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El movimiento pendular de nuestro actuar y la necesidad del movimiento constante

Una de las cosas más bellas que tiene la ciencia es precisamente la descripción de la realidad a través de la evidencia indiscutible. Hay que dejar la energía fluir porque si no comienza un proceso de putrefacción. Hay que estar consciente en todo momento y entender que nos movemos por un péndulo que no está exento por las leyes de la física. Es un movimiento de oscilación que no percibimos a simple vista pero que no es imaginario, por eso es que existen los altibajos, porque todo en la vida es una ecuación y necesita ser  calibrado, la ecuación debe de ser balanceada, si el paso se da a la izquierda, el péndulo oscilará hacia la derecha igual  en igual forma y cruzará ese segmento de curva hasta llegar al punto inicial pero dependiendo del largo de la cuerda desde el péndulo en un ángulo de noventa grados, la energía cinética será la máxima mientras que la energía potencial será la mínima.

Esa energía de impacto inicial es la que va a poner en movimiento el péndulo y dependiendo del tamaño de la cuerda y del péndulo en sí, así será la inercia con la que el péndulo regrese. Una querida amiga decía que la matemática es el lenguaje del universo y definitivamente tiene mucha razón, pues el impacto que sentimos en nuestro actuar y que podemos probar matemáticamente, si partimos de la premisa que toda acción tiene una reacción, puede ser explicado por medio de la Matemática. Entonces si imaginamos que esto se da por un esquema pendular, podemos ver porqué es que las acciones siempre se devuelven con creces.

Sigamos con el ejemplo del péndulo. Imaginemos una línea perpendicular y una transversal, en la parte de abajo el péndulo está quieto y este cruza un segmento de trayectoria de una circunferencia de 0 grados a los 90 grados con cierta fuerza de impacto, cuando el péndulo regresa viene con una mayor inercia que hace que el impacto se sienta con mayor fuerza.  Ese movimiento pendular es el que caracteriza a la acción.

El secreto de la inercia dependerá de tomar la masa del péndulo y multiplicarlo por la velocidad, entonces tenemos que esa oscilación con la que el péndulo regresará creará ese impacto mayor que la fuerza con que el péndulo llegó a los noventa grados donde la energía potencial es máxima, para el ejemplo en asunto,  y la energía cinética es cero. Conforme el péndulo avanza por el segmento de circunferencia de noventa grados, al tomar en cuenta los factores de la masa y de la velocidad, que aumentarán esa inercia, la fuerza de impacto aumenta, siendo este nuestro punto de partida podemos entonces hipotetizar que si aplicáramos este ejemplo a la premisa mayor del movimiento pendular de las acciones que toman lugar en el tiempo y en el espacio, entonces una buena acción va compuesta de dos componentes, en primer lugar la masa de la acción y en segundo lugar qué tan lejos se llevó esa acción, es decir, la amplitud que será determinada por el largo de la cuerda.

Podría ser una acción de gran tamaño pero que apenas y se movió unos pocos grados, entonces, pese a que la acción es grande, al no haberse realizado mucho esfuerzo, entonces el movimiento pendular mínimo que requirió un esfuerzo mínimo, hará que inercia de la oscilación del péndulo sea mucho menor que si se hiciera un mayor esfuerzo en llevar a cabo la acción, pues ello implicaría que la potencialidad de la energía aumentaría y que la gravedad surtiendo efecto sobre el péndulo, en una amplitud máxima de noventa grados, generaría una inercia mayor y, por tanto, la fuerza de impacto una vez que el péndulo regresa sería mucho mayor, sea para bien o para mal.

Tomemos un ejemplo. Asumamos que recibo un salario de $1000 mensuales, y resulta ser que saqué un dólar para caridad. Entonces ese dólar que yo saqué representa una milésima de mi esfuerzo para darlo en caridad, o sea, que si yo dedico doscientas horas mensuales entre las horas que laboro y los tiempos de traslado para generar mil dólares de salario y de mi salario bruto doy un dólar, entonces ello equivaldría a aproximadamente a doce minutos de mi tiempo de todo aquél destinado para la obtención de mi sustento. Como vemos doce minutos de doscientas horas no es la gran cosa y, por ende, la amplitud, es decir, qué tan lejos se movió el péndulo resulta mínima.

Si tomamos ese valor de una milésima y lo calculamos dentro de la amplitud del segmento de circunferencia de cero a noventa grados, tenemos que ese dólar no movió el péndulo ni siquiera un grado. Ahora bien, si yo doy un diez por ciento de mi ingreso bruto en caridad, ello implica que destiné veinte horas para el bien de los demás, entonces la acción sigue siendo buena, o sea, el tamaño del péndulo es grande y como di caridad con un esfuerzo mayor, entonces la amplitud dentro de la curva de oscilación va a ser mayor, alrededor de casi diez grados y esto aunado a la masa del péndulo, genera mayor energía potencial que por efecto de la gravedad va a ser que la inercia sea mayor y, por ende, la fuerza de impacto también, ante lo cual percibimos que la buena acción se multiplicó y, en efecto, lo hizo.

