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Resp. 1108- ¿SE SIENTE UN POCO RARO?

omarsanson nos consulta:

hola,
1-  espero no molestar,
2- desde hace tiempo he estado haciendo muchas cosas que leo en fulvida,
3- pero me siento un poco raro,
4- no me siento feliz pero tampoco melancolico
5- y algunas cosas que leo no las he podido realizar y por eso me siento un poco mal,
6- porque me siento así???
7- y ayer ore,
8- aunque me senti algo extraño era algo familiar,
9-  pero no pude decir muchas cosas por miedo,
10- me podria dar un consejo para afrontar los miedos???
muchas gracias, QUE EL ETERNO LOS BENDIGA, GRACIAS.
OMAR, SANSON, 21, ESTUDIANTE, MEXICO, DISTRITO FEDERAL.

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Realidad virtual… realidad real.

Les contaré una historia sobre un mundo… un mundo en donde nada era lo que parecía ser. Un mundo de apariencias en donde se veneraba la imagen… uno cada vez más densificado pero al mismo tiempo cada vez más artificial y vacío. Un mundo regido por un sistema de doctrinas religiosas incuestionables, pero tan falsas como sus regentes.

Sus habitantes  estaban inmovilizados, inermes, conectados a una red de mentiras tan similares a verdades que parecían no ser falsas. Una realidad-virtualizada en donde los individuos vivían una experiencia ilusoria colectiva.

Las personas no conocían otra realidad. Estaban tan inmersos en el sistema y eran tan dependientes de este, que lucharían para defenderlo.

La mayoría de los que vivían conectados a este mundo ilusorio, ignoraban por completo lo que estaba pasando; unos porque nacieron adentro y nadie les dijo, otros porque eran incapaces de creer que todo a su alrededor y toda su vida fuese una mentira…

En este mundo existían “agentes” encargados de que el sistema no cambiase… y su misión: que las personas allí prisioneras (no en prisiones para sus cuerpos sino para sus mentes) siguieran esclavizadas y engañadas; viviendo en un mundo irreal por el resto de sus vidas.

De esta manera, el sistema podría asegurar su existencia; succionando como a una batería la energía vital de las personas: su tiempo, sus bienes, su dinero, su esencia, sus almas.

Los “agentes” o misioneros –que eran los encargados de perpetuar el engaño- consideraban que cada habitante era potencialmente un “agente”, así que buscaban personas para adoctrinar, lavándoles el cerebro con una peligrosa y volátil sustancia a la que llamaban “fe”.

Algunos que sabían la verdad, pero no la soportaban, se hicieron cómplices de la falsedad, así que se aliaron a los agentes para conseguir beneficios.

Sin embargo, muchos siglos atrás hubo algunos que le dieron la espalda al sistema y emprendieron una búsqueda incansable. Ellos sabían que algo estaba mal, no sabían con exactitud que era, pero una chispa esencial en su interior les decía que debían buscar la verdad… Y la encontraron, o mejor dicho: la Verdad los encontró a ellos…Y así lograron salir.

Ahora el sistema es poderoso y los agentes-misioneros persiguen tanto a los que ya han escapado de las redes como a los que nacieron fuera, intentando convertirlos, reprogramarlos y conectarlos al sistema nuevamente, apartándolos de la verdad y la realidad.

Pero el sistema nunca tuvo en cuenta un factor incalculable en la ecuación: la naturaleza espiritual humana.  Son muchos los que continúan cuestionando, buscando y saliendo del sistema, luchando contra los poderosos agentes e intentando liberar a otros de sus celdas mentales. La lucha continúa…

Y a ti amigo noájida ¿La “Idolatrix” aún te tiene?

Saludos a todos y feliz séptimo!!

Respuesta a que?

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Recientemente veía un video que se encuentra en Youtube, que se titula “respuesta judía a un pastor”, en donde un señor de barba blanca con traje y gorro negro, contesta algunas preguntas hechas por otro señor que está haciendo un documental en Israel.

