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Sabremos cumplir

Si te hicieran la pregunta “¿Por qué no robas?”, podrías ofrecer varías respuestas.
Te comparto algunas, que a lo largo de los años he ido recopilando (si quieres, son bienvenidas tus experiencias para compartir en la zona de los comentarios, aquí debajo):

  • Porque es malo.
  • Porque no quiero.
  • Porque no me gusta que me roben, así que no robo.
  • Porque puedo ir preso.
  • Porque me pueden castigar.
  • Porque me iré al infierno.
  • Porque no podría dormir en paz por la culpa.
  • Porque me da miedo.
  • Porque no vale la pena, pero si lo valiera no dudaría.
  • Porque no tengo necesidad de hacerlo.
  • Porque no soy malo.
  • Porque si robo soy parte de un sistema corrupto que me termina por perjudicar.
  • Porque dice la ley de mi país que es un delito.
  • Porque dice la ley de Dios que es un pecado.
  • Porque no se me dio la chance.
  • Porque apenaría a mis padres.
  • Porque me enseñaron que eso no se hace.
  • Porque lo considero incorrecto.
  • Porque me sentiría muy mal de hacerlo.
  • Porque en mi grupo/comunidad/secta eso no está bien considerado.
  • Porque me pueden ver.
  • ¿Quién te dijo que no robo?
  • ¡Vamos, si todos somos ladrones y corruptos!

Si nos tomamos un breve tiempo para el análisis serio y honesto, pronto descubriremos que la mayoría de las respuestas obedecen al EGO.
Unas pocas toman en consideración otros factores, de respeto, bondad, justicia, lealtad.
Te lo dejo así para que reflexiones, pues me interesa pasar inmediatamente a otro tema, relacionado directamente.

Están los admiten que es un deber de cada cual cumplir con los mandamientos que les competen.
Los noájidas los siete mandamientos, los judíos aquellos mandamientos a su alcance de los 613.
Lo aceptan con sinceridad.
Pero, cuando nos ponemos a evaluar lo que los motiva, quizás nos llevemos algunas sorpresas.
No te haré ahora una lista de motivos para el cumplimiento de los mandamientos, pues también de estos he ido juntando respuestas a lo largo de los años, sino que te recordaré lo que la propia ley espiritual establece:

Todo gentil que se compromete a cumplir con los Siete Preceptos Universales, se lo denomina un gentil piadoso y tiene su porción del Mundo Venidero; en tanto reconoce que estos mandamientos le fueron ordenados por el Eterno y reconfirmadas a través de Moisés en la entrega de la Torá, acerca de que los descendientes de Noé habían sido ordenados para cumplirlos desde tiempo antiguos.
(Hiljot Melajim 8:11) (Leer aquí también, buscar más textos usando el buscador de nuestro sitio)

La persona debe cumplir con los mandamientos porque eso es lo que Dios ha ordenado que se haga.

  • No por temor a castigo.
  • No porque le parece bueno.
  • No porque le parece justo.
  • No porque el mundo será mejor.
  • No para obtener beneficios.
  • No para obtener bendiciones.
  • No para obtener salvación.
  • No para curar a alguno.
  • No para ser rico.
  • No para hacer arreglos comerciales con Dios.
  • No para que le vaya bien.
  • No para obtener placer en el mundo venidero.
  • No para acelerar la Era Mesiánica.
  • No para obtener expiación por errores o pecados.
  • No por miedo al “infierno”.
  • No porque otros lo hacen.
  • No porque los padres le ordenan.
  • No porque el líder le obliga.
  • No porque le resulta algo agradable y fácil de hacer.
  • No porque le mortifique y le gusta sufrir.
  • No porque está de moda.
  • No porque es para llevar la contra.
  • No porque siente que tiene que hacerlo.

La persona debe cumplir los mandamientos que le corresponden porque eso es lo que Dios le ordena que haga.
Es cierto que el hombre y la sociedad se benefician grandemente con el cumplimiento de los mandamientos (Guía de los Perplejos, libro 3, cap. 27), el provecho es multidimensional e innegable.
Pero no es por ellos que se debe acatar la orden de Dios, sino porque Dios lo ha ordenado.
Es cierto, al cumplir con los mandamientos se domina al EGO y se canalizan las pasiones y apetitos hacia fines trascendentes, solidarios, de construcción de Shalom (Guía de los Perplejos, libro 3, cap. 33), pero no debe ser por esto que se cumpla en principio los mandamientos, sino porque es Dios quien los ha ordenado.
Es cierto, el cumplimiento de los mandamientos es EL mecanismo para adquirir parcelas de gozo en el mundo eterno (Guía de los Perplejos, libro 3, cap. 31), pero no es por egoísmo que debemos cumplirlos, sino porque Dios ha ordenado que lo hiciéramos.

