Todas las entradas de: Jonathan Ortiz

Un gentil con sentido. Colaborador en la expansión del noajismo.

Los malos vecinos

Había una vez un hombre que salió un día de su casa para ir al trabajo, y justo al pasar por delante de la puerta de la casa de su vecino, sin darse cuenta se le cayó un papel importante. Su vecino, que miraba por la ventana en ese momento, vio caer el papel, y pensó:

– ¡Qué descarado, el tío va y tira un papel para ensuciar mi puerta, disimulando descaradamente!

Pero en vez de decirle nada, planeó su venganza, y por la noche vació su papelera junto a la puerta del primer vecino. Este estaba mirando por la ventana en ese momento y cuando recogió los papeles encontró aquel papel tan importante que había perdido y que le había supuesto un problemón aquel día. Estaba roto en mil pedazos, y pensó que su vecino no sólo se lo había robado, sino que además lo había roto y tirado en la puerta de su casa. Pero no quiso decirle nada, y se puso a preparar su venganza. Esa noche llamó a una granja para hacer un pedido de diez cerdos y cien patos, y pidió que los llevaran a la dirección de su vecino, que al día siguiente tuvo un buen problema para tratar de librarse de los animales y sus malos olores. Pero éste, como estaba seguro de que aquello era idea de su vecino, en cuanto se deshizo de los cerdos comenzó a planear su venganza.

Y así, uno y otro siguieron fastidiándose mutuamente, cada vez más exageradamente, y de aquel simple papelito en la puerta llegaron a llamar a una banda de música, o una sirena de bomberos, a estrellar un camión contra la tapia, lanzar una lluvia de piedras contra los cristales, disparar un cañón del ejército y finalmente, una bomba-terremoto que derrumbó las casas de los dos vecinos…

Ambos acabaron en el hospital, y se pasaron una buena temporada compartiendo habitación. Al principio no se dirigían la palabra, pero un día, cansados del silencio, comenzaron a hablar; con el tiempo, se fueron haciendo amigos hasta que finalmente, un día se atrevieron a hablar del incidente del papel. Entonces se dieron cuenta de que todo había sido una coincidencia, y de que si la primera vez hubieran hablado claramente, en lugar de juzgar las malas intenciones de su vecino, se habrían dado cuenta de que todo había ocurrido por casualidad, y ahora los dos tendrían su casa en pie…

Y así fue, hablando, como aquellos dos vecinos terminaron siendo amigos, lo que les fue de gran ayuda para recuperarse de sus heridas y reconstruir sus maltrechas casas.

Autor. Pedro Pablo Sacristán

Enseñanza: No debemos juzgar las intenciones de los demás ni inventarlas. Hablando es como se entiende la gente y se aclaran multitud de problemas

¿Fe, tonteria inofensiva?

Muchos de nosotros veíamos a la religión como una tontería inofensiva. Puede que las creencias carezcan de toda evidencia pero, pensábamos, si la gente necesitaba un consuelo en el que apoyarse, ¿dónde está el daño? El 11 de septiembre lo cambió todo. La fe revelada no es una tontería inofensiva, puede ser una tontería letalmente peligrosa. Peligrosa porque le da a la gente una confianza firme en su propia rectitud. Peligrosa porque les da el falso coraje de matarse a sí mismos, lo que automáticamente elimina las barreras normales para matar a otros. Peligrosa porque les inculca enemistad a otras personas etiquetadas únicamente por una diferencia en tradiciones heredadas. Y peligrosa porque todos hemos adquirido un extraño respeto que protege con exclusividad a la religión de la crítica normal. ¡Dejemos ya de ser tan condenadamente respetuosos! ( Richard Dawkins, The Guardian, 2001-10-11 «Has the world changed?.» The Guardian.)

El noajida ES

Si yo soy yo y tú éres tú, entonces yo soy yo y tú éres tú. Pero si yo soy tú y tú éres yo, entonces yo no soy yo y tú no éres tú. 
 

No es un trabalenguas, en palabras sencillas significa que yo sólo puedo realmente llegar a ser yo y tú solo realmente puedes llegar a ser tú.
 
Y si sabes que eres noajida, pero tratas de imitar la conducta de los judios, haciendo lo mismo que ellos (mandamientos, costumbres, leyes, tradiciones, etc), lo que habrá de resultar de ello es que tu no serás realmente tu mismo; pues ni yo seré yo. ni tú serás tú …
 
Así que por más que nos alimentemos de la savia judia y esto nos influya en sobremanera, debemos de esforzarnos por tratar de ser realmente nosotros mismos, actuando con fidelidad a nuestra esencia y tratando de revelar la luz única y singular que el Creador colocó en cada uno de nosotros.

¿Oración verdadera o superstición?

La oración supersticiosa coloca al Creador en rol de genio de la lampara, esclavo que obedece cada capricho humano, payaso de fiesta que está alli para sorprender a quien esté aburrido.

La oración supersticiosa se hace para tener buena suerte, para ligar que «el universo conspire a mi favor».