Surge una nueva pregunta, entonces si la acción va de la mano con el tamaño del péndulo y el esfuerzo representa la amplitud de la curva de oscilación, ¿no se puede hablar entonces de una variable más que sería la longitud de la cuerda que conecta a la línea perpendicular en su extremo más alto con el péndulo en sí?

Esa variable, a mi parecer debería ser el grado de interés o, más bien, de desinterés con que la persona realice la acción, en el caso de la buena acción, cuanto mayor sea el desinterés, mayor será la longitud de la cuerda y, como es una ecuación, en el caso de lo negativo, cuanto mayor sea el interés en hacer el mal, mayor será la longitud de la cuerda, pues la longitud de la cuerda debe de ser ponderada a la hora de determinar la amplitud, es decir, la distancia más larga de cero grados y a noventa grados dentro de la curva de oscilación de cuarenta y cinco grados.  ¿Qué pasa si la buena acción busca generar una buena reacción? Al llevar un interés de recompensa se acorta la longitud de la cuerda y, por ende, se disminuye la inercia de la reacción, ante lo cual la fuerza de impacto del regreso del péndulo disminuye.  Caso contrario ocurre con la mala acción que aumenta conforme el interés en hacer el mal incrementa también.

En resumen, si se va actuar para  hacer algo bueno hay que hacerlo sin interés de recompensa, pues esto aumenta la inercia y la fuerza de impacto de la buena reacción en tanto que si se comete una mala acción, cosa que no debería ser así pero que sería iluso pensar que no lo haríamos en algún momento, se debe disminuir al máximo la saña. Creo que este ejemplo lo podríamos aplicar al caso de los administradores de justicia. No porque se condene a alguien por haber cometido un delito, ello implique que el juez tenga que ensañarse, porque  la saña transforma la loable labor de impartir justicia en una de daño hacia una persona más allá del necesario que se ocuparía para remediar las cosas.

Surge un hecho de vital importancia y es que la energía no se crea ni se destruye, sólo se transforma y al ser así entonces se transforma en energía potencial o cinética donde la cinética requiere de una fuerza, de un movimiento que dependiendo del tamaño del objeto generará cierta inercia. Ahora viene la siguiente premisa, si este mundo yace en el lado de la parte material, ello implica que por la fuerza de gravedad serán los objetos de naturaleza material los que sean atraídos con mayor fuerza hacia la materialidad entonces es por eso que se siente que la mala acción, es decir, aquella que se aleja de lo divino y se acerca más a lo material, va a sentirse con mucho más fuerza en el mundo material y, por ende, su inercia va a ser mayor,  pues el tamaño del objeto material en el mundo tridimensional, tiene un cierto tamaño en masa que debido a la proximidad polar negativa, va a ser que atraiga con mayor fuerza a ese objeto material hacia la tridimensionalidad.

Usemos un ejemplo muy básico, si una roca tiene X tamaño pesará x kilogramos en la Tierra donde la fuerza de gravedad es mayor y p kilogramos en Júpiter donde la fuerza de gravedad es menor. Es un ejemplo inexacto pero me parece que de alguna forma viene a clarificar un poco la idea que trato de transmitir.

Viene ahora la otra interrogante ¿qué hace que el péndulo se mueva? Es la energía resultante de la interacción de nosotros como seres humanos quienes estamos en constante movimiento, inclusive cuando reposamos. Si no actuáramos y permaneciéramos en un estado de reposo total esa energía cinética pasaría a convertirse en energía potencial y al estar en energía potencial el péndulo estaría en posición perpendicular y no habría movimiento, al no haber movimiento no habría vida pues la vida  en sí misma implica movimiento.

Surge otra pregunta, entonces ¿cuál es el efecto del cese del movimiento y, por ende, de la vida? Lo bueno es aquello que se acerca a la vida mientras que lo malo es lo que nos aleja de ella, en este caso lo bueno es lo que nos acerca, o sea, la energía cinética en tanto que la potencial tiene un valor, pero su valor es un valor futuro y no actual. Al no ser actual no se puede realmente medir, pues potencialmente el péndulo podría oscilar en una amplitud de hasta noventa grados pero esa es su máxima potencialidad, asumiendo, claro está, que exista un tope para la oscilación del péndulo dentro de un ángulo recto que bien podría ser inclusive obtuso pero que para efectos de nuestro ejemplo complicaría más aún las cosas.