Si tú cumples por motivos egoístas, aunque sean bien intencionados, estás dejando de lado el fundamento: servir a Dios tal como Él quiere que tú hagas.
Si cumples, tendrás beneficios aquí y en la eternidad, eso es lo que está prometido por Dios (Devarim/Deuteronomio 6:24),  pero que no sea esto lo que te mueva, sino tu adhesión a Dios por medio del mecanismo que Él ha implementado: Siete Mandamientos para los noájidas, 613 para Israel.

Dios hace su parte…

Querido socio, si aún estas con vida es porque Dios confía en que puedes mejorar y crecer. El cambio empieza en arrepentirse con sinceridad para que la Luz divina que yace en nuestro ser, la cual proviene del Padre, ilumine con todo su esplendor.

No temas a los errores, pues ellos son trampolines hacia el crecimiento personal. No los justifiques para cometer “errores voluntarios”, pues ello demuestra que algo anda mal dentro de uno mismo. Ante la duda en ciertas acciones debes abstenerte. Ello es lo mejor para no caer en errores des-conocidos.

La vida se disfruta cuando se la vive como el Padre dispuso que se viviera y, aunque solemos desviarnos, aún así El te da la oportunidad de que vuelvas y retomes las riendas de tu vida, tal como esta dicho: “Agradezcan a Dios pues El es Bueno, pues Su Bondad es Eterna.” – Salm. 136.

Mi querido lector, antes de conocer el Noajismo no eras más que una oveja perdida sin rumbo, sin dirección, guiada o no, por un pastor que te hacia repetir lemas. Recuerdas esos aleluyas que alegraban tu corazón, ese famoso dicho “¡Viva Fulano! que hacia enerverte la sangre de orgullo.

Pero ahora ya no es así, aunque hay personas que prefieren cerrar los ojos a la verdad y vivir el engaño, ya no es así. Ahora realmente eres conciente de tu identidad, sabes que la vida es simple, que la verdad es la verdad y la mentira la mentira. Pero hay un dato pasado por alto, que quiero compartirlo contigo, para que te recuperes y sientas el verdadero orgullo gentil por conocer el Noajismo, tal como esta dicho: “El secreto de Hashem es para quienes Le Temen y Su Pacto les hace conocer.” – Salm. 25:14.

Debes sentirte sumamente agradecido por conocer el Noajismo, el Pacto que el gentil tiene con Dios desde la creación del mundo hasta la eternidad. Dios sabe que Le Temes, que Lo respetas, que quieres serLe leal, que Lo Quieres, y por ello te ha enseñado o dado a conocer el Noajismo, Su Pacto con la humanidad. Deja de lado la dejadez,  la pereza, la tristeza, y medita cuan importante es que conozcas El Noajismo, que lo vivas, que seas una pieza más del rompecabezas de constructores de shalom.

Mi querido socio, Dios hace Su parte, ahora depende de ti hacer la tuya.

Fulvida sin dudas es tu hogar, pero tambien esta alli el mundo, aguardando a que hagas la preciosa parte que puedes hacer.

El leal a Dios es Noajida.

¿Es difícil?

Es difícil.

Es difícil levantarse cada mañana en un país y en una región en la que todo está impregnado de idolatría.

Es difícil intentar caminar recto cuando todos tratan de desviarte. Cuando todas las costumbres, las tradiciones, las festividades, los usos y las creencias giran en torno a los principios idolátricos que confunden a tantas personas.

Cuando la mayoría de las veces, las reuniones familiares son motivadas como consecuencia de esas mismas creencias.

Cuando corres el riesgo de que las personas que te quieren y a las que quieres, te vean como alguien extremista e intransigente, no ya por impedir que ellos participen de tanta confusión, sino por no querer ser cómplice de  ello.

El caso es, que los seres humanos somos costumbristas. Incluso sin creer en una determinada creencia ni entender lo que implica o significa, nos resistiremos a alejarnos de las rutinas que ésta ha impreso en nuestro ser.

Nos da sensación de seguridad, aunque sea falsa.

Desde que somos niños crecemos haciendo caso y siguiendo las enseñanzas de nuestros mayores y de nuestro entorno. En general será ciertamente para nuestro bien, pero cuando no es así, persistiremos en el error porque es lo que nos inculcaron.

La comunidad en la que uno se desarrolla ejerce un poderoso efecto moldeador en la persona, para bien y para mal.

Remar contra corriente es verdaderamente agotador, si no imposible. El riesgo de quedar desconectado de la gente que te rodea no es algo a menospreciar ni algo deseable.

Supongo que la mayoría os identificareis con la situación descrita y cada uno a su manera habrá hecho lo posible por solucionarlo y adaptarse.

La cuestión es; ¿Cómo permanecer fieles a las 7 Leyes y a la vez no fracturar el resto de aspectos que conforman tu vida?

