Archivo de la categoría: abandono

¿La religión como salvación?

Hand Reaching for Life Ring

 

El tema del Ego resulta tan importante, ignorarlo es abstenerse de enfrentarnos  a nosotros mismos,  a lo que creemos, a la manera como actuamos, a conocer y aceptar nuestros aciertos y desaciertos, y personalmente siempre que leo del tema encuentro algo nuevo, sabemos por ejemplo que las herramientas utilizadas por nuestro ego, en esa primera etapa se convierten poco a poco en hábitos, tras repetirlos una y otra vez… siempre que intentamos sobrevivir, ya sea porque tenemos hambre, o frío, porque no se comprende ni nos hacemos comprender, porque no es posible saber que la mamá o el papá van y vienen, pero al no saberlo la  ausencia  aunque temporal quienes nos cuidan suele resultar toda una tragedia, esa que llamamos “abandono”.

 

Recién aprendía en éste nutritivo texto que durante esos primeros años en el que el Ego nos resulta tan útil y necesario “papá y mamá” no son individuos, ni el cuidador, ni quien va y viene para acompañar al bebe, porque tal como se menciona en el texto al que me refiero “nadie es un individuo, son cosas que se sienten y no se fijan como identidades en nuestra memoria. Solamente queda la profunda impresión de que de alguna manera algo/alguien nos rescata”[1], claro no sucede esto por decisión, sino porque el bebé no tiene la capacidad para hacerlo.

 

Partiendo de ésta idea, resulta  mucho más claro  comprender ¿por qué las religiones se convierten en “oportunidades de salvación”?, pero no sólo ellas, sino que hay infinidad de “salvadores” de dioses creados “a imagen y semejanza del Ego”; que van y vienen, que mueren y resucitan, misteriosos pero manifiestos, dotados de poder para ayudar, para salvar, para dar paz… y todo ello porque donde abunda el temor, el pánico, o la impotencia, existe un espacio para ellos.

 

Es así como incluso se convierte al Eterno en un salvavidas más, o a la Cábala y su misticismo, o a la Torá y al Hebreo, o lo que sea, incluso al mismo Judaísmo o Noajismo, y esto ocurre cuando solo se les ve como “ismos”, es decir como “movimientos, doctrinas, corrientes” que van y vienen, que mueren pero resucitan, … que están dotados de poder para ayudar, para salvar, para … dar paz…, para…  esconder nuestros miedos, incluso aquellos que ignoramos.

 

Caso contrario cuando entendemos quienes somos, cuando sabemos que pese a nuestra limitada condición, también podemos y debemos hacer eso que está en nuestras manos, para bien de otros, de nosotros, para cuidarnos y para cuidar, podemos elegir y esforzarnos por aprender y hacer lo que es bueno, lo que es justo

 

No estamos abandonados a nuestra suerte, hay “algo que nos une al Creador”, que es intocable, que no se aleja ni nos deja para condenarnos, que no nos juzga sino que espera, habla, comunica pacientemente… pero que es preciso aprender a oír.

 

 

¡Que sepamos construir Shalom.  Un abrazo!


[1] Moreh Yehuda Ribco