participaron en esta encuesta piensan que sus organizaciones deben tomar en cuenta el comportamiento del candidato en su vida personal, fuera de las horas de trabajo, al momento de tomar decisiones de contratación o de promoción interna para el caso de empleados.

La pregunta debe ser realizada: Es la ética personal y la ética en los negocios dos caras de una misma moneda, ¿o son manifestaciones de diferentes características?

Marvin Zuckerman, un psicólogo de la Universidad de Delaware, ha identificado características personales que afectan la manera que una persona se comporta, tanto en privado como en su vida laboral. El tipo buscador de sensaciones, busca nuevas experiencias en cada actividad que realiza, y tiende a tomar riesgos con el fin de satisfacer esas necesidades. La investigación encontró conexiones cercanas y elementos en común con varios tipos de comportamiento, por ejemplo, adicción a drogas o alcohol, libertinaje sexual y frecuencia en el juego. Lo que estos comportamientos tienen en común es la búsqueda de emociones.

 Si la necesidad por emociones se manifiesta en la esfera profesional y ocupacional dependerá de la situación y de la existencia de otro rasgo: que el individuo pudiera ser anti-social. Si es del tipo que busca sensaciones significa que es también una persona social y elegirá una profesión y cargos que satisfagan su necesidad de cambios constantes.

Están aquellos que reprimen sus rasgos en el trabajo, pero los liberan después de la jornada laboral, cuando se van a casa. Aquellos con rasgos anti-sociales, esto es, quienes carecen de la voluntad o capacidad de adaptarse por ellos mismos a las normas socialmente aceptadas, les produce satisfacción el cometer violaciones en el ámbito ocupacional así como otros actos criminales.

 La encuesta muestra que la mayoría de los buscadores de sensaciones no es anti-social; sin embargo, la mayoría de la gente anti-social necesariamente también es buscador de sensaciones. A partir de estos rasgos de personalidad y características, sería muy útil si se pudiera saber por anticipado cómo se comporta un candidato en su vida personal, de modo de evaluar su adaptabilidad a una posición o cargo.

 Sin embargo, la mayoría de las empresas están al tanto de la dificultad de indagar en la vida personal de un candidato al momento de su evaluación, y tal vez investigar sobre la vida personal de un candidato no esté permitido debido a los derechos de privacidad. No obstante, la acepción básica es que un empleado se comportará en el futuro próximo exactamente como se comportó en el pasado inmediato. Más aún, esa relación existe entre su comportamiento en el lugar de trabajo y sus patrones de comportamiento después del trabajo.

  * Por Ishayau (Sigi) Horowitz

 Se está descubriendo (o dando a conocer) que las prohibiciones estipuladas por el Eterno dentro de cada uno de los 7 Mandamientos Universales son aspectos que más allá de básicos son fundamentales para poder llevar una vida de productividad, así como de realización, en cualquier aspecto de la vida, en este caso en particular en el ámbito laboral, es muy interesante que una persona que transgrede el Mandamiento de “No relaciones sexuales ilícitas” como está expuesto más arriba, no es un candidato que digamos apto para ocupar un puesto en alguna organización, por la inestabilidad de su lealtad así como de su integridad, y vemos que las actitudes tanto fuera como dentro del trabajo “están casadas” y no existe una clara línea divisoria entre ambas, y bueno no es nuevo que nos demos cuenta que lo que el Creador del mundo ha estipulado como incorrecto afecte cada una de nuestras esferas en las que nos movemos día a día.

 ¡Noajismo puro es lo que necesita el mundo amigos!

 ¡Hasta luego!

 Fuente: http://www.midotsystem.com

Cuando uno cruza la línea

¿A que me refiero con este título? Pues básicamente me refiero a cuando uno pasa del pensar al hecho. Por ejemplo cuando uno tiene que ir al trabajo o cualquier otro lugar a cierto horario especifico y tiene que tomar un colectivo pero lo que sucede es que todos los colectivos que paran están llenos y no dejan subir a nadie. Usted llegado un momento entra en desesperación y cuando uno de estos medios de transporte lleno se detiene para dejar bajar gente usted al ver que no abre la puerta del frente para dejarlo subir toma la tonta decisión de colocarse, es decir pararse frente al colectivo ósea se sitúa frente al mismo, la pregunta aquí es ¿Qué gana usted con esto? Yo le voy a decir lector lo que gana con la siguiente lista:

-Pone en peligro su vida al arriesgar a que este transporte lo pise, lo atropelle, incluso lo mate.

-Perjudica la parte laboral del conductor.

-Afecta el horario de las personas que están en este medio, ya que algunas si bien pueden estar volviendo de sus actividades, por lo tanto no están sujeto a un horario otras si pueden estar cumpliendo sus obligaciones ya sean laborales o de otra clase.

