Recien un hermano venezolano me hizo una pregunta con motivo de mi artículo: «Mi caballo y su jinete intangible».
«El caballo blanco indómito representa un pueblo libre, lleno de valores,
que corre hacia la superación, y su cabeza volteada a mirar atrás
representa el que nunca olvidara su pasado, su origen, su historia. El
caballo no tiene un jinete visible puesto que la república es gobernada con
pluralidad y respeto, y no vitaliciamente, sino que impera el cambio
constante y prudente de aquellos dirigentes de la nación.
¿Eso es una reflexion propia o usted consiguio que esa era la intención de
los diseñadores del escudo?, me refiero al hecho de que el caballo mira
hacia atras para no olvidar su pasado.
Mucho sabría agradecer su respuesta.
Muy atentamente;
José Paiva, Ing. Electronico. Venezolano, casado, CI. 3842151, católico. Tengo 52 años y vivo en Caracas Venezuela.»
He aquí la respuesta:
El escudo de la República Bolivariana de Venezuela tiene tres divisiones o cuarteles, que conocidamente son: el cuartel de la izquierda, rojo, que contiene un haz de espigas en número igual a los estados que componen la república, simbolizando su riqueza y su unión; el cuartel derecho, amarillo, ostenta armas y dos pabellones enlazados por una corona de laurel, como emblema de la victoria; el tercer cuartel, ocupando toda la parte inferior, presenta sobre fondo azul un cabello blanco, indómito, como símbolo de independencia y libertad. En su parte superior dos cornucopias vertiendo flores y frutos, como reflejo de la abundancia; y saliendo de su base una rama de olivo y una palma atadas con cintas con los colores de la bandera, donde se inscriben el nombre de Venezuela y las fechas de la declaración de la Independencia y la Federación.
El caballo indómito tal y como aparece en el actual escudo de armas, lo vemos en la cucarda de la República de Colombia de 1822, cuando Ecuador se agrega a la Unión; justamente en uno de los cuarteles inferiores… Para aquella época el escudo se conformaba de tres cuarteles pero era el superior el que ocupaba todo el espacio con diez estrellas, de seis puntas, amarillas sobre fondo azul. No fue sino hasta el 18 de abril de 1836, seis años después de «la cosiata» que la cámara de representantes del Congreso de Venezuela, por medio de una comisión integrada por Manuel Felipe Tovar y Antonio Febres Cordero, dio lugar a un nuevo escudo de armas; éstos se asesoraron en materia de heráldica y dibujo con el diplomático británico Sir Robert Ker Porter y el artista venezolano Carmelo Fernández. El 20 del mismo mes el vice-presidente Andrés Narvarte refrendó el nuevo blasón nacional.
«…Las armas de Venezuela serán un escudo, cuyo campo llevará los colores del pabellón venezolano en tres cuarteles. El cuartel de la derecha será rojo, y en él se colocará un manojo de mieses, que tendrá tantas espigas cuantas sean las provincias de Venezuela, simbolizándose a la vez la unión de éstas bajo su sistema político y la riqueza de su suelo. El de la izquierda será amarillo y como emblema del triunfo llevará armas y pabellones enlazados con una corona de laurel. El tercer cuartel que ocupará toda la parte inferior será azul y contendrá un caballo indómito blanco, empresa de la Independencia.»
Según Manuel Landaeta Rosales es un error que el caballo vaya al galope con la cabeza vuelta hacia atrás; pero siendo el objeto darle el sentido de libertad e independencia al caballo, no podemos obviar que la simbología a veces necesita de «incongruencias» con profundo valor.
Durante la efimera presidencia de Juan Crisostomo Falcón, y después de terminada la guerra federal, por la cual Venezuela comenzó a ser un Estado Federal dejando de ser Centro-Federal, el caballo corre a la izquierda sin la cabeza volteada; y durante la presidencia de Antonio Guzmán Blanco galopa hacia la derecha, de igual manera que lo hace hoy día, sin voltear la cabeza.
Hasta la época de Cipriano Castro, y posteriormente Marcos Perez Jimenez, el escudo de armas no sufrió cambios, pero ya habia vuelto a adoptar la postura del caballo indómito viendo en dirección contraria hacia donde corría.
Lo único que queda claro en la explicación oficial del escudo, es que el caballo representa la independencia y la libertad. Ahora bien, del Señor Robert Ker Porter se ha determinado era Masón, al igual que los dos diputados, Tovar y Febres Cordero, probablemente Carmelo Fernandez también. En heráldica no se conceptualiza tan someramente: «libertad e independencia»… Se genera alrededor del símbolo toda una leyenda:
«El caballo blanco indómito representa un pueblo libre, lleno de valores,
que corre hacia la superación, y su cabeza volteada a mirar atrás
representa el que nunca olvidará su pasado, su origen, su historia. El
caballo no tiene un jinete visible puesto que la república es gobernada con
pluralidad y respeto, y no vitaliciamente, sino que impera el cambio
constante y prudente de aquellos dirigentes de la nación.»
Eso es, en sencillas palabras, la libertad y la independencia.
(Foto tomada de wikipedia)