Inclusive cuando descansamos, lejos de estar a cero grados dentro de la oscilación, estamos en realidad suspendidos dentro de la trayectoria bien sea a cinco, diez, veinte, noventa grados pero nos suspendemos guardando energía potencial para oscilar hacia el ángulo cero y de vuelta. En realidad el péndulo posee un ápex de ciento ochenta grados que es donde definitivamente maximizamos nuestro potencial y nuestro actuar pero que debido a la gravedad hará que en algún momento el péndulo tenga que regresar a su posición original aunque con mayor inercia para pasar de un hemisferio a otro, quizás por eso es que tengamos épocas oscuras y épocas doradas a través de la Historia.

En resumen, para poder mantener la vida y que no se dé una muerte de nuestro plano tridimensional es necesario mantener la energía cinética y esto se logra a través del movimiento, como vemos el secreto está en actuar bien y con desinterés para potenciar y aumentar la inercia del péndulo no solo para nuestro beneficio sino para el de los demás. Claro que dentro de las leyes que rigen este universo no solo está decirlo de los dientes para afuera sino que tiene que ser algo que el corazón y la mente entiendan bien, pues va más allá de la simple racionalización de las cosas, primero hay que dejar que sea el cerebro el que a través del pensamiento consciente gobierne la acción para que de esta manera pueda darse una acción auténtica y no sintética.

Quedo a la espera que los amigos de este sagrado hogar realicen las correcciones necesarias pues sé que los errores sobrarán al no ser ésta mi área de experiencia, sin embargo, hago este intento porque no se puede ir en contra de la Ciencia ni de la Tecnología y en nuestra labor de construir Shalom sería bueno el desarrollar modelos explicativos que no den lugar al cuestionamiento innecesario, no por una cuestión de EGO, sino más bien para coartarle las posibilidades a los que siguen encarcelados en sus celdas mentales y que recurren a la misma Ciencia y a la Tecnología para desvirtuar nuestros alegatos, lo cual menoscaba nuestra labor de buscar la construcción de un mundo de paz y de armonía.

 

Etica noájida: No porque peque y rece va a empatar

Etica noájida

Conversando con varias personas que han despertado de las cadenas de la idolatría pero no de la egolatría, me he venido a enterar que el proceso de liberación de las personas es mucho más complejo de lo que otrora creyera. Cada día que pasa uno se convence más que cada persona es un mundo, mundos muy distintos unidos por situaciones comunes, pero al fin y al cabo mundos separados.

Los Siete Mandamientos Universales son amplísimos y dan para mucha teorización y desarrollo, sin embargo, tienen una raíz común que tiene que ver con la misión de todos y cada uno de los seres humanos que habitamos esta tierra, la misión de construir un mundo de paz y armonía que nos permita crear un paraíso en la tierra y, por consiguiente, deleitarnos en la Creación.

Ya los demás seres lo hacen, ellos cumplen con su misión: el árbol de naranja da fruto, sombra y contribuye a la conversión del dióxido de carbono en oxígeno, el caballo con un entrenamiento sirve como medio de transporte y de recreo, el perro sirve como medio de cuido y compañero, el viento sirve para refrescar y contribuir al ciclo del balance de los otros elementos y así todos y cada uno de los seres, sea en una forma más avanzada o más  primitiva que otros, realiza su misión en este mundo.

Entonces, como seres humanos no podemos creernos tan arrogantes de hacer lo que se nos venga en gana, quizás alguien por ahí argumentaría que si el perro tuviera libre albedrío sería como nosotros los humanos, bueno, eso habría que verlo, lo cierto del caso es que nosotros somos los capataces de este mundo, o sea, Dios llegó y creó un planeta para que vivamos en paz y armonía, no lo creó para que lo destruyéramos ni lo creó para que le sirviéramos a El como piensan algunos que es una misa eterna o un fuego eterno sino admirando Su Creación y trabajando para la mantención del mundo.

La esclavitud a un Dios vengativo y caprichoso es el producto de las ideas pueriles de mentes un poco más vivillas que las de sus coetáneos quienes encontraron en la invención de dioses ególatras la fórmula perfecta para la sumisión y subyugación de masas que mezclado con supuesta “misericordia” creaba un aura etérea alrededor del personaje de ficción y las masas ignorantes le seguían porque en el pueblo de ciegos el tuerto es rey.

Es claro y obvio por qué es así, el secreto de interrogar a una persona se encuentra en desvanecer las líneas de defensa que ésta construye para guarecerse y resguardar la verdad o lo que quiere ocultar; ese es el objetivo del interrogatorio cruzado, el desbalancear y socavar las líneas de defensa del interrogado. El punto básico es que el pensamiento es lineal y si se obstruye la línea de pensamiento es como si se le eliminara el director de orquesta a la sinfónica, pasamos de la sintonía a la cacofonía.