Luego de leer la sección anterior usted me va a decir que no hay gente así pero le informo que lo que escribí anteriormente no fue una situación hipotética sino que lo vi y al ver eso ¿cómo se puede sentir uno? Cualquiera se quedaría nervioso, consternado entre otras emociones mas y como para no sentirlas; pudiste ver a alguien ser aplastado por un bus, ¡un bus! Un medio de transporte que usamos todos los días, si obviamente que soy consciente que es un hecho que este tipo de vehículo puede matar a alguien pero lo que yo planteo es que cómo uno se busca ciertos problemas.

Además hay que considerar un par de cosas, primero quizás ustedes lectores no, pero si hay mucha, demasiada gente que piensan en ellos y no piensan en los otros, en la sociedad, en los que lo rodean. Segundo que uno piensa que su problema es el más grave y esto lo lleva a cometer acciones realmente radicales como la mencionada en el texto.

Para terminar voy a finalizar diciendo que no es bueno pensar y luego actuar radicalmente ya que esto puede llevar a desenlaces terribles y desagradables que por su puesto podrían haberse evitado. Y debo mencionar cuando uno ósea nosotros cruzamos la línea no solo nos perjudicamos a nosotros mismos, sino también a los que nos rodean en definitiva a los que integran la sociedad en que vivimos.

 

 

 

Al morir

Los que parten del mundo dejan aquí sus posesiones, títulos, propiedades, amistades, familiares, cuerpo.
Quedan de este lado también los recuerdos en aquellos que fueron influidos por su presencia.
Y continúan aquí las acciones (buenas o no), así como los efectos en cadena a partir de ellas.
Casi todo queda en este mundo, para ser reciclado, para ser absorbido, para ser continuado, para reintegrarse y volver a ser.

Pero hay algo que parte, se va, no se ancla al mundo, el espíritu.
La esencia de cada uno retorna a la Fuente de Vidas.
El espíritu con la información (teórica y práctica) recogida en cada instante de existencia mundana.
Se podría decir que los difuntos se llevan consigo sus recuerdos, todos ellos, hasta los que el cerebro tenía escondidos u olvidados. Memorias de datos, pero especialmente de experiencias, de vivencias, de todo eso que permite experimentar la multidimensionalidad del ser humano y que no tiene cabida en una existencia de solo espíritu.

Los que han partido están en un mundo sin cuerpo, sin cambios, sin tiempo. Es todo tiempo y todo lugar, y ninguno a la vez.
Es un lugar que no ocupa lugar, un tiempo que no corre.
Es, sin dudas, una realidad alternativa y diferente a la que nuestros sentidos nos brindan, a la que nuestro cerebro puede alcanzar a comprender.
Es un mundo hecho de información, de todo tiempo y lugar, de cada ser vivo.
Un mundo de unidad.
No hay separación física ni temporal, todo es unidad.
En lo espiritual la separatividad se manifiesta por la falta de armonía, por el desequilibrio.

Siendo así, cuando la persona ha logrado unificar su existencia aquí, encuentra placer allí.
Esa es la idea madura que subyace a la infantil imagen de “premio y castigo” en el más allá.
El castigo es consecuencia de la separatividad, del desequilibrio, del exilio, de la falta de conexión consigo mismo y por ello ruptura con Dios y el prójimo.
El premio, por su parte, es consecuencia de la armonía del ser, de sintonizar el Yo Vivido con sus múltiples caretas al faro sagrado del Yo Esencial.
Si ha trabajado su ser para armonizarlo, se ha quitado las cadenas del EGO de encima, ha despertado su conciencia, se ha unificado entre sus dimensiones, entonces ha conseguido aquello que le brinda el máximo placer en la eternidad.
La clave sagrada para el despertar de la conciencia y la unificación es el vivir con bondad, justicia y lealtad. Es el estar siempre dentro del marco de los mandamientos que de acuerdo a Dios corresponden a cada uno (siete para los gentiles, 613 para el pueblo judío).

Cuando la persona que parte ha quedado en desarmonía, sus recuerdos acumulan oscuridad, sus emociones están cargadas de negatividad, su Yo Auténtico empalidecía debajo de multitud de máscaras de falsedad, el EGO era su amo, entonces tiene que pasar por un proceso de refinamiento, de hasta once meses terrestres, un curso acelerado de corrección.
No es un infierno, no es un limbo, no es un purgatorio, es un estado espiritual de "fermentación", de depuración, hasta que los recuerdos pierdan su carga emotiva negativa, y pueda poner en armonía lo que no pudo lograr en vida.
Luego, se conecta en armonía a la Fuente de Vidas, a la unidad completa.
Hay pleno conocimiento, conciencia.
Esa es la existencia en paz.