Todas las entradas de: Yehuda Ribco

Resp. 1090 – Buscar un maestro

dlopezallel nos consulta:

Mucho de lo que he aprendido ha sido por la experiencias o por estudio, estaba meditando sobre seguir el consejo de algunos sabios
respecto a buscar un maestro, es que a usted y a FV los considero una gran ayuda a la hora de aprender.
1.- Estaría bien seguir el consejo y sería posible para mí como noajida, buscar un maestro?
2.- Tiene que saber necesariamente sobre noajismo?
3.- Es necesario que viva cerca mio?
4.- Puede FV "cumplir con los requisitos" que debe tener un maestro?

Gracias!
Daniel López (24). Santiago de Chile.

Seguir leyendo Resp. 1090 – Buscar un maestro

Ser espiritual en el diario vivir

Un querido amigo colombiano comentó en un post de mi autoría:

“Me agrada ser más espiritual que religioso.
He entendido que en mi diario vivir es cuando puedo ser más espiritual que en otros casos, pues no se finge bondad sino simplemente se es bondadoso.
No se finge amar sino simplemente se es amoroso.
No se finge ser noájida ante otros noájidas, sino simplemente se es.”
(William en http://fulvida.com/id-noajica/identidad/la-espiritualidad-diaria#comment-51792)

Me pareció sencillamente oportuno y genial, por eso quise compartirlo ahora contigo.
¿Tú que opinas?

Resp. 1089 – ¿ Que hacer con los libros ?

Charlie nos consulta:

Poseo una extensa colección de libros de temática cristiana. Clásicos textos de Teología, Hermenéutica, Escatologia etc. Ante la posibilidad de una próxima mudanza y contemplando es espacio que ocupan y el peso que tienen me planteo: A. Plantarles fuego. B. Donarlos. C. Quedarme con ellos y usarlos como material para ser empleado en labores anti misioneras. Escucho consejos. Garcias.
Carlos Garcia Castro. 51 años actualmente en paro. España.

Seguir leyendo Resp. 1089 – ¿ Que hacer con los libros ?

Resp. 1088 – La vida de un bebe

Sandi nos consulta:

Hace unos meses atras fallecio mi bebe de meses no llego a su primer anito, aun me hago preguntas , tengo dudas, busco respuestas y me invaden muchas dudas , e leido mucho y aun no encuentro un rayito de claridad. A donde va a donde se fue, donde esta que viene. Gracias
Sandi, 36, Venezuela

Seguir leyendo Resp. 1088 – La vida de un bebe

La espiritualidad diaria

Leo en la publicación “Kesher” de este mes (pag. 19) el siguiente pasaje del rabino Naftali Silberberg, quien integra el equipo editorial de chabad.org:

“Dios está más interesado en nuestros rutinarios días de trabajo que en nuestras piruetas extra-curriculares de los días festivos.
Podemos ser la imagen misma de la devoción cuando vestimos un ‘kittel’ (túnica larga de color blanco) y, meciéndonos mientras pronunciamos las oraciones en los Iamim Noraim o, desafiando a los elementos, comemos en la sucá o bailamos en estado de éxtasis durante Simjat Torá; pero, ¿es esto tu verdadero yo?
Es nuestra rutina diaria la que realmente refleja quienes somos, no nuestros aislados arrebatos de devoción durante los días festivos.”

Quise compartirlo contigo, porque refleja con sencilla claridad nuestra postura constante en lo que refiere a espiritualidad, tanto la judía como la noájica.
¿Quisieras tú darnos a saber tu comentario al respecto?

Mis disculpas por ser solo un hombre

Este es un mensaje personal que espero me ayuden a difundir:

A toda la amable gente que me saludó para mi pasado cumpleaños gregoriano, especialmente a los que lo hicieron por la mensajería de Facebook, quiero confesarles que desde entonces era mi intención responder a todos y cada uno con un correspondiente agradecimiento personal.
Lamentablemente, no pude tal y como hubiera querido.
Sencillamente porque son más de 600 mensajes y no me da el tiempo ni la energía para hacerlo con la debida atención y responsabilidad.

