Hace cuatro años

Todo tiene sus consecuencias, cada decisión que tomamos, cada acción que llevamos a cabo, sea para bien o para mal.

En mi caso haber servido a la idolatria por tantos años tuvo como consecuencia la suma de muchos males que convergieron en la pérdida total de mi estomago producto de un cáncer en estado inicial.

Sin embargo, lo contrario es ciertamente válido. Vivir la vida noájida al máximo, tratando de lograr un balance adecuado en cada plano de la vida, ha sido la experiencia más vivificante que he podido tener desde hace cuatro años.

Procurar acallar el ego que cada dia pretende enseñorearse se ha convertido en un constante reto que solamente puede ser ganado cuando la voz de las Siete Leyes y la voz de los Sabios indican qué hacer. Hasta el momento, vamos ganando, creo.

Trabajar en la mejora de los distintos planos de la existencia, usando las herramientas que he conseguido aqui, ha sido maravilloso. Hoy en dia soy plenamente consciente que no podria hacerlo sin esta herramienta llamada fulvida.

Aqui entre nos, desde que comencé a vivir con mayor impetu el noajismo, mis finanzas mejoraron drastricamente. Muchos conocen la consigna de «dar es mejor que recibir», hoy en dia la pongo en duda. Tanto dar como recibir son igual de buenos, igual de importantes. Son caras de una misma moneda. Y para dar, primero se debe recibir. Entender que merecemos recibir todo lo mejor es toda una lucha, puesto que las religiones constantemente bombardearon mi mente con aquello de «dar, dar, dar». Hoy en dia, puedo afirmar que, como familia, hemos recibido demasiadas cosas buenas, y que igualmente hemos dado bastante cosas muy buenas.

Desde que soy consciente de mi identidad noájida, la vida ha sido mejor. Saber mi identidad, mi rol en la Creación, mis aptitudes, mis virtudes, mis reales luchas, mis aspectos a mejorar.

Conocer los límites de mi rol. Pedir permiso cuando pretendo revisar lo ajeno. Buscar la joya que se esconde detrás del barro. Aprender a aceptar las prohibiciones per se.

Los amigos que han ido, venido y permanecido en todo este tiempo. De todos he procurado aprender un poco.

Y no por último es menos importante, la presencia del maestro que ha guiado este recorrido, el amigo que ha dado una mano cuando la he necesitado, el consejero cuyas sabias palabras han sido oportunas.

Y por supuesto, por sobre todas las cosas, la mano siempre presente del Creador.

Hoy hace cuatro años fui dado de alta, y mi salud es estupenda.

Abrazos a la familia de fulvida,

Abrazos a todos aquellos que todavia permanecen en el anonimato, pero que dia a dia nos leen. Salgan a la luz.


8 comentarios sobre “Hace cuatro años”

  1. a kevin le comparti lo importante que ha sido fulvida para mi vida , lo agradecido que estoy con el more , la calidad humana que se vive en la fundacion. aunque hayan sido momentos dificiles mis deseos son los mejores para la familia ortiz.

  2. Que lindas palabras que reflejan auntenticidad y carisma. Felicidades por la salud y muchas felicitaciones por encarar cada día, luchar y crecer en su identidad espiritual. Abrazos para los tres!

  3. Gracias a todos.
    A mi tambien me dieron de alta  hace cuatro años, mi esposo y yo vivimos 23 largos dias en el hospital  y cuando por fin salimos ya todo fue diferente, pasamos por un proceso de aprendizaje duro pero  gracias a esa experiencia y a las personas que de cerca y en la distancia estuvieron ahi, hoy dia podemos decir que salimos como nuevos, listos para aprovechar al máximo la vida.
    Las gracias que podamos dar se quedan cortas, gracias al eterno por esa segunda oportunidad para vivir.
    El apreciado moré estuvo ahi para nosotros GRACIAS por su apoyo y oraciones
    Este es un tema que me toca el alma… recordar esos dias terribles ….dentro de todo no perdimos nuestra alegria, la confianza y amor hacia nuestro padre creador en ningun momento mermó.
    Esperamos contar siempre con el apoyo de esta hermosa familia fulvidiana, donde como en toda familia encontramos diferentes caracteres pero cada uno tiene algo bueno para aportar, gracias.

  4. ES  MUY  BUENA  LA  SENSACION  QUE  SENTIMOS  CUANDO  RECIBIMOS  LO  QUE  SABEMOS  QUE  MERECEMOS,  DE  IGUAL  FORMA  ES  UNA  MUY  BUENA  LA  SENSACION  QUE  SENTIMOS,  CUANDO  HACEMOS  FELIZ  A  LOS  DEMAS  AL  COMPARTIR  NUESTRAS  BENDICIONES  CON  ELLOS,  ESA  SONRISA  DE  AGRADECIMIENTO  QUE  NOS  DAN,  LLENA  EL  ALMA.  MUY  MOTIVADOR  SU  TESTIMONIO  PROF.  ORTIZ.  QUE  EL  ETERNO -ALABADO  SEA-  DERRAME  SOBRE  USTED  Y  SU  FAMILIA  MUCHAS  BENDICIONES 

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