Por eso es que hablan de dioses vengadores y misericordiosos que hablan de lanzar piedras solo cuando se está libre de pecado, etc., pero a la vez hablan de dioses que botan mesas en el templo, o sea de un personaje bipolar y errático que no solo se da en la mitología cristiana sino en muchas otras mitologías idolátricas. Esa misma forma de pensar es la que utilizan para decir que todos somos iguales pero el hermano del convento tiene un todo terreno del año mientras los otros hermanos duermen en un cuchitril aunque todos pertenezcan a la misma iglesia.

Esos son los reflejos del EGO actuando y enmascarando la verdadera esencia de las personas, empero, no sólo los idólatras son así, también están los noájidas no idólatras que ven al noajismo como una cuasi-religión o lo ven como una sucursal del judaísmo o como un club elitista rarificado que exime de responsabilidad por el mal actuar de las personas siempre y cuando estas no sean idólatras. O sea, los derivados de las vertientes del EGO  son tantas y tan creativas que no es posible nombrarlas todas, lo que sí es posible es distinguir la naturaleza auténtica de la naturaleza sintética. El cuentecito este que les acabo de mencionar suena parecido a aquel adagio popular que “el que peca y reza, empata”. Nada podría estar más alejado de la realidad.

Entonces el primer consejo que la persona que se ha despertado de las cadenas de la idolatría tiene que aplicar es el de estudiar al EGO y saber que no es un enemigo sino una herramienta que sirve para lograr esos objetivos que todos tenemos y que existe también la situación de creer que ya porque no somos idólatras, que somos buenos, asunto que ya mencionamos anteriormente.

Con respecto a que el que peca y reza empata, nada podría estar más alejado de la realidad, aquí sí voy a tomar un ejemplo muy evidente, un judío se dedicaba a estafar a otras caridades y le robaba a sus propios hermanos judíos, no creía ni adoraba movimientos celestiales, no le rezaba a muñequitos pero sí le robaba a otras personas. El tipo no era idólatra pero infringía varias mitzvot. Entonces un noájida que dice que no es idólatra pero hace negocios con personas que lavan dinero, a sabiendas que ese dinero viene de las drogas y del dolor de otros seres humanos, no puede creerse exento de culpa ni bueno. Tiene una naturaleza y una chispa divina interna, pero la acción que realiza es completamente espernible y reprochable, en otras palabras, es culpable.

El creerse exento de culpa por no ser idólatra es un pensamiento del EGO porque la creencia suena algo así como decir que ya por que no soy idólatra entonces puedo tomar ventaja de otros. Y no porque haya judíos que laven dinero eso le da el derecho a un noájida de hacerlo también. Cuántas veces no ha habido noájidas que le han abierto los ojos a más de un judío que andaba deambulando por el mundo sin oficio ni rumbo?

La ética noájida no se queda atascada en no ser idólatra ni en no blasfemar contra Dios, eso son apenas un par de mandamientos de relación entre Dios y nosotros,  pero luego vienen más mandamientos que deben ser cumplidos. Si alguien se involucra con enemigos abiertos de Israel y se alía con ellos aduciendo que todas las personas tienen una naturaleza buena pero que están llenas de máscaras y, si al hacer dinero para esas personas, dicho dinero se destina para atacar al pueblo de Dios, y, el noájida lo hace a sabiendas que lo que hace es facilitarle el camino a los enemigos de Israel para que ataquen a los judíos, entonces no puede ser muy buen noájida que digamos.

Si un noájida hace negocios con alguien que ha hecho su dinero a coste de la trata de blancas, no puede decir que es bueno. Entonces el aducir un argumento completamente espurio como que todos somos seres humanos con defectos, no da derecho ni mucho menos justificación para aliarse con personas que bien se sabe andan en malos pasos.

Inclusive por eso se habla de la pena de muerte, no como una medida de venganza pero sí de reacción a una acción. La ética parte de la moralidad que no es lo mismo que la moral. La moralidad tiene que ver con los valores que trascienden el tiempo y el espacio mientras que la moral es un conjunto de reglas y creencias que se dan en cierto lugar y en cierta situación.

Existe el descaro y la manipulación, que curiosamente también son valores, aunque por supuesto negativos, y que son mucho más malos que la idolatría y que la blasfemia. La ética noájida exige que en todas y cada una de nuestras actuaciones analicemos y pensemos previo a actuar, no al revés y mucho menos que busquemos darle vuelta a las cosas para justificar lo injustificable.

La raíz de todo esto es el EGO desaforado y desenfrenado y la subyugación de la persona a éste. Los atributos que Dios nos da son herramientas para la construcción de Shalom, no para la destrucción del mundo. Así como lo que Bernie Madoff hizo no tiene justificación, así hay muchos otros pillines no tan grandes como Madoff, en cuanto al quantum de la estafa, pero sí igual de grave y ni se diga de los pillos que lucran con el sufrimiento ajeno a mayor escala.