Quizás un mero “gracias” hubiera sido suficiente, pero ya he visto que en algunos casos no lo es. Hay alguna que otra atenta persona que se siente dolida y ofuscada porque soy breve y sumamente limitado en responder por la mensajería del FB. Sí, aunque parezca increíble me he topado con gente que se ha sentido ofendida por mi grosería de no tener más que dos manos y 24hrs por día, y que parece no pueden comprender que habemos pobre gente ocupada en decenas de quehaceres tan importantes como responderles sus mensajes personales y que no tenemos cómo hacer una fiesta especial por cada uno que se tomó la molestia de saludarnos por un cumpleaños o un año nuevo.
Entendemos que cada uno se cree con derecho a recibir todo el tiempo un trato diferente, especial, único, como si fuera la única persona en el mundo a la que hubiera que responder o celebrar. Como si el Moré fuera la madre de ese hijo único, al cual hay que alzar cada vez que se lastima, se ríe, se aburre, se enoja, se le ocurre algo, tiene hambre, necesidades, etc. Como si el Moré fuera una madre con un único hijo y de intermediaria la pantalla…
Como si el único mensaje de salutación recibido hubiera sido de esa persona que se cree con derecho a exigir algo más que un “gracias, igualmente”, o ni siquiera eso.

Así que sepan disculpar mi grosería y vaya un atrasado pero absolutamente sincero agradecimiento para todos.

La misma disculpa extiendo para los cientos de mensajes que me llegan por día felicitando por el próximo Rosh haShaná, más las decenas de preguntas y pedidos de todo tipo que recibo de manera fluida y constante.
Repito, cada uno de los corresponsales se cree con el derecho de exigir, demandar, reclamar, pedir, desear, etc., pero aunque quisiera hacerlo, no tengo cómo hacer para estar para todos, en todo, todo el tiempo y a gusto del “consumidor”.

Soy un hombre solamente y además de servir a mis amigos de fulvida.com y serjudio.com, de manera extensa, gratuita, constante, atenta además de esto tengo que trabajar para mantener una familia y pasar algún rato con ellos también. Y sí, quizás también ocuparme un poco de persona, si es que tengo derecho claro para ello… aunque parece que no…

Entonces, si se sintieron ofendidos por mi grosería de no responder como se creen merecedores, acepten las disculpas y las gracias.

Si lo quieren reenviar para que llegue a todos, gracias por ayudarme a difundir mi humilde pedido de excusas por ser solamente un hombre y nada más.

Pasen excelente día.

pd: la enseñanza práctica para ti de este post es…

Resp. 1087 – Sobre profetas y profecias

Antonio_manuel nos consulta:

Buenas noches desde Peru, tengo una pregunta en la tanaj algun profeta menciona
que el mesias debia morir crucificado ( solo para aclarar las cosas )
Pregunto esto porque converse con creyentes evangelicos y les dije porque motivos
no creia que Jesus , que profecias debia cumplir y se podria decir que quedamos empate, ya que el tanaj por ser mas antiguo y es original dice que no debia morir asi
y lo cual pienso tambien yo, pero necesito una confirmacion.

Antonio balta 27 ingeniero sistemas, chimbote,peru

Seguir leyendo Resp. 1087 – Sobre profetas y profecias

El sentido de la vida

A los cuarenta días de la fecundación el Eterno impregna la “neshamá” (espíritu) en el feto humano.
Ese es el Yo Esencial de cada uno, nuestro núcleo constante, intransferible, auténtico, inmutable, que es propiamente “YO”.
Es nuestro YO real, aquí y en la eternidad, puesto que no proviene de nuestros padres, no se obtiene por transferencias de otras fuentes, no se forma a partir de elementos provistos de fuera, sino que es lo que directamente el Eterno ha decretado que sea nuestra esencia personal.
Como el profeta Ieshaiá anuncia en nombre del Eterno: ki-ruach milfanay ya’atof uneshamot ani asiti” – "el alma delante de mí lo envuelve (al cuerpo), y los espíritus (de los hombres) Yo los he creado" (Ieshaiá / Isaías 57:16).

