Todas las entradas de: facior

Ingeniero Informático

Marketing

La más elemental regla de todo marketing consiste en convencer al cliente que se le regala algo. Digamos un descuento, pague dos y llévese tres etc.

Pues hay dos doctrinas cuyo éxito se debe a ese truco de marketing. Se trata de los diversos cristianismos y los diversos socialismos. En la antigüedad judía, así  como en la moderna,  al hombre se le hace responsable de sus maldades e incluso se le castiga con diluvios y plagas. Para aceptar la responsabilidad de los propios actos, que las debilidades humanas hacen que no siempre sean aceptables, se necesita una gran entereza. Como es raro el ser humano que no tiene nada de que arrepentirse, el predicar una doctrina en la que se te dan los méritos de otro, es una buena manera de capturarte en sus redes. Son varias las religiones que reconocen el perdón por el arrepentimiento; pero ¿cómo saber si lo has conseguido? El catolicismo te lo garantiza porque se arroga el poder de perdonar. Pero, además, te regala los méritos de un mítico dios-hombre a cambio de someterte a sus jerarcas y sus doctrinas. No es raro que se expandiera fácilmente con un marketing tan generoso, sobre todo entre la gente pusilánime, inculta y fácilmente sugestionable. Al menos, los filósofos griegos Celso y Porfirio del siglo II y III respectivamente califican de gente ignorante a los primeros cristianos. Pero también Pablo de Tarso reconoce que eran los ignorantes los que engrosaban sus filas. En una de sus epístolas lo dice muy claro con frases como estas: «Dios ha preferido a los necios en lugar de los sabios.» y el «evangelio es locura para los griegos».  Como personas capaces de aceptar la responsabilidad de sus actos, sin que el temor les haga caer en neurosis obsesivas, son siempre minoría, no es extraño que el cristianismo se expandiera fácilmente.

El genial Groucho Marx decía: Yo jamás seria socio de un club que aceptara individuos como yo. Pues de manera análoga yo diría: Jamás creeré en una doctrina por la que se me pague por creerla regalándome los méritos de otro, ni que se castigue al que no la crea. Lo que se cree por miedo se puede descreer por valor. Lo que se cree por interés, se puede descreer por nobleza.

El socialismo ha usado el mismo truco de marketing. Si aceptas mi sistema tienes garantizado sueldo, enseñanza, sanidad etc sin que hagas nada por merecerlo. Así le ha ido. Ahora en China sin cambiar las etiquetas se ha cambiado por una especie de capitalismo con esclavos incluidos.

La maldición del san Pablo (antes llamado Saulo)

Desde la más remota antigüedad, el cristianismo se afianza infundiendo un miedo irracional, a no creer, en el subconsciente de los feligreses. Para ello se cuentan fábulas, historias y cuentos que se incrustan en la mente de los niños y de los adultos de manera subliminal.

Un ejemplo de este truco lo viví hace tiempo en un viaje por las tierras de Aragón.

De pronto vi un ermitorio de aspecto medieval abrigado por olmos. En la puerta estaba sentado un anciano. Era el ermitaño. Le pregunté si el agua del pozo era potable y asintió. Sin que le preguntara me explicó el origen del ermitorio.

En la antigüedad los cojos, tullidos y minusválidos eran dedicados al cuidado de las ovejas, ya que este oficio no requería grandes esfuerzos. Estando tres pastores cojos cuidando sus rebaños, se apareció un peregrino. Les dijo: Si bebéis agua de mi cantimplora os curaréis la cojera. Uno de ellos, apellidado Domeneq, se burló del peregrino: ¿Está chiflado? Como me va a crecer la pierna bebiendo agua.

Los otros dos bebieron y se curaron. Entonces al ver su asombro, el peregrino les dijo: Soy San Pablo y he venido a comprobar vuestra fe. Vosotros dos que habéis creido en mis palabras os habéis curado. Sin embargo,  a ti que no has creído te maldigo junto con tu descendencia.

El anciano me aseguró que la maldición de san Pablo todavía estaba en vigor.

La semana anterior había muerto una mujer que se apellidaba Domeneq por causa de la maldición.

Le pregunté:

— ¿De qué murió la mujer? ¿de algún ataque al corazón?

n    —  No; murió por la maldición de san Pablo.

n   — ¿Y qué edad tenía?

n  — 95 años acababa de cumplir.

Pues, ¡¡ vaya maldición!!!

El anciano añadió: Eso les pasa a los incrédulos.

Esa es la cantinela que más se repite continuamente: Si no crees serás maldito y reo de todas las condenas. SI crees estás salvado. Todo ello ha calado en el subconsciente de los feligreses de tal manera que sienten horror a no creer.

Con esa coacción las iglesias han acumulado riquezas inmensas durante la historia. Los capos de la mafia lo consiguen con amenazas y estas otras mafias hacen lo mismo.

Curiosamente la historia de la maldición de San Pablo tiene dos ingredientes dignos de tener en cuenta. En primer lugar San Pablo fue el que explícitamente negó que las obras de la ley salvaran supeditando la salvación a la fe ciega.

Por otra parte, según tengo entendido, su anterior nombre Saulo, era en realidad un apodo que significa “cojo”, ya que por lo visto era cojo, feo y narigudo. Quizás por eso rechazaba el matrimonio, por su poco éxito con las mujeres.

Pues bien, el cojo santo maldijo al cojo incrédulo, y para que nadie se olvidara de lo que te puede pasar si no crees, se construyó un ermitorio que recordara a todos los viajeros lo que te puede pasar por ser incrédulo.

El noajismo como liberación

En mi humilde opinión, los 7 mandamientos del noajismo no son un capricho, ni una prueba. Son un regalo. Son un medio para encontrar la paz interior y la exterior. Todos ellos son preceptos que la personas sensatas y de corazón recto son capaces de sentir sin que se le enseñen. Todos excepto el relativo a la idolatría. La idolatría obedece a causas psíquicas entre otras. Encuentro bastante razonable la interpretación de S. Freud: La idolatría es producida por actitudes neuróticas ante el miedo. La gente quiere realizar ceremoniales que le tranquilicen ante el miedo, ante desgracias, enfermedades, y sobre todo ante la muerte. De ahí que las religiones usen el miedo como argumento. A los niños cristianos se les adoctrina en el miedo al fuego eterno si no obedecen a la jerarquía y creen lo que esta les ordena. La ICAR ha fabricado miedos de todas las categorías: Infierno, purgatorio, limbo, inquisición, y un largo etc. Ha llegado a santificar el miedo llamándolo santo temor.
Por eso interpreto que el noajismo representa una liberación. Representa el mirar serenamente al futuro sin fantasmas, con amor a todo lo creado y con amor a nuestros semejantes, incluidos los animales. Con justicia. Por eso hay que defenderlo y vivirlo. Sobre todo hay que evitar que se pervierta transformándose en una nueva religión.
Tiene que ser una forma de vida y no una forma de creer algo. Una forma de vida que requiere valor, para afrontar el futuro serenamente sin refugiarse en supersticiones-quita-miedos.

Benditos sean los que luchan por liberar al ser humano por este camino.

P.D. Para que se me interprete bien debo advertir que, en este mensaje he usado el término «religión» en el mismo sentido que el maestro Yehuda da a esa palabra