La transferencia de energía se da de acuerdo a la función de cada quien, hay que mantener la energía fluyendo, lo que no se mueve se pudre y la mejor forma de dejar la energía fluir es siendo libres y no encasillando ni buscando tergiversar lo que es intergiversable. Que pasen una buena semana y reciban un caluroso abrazo.

Shoá y Sheminí: Recordar para comprometerse con la vida

El próximo domingo, que será 27 de Nisán, recordaremos de manera solemne a las víctimas y a los héroes de la Shoá. Desde 1959 es el “Iom hazikarón laShoá velaGuevurá”
“יום הזיכרון לשואה ולגבורה” “Día de recordación del Holocausto y el heroísmo”, según ley aprobada por la Knesset (parlamento israelí). Ésta es la fecha oficialmente marcada, porque es necesario tener un momento especial, único, que quede establecido como símbolo para todo los tiempos. También, porque no es bueno estar de duelo siempre, hay tiempo para el llanto y tiempo para la risa, tiempo para penar y otro para gozar, según enseña el rey Salomón en el Tanaj.
Pero, lo cierto es que cada día puede emplearse para el recuerdo y muy especialmente para comprometerse a que no vuelva a suceder algo similar, nunca más.
Pocos días atrás cantamos en el Seder de Pésaj, durante la recitación de la Hagadá:
“שלא אחד בלבד עמד עלינו לכלותינו” “Shelo ejad vilvad amad aleinu lejaloteinu” “Porque no fue solamente uno el que se alzó en nuestra contra para extinguirnos”. En cada época surge otro Amán el amalecita, otro Labán el arameo, otro Faraón, otro Antíoco, otro Tito, otro Arafat una y otra vez. Han intentado de todo: extirpar el judaísmo de los judíos, suprimir a los judíos del mundo, apartar del mundo a los judíos, sustraer a los judíos del judaísmo. Esto y otras tácticas más, terribles, espantosas, dolorosas, con mayor o menor “éxito”, con efectos que pueden perdurar durante largas generaciones. Pero ante esto hallamos una constante: la nación judía ha logrado prevalecer, puede haber caído, sufrido tremendas bajas, pero como nación se ha mantenido durante milenios, fiel a sí misma, a su origen, a su destino, a su esencia. “Am Israel jai vekaiam” “La nación de Israel vive y perdura”.
Recordar para comprometerse con la vida, es uno de los lemas que siempre acompañó al judaísmo.

Precisamente en la parashá que estamos comentando, Sheminí, encontramos el siguiente párrafo (Vaikrá/Levítico 11:44):

“Porque Yo soy Hashem, el que te hizo subir de la tierra de Egipto, para ser tu Dios. Por tanto, serán santos, porque Yo soy santo”.

“כִּי אֲנִי ה’, הַמַּעֲלֶה אֶתְכֶם מֵאֶרֶץ מִצְרַיִם, לִהְיֹת לָכֶם, לֵאלֹהִים; וִהְיִיתֶם קְדֹשִׁים, כִּי קָדוֹשׁ אָנִי”

“קָדוֹשׁ” “Kadosh” “Santo o sagrado”, en la tradición hebrea se entiende como aquello que está cercano al Eterno. También se comprende, en un sentido más general, como aquello que está separado y es en cierto modo único. “Lekadesh” es santificar, pero también apartar para dedicarlo a una situación o función particular. Por ejemplo, el esposo está santificado para su esposa y viceversa. Shabat es el día santificado para el pueblo judío y recíprocamente. Ierushalaim es la ciudad de la santidad, con alguna cualidad que la hace diferente y más cercana al Eterno.
Siendo así, ¿cómo puede el hombre, cualquier hombre, ser santo? ¿Se precisan de milagros, hechos maravillosos, una fe intensa, negar las cosas del mundo, vivir encerrado entre libros y soledad? ¿Qué es lo que exactamente hace sagrada la existencia de la persona?
Una de las posibles respuestas la brinda el versículo que hemos citado:

  1. Recordar la esclavitud que sufrimos, sea la de Egipto o cualquier otra (personal o colectiva).
  2. Tener presente que es el Eterno quien nos eleva de cada una de nuestras angustias.
  3. Mantener un vínculo cercano con el Eterno, fuente de toda vida y bendición.
  4. Actuar de tal modo que nuestras acciones se encuadren dentro del marco de la santidad (tal como lo define la Torá).

Recordar, pero no para estar anclado al pasado, con culpas o remordimientos, sino como trampolín para una buena vida aquí y ahora, proyectándose positivamente al futuro.

EGO, el pan de cada dia

Con el EGO lidiamos a cada rato, ¿y quién no?

¿Por qué no intentar “clasificar” qué merece especial atención y qué dejar fluir?

