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Dos modos de proceder

El gran maestro Shlomo Carlebaj enseñaba:

 

«Noaj construyó su arca durante 120 años y fue incapaz de lograr que siquiera uno se arrepintiera de sus maldades.
Lo que sucedía era que Noaj no respetaba a sus contemporáneos.
Les gritaba: «Ustedes son asquerosos y criminales. En unos pocos años todos ustedes se van a ahogar en el mar… jajaa.»

No hacía así el patriarca judío Avraham.
Él respetaba a cada uno de los seres humanos.

Noaj era un extraño para la gente de su generación.
En la entrada de su casa había un cartel que decía: «Aquí vive el gran Noaj, el más grande de los justos».

Avraham, por el contrario, se acerca a todas las personas con humildad y respeto cariñoso.»

Tú, noájida querido, ¿cual de las sendas escoges para tu vida?
¿La que resultó errónea y fatal de Noaj?
¿O la de apertura y justicia bondadosa de Avraham?

Queda en ti la respuesta.

Sucot para noájidas

En pocas horas más los judíos estarán celebrando la festividad de Sucot, de las cabañas.
Esta festividad es netamente judía, una de las celebraciones particulares que el Eterno ha concedido a la nación de Israel. Y específicamente es una festividad de corte histórico-nacional, pues se vincula a los sucesos maravillosos que acontecieron a los hebreos a la salida de Egipto y durante su estancia en el desierto, previo a la entrada a la Tierra de Promisión.
Por esta herencia celestial, y por este encadenamiento al pasado nacional, los noájidas NO deben celebrar Sucot al estilo que SÍ lo deben celebrar los judíos.
Un gentil que pretenda conmemorar Sucot como los judíos, está incurriendo en apropiación indebida del patrimonio nacional y espiritual ajeno, está desobedeciendo la divina Voluntad, y está dañando su pureza espiritual con alimento que no le es apto.

Sin embargo, es una fecha a tener bien en cuenta en el calendario de eventos noájicos, y para celebrar con altura y bendición.
Ahora te dará unas pocas pautas para que festejes correctamente el tiempo de Sucot.

Para comenzar, recordemos que en épocas del Templo en Jerusalén, durante esta festividad los sacerdotes judíos ofrecían 70 animales en honor al Eterno, en representación de todas las naciones gentiles de la tierra.
Es decir, se les daba a todos los noájidas un lugar de importancia durante Sucot, se los incluía ritualmente, se les representaba sacerdotalmente, porque todos somos hermanos, hijos del Eterno. Si bien los judíos son el pueblo sacerdotal, los noájidas son los hermanos que colaboran y contribuyen a la edificación del mundo y al predominio de la santidad en el universo.

Recordemos también que de acuerdo a la profecía de Zacarías (14), en la Era Mesiánica Sucot será la época universal para la peregrinación al Templo en Jerusalén. Judíos y gentiles a la par nos presentaremos a rendir nuestra devoción ante el Padre en la ciudad que Él escogió para asentar Su santo Templo. Judíos y noájidas, cada cual desde su rol propio, cumpliendo con la divina Voluntad.

En la práctica, tú actualmente puedes construir una pequeña cabaña si deseas, pero no tienes obligación de hacerlo. Recuerda que el mandamiento de morar siete días en una Sucá es exclusivo para los judíos (varones), y que tú solamente estarás actuando de buena voluntad, para promover tu crecimiento espiritual y el de tus allegados. Pero no puedes considerar que con este acto estás cumpliendo algún mandamiento que te compete, tenlo presente por favor.
En cuanto a medidas, formas, materiales, etc. para la edificación de tu cabaña, queda a tu mejor parecer como constructor. Lo interesante sería que pudieras emplear elementos naturales, palos, ramas, hojas, palmas, etc., como una manera de distinguir lo que proviene de la naturaleza, directamente por bendición del Padre, sin mediar mayormente la mano del hombre.
Este aspecto de apreciar lo natural en estos días, y a través de lo natural la obra del Creador, es una de las tareas que te competen cumplir como noájida. Ten presente que tú eres el encargado de desarrollar el mundo, de convertirlo en un lugar propicio para el ejercicio de la santidad. Tú eres el socio del Creador a la hora de transformar, de perfeccionar, de completar la obra de la Creación.

