Interpretación (Marcelo-Norma)
Cuando dejamos de competir contra un rival y comenzamos a competir contra
una situación, complementamos capacidades, compensamos defectos, potenciamos
nuestros recursos y obtenemos mejores resultados
*¿Recuerda la fábula? *
Una tortuga y una liebre siempre discutían sobre quién era más rápida. Para
dirimir el argumento, decidieron correr una carrera. Eligieron una ruta y
comenzaron la competencia. La liebre arrancó a toda velocidad y corrió
enérgicamente durante algún tiempo. Luego, al ver que llevaba mucha ventaja,
decidió sentarse bajo un árbol para descansar un rato, recuperar fuerzas y
luego continuar su marcha. Pero pronto se durmió. La tortuga, que andaba con
paso lento, la alcanzó, la superó y terminó primera, declarándose vencedora
indiscutible.
Moraleja: *Nunca se debe dar algo por hecho antes de realizarlo
Proverbios (Mishle) XXVIII – 26. El que confía en su propio corazón es un
insensato; pero el que procede sabiamente será librado.
Pero la historia no termina aquí:
la liebre, decepcionada tras haber
perdido, hizo un examen de conciencia y reconoció sus errores. Descubrió que
había perdido la carrera por ser presumida y descuidada. Si no hubiera dado
tantas cosas por supuestas, nunca la hubiesen vencido. Entonces, desafió a
la tortuga a una nueva competencia. Esta vez, la liebre corrió de principio
a fin y su triunfo fue evidente.
*Moraleja: * Cuando analizas con honestidad tus capacidades y limitaciones
y te esfuerzas, puedes lograr tus objetivos (triunfos)
Proverbios (Mishle) XIX – 20. oye el consejo y admite la corrección para que
seas sabio en tu porvenir.
Pero la historia tampoco termina aquí: Tras ser derrotada, la tortuga
reflexionó detenidamente y llegó a la conclusión de que no había forma de
ganarle a la liebre en velocidad. Como estaba planteada la carrera, ella
siempre perdería. Por eso, desafió nuevamente a la liebre, pero propuso
correr sobre una ruta ligeramente diferente. La liebre aceptó y corrió a
toda velocidad, hasta que se encontró en su camino con un ancho río.
Mientras la liebre, que no sabía nadar, se preguntaba "¿qué hago ahora?", la
tortuga nadó hasta la otra orilla, continuó a su paso y terminó en primer
lugar.
*Moraleja: * Es posible lograr metas muy difíciles si diseñas una buena
estrategia que saque provecho de tus capacidades y reduzca al mínimo tus
debilidades
Proverbios (Mishle) XIII- 16. Todo hombre prudente obrará con reflexión pero
el insensato manifiesta necedad
Pero la historia tampoco termina aquí: el tiempo pasó, y tanto compartieron
la liebre y la tortuga, que terminaron haciéndose buenas amigas. Ambas
reconocieron que eran buenas competidoras y decidieron repetir la última
carrera, pero esta vez corriendo en equipo. En la primera parte, la liebre
cargó a la tortuga hasta llegar al río. Allí, la tortuga atravesó el río con
la liebre sobre su caparazón y, sobre la orilla de enfrente, la liebre cargó
nuevamente a la tortuga hasta la meta. Como alcanzaron la línea de llegada
en un tiempo récord, sintieron una mayor satisfacción que aquella que habían
experimentado en sus logros individuales.
Moraleja: * Sumar habilidades para lograr objetivos es mejor que
enfrentarlos en forma individual
Eclesiastés (Qoheleth) IV-9-10. Mas vale dos juntos que uno, porque tienen
buen premio de su trabajo. Pues si uno cayere, el uno lo levantará al otro,
mas ¡Ay de aquel que estuviera solo cuando cayere, no tenga segundo que lo
levante¡
*La liebre y la tortuga también aprendieron otra lección vital: cuando
dejamos de competir contra un rival y comenzamos a competir contra una
situación, complementamos capacidades, compensamos defectos, potenciamos
nuestros recursos… y obtenemos mejores resultados!
vaya,me gusto mucho esta reflexión.
no hay desperdicios,jeje
Es cierto chilenito aqui hay otra chilenita unámonos para hacer en Chile una cadena larga de manos entrelazadas.
si amigos chilenos, hubo un timido despertar en viña del mar hace un par de años, pero q se fue apagando… creo q es hora de estremecer chile hasta las raices, para q despierte de una buena vez!
Excelente fabula Sra. Norma. «Mil felicitaciones»