Personalmente, la respuesta que me he dado en los primeros casos, es decir, en lo que considero que del EGO merece ser atendido como prioridad,  es hacer algo bueno por alguien, hacer algo por y para otro, por ejemplo, decirle algo positivo, saludar, tener un gesto amable: un café, un favor; o ir más allá y hacer un préstamo de dinero, o mucho mejor una donación, etc, algo que implique desprendimiento. La idea NO es ignorar todo lo que es EGO, pero tampoco desatenderlo. Eso si, sin esperar ninguna reacción de la otra parte, ni amabilidad, ni gracias, ni una sonrisa, PERO si la hay, bien, si no, bien. El propósito es poner nuestro EGO en su lugar, ser nosotros quienes lo manejemos, y no al revés.

Y para los demás casos, para aquellas cosas que en realidad son pequeñeces, es preferible dejar fluir lo que sintamos, ver pasar eso que nos molesta, y aprender a restarle importancia burlandonos del niño (EGO) que reclama atención, decirle «no», «ahora no», y enfocándonos en aceptar en lugar de encapricharnos a cambiar esas pequeñeces.

Recordemos, tampoco es nuestra tarea ocuparnos del EGO ajeno. Que cada quien lidie con el suyo propio, y si en el camino está en nosotros ayudar pues lo hacemos, sin que esto sea una intromisión a la individualidad humana.

Saludos y gracias por sus comentarios.

Era mesiánica interna

Si nos enseñaran desde la cuna a identificarnos con nuestro Yo Esencial y a vivir en sintonía con él, ¡sería todo muy diferente!
Pero, al ratito de estar en el mundo (e incluso antes) ya se nos imponen etiquetas, nombres, títulos, dogmas, máscaras, elementos que van formando al Yo Vivido y nos van distanciando de nuestro ser espiritual.
Atención: el Yo Vivido no es de por sí contrario u opuesto al Yo Esencial, puede contar con numerosas cualidades que están en armonía y correspondencia con nuestra esencia. Sin embargo, el mundo pretende que se sigan sus dictados, el EGO manipula para silenciar la voz tenue del espíritu, por lo cual los bloques que se apilan y organizan en el Yo Vivido necesariamente forman murallas que aíslan la Luz del espíritu, la enmascaran, la cubren con frases, religiones, creencias, fantasías, deseos, buenas intenciones, ignorancia, superstición, miedos e infinidad de cáscaras opacas.

Sigue enseñándose en los colegios alabanzas a "héroes" de guerras y conquistas, también a competir por glorias huecas y trofeos del EGO, a compartir para obtener beneficios.
Mejor sería ofrecer oportunidades para enseñanzas trascendentes, de vida aquí y en la eternidad.
Priorizar y destacar aprendizajes valiosos en solidaridad, confianza, comunicación auténtica, espiritualidad desprovista de rituales vacíos de contenido, amor, construcción de shalom, fidelidad al Eterno –que no tiene nada que ver con religión-, colaborar con el prójimo, respeto, sentido crítico, a preguntar en lugar de responder mecánicamente, a aprender en vez de memorizar automáticamente, a trabajar en vez de mendigar o decretar (entre otros posibles aprendizajes), entonces, viviríamos en otra realidad, mucho mejor.
Mucho más próximos al Paraíso Terrenal que al caos que nos rodea y nos habita.

Si los padres en vez de "tener" hijos, comprendieran que ayudan a traer hijos a la vida y les acompañaran en el trayecto del crecimiento, estaríamos mucho mejor… ¿no?
Habría personas más saludables, felices, comprensivas, colaborativas, que disfrutan y comparten la bendición que fluye constantemente sobre nosotros.

Pero, el mundo muestra otra cosa, y lo viene haciendo desde Adán y Eva (sino desde antes).
Nos encorsetan en dogmas, nos aferran a etiquetas, nos hacen creer y sentir tal y cual, hasta nos entrenan a sentir o dejar de sentir, se nos encarrila para cargar todo lo que sea necesario para desconocer al espíritu o negarlo.
Entonces, no resulta extraño que adoremos dioses, héroes, próceres, líderes, clérigos, familiares, deportistas… el EGO en diversas manifestaciones externas. En lugar de apreciar al ser en su belleza y simpleza, a nosotros y al prójimo, y al Prójimo celestial, estamos rechazando al ser por quedarnos con la apariencia, con la foto trucada del paisaje para no ver detrás al paisaje en todo su esplendor.
Se nos cosifica, y nos cosificamos para convertirnos en objetos, cosas para otros, cosas para nosotros, bienes de consumo, recursos humanos, “ello” en lugar de “tú”, Yo Vivido que se impone y hace desaparecer al Yo Esencial detrás de cortinas de humo (blanco o negro, da lo mismo).

