De todos los errores que cometemos en la vida siempre habrá algo que aprendamos. Comparto dos historias concomitantes, de dos personas distintas pero unidas por una misma situación, el amor, pero nótese que este término de amor trasciende el amor novelesco o peliculesco de Hollywood para centrarse en un amor puro, que da sin esperar nada a cambio. Debido a las situaciones que estas dos personas experimentaron es que procedo a compartir lo que he aprendido de esta jornada en particular.
El verdadero amor es instantáneo pero se forma con el tiempo. Pareciera ser una contradicción verdad? Pues en realidad no lo es. Porque el amor es hacer algo por otra persona sin esperar nada a cambio lo cual bien podría darse en la primera cita o después de 20 años. A diferencia del enamoramiento, el amor es puro y directo, el enamoramiento es una enajenación mental que no obstante que es un sentimiento muy bello, tiene una etapa de locura que los italianos le llaman pazzia (se pronuncia pazzía) y que tiene que ver con ese sentimiento incontrolable que sentimos en nuestro corazón.
A diferencia de la deontología que pregona que no debemos hacerle a otro lo que esa persona no querría que le hicieran, el sinalagma que representa la regla dorada, es decir, no hacerle a otro lo que no querríamos que nos hicieran a nosotros, pone de manifiesto el hecho que cuando se trata de cuestiones en el amor, se da sin esperar nada a cambio y si la otra persona hace lo mismo y ambos lo hacen de corazón, la relación se enriquece.
En el mundo profesional del Derecho, sobre todo en la rama del Derecho de familia, se puede ver todos los días por qué las parejas se divorcian debido a que se dejaron llevar por diferentes motivos; enamoramiento desconectado de la realidad, codependencia emocional y física, búsqueda de la seguridad económica, embarazos no planeados, etc.
Por eso no sorprende ver la gran cantidad de divorcios que se dan día tras día. Hay quienes se entregan a las relaciones sin esperar nada a cambio y siguen así por mucho tiempo o inclusive toda la vida. Quizás ahora que lees estas líneas recuerdes alguna vez cuando fuiste utilizado o utilizaste a alguien; esa persona a la que le hiciste creer que la amabas pero no era cierto, porque probablemente estabas con ella por alguna de las razones que antes te mencioné pero en realidad no era tu intención permanecer con ella.
En el “amor” afloran las manifestaciones del EGO. Nótese que utilizo el término “amor” con recelo porque en realidad deberíamos llamarle relaciones interpersonales emocionales de pareja, donde una persona puede aferrarse a otra por un sentimiento de soledad; sabe que no le aman, que está siendo utilizada y aun así decide seguir en una relación enfermiza, porque su EGO le recrimina y la soledad le aterra. Se conforma con migajas, con palabras de aliento que el otro hábilmente utiliza para manipularle y que no busque otra persona que realmente le haga feliz cuando la utilizada da señales de estar a punto de marcharse; le hace promesas de castillos azules en el cielo que nunca se concretan; le habla de nuevos países a visitar y lunas de miel que no llegan, pero la persona sigue aferrada a ese otro ser sin importarle que se está destruyendo a sí misma.
Oh sí, prefiere sufrir por un sueño que se ha convertido en una pesadilla en vez de afrontar la realidad y de buscar otros horizontes. Se le olvida que la caridad comienza por uno mismo y que luego van los demás, porque quien no se da caridad a sí mismo menos podrá dársela a otros y no hay peor daño que el que uno se hace a sí mismo. Quizás recuerdes una experiencia propia o quizás fuiste tú mismo quien lo sufrió.
El manipulador guiado por su EGO es sagaz y sabe cómo utilizar las diferentes herramientas. Te culpa de sus fracasos, te utiliza, cuando ve que te vas a marchar te vuelve a repetir las promesas vacías que otrora dijera para volverte a endulzar con sus cantos de sirena y tú regresas a ese cántico para luego hundirte en el mar.
El verdadero amor de pareja es recíproco y da sin esperar nada a cambio, pero es lo suficientemente inteligente y consciente de saber que el hecho de no esperar nada a cambio no significa que deba de quedarse estancado en donde no se aprecian sus esfuerzos. No se trata de demandar y pegar gritos como un salvaje para que reconozcan lo que damos, pero tampoco se trata de entregarse por completo, a cambio de nuestra sanidad y juicio sin recibir una cuota recíproca, y es que como a bien se ha tenido de mencionar por la sagrada Torá de Dios entregada al pueblo judío, cuando el hombre y la mujer se unen se convierten en uno, por lo que la relación debe de ser sagrada.
Quien controla su EGO y da verdadero amor, no reprocha ni recrimina a pesar de las vejaciones de su consorte, pero es lo suficientemente discerniente para saber que no debe toledar esas vejaciones y que una cosa es amar sin recriminar y otra es dejar que le maltraten. No se trata de llorar por quien no nos ama, si no nos aman no nos queda otra más que partir, pero mucho cuidado con los cantos de sirena y los falsos “te amo” que pueden significar otras cosas donde hay parejas que no están por amor sino por amortización de sus deudas.
El verdadero amor implica una unión y la solidaridad es unión, por ende, cuando una persona realmente ama a otra, sabe darle su espacio, le permite ser un individuo y no deja que su EGO gobierne con celos excesivos o con deseos de posesión o de superioridad. De igual forma recuerda que una acción dice mucho más que una palabra y que se ama no por decir te amo, sino por acciones que demuestren ese amor.
Si estás pasando por una ruptura te quiero decir que no estás solo y que hay muchos en la misma situación que tú. Haz un examen de consciencia para ver si realmente amaste y si fue así entonces no te preocupes que ya vendrá quien si te aprecie y no te utilice. Dentro de ese examen analiza que no te hayas dañado por hacer algo por otra persona sin esperar nada a cambio, pues recuerda que para que te amen te debes amar a ti mismo.
Por último, si hiciste todo esto y aun así no funcionó, no te culpes, todos cometemos errores y pasamos por circunstancias que no entendemos, pero siempre hay una luz al final del túnel. Trata también, para tu próximo encuentro con tu nueva pareja, de buscar alguien similar a ti, porque en el tema del amor los iguales sí se atraen y hay muchas más cosas que compartir, asegúrate especialmente que tenga una forma de pensar parecida a la tuya y que sus creencias sean como las tuyas. Esto te evitará mucho dolor y a la vez tendrás un gran avance, porque una relación ausente de idolatría y de egolatría tiene muchas más probabilidades de sobrevivir que una que sí esté plagada de estas enfermedades.