¿Qué haces luego de que te has construido tu chocita, o has ayudado a otro a hacerlo, o has participado en la construcción del tabernáculo comunitario?
En la cabaña puedes comer y pasar un rato, con la expresa intención de recordar como vivieron los judíos a la salida de Egipto, recordando que es festividad judía. Aprovechas así a vincularte emocionalmente con tus hermanos judíos, con el pasado de la nación santa; NO para creer que eres miembro de Israel, sino para reconocer que ambos son camaradas en la obra de completar el mundo, cada cual de acuerdo al rol específico que el Padre les ha dado.

Cuando el noájida pasa un tiempo en su cabaña, puede abrir el canal de su memoria para rememorar los milagros que el Padre ha hecho por Israel, el amor que ha tenido por el pueblo judío, y la hermandad de todos los humanos bajo las alas de la divinidad.
Y el provecho personal está en que el noájida aprenda de esta manera a valorar lo pasajero de la vida terrenal pero su importancia cardinal para adquirir buenos frutos para gozar en su eternidad.
Que el noájida aprenda el valor de cada cosa, dejando en segundo plano a lo secundario para que predomine lo realmente principal, De esta manera estará ejercitando su voluntad para la misión de construir un mundo más perfecto.

Está muy bien que se reúnan y canten salmos de alabanza al Eterno.
Porque es fiesta del Eterno, conmemoración de Israel, momento de crecimiento para todos nosotros.

Espero que puedas celebrar y que pronto peregrinemos juntos hasta Sión, a venerar al Santo.

La lección de Koraj

Hay un personaje en la Torá llamado Koraj, Coré en español.
Era un personaje judío, pero cuestiones de su vida sirven como moraleja para los noájidas.
Un modelo para conocer y NO seguir.

Nos cuenta la Tradición que Koraj era un hombre que poseía innumerables fortunas; mucho poder; gran astucia; renombre; familia; amistades; en resumen, Koraj podía considerarse el hombre más satisfecho y feliz sobre la tierra.
Pero, no lo era.
Estaba insatisfecho, y por eso, era infeliz.
Le faltaba una cosa, una pequeña cosa: humildad.
La humildad es reconocer con justicia el valor de cada persona, de cada cosa, de cada cualidad.
Humildad es esforzarse por convertir en realidad lo potencialmente positivo.
Humildad es tener confianza en que lo mejor es aliado de lo bueno.
Humildad es tener conciencia de que el fracaso justo no es humillación, ni el éxito es motivo para enorgullecerse y despreciar a otros.
Le faltaba humildad a Koraj.
Y cuando la humildad no está, entonces se vive insatisfecho.
La fortuna económica parece miseria.
La salud se vive como enfermedad.
Las amistades en lugar de apoyar, incitan a equivocarse.
La felicidad no se aprovecha.
Así que, pobre Koraj, teniendo todo y con la sensación de carecer de todo…

Y Koraj expresó su falta de humildad rebelándose contra Moshé y Aarón.
Él y sus malandrines acompañantes pretendían convertirse en los líderes de Israel, es decir, no aceptaban el liderazgo que el Eterno había dispuesto para Su pueblo.
Entre gritos y piquetes de los revoltosos, Dios pone en evidencia Su deseo, demostrando públicamente que el mando político debía permanecer en manos de Moshé, y el sacerdocio para oficio de Aarón y sus descendientes.
Fue Dios el que se encargó de poner las cosas en su sitio.