Al tener esto en claro, podemos comprender la importancia de des-aprender mucho, muchísimo, para de esa forma estar mejor capacitados para aprender.
Des-aprender no implica negar el pasado, borrarlo, hacer de cuenta que no existe, repudiar lo que pensamos o hicimos, censurar la memoria.
Des-aprender es dejar de vivir en piloto automático, sacar al EGO del timón, dejar de tomar las cosas por ciertas, parar de hundirse en la brea del sentimiento de culpa por el pasado o el foso sin fin de la ansiedad por lo que vendrá.
Es un tarea de higiene, o más bien, de reacomodo de la información previa para obtener una conducta y una actitud saludable y eficiente.
Esto que propongo no es un consejo que desde las alturas te comparto, es una sugerencia para mí  al igual que para ti.
Todos tenemos mochilas cargadas, pesadas, llenas de las piedras que desde siempre nos han incorporado y trasladamos como si de tesoros se tratara. Por tanto, tú y yo podemos recorrer el camino de la libertad, hacia la felicidad, hacia el gozo de la bendición que constantemente fluye sobre nosotros.
O podemos justificarnos, dar excusas, inventar teoría, aferrarnos a creencias, seguir en adoración de ídolos, apegarnos a las sectas que nos encarcelan, seguir prisioneros de nuestras celditas mentales.

Cuando iniciamos el camino del des-aprender, de a poco podemos ir descubriendo y haciendo buen uso de ese potencial inmenso que tú y yo tenemos.
Está en nuestro genoma espiritual, es nuestra sagrada conexión con el Eterno, con el todo.
Tenemos un gran poder, desaprovechado, oculto, atrapado detrás de las murallas que ha levantado el EGO.
No es un poder mágico, no haremos milagros, no tendremos al universo trabajando para nosotros, mucho menos al Todopoderoso como siervo; pero es un inmenso poder, que no conocemos, por la sencilla razón que no lo conocemos… nunca nadie nos dejó entrar en contacto con nuestra esencia, adentrarnos a descubrir nuestro Yo Esencial. ¿Recuerdas? Desde el nacimiento o antes ya nos vimos sometidos al EGO, nuestro y de otros, sufrido el trauma de la impotencia. Y nos creemos el cuentito…

Si nos acompañas hace un tiempo, tal vez sepas que en este sagrado hogar vamos dando de a poco pautas para liberar, para construir shalom, para el goce de la felicidad.
Está aquí, disponible para ti. Gratis. Ni te exigimos pagos, ni que te adhieras a una secta, ni que obligatoriamente pasees un libro que muy caro nos compres a nosotros, ni que te conviertas en misionero de nuestras ideas, ni que adores al líder espiritual del hogar, ni que te encierres a meditar en la genialidad del Moré, ni siquiera que nos des un mínimo gracias. Está aquí, lo quieres, te lo llevas. Si lo compartes es mejor que menciones el origen y la fuente. Si lo vives y quieres que otros lo vivan, quizás es bueno que también digas de donde aprendiste. Pero, nadie te persigue para ver que haces o dejas de hacer con el tesoro invaluable de vida y felicidad que te estás llevando ahora mismo de mi caja de los caudales eternos. ¿Quieres contribuir económicamente? ¡Qué bueno, eres un socio realmente! ¿Colaboras con tu presencia y trabajo? ¡Excelente, socio y pico! ¿No haces ni uno ni otro? ¡Bien por ti!
Lo cierto es que aquel que desea y puede va aplicando las enseñanzas de este hogar, obtiene algún resultado positivo visible en lo cotidiano.
Si pareciera que no, es necesario evaluar qué está pasando en su vida. Qué tanto sigue en ilusiones del EGO, cuanto sigue dependiendo de aplausos falaces del afuera, hasta dónde comprende lo que es felicidad y bendición.

¿Te preguntaste alguna vez si no está viviendo ya la era mesiánica?
La redención, la salvación, la era mesiánica está aquí.

Tomemos en cuenta que hay dos eras mesiánicas: la personal y la colectiva. Tal como hay dos exilios: el personal y el colectivo.
Exilio personal: uno vive en el reino del EGO, identificado con el Yo Vivido, ignorando o rechazando al Yo Esencial.
Exilio colectivo: el pueblo judío, como símbolo de la humanidad, está fuera de su tierra patria, sin gobierno autónomo, sin paz con los vecinos, sin la Presencia en el lugar de Su elección.
La era mesiánica, individual o general, son sus contrarios. (Descríbelas si quieres).

Es posible estar personalmente viviendo la era mesiánica aunque se siga en el exilio colectivo.
El despertar de conciencia espiritual, el reconocimiento del Yo Esencial, la liberación del yugo de EGO, la unificación interna y con la creación, la fidelidad sin negociaciones con el Eterno, la concreción de actos de construcción de shalom, es la era mesiánica individual.