Creo que no hay respuesta fácil.

Quizás a veces la solución no está entre bueno y malo sino entre malo y menos malo, o dicho de otra manera, entre bueno y menos bueno.

¿Cómo llenar ese espacio social- mental- familiar que han ocupado ceremonias como bautizos, comuniones, procesiones idolátricas, etc. de una manera efectiva?

¿Y como hacerlo cuando para tu entorno y las personas más cercanas a ti, estos ritos siguen teniendo vigencia?

Este post es una reflexión abierta en la que busco sugerencias e ideas para llenar esos vacíos que antes refería  de manera acorde con el Noajismo.

En todo caso, un bombero apaga el fuego y no quiere decir que a veces no sufra quemaduras, un mecánico arregla cosas y a veces puede golpearse al reparar alguna máquina.

Si tuvieran miedo de sufrir alguna quemadura o  algún golpe, ¿podrían realizar su labor?

No nos salgamos del camino, pero si no podemos afinar en cada aspecto del mismo todo lo que desearíamos, que esto no nos impida hacerlo en lo que sea posible.

Como decía al principio; es difícil…pero para nada imposible.

 

Citando a Séneca:

“Las cosas no son difíciles, son difíciles porque no nos atrevemos”

 

Resp. 955 – ordenanza estatuto decreto mandamiento

Roger Chain nos consulta:

Buenas tardes Moré
Espero se encuentre bien en compañía de su familia.
Leyendo la respuesta 160 Amar al Eterno (en Fulvida) encontré las siguientes palabras:

Ordenanza.
Estatuto.
Decreto.
Mandamiento.

Si corresponde a lo que debemos saber los noájidas, ¿podría usted, por favor, darme el significados de esas palabras a la luz de la torá?

Gracica y D-s continúe bendiciendo su vida.
Roger chain, 42, Ing, Bogotá, Colombia

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El gurú poderoso

El EGO en su origen es un mecanismo de supervivencia.
Llama la atención del exterior para recibir nutrición, atención, cobijo, resguardo, seguridad, entre las necesidades básicas a satisfacer para mantener con vida al sujeto.
En caso de que las sensaciones de impotencia no sean resueltas a instancias de las herramientas activas (llanto, gritos, pataleo), el EGO pone en estado de letargo al niño, lo desconecta de la realidad, para no padecer más de la pesadilla de morir en vida, de ser impotente en extremo.
Sin dudas, el EGO es nuestro mejor amigo cuando somos pequeños.

Con la maduración del organismo, del sistema nervioso, de los mecanismos de percepción y motrices, a lo que se conjugan las experiencias de relacionamientos, el niño va modificando paulatinamente sus conductas. Sigue el EGO en el ejercicio del dominio, pero se supone que las nuevas conductas reemplazan a los llamados salvajes de atención, al desenchufe de la realidad.
Eso es lo que es esperable.
Sin embargo, el EGO no deja de ejercer su dominio, por tanto se continúa actuando de modo tal de sentirse morir, ser destrozado, sufrir horrendamente, si es que no se obtiene la satisfacción que el EGO considera suficiente…. y nunca es suficiente para el EGO.

El EGO promoverá situaciones de auto-humillación, fracasos, boicoteos a sí mismo, flaquezas, pereza, distracciones, y otras actitudes y acciones que sometan a la persona a una constatación de su impotencia, real y fantaseada.
El hombre se sentirá culpable, desilusionado, inútil, en falta, pecador, vencido, vejado, humillado, nada, ninguneado, porque así lo determina el EGO desde la oscuridad del inconsciente.
Entonces, aparecerá el EGO como el amigo de antaño, como redentor, como salvador, como camino hacia la vida, como la luz, como la verdad, como un buen padre, como un gurú, como un rabino sabio, como un anciano en días, como un dios, como un emisario del cielo, como un consejero prudente, como un aliado, así aparecerá el EGO, puesto que la persona que se siente abatida y como un cero recordará el poder del EGO, que lo salvó en el pasado remoto y tendrá “fé” en que sus promesas serán confirmadas nuevamente.
Es un engaño vil, lastimoso, terrible, letal, pero que funciona a las mil maravillas.

El EGO también puede recurrir a inflar el ánimo de la persona, a llenarlo de ideas de grandeza, a hacerle creer que es súper-poderoso, a que es el centro del mundo, a que tenga la convicción de que el universo está para servirle a él, de que Dios es un esclavo que correrá a cumplir sus clamores. Sí, también el de enorme ego está bajo el dominio del EGO. Porque en el fondo, si se rasca las máscaras y se encuentra al niño interior, veremos a un chiquito escuálido, pobrecito, desnutrido, desamparado, lloroso, mendigando un poco de dignidad algo de atención.