La oración supersticiosa la hace quien cree que Dios es alguien con quien se debe negociar los favores.

La oración verdadera se puede hacer incluso sin palabras, sin peticiones, sin demadas, exigencias.

La oración verdadera no es una descripción de los atributos del Creador.

La oración verdadera quizás tenga algunas peticiones, pero tambien tiene consciencia de que el Creador no está obligado a responderlas.

La oración verdadera no es una receta mágica que al terminarla hará todos mis deseos realidad.

La oración verdadera puede ser un simple y honesto “gracias”, pero tambien puede ser una conversación respetuosa, a veces puede ir acompañada de lagrimas.

La oración verdadera va acompañada de la consciencia de que a través de ella el ser humano se conecta (no porque esté desconectado) con su origen, sino reconoce que su lugar es aqui, en la Creación.

Quien reza por un trabajo inmediatamente sale a buscarlo. Pero hay quien reza por un laburo y se queda en casa esperando que le llegue.

La oración verdadera no precisa de libros de rezos, aunque pueda guiarse con ellos, pero no por eso crea dependencia a ellos.

El Talmud afirma que cierto hombre justo concluía siempre sus plegarias con las siguientes palabras:

«Dios, Tú sabes qué es bueno para mí y mi modo de vida. No he venido a informarte de mis necesidades o para llamar Tu atención a ellas; más bien, para que yo me dé cuenta de cuánto dependo de Ti…» (Citado en Jovat HaLevavot, Shaar Jeshbón HaNefesh.)

Pesaj: Salvando una generación

Leia un comentario del amigo ‘curioso1’ en el que decía, palabras más, palabras menos, que los hijos que crecen en el seno de un hogar seudo judío (mesianico, netzarita, ebionita, etc), creerán que parte de su pasado está ligado al pueblo judío.

Pensando al respecto cómo seria esto vino a mi mente la imagen de un adulto que perdió a sus padres, que comienza a sentir curiosidad por su pasado, y revuelve un poco las cosas, pregunta, indaga, etc, da con algo de carácter propiamente judío, por ejemplo: un sidur, una kipa, un talit, un mezuza, etc… O quizás consiga algo que a sus ojos pueda parecer judío: una foto de papá, mamá y él celebrando lo que él cree es un Shabat, un video en el que se muestra a personas festejando lo que él cree es una fiesta judía, etc.

Este adulto se inquieta y profundiza su investigación, comienza a ver ciertas similitudes entre su pasado y las prácticas judias actuales…

Se pregunta por qué sus padres rompieron con «su» tradición judía… Se responde que quizás el antisemitismo los llevó a esto.

Quizás este adulto descubra que sus padres creían en alguien llamado Jesús, Yeshua, Yahoshua, Yoshua… y que quizás esa fue la razón que llevó a sus padres a ocultar su «verdadera identidad» ya que los judíos no creen que éste sea el Mesias.

Para ese momento se habrá trastocado su identidad, no sabrá quién es, sentirá que ha «perdido» su vida, querrá «retomar» su pasado, irá a donde un rabino para mostrarle las imágenes, éste le pedirá documentos para comprobar su judaicidad por vía materna, pero no los tendrá ya que nunca existieron, debido a que los seudo judíos carecen completamente de un aval legal que certifique alguna relación con el judaísmo.

Al ver que le «cierran» las puertas, comenzará a buscar más gente que comparte su pasado. Escribirá en Google: «judíos yeshua», y encontrará N cantidad de enlaces que lo llevan a lo que él cree es su verdadera identidad.

Así terminará repitiendo el error que cometieran sus padres, y que posiblemente estos hayan querido corregir al ocultarle parte de su pasado, tal vez por vergüenza, o quién sabe qué.

Aprovechemos este tiempo en que el Pueblo Judío celebra Pesaj para colocar el pasado en su lugar. De ser necesario contemos a nuestros hijos, si queremos y podemos, que una vez cometimos el error de asumir una identidad que no nos correspondía (no necesariamente la religiosa, recordemos que el EGO tiene mil y un caretas), pero que un día entendimos que eso no era correcto y decidimos corregir y ser quienes realmente somos.

Más que perder el respeto de ellos, lo ganaremos. Además, tendremos la tranquilidad que dentro de unos años, no importa qué cosa de nuestro pasado descubran, ellos seguirán siendo noajidas puros.

Link Recomendado: «Tikun Olam»  http://serjudio.com/dnoam/rap137.htm

 

Pesaj, tu elemento

En breve el pueblo hebreo celebrará su independencia, la Salida de Egipto, su paso de la esclavitud a la libertad. Transmitirán a las nuevas generaciones el mensaje de redención implicito en lo que ellos llaman Seder de Pesaj, una ceremonia que pertenece únicamente a ellos por disposición Divina.