¿Qué pasó con Koraj, el que tenía de todo, pero le faltaba humildad?
¿Cómo terminó su vida el exitoso Koraj que siempre quería estar un poco más arriba?
Koraj y los rufianes que lo aconsejaban y seguían, en lugar de ascender y transformarse en la cabeza del Pueblo, fueron tragados por la tierra.
Tal cual lo dicho, hubo un temblor de tierra, entonces una gran zanja se abrió bajo Koraj y los suyos, y todos los descarriados por el hambre de poder y orgullo desaparecieron para no volver.

Este hecho ocurrido en la realidad, tiene su lectura educativa: si queremos elevarnos y superarnos, es imprescindible ser humildes y correctos, porque de lo contrario, en lugar de subir- bajamos.

Protejamos nuestra vida

El espléndido salmista nos enseña:
«Venid, oh hijos, escuchadme; el reverente respeto al Eterno os enseñaré:
¿Quién es el hombre que desea vida?
¿Quién anhela años para ver el bien?
Guarda tu lengua del mal, y tus labios de hablar engaño.
Apártate del mal y haz el bien; busca la paz y síguela.»

(Tehilim / Salmos 34:12-15)
Dijo el Rabí Janán Bar Rabá:
«Todo el mundo sabe qué una novia ingresa bajo el palio nupcial para casarse (y mantener relaciones íntimas),
pero si alguien pervierte su habla para mencionarlo
(a los actos íntimos),
provoca que, aunque [la corte celestial] le haya decretado 70 años de bienestar,
la buena sentencia se revierta
y el decreto sea de mal para él.
»
(Shabat 33a)
salmos david talmud noajida judio habla lashon haraSi cuidamos nuestra lengua, protegemos nuestro presente y nuestro porvenir.
Mira con atención la primera cita y compárala con la segunda.
En el texto del salmista se menciona a aquel que habla maldad, engaña, tuerce sus palabras para provocar el daño.
En la frase talmúdica se refiere a una persona que usa su habla para la burla chabacana, para las obscenidades, para mencionar lo que es un acto lícito pero que debe permanecer bajo el manto de la modestia y del recato.
Son copiosas las reglas al respecto del cuidado de la palabra, para aprender qué decir, cómo decir, a quién, etc. No haremos siquiera un pequeño resumen al respecto, pues otros ya lo han hecho mucho mejor.
Simplemente queremos reiterar la idea, cuidemos nuestra vida, al no abusar de nuestra capacidad de hablar.
Te recuerdo ahora cuatro pilares que sostienen la Comunicación Auténtica ((Si te interesa, usa el buscador integrado al sitio y encontrarás decenas de artículos al respecto de la «Comunicación Auténtica».)), por medio de la cual uno se preserva de detruirse a causa de sus dichos al tiempo que edifica una relación de mayor armonía con sus semejantes.
Los pilares son:
  1. Sé sincero, pero ubicado en lo qué dirás.
  2. No des nada por sentado, es mejor preguntar que suponer.
  3. Respeta a tu interlocutor, aunque no aceptes ni compartas ni una letra de lo que te dice.
  4. No admitas que se te falta el respeto, ni siquiera un poquito.

Protege tu vida, porque si no lo haces, ¿quién lo hará por ti?

Un viejo secreto para la buena vida

Muchos veneran a Miguel de Cervantes, aunque no sé cuántos lo han leído y comprendido.
Una de sus frases celebres reza así:

“El que larga vida vive, 
mucho mal ha de pasar. “

A primera vista, resulta deprimente… ¿o es solo mi parecer?
Te daré uno de mis motivos.
Si el que larga vida vive mucho mal ha de pasar,
significa que el “mal pasar” es una constante, o al menos una muy frecuente visitante,
por lo cual,
quien más vive, más sufre.
El sufrimiento está aquí, no hay escapatoria… mejor vive poco, así sufrirás menos… ese podría ser el corolario del pensamiento del Manco de Lepanto…
¿Estas de acuerdo con que así es la vida?
¿O quizás para Miguel era así, pues en su vida padeció mucho, o tal vez no supo disfrutar de lo bueno que tenía?
No lo sabemos…
Pero lo que sí puedes saber es si estás de acuerdo con que la vida es una hilera incesante de dolores y dramas…
(Yo no lo estoy, aunque a veces pareciera ser cierto. Me gustaría oír tu comentario al respecto).