Así andamos por la vida, con la autoestima desbalanceada, humillados u orgullosos, derrotados o con apariencia de más que vencedores, eternos culpables o perfectos señores, cuando en realidad son todas máscaras, mandatos, dictados del EGO para que la persona siga desconectada de su Yo Esencial y solamente se crea las ilusiones de su Yo Vivenciado.

Andamos sintiendo impotencia, que escondemos como mejor podemos.
Andamos manipulando a diestra y siniestra, para sentirnos un poco mejor, pero terminamos más hundidos.
Estamos como huérfanos, exiliados de nuestra patria.
Nos vemos asfixiados ante palabras tales como compromiso, lealtad, responsabilidad… ¿cómo serlo si sinceramente nos creemos menos que un insecto muerto?

Se siente realmente el espanto, pero se maquilla y disfraza.
Se patalea, se manipula, se vive de apariencias, hasta uno mismo se las cree para no caer en el pozo del dolor.

De este sentimiento de impotencia inicial, más sus consiguientes confirmaciones causadas por el EGO al poder, es que se aprovechan los “gurúes” para dominar a sus seguidores.
Gurúes de todo color y tipo, misioneros, pastores, seudo-rabinos, cabalisteros, jasideos, crísticos, morés, babas orientales, líderes religiosos, sectarios, templarios, pelafustanes que son más o menos hábiles traficantes de la fe.

El gurú se encarga de ponerse en un sitial de privilegio, muy por encima de sus fieles, allí en donde nunca podrá ser alcanzado.
Sus palabras son sagradas.
Sus actos son incuestionables.
Sus decisiones son mandatos divinos.
Su poder es incomprensible.
Sus enseñanzas son de veneración y repetición, aunque huecas y peligrosas.
Hereje es aquel que se atreve a cuestionar aunque sea un detalle.
Maldito es el que duda.
Pecador es el que no cumple con la orden dada por el gurú.
Desterrado es quien osa contradecir.
Malvado es el que ha tomado conciencia de su propio EGO y de las manipulaciones de todo tipo que ejerce el gurú para seguir dominando.

El gurú exige obediencia completa.
Se lo debe de imitar, pero sin la esperanza de alcanzarlo, mucho menos de sobrepasarlo.

El líder está arriba de un pedestal, es un ser de luz, es sagrado, es divino, es un profeta, es un enviado, es el amo de la revelación, es el que maneja el destino, es el que tiene el poder.
El gurú es la personificación del EGO interno.

El gurú es otro títere del EGO propio, que en su inestable mente y corazón juega a representar el papel de una divinidad, pero no es nada más que un títere de su EGO.
Pero se vende como avatar de la divinidad, poseedor de las llaves de la sabiduría, señor de los misterios, virtuoso de los palacios celestiales, un ángel entre simples mortales, un milagroso curandero.

El gurú, por propia incapacidad, y adrede, emite mensajes abstrusos, oscuros, de apariencia profundo, que nadie puede decir con claridad qué quiso decir el maestro.
Usará parábolas, metáforas, símiles, palabras, frases, ecuaciones, citas, comentarios que nadie podrá entender, y los que creen comprender es solo su fantasía.
Adrede hacen así, pues cuanto menos se capta el mensaje, más profundo y brillante parece.

A diferencia, los maestros de la verdad hablan en idioma de hombres y cuando tienen que explicar algo complejo lo llevan al nivel de su audiencia. Los maestros de la Luz no precisan del circo y de hacer sentir imbéciles a sus estudiantes, pues no es el EGO su motor sino el deseo de compartir el conocimiento.

El gurú prohíbe lo que es lícito, impone barreras de insatisfacción constante, castra a sus seguidores masculinos pero se aprovecha de sus seguidoras.
Al mismo tiempo puede permitir ciertas facetas de lo que es prohibido (por Ley espiritual, por ley civil o por ética).
Compruébalo tú mismo, indaga acerca de sectas y verás cómo operan.
Luego mira a ese que se hace pasar por rabino, por maestro, por iluminado, por gurú, por profeta, por cabalista, por canalizador energético, míralo y verás (si tu EGO te lo permite) que te estoy describiendo el lugar en el que te encuentras, cómo vives, como te mortificas al seguir a ese farsante que tu adoras como un dios.