Dentro de esta ceremonia recordatoria harán memoria, a través de ciertos elementos, de aquel momento en que todo un pueblo pasó de ser esclavo a libre, con el fin de resguardar sus orígenes, sabiendo que en otrora su voluntad estaba sujeta al capricho del Faraón, pero que un dia esto cambió y el Creador los rescató para entregarles Su Torá, Su voluntad expresa, lo que debian hacer ahora que eran libres.

Cuenta una historia que una vez un rey tenia un primer ministro al que habia confiado la administración de su reino. Este primer ministro tenia por costumbre entrar todos los dias a una habitación por unos minutos y luego salia. La gente ignoraba qué habia alli, pero la curiosidad los llevó a preguntarle al primer ministro qué ocultaba.

El primer ministro los llevó a la habitación y les mostró qué habia alli. Quedaron sorprendidos al ver una chaqueta de cuero y una flauta. El dijo: Antes de ser primer ministro, yo era un pastor de ovejas, y cuando las apacentaba acostumbraba a tocar la flauta. Todos los dias entro a esta habitación para acordarme de mis origenes, para saber de dónde vengo, dónde estuve, dónde comencé».

Ahora que viene la fiesta de Pesaj nosotros los noajidas no tenemos participación directa sobre algun ritual en el que algun elemento nos recuerde que hayamos sido sacados del Egipto físico, pero sí existe ciertos recuerdos de que un dia estuvimos esclavos en algun Egipto, la más común quizás sea alguna religión, quizás para otros sea una situación crítica, o algun otro momento que marcó cambio en nuestras vidas al sabernos noajidas y comenzar a vivir de manera consciente nuestra identidad espiritual.

Aprovechemos este tiempo de Pesaj para acordarnos de aquello que un dia nos esclavizó, no hay nada de malo en hacerlo, todo lo contrario, siempre es bueno recordar de dónde venimos, de dónde Su mano nos sacó. Pero tambien tomemos consciencia de lo que implica ser libres y al mismo tiempo vivir bajo los Siete Mandamientos que definen nuestra espiritualidad, nuestra vida.

Recordemos que al EGO le gusta que olvidemos nuestro pasado. Pero acordarnos de cómo estabamos antes y cómo estamos ahora es una buen ejercicio para crecer espiritualmente.

Feliz Pesaj para todos y todas.

Como subir videos de YouTube a FULVIDA

Espero sea de utilidad para quienes deseen ir más allá de los textos o complementar estos.

Primero, buscamos el video que queremos compartir.

Segundo, damos clic donde dice «Insertar», veamos la imagen:

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Tercero, seleccionamos el código, lo copiamos y abrimos en el navegador deFULVIDA la pestaña HTML y lo insertamos en el campo de texto:

 

 

 

 

 

 

 

 

Luego volvemos a la pestaña que dice ‘Visual’ y seguimos trabajando en la publicación.

Si en algo me equivoqué agradezco la corrección.

Saludos

 

El Conde y El Judio que vendia alfombras

Un Shabat a la noche estaba con su familia, en la comida sabática. De repente golpearon a la puerta y entro un mensajero del conde.

-Perdonadme la interrupción -dijo el mensajero-. Me ha enviado el conde pues hoy a la noche tiene una gran fiesta en el palacio y quiere obsequiar a sus invitado con alfombras. He venido para que usted se las envíe enseguida.

-Lo siento mucho, pero no podré complacer el pedido del conde. Para nosotros, los judíos, hoy es el santo Shabat y tendrá que esperar hasta mañana a la noche.

-¿Que clase de respuesta es esta?, dijo el mensajero riendo, ¿Como va a esperar el conde hasta mañana si es hoy cuando las necesita?

-Pues yo no puedo dárselas hoy, ya que en Shabat esta prohibido negociar, dijo el comerciante. Que el conde me perdone. El mensajero se fue, pero regreso a poco tiempo con una carta de su amo.

«Necesito sin falta las alfombras -escribía el conde- te pagare el doble o el triple de su valor, pues no puedo conseguirlas en ningún lado. Pero, si no me las das te arrepentirás, piensa bien lo que haces. No te conviene perder un cliente como yo.»

El judío leyó la carta y respondió al mensajero.

-Dile al conde que hay Alguien Superior a el y al que debo obedecer. No quiero perder un cliente tan bueno, pero no puedo hacer otra cosa.

Al finalizar el sábado el comerciante recibió una notificación para que se presentara en el palacio del conde.

Su familia estaba asustada y rogó para que no le pasara nada.

El hombre con valentía, se encamino hacia el palacio.

Ante su gran sorpresa, el conde salió a recibirlo y lo saludo amablemente.

-Perdonadme -le dijo el conde-, por haberte molestado. Tengo un amigo, continuo el conde, que me dijo que el no tenia confianza en los judíos, que ellos solo buscan el dinero y por el dinero eran capaces de vender su fe. Decidí entonces probarte y has pasado muy bien la prueba.

Pude demostrarle a mi amigo lo equivocado que estaba, te agradezco mucho.

Así el conde y el judío siguieron siendo muy buenos amigos.

Enseñanza para la vida del noajida: Cuando hay verdadero compromiso no hay EGO que valga.