La neshamá es nuestra persona eterna, es nuestra identidad sagrada.
Ese espíritu encarna para darnos la maravillosa oportunidad de experimentar de todo aquello que es lícito gozar en este mundo y que podemos obtener durante el transcurso de nuestra existencia terrena. A través de nuestro cuerpo, de nuestros sentidos, de nuestras vivencias obtenemos disfrute, gozo, experiencias, un tipo de conocimiento que solamente es posibles de alcanzar encarnados y en relación ecosistémica, puesto que el espíritu en su naturaleza no es pasible de modificaciones ni de sensaciones.
Es decir, estando encarnados es como podemos dotar al espíritu de una mayor perfección, aquella que solamente le llega por intermedio de su encarnación en este Yo Vivido que estamos siendo en el mundo.
El conocimiento que proviene de la experiencia permite a la neshamá saber lo que siendo solo espíritu le es imposible saber.

Esto que te explico ahora es de fundamental importancia, puesto que nos permite ver la vida desde la óptica correcta, la espiritual, la celestial.
Vinimos al mundo a aprender de aquello que nos ocurre, a disfrutar, a sentir placer, a pasarla bien, a obtener el beneficio de cada momento y de todo aquello que es permitido para nosotros.
No estamos aquí para atormentarnos, ni para pagar deudas pendientes, ni para divertir a algunos dioses aburridos, ni para encarcelar al espíritu en un espantoso cuerpo. Tampoco estamos aquí por accidente, producto de algún virtuoso azar que nos coloca en la vida de manera aleatoria y sin sentido último.
Por el contrario, el mundo ha sido creado por Bondad y Amor, para que lo usemos en nuestro provecho, sin abusar de él. Estamos para comer de cada fruto permitido, en tanto nos abstenemos de lo que nos ha sido prohibido. Incluso el hecho de tener límites y esforzarnos por mantenerlos y no traspasarlos es parte de la educación de la neshamá, para que en la eternidad también experimente el gozo del resultado del propio esfuerzo, de comer de la cosecha de lo que uno mismo ha sembrado.

Vinimos al mundo por Amor, para disfrutar, para aprender, para que nuestra neshamá se lleve un tesoro de experiencias sensoriales, de construcción de sentido, de obtención de logros positivos, que en su existencia etérea no puede obtener.

Seguramente que muy raramente pensamos en ello.
En parte porque no nos educan con esta enseñanza profunda y verdadera, sino que nos introducen en ideologías y creencias oscuras, nefastas, de dolor, de incertidumbre, de fanatismo, de amenazas, de manipulación de EGO.
En parte porque las cuestiones diarias nos sumergen en cuestiones del momento, que se hace necesario resolver ya, y que parece necesario que así sea, pero al mismo tiempo nos alejan de preguntas estremecedoras, de pensamientos que se introduzcan un poco más allá de lo obvio, urgente o mandatado por otros.

Asumimos que somos la máscara o máscaras que estamos siendo.
Asumimos que somos el nombre que nos dieron, el título o ocupación que desarrollamos, los lazos que formamos o nos encomendaron, los roles que acordamos cumplir (hijo, hermano, padre, esposo, amante, amigo, jefe, empleado, rebelde, santo, crápula, curioso, inteligente, el mejor, el peor, el loco, troll, etc.), asumimos cosas y las hacemos sin cuestionarnos mucho. Y cuando cuestionamos, rápidamente nos dejamos convencer por fanatismos, creencias, religiones, dogmas, cientificismos, negociantes de la fe, el EGO.
Nos aferramos a las máscaras del Yo Vivido, nos olvidamos de nuestro Yo Auténtico, nos hundimos en lemas y frases repetidas, en mandatos que son de otros, en actuar el papel del personaje que hemos tomado en el gran teatro de la vida. Queremos cosas y nos desesperamos por ellas. Hacemos del tener EL objetivo de la vida, y del no tener la miseria más grande. Pretendemos que el último celular nos dará la felicidad, la tablet más rápida nos dará el acceso al conocimiento, el auto más lujoso el placer, el sexo desenfrenado la placidez, el viaje lejano la aventura deslumbrante, el campeonato de fútbol, la camiseta del jugador goleador, el juguete más llamativo, el cuerpo más esbelto, la dieta para rebajar de peso menos calórica… tener, tener, trofeos, fama, títulos, dinero, posesiones, objetos, amigos en Facebook, seguidores en Twitter, tener, tener, no importa realmente qué mientras sea más, mejor que otros, que me haga creer que tengo y tengo poder… eso parece ser el objetivo de la vida…
Y damos excusas cuando aparece la duda por lo que estamos olvidando, nuestro Yo Auténtico. Queremos escapar de nuestra realidad, de nuestra miseria, de nuestra vida malgasta en falsedades.
Pareciera como si tantas justificaciones y mentiras al solitario vinieran a alivianarnos la carga, ¿para qué esforzarnos en descubrir nuestra verdadera identidad? ¿Para qué el estrés de tratar de adivinar qué quiere nuestra neshamá? ¿Para qué el trabajo de hacer lo correcto, de apartarnos de lo prohibido, si es más sencillo ser una oveja más que sigue al pastor-lobo-loco?
Dejamos al EGO tomar el control, porque es la fantasía de que estamos mejor así.
Encerraditos en la celdita mental, ajenos a la vocecita que desde los profundo nos llama para llevar una vida mejor, así, en las penumbras de nuestra celdita es como pasamos los días, con la impotencia sofocándonos, pero creyéndonos todopoderoso (o absolutamente impedidos de cualquier cambio positivo).