El gurú te dirá que Dios no hace distinción entre gentiles y judíos, por lo que la Torá, la Cabalá, el patrimonio de Israel es común para todos.
El gurú te convencerá de que cuando él se acuesta con tu esposa es por el bien de tu familia.
El gurú te demostrará que si le das tu dinero a él, tú serás rico aunque ahora nades en miseria y hambre.
El pastor te dirá que si no tienes hijos es porque eres un pecador y no tienes remedio, estás maldito. Pero si él no los tiene, es porque es un hombre consagrado que no puede mezclar su simiente con el materialismo del mundo.
El pastor te prohibirá tener un Blackberry pero le comprará uno a cada uno de sus hijos.
El gurú te dirá que celebres el “shabos” y estudies “toire”, como el “rebe” dijo, pero te negará que indagues acerca del camino noájico y vivas de acuerdo a tu verdadera esencia espiritual noájica.
El gurú te dirá que tiene contacto con rabinos secretos y muy importantes en Israel, que ellos le envían mensajes y un librito (bastante caro) que tienes que comprar y dormir con él bajo tu almohada para ser santo y sabio.
El gurú te dirá que no tienes nada prohibido, solo lo que él te prohíbe… que resultan ser cosas que ayer aprobaba y tú disfrutabas.
El gurú te exigirá adquirir los productos que él y sus amigos venden, y pobre de ti que no lo hagas… arderás en el infierno…
El gurú demandará que asistas a TODAS las reuniones que él comanda, o sus seguidores organizan, no tienes derecho a tener una vida aparte de la “comunidad”.
La iglesia, comunidad, jaburá, hermandad, cofradía, secta, etc. copará todo tu tiempo, no tendrás familia más que la comunidad.
El gurú es tu padre, es tu madre, es tu dios, es tu vida, es tu eternidad, no tienes vida ni salvación sin el gurú.
El gurú te dirá qué rezar, qué comer, con quien dormir, qué no estudiar, dónde vivir, cuando defecar… el gurú tendrá control total de tu vida y tu aplaudirás porque este “faraón” te ama y te tiene presente y hasta te llama “mi ovejita fiel”.

Tú te enfadarás conmigo por decirte esto.
Repudiarás tu identidad noájica.
Indagarás en lo que no te pertenece.
Te someterás a todo tipo de estafa y vejación y mostrarás una gran sonrisa por eso.
Mientras sigas esclavo de tu EGO, no faltarán los amos que se aprovecharán de ti.
Mientras sigas esclavo de tu EGO, huirás de FULVIDA, pues estás huyendo de tu esencia más pura y estás escapando de Dios.

Así es como estamos, en un mundo tomado por el EGO, en donde los dioses mandan y a Dios se lo tiene relegado a un altar blasfemo.

Doy por sentado que la mayoría no comprenderá este texto, le aburrirá, lo encontrará sin citas “bíblicas” y por tanto “mundano”, será declarado “manipulación” de un sicólogo y otras imbecilidades y quien siga preso del EGO dirá amén y volverá a la celdita infernal de su mente, de la cual ni siquiera ha sacado la nariz fuera.

Que pases un bello día.

Antes (Idolatra) Vs Gentil Consciente de su Identidad.

 

Wiens, se sometió al trasplante el pasado 21 de marzo en el hospital Brigham and Women’s de Boston tras haber sufrido severas quemaduras en 2008, cuando se electrocutó mientras trabajaba pintando una iglesia. 

«Me estoy adaptando a mi nuevo rostro muy rápido. A medida que el tiempo ha ido pasando, he podido volver a oler de nuevo y a respirar a través de la nariz.

Cada paso en el camino ha sido increíble», dijo hoy Wiens en su primera rueda de prensa tras ser intervenido, en la que apareció con unas gafas de sol negras y perilla. Wiens recibió en marzo, gracias a un donante anónimo, una nueva nariz, nuevos labios, piel, músculos y nervios.La operación duró quince horas.

Washington  (EFE)   

Cuando el Gentil se aparta de la idolatria para retomar la senda dada por El Creador , adquiere un nuevo rostro , un nuevo espiritu , una nueva conciencia.  Cruciales para embellecer su interior y transformar el Mundo.

P.D.  Este historia la tomo como base ,  y es con respeto hacia el señor Wiens .  Deseando su  pronta recuperacion.

 

POR EL PRONTO RETORNO DE LOS FIELES.





Respeto interno por el otro

Amigo noájida, te brindo ahora un breve estudio que aprendemos de la porción de lectura semanal de Torá del pueblo judío.
Esta semana para los judíos corresponde la lectura de la porción llamada “Behar”, contiene numerosas enseñanzas provechosas para el noájida, de acuerdo a su propia identidad espiritual, acorde a sus cualidades sagradas. Sin usurpaciones, sin falsedades, sin pretensiones de ser lo que no se es.

Hemos hablado muchas veces acerca de la autoestima, de la esclavitud al EGO, de cuestiones de salud multidimensional porque creemos que es una piedra angular para la constitución armónica y equilibrada de la persona y de la sociedad.

Sabemos que la finalidad primaria de la Torá (la judía con sus 613 mandamientos para los judíos, la noájica con sus siete mandamientos para las naciones) NO es proveer de una fórmula para fortalecer nuestra percepción propia, nuestra auto-imagen; sino que la Torá procura en primer término que reconozcamos la autoridad del Eterno, para que de ese modo acatemos con mayor prestancia y solvencia Sus mandamientos.