Por su parte, Jean de La Bruyère nos regaló esta idea:

“No hay nada que los hombres más 
deseen conservar y menos cuiden 
que su propia vida.“

Resulta de cierta manera antagónica con la frase previamente citada.
Para el español aparentemente la vida es dolor y pena, para el francés aparentemente es un gran tesoro, anhelado y deseado.
Sin embargo, a nuestro entender tienen un punto en común: la tragedia. Para uno es la norma, lo que conlleva el vivir; para el otro es producto de la desidia, del olvido, de la desgana, de las conductas erróneas.
Si fuera Cervantes el acertado, estamos condenados a sufrir.
Pero si fuera de la Bruyère, tenemos a nuestro alcance la oportunidad de enfocarnos en lo positivo y conservar con cuidado el tesoro de la vida.
¿Tu qué crees?
¿Con cuál de los autores te afilias para debatir al respecto?

Ahora llamamos a un tercero para que opine, a Benjamin Disraeli quien nos dice:

“La vida es demasiado corta 
para que la hagamos mezquina.”

Bueno, tenemos un destino: la vida es demasiado corta; y tenemos la libertad de elegir: vivirla de manera mezquina o altruista.
Interesante el aporte del inteligente hombre inglés.

Ya que estamos con grandes muchachos de la vieja Europa, te presento a Leonardo da Vinci, a quien no se le ocurrió otra cosa que decirnos:

“El que no aprecia la vida 
no la merece.”

Quisiera extenderme en comentarios que tan condensada frase me motivan, pero prefiero abstenerme y darte tiempo y espacio a ti para que pienses, participes, aportes, evalúes tu propia vida.
¿Aceptas mi invitación?
Espero que sí…

Podríamos seguir recopilando citas por toda la internet, pero no te quiero aburrir, ni hacer el trabajo que tú también puedes hacer si te lo propones; por lo cual, te daré un mensaje más de parte de una celebridad.
Para variar, es una mujer la que tiene la última palabra en casa, Simone de Beauvoir:

“La longevidad es la recompensa de la virtud.”

Pero, señora mía, doña Simone, no quiero parecer malintencionado, pero o no le tradujeron bien la frase, o no la entendí en su esencia, o usted dijo algo como que no es así… ¡cuánta gente buena, pero buena de verdad, se ha muerto joven!
¿Usted cree realmente, doña Simone, que no hay tipos malos, pero realmente malos, que viven largas vidas y hasta llenas de riquezas, salud, placeres, etc.?
Porque, doña Simone, usted no dice (a no ser que no la hayan traducido correctamente) “La buena vida es la recompensa a la virtud”, usted dice “La LONGEVIDAD”, es decir, la larga vida.
Como que no cierra esta frase con lo que cualquier hijo de vecino, como quien esto escribe, se puede encontrar cada día.
En verdad, me encantaría que algún entendido (o entendida, por supuesto) tengan la amabilidad de darnos una luz al respecto de lo dicho por la sabia señora, a la que respetamos y valoramos, pero que en esta ocasión no comprendemos su cita.

Pero por ahí, otro hijo de vecino tiene algo para contarnos.
Hace un año y poco fallecía a los 113 años de edad el hombre europeo más longevo con vida (en el 2009), se llamaba Henry Allingham.
En alguna entrevista que le hicieron dijo algunas cosillas interesantes acerca de su secreto para su longevidad.
Atendamos a sus palabras:

“Consultado sobre el secreto de su larga vida, el hombre en silla de ruedas dijo:
"No lo sé, pero te diría que trates de ser tan bueno como sea posible". ”

Ok, parece que este hombre fue el ejemplo literal de las palabras de la inteligente dama francesa.
El dice que vivió más de un siglo gracias a la nobleza de carácter, encare positivo, bonhomía, el ser tan bueno como le fuera posible.
Así que, aquí está la virtud que le dio larga vida a este buen señor (que en paz descanse, junto a los otros citados hasta ahora en este artículo).