Es el EGO, con las máscaras y cáscaras producidas por el Yo Vivido.
Recordemos que tanto el EGO como sus manifestaciones del Yo Vivido son amigos del Yo Auténtico, siempre y cuando estén en sintonía con él, que sirvan a sus propósitos, que cumplan el rol que les corresponde y no se conviertan en amos cuando su lugar es ser servidores.
Porque, es cierto, queremos sobrevivir, y para ello está el EGO.
Somos padre, amigo, esposo, empleado, estudiante, maestro, hijo, inteligente, torpe, y las mil facetas que componen nuestra vida diaria, somos todo ello pero ninguno de ello en exclusiva.
Somos un mecanismo complejo, que cuando se reduce a una vida de fantasía, monolítica, concreta, estamos endurecidos por fuera y vacíos por dentro.
Y eso nos hace sentir la impotencia, el sufrimiento, la angustia existencial.
Por lo cual trataremos de demostrar que podemos, que somos, que valemos, que tenemos, que no sufrimos, que valemos, pero es todo juego de espejismos, puro EGO.
Esto es el círculo vicioso del EGO.

Sentirse impotente, creerse todopoderoso, hacer para demostrarlo, fracasar porque no eres todopoderoso, reforzar la sensación de impotencia, creerse todopoderoso, hacer para demostrarlo, fracasar, sufrir la verificación de la impotencia, creerse todopoderoso… y así una y otra vez.
(Similar ciclo perverso es el que se creer absolutamente inútil, y no solamente se siente impotente sino que también se lo cree, entonces no hace o mal-hace, con eso demuestra que es un fracasado, lo que verifica su impotencia, lo que le refuerza su creencia de inutilidad, lo que…).
EGO, puro EGO.

Esas vivencias innobles no son las que debiera quedar en la memoria perpetua de la neshamá.
No vinimos al mundo a sufrir, ni a arreglar entuertos de supuestas vidas previas, ni a pasarla mal, ni a ser fastidiados por una deidad aburrida, ni a prepararnos para el infierno… para nada de eso fuimos creados con Amor y Bondad por el Eterno.
Vinimos a disfrutar de lo permitido, para que de eso modo el espíritu obtenga la experiencia de placer que solamente con experiencias de gozo terrenal puede conseguir.
Entonces, cuando permitimos que sea el EGO el que está al control, no solamente arruinamos nuestra permanencia en este mundo sino que estamos llenado de recuerdos negativos la memoria espiritual.
(Estos recuerdos negativos son los que efectivamente podrían considerarse “infierno”).

El poder rectificador de la teshubá, el arrepentimiento sincero, es el que permite armonizar los planos del ser, encuadrar el Yo Vivido al ritmo del Yo Esencial, derrocar al EGO para someterlo.
Porque la teshubá no es para el tiempo del error o pecado, sino para todo momento.
”Lashub”, el regreso, el retorno, la vuelta, el  volver a lo más sagrado y auténtico de cada uno, para perfeccionarnos, para disfrutar de la vida y gozar de los frutos en la eternidad.