Sin embargo, cuanto mayor es la autoestima saludable, con más perfección se cumple con los divinos Deseos.
Y en una espiral de crecimiento, cuanto más correcto es el cumplimiento de los preceptos, más crece la autoestima.

En esta sección encontramos varios temas que nos permiten ahondar en la materia, y hasta des-cubrir aspectos que podrían haber pasado desapercibidos.

Prestemos atención a esta prescripción, que parece, para nuestra vida actual, como si estuviera totalmente fuera de época y uso:

«Si tu hermano se empobrece estando contigo, y se vende a ti, tú no le harás servir como esclavo.»
(Vaikrá / Levítico 25:39)

En la lectura habitual del poco sagaz, nos quedaríamos con la idea que esta frase es propia de la antiquísima vida en el Medio Oriente, en donde aún eran sometidas las personas como esclavas a causa de deudas económicas. (Sabemos que todavía existen esclavos, se venden mujeres para prostitución, se roban niños para diferentes “usos”, etc.; lo sabemos).
Es que el mandamiento es bastante explícito al respecto, ¿no?

Sin embargo, el fondo del mandamiento es este:

no trates a tu prójimo como si su vida careciera de sentido, como si él fuera un accidente del Cosmos.
Reconoce en él a un hijo del Eterno, y ayúdale a desarrollar sus mejores potencialidades.

¿De dónde sabemos que éste sería el sentido esencial del mandamiento?
Para entenderlo, preguntémonos: ¿Por qué la Torá debía prohibir que al esclavo no lo hagamos trabajar en labores sin sentido ni utilidad real?
¿Acaso un esclavo no está al servicio de su amo?
¿Acaso el amo no puede mandarle a realizar cualquier actividad, por falta de sentido que sea?

Y la respuesta surge por sí misma: la Torá espera que nosotros podamos tener un respeto interno por la dignidad del prójimo, incluso por aquel que está en el escalafón económico/cultural más bajo de la sociedad, puesto que todos, desde el dignatario hasta el misérrimo esclavo, todos somos criaturas del Eterno, a Su imagen y semejanza creados.
Un ser humano, sin importar su estado social, mantiene vigente su chispa de divinidad, y por tanto, es su deber desplegar su espiritualidad, alimentar su plano espiritual como corresponde (noajismo para noájidas, judaísmo para judíos), para que de esa manera alcance su máximo nivel en Este Mundo, y en el Venidero.

Así pues, no tenemos la potestad de hacer que el otro (aquel que depende de nosotros) tenga una vida carente de sentido, ni de fomentarle su necedad.
Es nuestra obligación repudiar y rechazar todo tipo de idolatría, también aquella que hace de la vanidad y el sinsentido una manera de vida.
¿Cómo podemos vincular esto con la autoestima?
El que tiene una autoestima endeble generalmente tiende a desmerecer al prójimo, a destratarlo, a restarle valor y sentido a sus cosas.
No estamos hablando del que se opone a las ideas del otro, o a la conducta del otro,
no, estamos hablando de aquel que su intento está en rebajar al otro, quitarle valor como persona, desacreditarlo como hijo del Eterno.

No es casualidad que la idolatría de Jesús endilga a los judíos (y a todos los que con conciencia rechazan el mito estafador del redentor de la cruz) el ser «hijos del Diablo» y otras mentiras hediondas y pérfidas más.
Solamente alguien con muy poca altura en la escala de la autoestima, es capaz de acusar de tremenda falsedad a un conjunto de personas, que por lo general son dignas y correctas.
¿Por qué tratar de “endemoniados”, “malditos”, “herejes”, “infernales”, “estúpidos”, a aquellos que no quieren compartir su fe?
¿Qué negro pozo de EGO retiene y esclaviza a los que se consideran mejores por tener fe en un cuento, y en base a eso agreden, amenazan, presionan, guerrean, libran “yihads”, aterrorizan, conquistan, etc.?

Una persona que aprende (a pesar de sus sentimientos) a valorar y valorizar los aspectos positivos del otro, sean aquellos aspectos reales o solamente los potenciales, está aprendiendo también a valorarse a sí mismo.
Es decir, aquel que tiene la predilección de someter al prójimo, de tratarlo como a esclavo, de ningunearlo, en el fondo, es a sí mismo a quien desprecia.