Tu trabajo para lograr la redención interna, el diluir el influjo del EGO sobre ti, el andar cada vez más fluidamente por la senda del AMOR, contribuye a que vaya amaneciendo la era mesiánica colectiva.
Debes colaborar con la venida del Mashiaj, y no lo haces en la espera pasiva, sin sentido, desprovista de pasión espiritual, desconectada de la realidad; sino en la tarea activa, concreta, real, verificable de construir shalom.

Entonces, haz lo necesario para cambiar. No quieras cambiar a nadie, sino a ti mismo.
Des-aprende y entonces aprender lo apropiado.
Apártate del mal y haz el bien. Apartarse no es suficiente. Hacer el bien solamente tampoco.
Trabaja por tu redención, pero no de forma egoísta, porque entonces seguirás tan preso y exiliado como siempre. Ayuda al prójimo, se solidario, aporta constantemente en la construcción de shalom interno y externo. Medita, comunícate con el Eterno, repara lo que has dañado, haz el proceso de arrepentimiento para alcanzar la unicidad y el equilibrio. Y todas las otras buenas enseñanzas que compartimos contigo en este hogar.

A pocas horas de que la nación judía celebre nuevamente el Pesaj, tiempo de nuestra libertad, te deseo todo lo mejor, bendición y que puedas disfrutar de ella.

Lo que he aprendido es…

Un joven (omarsanson es su apodo en el sitio) que hace poco ha encontrado la senda del retorno al noajismo estuvo investigando el buen pan espiritual que tenemos gratuitamente en nuestro hogar.
De a poco se va nutriendo con él, y nos ha hecho llegar un breve resumen de lo que ha podido ir aprendiendo hasta ahora.
Comparto con ustedes sus palabras:

Lo que he aprendido es que:

  1. hay que aceptarnos,
  2. hay que hacer lo que nos toca hacer,
  3. no somos solo nosotros, pero no podemos imponernos a la gente,
  4. aunque haya aprendido algo en estos momentos me falta mucho mas que aprender,
  5. para hacer el bien se comienza por apartarse del mal,
  6. para cambiar el mundo hay que empezar con uno mismo,
  7. no hay nada de malo en tener sueños,
  8. un sueño se hace realidad cuando hacemos las cosas reales para que se haga real,
  9. un amigo es alguien que puedes ayudar siempre y cuando sea para buscar la verdad,
  10. para saber quienes somos hay que preguntarnos honestamente,
  11. ante las injusticias no hay que guardar silencio.
  12. eso fue lo que he aprendido, pero lo leeré cuantas veces sea necesario.

¿Tienes tú algo para comentar al respecto?
Quizás tu lista de lo que has aprendido y lo que has ido des-aprendiendo. Tal vez una lista de propósitos. No sé, lo que quieras compartir con nosotros y nos refuerce en nuestro crecimiento integral, desde la multidimensionalidad.
Gracias.

Del ser

El Noajismo, cómo se le denomina comúnmente al conjuntó de Mandamientos ordenados por Dios (el Eterno) a las Naciones, mucho más que un conjunto de instrucciones éticas y morales, son una parte intrínseca de nosotros mismos, forman parte de nuestro ser y de nuestra verdadera identidad, y éstos Mandamientos solo vienen a recordarnos cómo debemos actuar y ser en este mundo, pero únicamente a modo de recordatorio, pues nuestra identificación con el aspecto positivo de la existencia, proviene desde lo más profundo de nuestra conciencia y lo más esencial de nuestro ser, así entonces actuar de modo correcto más que una obligación es una expresión natural y saludable de nuestra verdadera personalidad.

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Resp. 1114 – Los noajidas podemos leer Tanaj y Tora ?

frankkk nos consulta:

Hola more, mi pregunta es si los noajidas podemos leer para aprender y obtener sabiduria para afrontar la vida Tanaj y Tora, le pregunto porque una persona no judia me esta discutiendo que podemos hacerlo y yo siempre lei de aca que es algo que le corresponde a los judios y nosotros no tenemos que leerla, solo nos la puede enseñar un judio.
Franco Farioli, 19 años, estudiante, Santa Fe, Argentina

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¿Feliz?

Ahora entiendo lo que dice el More, sobre que la felicidad es un resultado del estado del ser, despojarse de las cáscaras que produce el ego, sintonizar nuestra experiencia con el espíritu (nuestra esencia), vivir, tratar de ser plenos, con lo que tenemos aquí y ahora, sin querer imponer nuestra voluntad a toda costa, que es solo otra expresión más de egoísmo, dejar fluir, optimizar muestras oportunidades, hacer y recargar nuestro esfuerzo hacia lo positivo, vivir en sintonía con nuestra parte más intrínseca que es lo que nos conecta con Dios, eso, eso creo que es la felicidad.

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