Pero, don Henry tenía un datito más reservado bajo la manga:

‘A la pregunta sobre su receta para llegar a tan avanzada edad,  Allingham respondió una vez con un guiño:
"Tabaco, whisky y mujeres muy salvajes".
Después añadió, más serio:
"Hay que cuidarse y conocer  los límites propios".’ 

Bueno… esté… cómo seguimos ahora…

Creo que lo dejamos en “hay que cuidarse y conocer los límites propios”… ¿te parece bien así?

Mr. Henry llegó a vivir 113 años, hasta su último suspiro lleno de vitalidad, gusto por la vida y lucidez.
No era Don Perfecto, pero tampoco lo contrario.
Era una persona, común, como todos, porque hasta las celebridades y gente de poder somos comunes, pero en distintos roles.
Esto deberíamos recordarlo cada día, sea siguiendo a don Cervantes o a don de la Bruyère: puedes parecer importante, detentar una posición de preeminencia, ser admirado, ser elogiado, ser mimado, ser un conquistador con tus dotes y carisma, gozar de privilegios, pero no eres más que una persona común y corriente.
Son tus actos los que te ennoblecen o degradan.

Por lo cual, sería bueno tomar nota y no acostumbrar avergonzar al prójimo, sea persona de preeminencia o del llano.
Poner las cosas en su sitio, está muy bien.
Denunciar al estafador, no permitir que el perverso se apropie de lo que no le pertenece, clamar por justicia, poner límites, desenmascarar al prófugo de la Verdad, todo eso es correcto y no debe omitirse de realizarse, pero sin avergonzar al prójimo.
(De acuerdo a la halajá, la normativa judía, es lícito burlarse de la idolatría, así como señalar pública y claramente a aquellos que obran maldad y pueden causar daños a los que andan desprevenidos. Sin embargo, mejor es actuar con prudencia y moderación.)

Ten presente que si haces sonrojar a tus padres, a tus maestros, a los ancianos, a tus menores, a tu cónyuge, o a cualquier otro semejante, a cualquier persona inocente, no solamente estás procurando el mal sobre ella, sino que estás preparando un caldero de agua hirviente sobre tu cabeza, que en cualquier momento se derrama y te despelleja vivo…

Así que te aconsejo que te dediques a estudiar (y a aplicar) los principios de cómo relacionarte efectivamente con tus semejantes.
Cuando estés ante una persona simple de entendimiento, buscaba resaltar un pensamiento en común para que les sirva de encuentro y motivo de vinculación.
Si estás ante alguien más experto, calla, pregunta con humildad para aprender y aprovecha para aprender.
Cuando estés con un amigo, que te sea doblemente valioso su honor y el tuyo.
Si estás con tu cónyuge, valórala (valóralo) más que a ti mismo, pero sin desmerecerte en lo más mínimo.

Sé virtuoso, sé bueno, sé justo, conoce tus límites, se leal… entonces no sé si vivirás mucho o poco, pero cada día será una vida, de placer, de bendición, de santidad, de plenitud ((Vivir es nacer a cada instante.
Erich Fromm
Cada día es una pequeña vida.
Horacio
Sólo vive el que sabe.
Baltasar Gracián)).