¿Qué pasa con el idólatra que se rebela contra el Eterno y además ensucia la reputación de Israel (el estado o el pueblo)?
En realidad ocurre que su espíritu sufre tanto por no tener contacto directo con el Eterno, y les resulta tan dolorosa esa percepción, que no encuentran otro modo que proyectar su maldad y pecado en el otro, en los judíos. Así pues, los que dicen que los judíos son, por ejemplo, «hijos del Diablo», «quieren dominar al mundo», «mentirosos y diabólicos», etc.; en verdad es que ellos se sienten que son «hijos del Diablo», ellos quieren dominar al mundo, etc.
Un ejemplo típico: los nazis, borrado sea su nombre, acusaban y acusan a los judíos de querer dominar al mundo… pero… ¿no estaba en los planes nazis convertirse en el único imperio mundial?
¿¡De qué pues acusaban a los judíos!? ¿De sus propios pecados?
Es en esta línea que el profeta Isaías dijo: «Pero a él lo han angustiado nuestras transgresiones, nuestros pecados lo han afligido. El castigo que nos trajo paz fue sobre él, y en sus heridas fuimos nosotros sanados.» (Ieshaiá / Isaías 53:5).
Si tú te creías “progre”, de esos que solamente ven la maldad de Israel y alaban y protegen a la víctima pobrecita palestina, ¿no es hora que te hagas un enjuague mental y descubras la podredumbre interna que te está esclavizando?
Son tus angustias las que angustian a los inocentes.
Son tus maldades las que agreden y destruyen al mundo.
Es tu esclavitud a tu EGO lo que no te permite ser realmente progresista, y no meramente un payaso “progre”.

Pero el que es capaz de hallar sinceramente lo positivo, lo valioso, hasta en aquel que socialmente pareciera carecer de valor, sin dudas que es una persona que no se desvaloriza, ni se falta a sí mismo el respeto.
Recordemos que solamente aquel que respeta/honra al prójimo, es el que obtiene verdaderos respeto y honra.
Como enseña la obra “Capítulos Fundamentos” (Pirkei Avot 4:1)

¿Quién es sabio?
Aquel que encuentra algo que aprender de otra persona.

¿Quién es fuerte?
Aquel que domina sus pasiones.

¿Quién es rico?
Aquel que se contenta con lo que tiene.

¿Quién merece la honra?
Aquel que muestra honra por las criaturas de Dios.

Así pues, a la hora de hacer algo para aumentar en autoestima,
no dejemos de estimar (valorar) correctamente y positivamente al prójimo.

¡Les deseo a usted y los suyos que pasen un excelente día, que pueda gozar a plenitud la bendición que está recibiendo de lo Alto!

Moré Yehuda Ribco

Relatos, anécdotas y enseñanzas

El maestro explicó a sus congregados: El necio argumenta: ‘¡Estos son mis bienes! ¡Ésta es mi familia! ¡Ésta mi propiedad!’
Y el necio no se da cuenta que ni siquiera él mismo se pertenece realmente…

Preguntas y datos para meditar y profundizar:

  • ¿Cómo se relaciona el relato con el comentario a la sección semanal que hemos brindado?
  • ¿Cuál es la manera de ser generoso realmente?
  • En ti y en mí
    «Mi siervo eres tú, oh Israel; en ti Me gloriaré.»
    (Ieshaiá / Isaías 49:3)

    • ¿Cómo puede ser que el Todopoderoso, que es glorioso en Sí mismo, expresa que Su gloria está en el pueblo judío?
    • ¿Qué cosas dice el Eterno que Lo glorifican?
  • El equilibrio
    «Solamente el amor domina al temor»
    (Zohar, Shemot 216a)

    • De acuerdo a esta enseñanza, ¿cómo podemos hacer para alcanzar mayor estabilidad en nuestra vida?
    • ¿Cuál es el mejor camino para vencer nuestros temores cotidianos?

Mi perfil en Facebook, ante los demás

Soy uruguayo.
Tenemos nuestro símbolos patrios, nuestros emblemas de identidad.
Objetos, colores, uniformes, casacas deportivas, héroes, himnos, historias, relatos, anécdotas, cánticos, lemas, regiones, banderas, etc.
Uruguay es La Cumparsita, Gardel, Diego Forlán, la Celeste, la bandera bicolor, Artigas, Batlle, el mate y termo con bizcochos, la rambla de Montevideo, el asado el 1º de Mayo, habernos creído la Suiza de América, la carne vacuna criada a campo abierto y extensivamente, el alfajor, Punta del Este, Rocha, Colonia del Sacramento, la final de Maracaná, Nacional y Peñarol-Peñarol y Nacional, la rivalidad con los porteños (habitantes de Buenos Aires), el palacio Salvo, ser un país laico pero que tiene por feriados no laborables festividades cristianas, creernos los campeones de América y del Mundo, creernos los más cultos de las Américas, creernos libres de racismos y prejuicios, creernos el ombligo del mundo pero con más humildad que los argentinos, eso es Uruguay y algunas cosas más.