Pero no solo el retorno a lo individual, sino también a la unidad del ser.
La unidad de los diversos planos propios, pero al mismo tiempo a la unidad primordial de todo lo creado.
Retornar a la Fuente, unificarnos, dejar la separatividad para ser uno en el Uno.

Así traemos el Cielo a la Tierra, elevamos la materia a la espiritualidad.
Dejamos de lado los enconos, las fatigas, los quebrantos, el EGO para ser solidarios, altruistas, bondadosos, justos, nobles.
Tal es el secreto de la felicidad, de la bendición, de la eternidad.

Cuando Rosh Hashaná se acerca, cuando un nuevo aniversario del reconocimiento de Dios como Rey de reyes, podemos seguir en la senda de la ignorancia, penando en la oscuridad de la celdita mental, llenarnos de miedos y deseos vacíos. O podemos comenzar a vivir como Dios quiere de cada uno.

Tiempo de fe

Pongamos nada en una habitación al vacío y démosle solamente mucho tiempo.
Mantengamos el vacío como tal, que no entre nada de luz, ni cualquier otra onda electromagnética. Que no penetren esporas ni semillas, ni alguna bacteria o virus decida colonizar el lugar. Incluso hemos tomado el resguardo de quitar todo aire, todo gas para dejar el cuarto vacío perfectamente vacío, pero eso sí, démosle tiempo, mucho tiempo. Permitamos que pasen años, décadas, incluso siglos.
De paso, también si queremos tengamos mucha fe en que algo crecerá con plena vida y sentido dentro de esa habitación perfectamente aislada de todo elemento externo, sellada a toda contaminación de afuera.
Solo tiempo, mucho tiempo para que las cosas sucedan, y mucha fe, para que algún dios (o Dios) decida hacer algún milagro sorprendente allí.

Si pasaron mil años, diez mil, un millón, seguramente que dentro del cuarto seguirá habiendo la misma nada que anteriormente.
¿Cómo lo sabemos?

Bueno, en principio porque nuestros sentidos y razón así lo atestigua.
Desde que el hombre es consciente, desde que la ciencia ha tomado el control sobre el pensamiento, hemos descubierto que no existe “generación espontánea”, nada nace del vacío, ni se producen “saltos cuánticos” que generen algo a partir de la nada.
Sí, los antiguos filósofos a veces compartían la creencia con el pueblo y los brujos de que piojos, moscas, gusanos, ratas y otros bellos animalitos surgían de la nada, pero hace un tiempo bastante largo se demostró que no es así (aunque sigue habiendo gente aferrada a la ceguera que aún insisten en creer que es posible).

Por otra parte, desde el lado de las Fuentes notamos que el Eterno no ha creado nada nuevo a partir de la nada sino solamente al comienzo de la Creación.
Luego todo fue desarrollándose de lo que Él ya había creado.
Sí, hay ciertos escasos hechos milagrosos narrados en el Tanaj que parecen contradecir las leyes de la física, de la conservación de la masa y energía por ejemplo, y sinceramente no lo sé explicar ni encuentro quien lo haga. Tampoco me perturba mucho ser ignorante al respecto.
Lo cierto es que ni siquiera el Eterno hace que surja algo de la nada desde que creó el todo de la nada.

Así pues, ni el infinito tiempo ni la infinita fe lograrán algo por sí mismos.
¿Qué se precisa para que en el cuarto vacío aparezca, por ejemplo, una plantita?

Pues, veamos: una semilla o un retoño, tierra, bacterias (descomponedores que les dicen), gases (oxígeno, dióxido de carbono, nitrógeno, entre otros), materia que abone la tierra, agua, luz y sí también tiempo… y sí, también al Eterno que provea la “vida”.
¿Qué significa esto?

Que ni el tiempo, por sí solo, ni la fe vacía de acción “mueven montañas” ni producen modificaciones en la realidad.

Se escuchan comentarios constructivos.