Nunca olvidemos, que la maldad que provocamos contra otra persona termina retornando como un bumerang, y a veces duplicada o multiplicada en sus daños.
Si tratas con honra al prójimo, aunque sea tu adversario, encontrarás el camino para una buena vida…

Vivir Con Sincera Alegría

Decía Mahatma Ghandi:  “La alegría sobreviene cuando tienes armonía entre lo que piensas, lo que dices y lo que haces”.
Interesante enseñanza de un sabio de las naciones.
El pacifista más famoso fue persona para valorar en su contexto y admitir sus inteligentes enseñanzas, así como para criticar otras cosas y no recibir las prédicas que contradicen al Eterno y Sus mandatos. ((Recordemos: es correcto valorar y asumir las enseñanzas de los sabios de las naciones, pero no cuando refieren a espiritualidad, pero sí al resto de la existencia.))

Vivir con regocijo de todas las cosas, sean grandes o pequeñas, es una gran virtud.
El estar sinceramente alegres, a través de lo que contenta al alma,  es una meta valiosa para todo ser humano ((De hecho, es una orden del Eterno para los que son judíos, uno de los 613 mandamientos de la Torá para el pueblo judío.
Ver: http://serjudio.com/bereshit/vaieshev66.htm entre otros links de nuestros sitios al respecto)).
Estar sinceramente alegres, por tanto, es una pauta para andar por la senda divina ((«Alegría sincera» y «alegría» a secas, no son siempre lo mismo. Tampoco felicidad y alegría son sinónimos)).

Cuando la persona aprende a vivir con sincera alegría, encuentra allanado el camino hacia la armonía (interna y externa), estabilidad, integridad, lo que hace que sea una pauta significativa y trascendental.
Por eso cuando hablamos de plenitud, bienestar, bendición, Shalom, necesariamente debemos incorporar la participación activa de la sincera alegría en el corazón de la persona.
Cuando falta la alegría sincera, ¿cómo se puede sentir plena, bien, bendita, en paz e íntegra una persona o una sociedad?
La alegría sincera es ese poderoso elemento que activa el fluir de lo positivo.
Y no solamente lo decimos como un consejo filosófico, intelectual, moralizante, sino que está igualmente comprobado que tiene efectos poderosos en el organismo humano, en la regulación de los humores, en el sistema de inmunidad, en la salud mental, entre otras ventajas ((Por ejemplo: http://www.centrodesalud.net/%c2%bfque-es-la-inteligencia-emocional/)).

La sincera alegría opera como medicina, en tanto que el abatimiento enferma, o al menos empobrece, nuestra vida y entorno.
Recuerdo como en aquellas viejas épocas de mi juventud, y la de mi padre, en la revista “Selecciones del Reader’s Digest”, se encontraba la inefable sección “La risa, remedio infalible”.
Hace mucho que no la leo, hay algunas antiguas ediciones aún en casa, pero estaba bien pensado y fundamentada su inclusión y su titulación.
Yo no sé si cura todo, si es tan infalible, pero ciertamente que la sincera alegría surte efectos gloriosos.
Si bien la risa no es lo mismo que la sincera alegría, bien vale su mención.
De paso, también recuerdo a nuestro querido amigo venezolano Andrés Cordovés, quien se alejó para construir su propio camino personal y profesional, que animaba a la “Risoterapia”.
Como también no puedo dejar de mencionar a quien fuera un apreciado socio, Alfredo Zambrano, quien se alejó para retomar viejas creencias y actitudes pero adoptando muchísimas de nuestras enseñanzas positivas (muchísimas, que con gusto le regalamos y esperamos sepa cuidar y difundir sin mezcolanzas), el cual en más de una ocasión refería acerca de la alegría.