Si voy por el mundo, supongo que tengo a mano mi pasaporte “Oriental”, que es así como se llama a los uruguayos.
Mi cédula de identidad. Mi credencial cívica, aunque no la vaya a usar en el extranjero. Mis recuerdos, mis amores, mis afectos, mis apegos.
Mi idioma, con sus modismos, giros lingüísticos, entonaciones, deformaciones, porque hablamos “uruguayo”, que es un derivado del español, muy parecido al “argentino”, pero que no es lo mismo. Aquí decimos “tá”, “bó”, “botija”, “bichicome”, “el cante”, lo entiendas o no.
(Tal como tú tienes todo esto, tal cual, pero de tu propia identidad).

Si estoy en Madrid o Caracas y veo la bandera de franjas azul punzó sobre fondo blanco, con el sonriente sol dorado a su lado superior, me siento identificado y curioso por saber de qué se trata.
Si juega la Celeste, hinchamos por ella, aunque no tengamos mucha gloria verdadera en los últimos años, lustros o décadas.
Si me hablan de la rambla y estoy en Acapulco, la comparo y la extraño.

Soy uruguayo, y me resulta ingrato que me confundan por mi acento o modos de hablar con un porteño.
Es que somos un pequeño país, una nación que entra en un barrio de Sao Paulo o Ciudad de México, pero orgullosos de nosotros, aunque con conflictos de enano entre gigantes, un gran complejo de inferioridad poco trabajado en terapia.

Está claro hasta aquí mi breve retrato, aunque quizás no tienes mucha idea de qué se trata “rambla”, “mate”, “bó” o “Rocha”.
Te percatas de que tengo una identidad y cosas que la refieren.

¿Qué dirías de mí, o de cualquier uruguayo, que se presentara ante los demás con cosas tales como:
el obelisco de Buenos Aires, el Cristo Redentor carioca, la Torre Eiffel, la Casa Blanca gringa, la efigie de Nelson Mandela, el escudo de Gran Bretaña, la camiseta de la selección de Italia, el sauerkraut (chucrut) alemán, el shawarma mediterráneo, saludando como un sensei de artes marciales oriental, hablando con una mezcla de palabras inglesas-latinas-japonesas, y sin nada que me hiciera dar a conocer como perteneciente a la nación uruguaya?

Probablemente estarías de acuerdo con que no estoy muy orgulloso de mi uruguayismo o uruguayidad, o que soy un ignorante, o me repele mi identidad, o que me atrae lo ajeno más que mi propio tesoro.
Probablemente verías deplorable que tuviera tan poco afecto por mí mismo, por lo mío, por lo de mi acervo, por mi cultura, por mi pasado, por mi presente.

Quizás peor si ni siquiera fuera tan cosmopolita, sino que me concentrara en una sola presencia extranjera: presentara la bandera tana como propia, hablara en una mezcolanza italo-hispana, comiera pasta y pizza a diario, hablara de «la mia mamma», festejara los goles de la azzurra, soñara con el pasado imperial de los césares, coleccionara objetos de la cohortes imperiales,  llamara a mi hija «Milanessa», y a mi hijo «Udinese», anhelara mis vacaciones pasarlas en la isla de Capri, bebiera vino de la Toscana, mencionara los códigos de la Famiglia, y diera la impresión poderosa de ser un italiano más… aunque con incongruencias, faltas de conocimiento y otros datos que para el ojo entendido demostraría mi falsa identidad itálica.

Entonces, ¿qué me dirías de los “noájidas” que se presentan en Facebook, por ejemplo, con imágenes de estrellas de David, con palabras en hebreo (a veces pésimamente escritas), con lemas judíos, con citas judaicas, con saludos hebreos, con permanentes referencias a asuntos internos de Israel, con aspiraciones judaicas, con sentimiento nacional sabra (israelí), pero escasamente si tienen algún modo de representar su verdadera identidad, su misión, su esencia noájica?
¿Qué me dices de todos esos buenos gentiles que se andan presentando aquí y allá de forma tal que uno no sabe si el otro es judío natural con algún padre de origen gentil, judío legal que se convertido formalmente al judaísmo, gentil que usurpa la identidad judía tales como los “mesiánicos”, gentil confundido espiritualmente, o un noajUda?
Veo a diario noájidas que no pronuncian ni una idea gentil, pero abundan en disparar palabras en supuesto hebreo, citar a rabinos, mencionar obras judías, resumir noticias de diarios de Israel, comentar acerca de la política israelí, rezar con “tejilim”, saludar con “chalon”, poner estrellas de David como perfil, entre otras cosas muy poco noájidas y muy “demasiado” judaicas»?

Si tienes orgullo de ser quien eres, si te amas, si re respetas, si te conoces, si te cuidas, si respetas el derecho y propiedad del otro, si respetas a Dios, entonces aprenderás acerca de tu propio tesoro, lo cuidarás, te presentarás como noájida, con tus propios símbolos, en tu idioma, con tus frases, con tus formas que te corresponden.

¿O no?

No…