Quien quiera mantener a raya a las enfermedades, superarlas, o padecer menos, necesariamente deberá aprender a quejarse menos y gozar con sincera alegría mucho más.
Te doy un pequeño y familiar ejemplo.
La otra noche, en la cena de Shabbat, mi hijita estaba haciendo monerías en tanto hacía de cuenta que comía (comer no es una de sus aficiones). Entre bromitas y piruetas, se mordió la lengua… ¡cómo duele! La madre, pediatra ella, no le dio importancia, pero yo en mi ignorancia sí… la niña estaba haciendo “pucheros”, gestitos de ponerse a llorar y patalear por el dolor o la impresión (o la realizada impotencia)… ¿cómo no poner cara de preocupado y empezar a preguntar, revisar, etc.? Pero intenté otro método: el de Patch Adams… y me puse a bailotear y a hacer payasadas. Como si fuera un “milagro”, la niña soltó la risotada, se le hermoseo su bello rostro y las carcajadas ocuparon el lugar que estaba siendo conquistado por el desanimo y la pesadumbre.

Puedes probarlo, no te va a defraudar…
Tampoco es para ir haciendo chistes en un funeral, aunque haya gente que lo haga y no solamente como forma de escapismo, ni de reírse de caídas, tropezones, desgracias, torpezas, etc. de otros o de uno mismo: eso no es alegría, ni mucho menos sincera alegría…
Pero, puedes encontrar la manera de disfrutar, de tener confianza, de crecer incluso en las peores situaciones… pruébalo y luego nos cuentas, ¿te parece?
(De paso, si ya tienes experiencias al respecto, con gusto te las leeremos en la zona de comentarios, aquí debajo).

Tenlo presente: hacia donde te enfocas, se dirige tu corazón.
Si vives pendiente de penurias, miserias, culpas, quejas, humillaciones, rencores, rencillas, el pasado tormentoso, el futuro oscuro, esclavitudes, etc., ¿cuánto espacio dejas a tu alma para la dicha?
Aprende a disfrutar, a hacer de cada momento uno lleno de sincera alegría.

Si persigues la alegría, ésta te escapará.
Está en ti aprender a descubrir los modos para llenar de ese placer tu alma.
Un método es el que enseñó Ghandi y usamos como introducción a nuestro texto: armonía de pensamiento, palabra y acción.
Otro, nos lo brindan los Sabios de la Luz: “Dichoso es aquel que se complace con su porción”  (Pirkei Abot 4).
Seguramente que hay otros caminos correctos, ¿te animas a compartirlos con nosotros?

¿Te has dado cuenta de que la serenidad placentera de la alegría sincera hermosea el rostro, tonifica el cuerpo, brinda lucidez a la mirada, firmeza a la postura?
Los cosméticos ayudan a resaltar la belleza, a ocultar signos no deseados, a ofrecer lozanía en tinturas.
Las cirugías plásticas, levantan, cambian, achican, modelan, reducen, aumentan, etc..
¿Sabes cuánto dinero, tiempo, riesgos, etc., se pueden evitar si la persona aprende a estar alegre con sinceridad?

Recuerda, hacia donde te enfocas va tu corazón.
En los últimos días ha insistido sobre este tema el querido amigo Mario Hinestroza, en varios artículos por él publicados (perdón el resto de los columnistas y comentaristas, pero no puedo mencionar a tanto gran amigo y socio en este pequeño post, igualmente ¡gracias por todas sus enseñanzas!).
No es de extrañar que para una persona afligida haya dificultades y enojos. Cuando una persona está triste, todo lo percibe desde detrás de sus anteojos de confusión y caos; siente que está todo mal y que el camino está plagado de rocas y pozos, imposibles de superar.
Pero, para aquél que ha aprendido a regocijarse con la alegría sincera, habrá placidez y bienestar. Pero para aquel que está bajo el manto protector de la sincera alegría, encuentra más facilidad para acceder a otras perspectivas, abrirse a opciones alternativas, no arredrarse ante los desafíos ni achicarse ante los retos del día a día.

Ojo, no es vivir auto engañándose, ni negando la realidad, ni siendo torpemente optimista lo que te estamos indicando… ¡nada que ver!
Es ver la vida de frente, con confianza, con serenidad, sin temor, sin preocuparse por llevar el control de aquello que está fuera de tu dominio.
Es aceptar tu porción, no para derrumbarte en el conformismo que anestesia y mata, sino en el reconocimiento de las propias virtudes y defectos, conociendo tu potencial y actuando para llevarlo a su plenitud, sin por ello apurar los tiempos.
¿Comprendes la idea?

La vida sin alegría sincera se torna oscura, confusa, devaluada, sedienta de EGO y víctima de sus debilidades.
Pero aquél que aprendió a disfrutar del bálsamo de la alegría sincera, es invitado a fiestas y palacios de belleza celestial.

Te invito a que profundices en este tema, tienes mucho y buen pan en FULVIDA.com y SERJUDIO.com.
Puedes ser el líder en tu avance, en tu crecimiento integral.
No depende de pastores, maestros, “líderes”, santos, fe, religión, Cabalá, misticismo, hebraísmo, sectas… depende de tu enfoque, conectando lo espiritual con lo material, haciendo realidad la pauta de vivir con sincera alegría ((“Puesto que no has servido a el Eterno tu Dios., con regocijo y con bondad de corazón: por exceso de todo.” Devarim/Deuteronomio 28:47)).

Resp. 789 – música, idolatría a la mujer, veneración.

ronal.ar nos consulta:
Qué hay de la música que se le dedica a las mujeres en tono de idolatría, es lujuria, es veneración, consagración es algo pecaminoso elevar a planos muy sublimes a la mujer con música, dedicándole el hombre su vida a ella como si fuera un Dios? con versos demasiados típicos y sublimes: \»sin ti yo no podría\» vivir,Algo que es demasiado absurdo entre parejas y más para H’ ya que este tipo de canciones persiste en todos los tiempos como ve H’ esta música y a nosotros los noajidas que haremos?
Ronald J. Gautemala, San Marcos, taxista, 27, noajida.

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Resp. 788 – mitología cristiana, religión, creencias erróneas?

ronal.ar nos consulta:
A manera de repaso únicamente quisiera sobre entender o sea entender aun mas porque los cristianos se inventaron el dichoso mito de que cuando el diablo fue expulsado del cielo, puso en desorden toda la creación, el universo y que la tierra el la vino a habitar el junto con sus demonios. Poniéndola en tinieblas y desordenada y Dios la tubo que ordenar y que se le fue dado a él todo lo que estuviera debajo de la tierra. (heredado) inventado que en la tierra esta el mismo inferno o cielo.
Ronald J. Gautemala, San Marcos, taxista, 27, noajida.

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Resp. 760 – Paz o falsa paz, engaño en el Cristiano?

ronal.ar nos consulta:

Porque las personas que profesan una fe en sus creencias idolátricas expresan tener una paz interior en su corazón, y dicen que Dios se las da. Cuando a la luz de la Tora es un engaño perpetuo sobre sus corazones, acaso el corazón es tan engañoso de hacernos sentir mucha paz pensado que están recibiendo una bendición de Dios al poner por obra muchas cosa escritas en el falso NT de que cosas es nuestro corazón, és CAPAZ de hacernos SENTIR para buscar y sentir Paz en la Verdad – o la idolatría?
Ronald J. Gautemala, San Marcos, taxista, 27, noajida.

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Resp. 751 – El pecado, la idolatría como influencia y/o como herencia?

ronal.ar nos consulta:

1- Porque el corazón insiste en pecar de idolatría?
2- a caso esta costumbre es hereditaria?
3- y se trasmite en nuestros genes espirituales?
4- , y/o físicos?
5- o sencillamente es la pura influencia del mundo que ignora las cosas de Dios y termina acaparando el alma inocente e ingenua, ya habiendo tomado en cuenta el tema de las banas costumbres idolatrícas de un pais, pueblo, etc?
6- porque el alma no tiene internamente esta intuición de no acceder a la idolatría y/o rechazarla por sentido común dentro de si?
Ronald J. Gautemala, San Marcos, taxista, 27, noajida.

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