Por la conversación que tuvieron supuse que el señor de negro era judío, el señor del documental pastor cristiano, y que se produjo en Israel pues al fondo se aprecia el Muro que se encuentra en ese país.

A primera vista, me pareció con “ciertos aires de espiritualidad” las respuestas que daba el señor judío al pastor cristiano, pero luego de volverlo a ver, me pareció muy tonta la conversación, poco provechosa y una pérdida de tiempo ridícula.

¿Por qué dedicarle tanto tiempo a temas de jesus, de mesías, de regresos mesiánicos y del templo? ¿Qué no habrá temas más provechosos de que hablar? ¿Sirvió los temas de conversación para que cada uno de ellos sea más feliz o mejor persona?

Ahora, viéndolo una tercera vez, más parece una guerra de EGOs entre ambos, tanto el judío como el pastor, de intentar convencer al otro. Uno con respuestas directas y el otro con preguntas ambiguas. Cero provecho, cero utilidades, cero amistad. Imagino que cada uno se fue por su lado, con cierta pasión iracunda y con esa sensación interna de que se venció al otro; pero que en la realidad produjo más distancia de la que ya de por sí había.

Claro, como el espectador del video observa que se trata de un judío, que por sus ropas y sus rasgos puede ser Rabino, y que en el fondo se logra ver el muro, equivocadamente se cree que es un buen video con buen mensaje; todo por estar revestido de cosas judías, y que da como resultado ciertos aires de espiritualidad o santidad. ¡Qué equivocación! ¡Hasta los mismos principios del Método Científico demuestras que la prueba visual es la menos confiable ¡

Es un pésimo video, con pésimo mensaje, con pésimos temas; y es un vivo ejemplo de la ridiculeces que se pasan por perder tiempo en cosas sin importancia o en temas no provechosos.

Ahora, ¿Qué hace un gentil tico, a kilómetros de distancia física de Israel y de su cultura y tradición, opinando sobre un video que está en la red y que trata de asuntos propios de la religión? ¿Qué no hay problemas más serios que atender en mi país, provincia, distrito, comunidad o vecindario y de los que puedo aportar para mejorar la calidad de vida de los míos?

En definitiva, hay cosas más importantes a que dedicar el tiempo, y temas más bonitos o útiles de que charlar en su momento. Sin embargo, esa tendencia a rebuscar lo espiritual o santurrón solo por ver indumentarias exóticas o lugares desconocidos, nos vuelve ciegos para vivir una vida en realidades para empezar a razonar bajo los efectos narcóticos que producen las fantasías religiosas

Tal vez, un posible manifiesto de este gentil tico, respecto a este video, y a lo que respecta a otras culturas sería algo así:

-No hacerle caso a la vista. La prueba visual es la menos confiable.

-Apartarse por completo de especular sobre lo relacionado con lo que pertenece a otra nación o cultura. Si se opina, será para aprovechar las experiencias de lo que dio resultado, sin afán de copiar, emular, juzgar o prejuzgar.

-Es gratis vivir de realidades; es una pérdida de tiempo y recursos vivir fuera del tiempo y el espacio que nos corresponde. Así pues, dejemos que las otras naciones y culturas celebren sus propias fiestas, fechas, ocasiones especiales, y rescatemos las propias.

 

 

Cambiar cambiando

Estando en los minutos previos al reciente gran  encuentro de noájidas, organizado por el amigo Ramón Ruiz y su brillante equipo de compañeros de FULVIDA en México, una persona amablemente me pidió que hablara sobre “cómo cambiar” (para mejorar, para perfeccionarse, para apartarse de lo negativo y acercarse al bien).
En una respuesta lanzada al instante y sonriendo dije: “Cambiando”.
Puede parecer una respuesta insensible, inmadura, falta de sentido, carente de respeto, que no satisface, inútil… ¿o es la mejor respuesta en su brevedad y certeza?

Viajemos unos siglos al pasado para encontrarnos con uno de los grandes pensadores y maestros de la historia, don Platón, el cual enseñó: “El que aprende y aprende y no practica lo que aprende, es como el que ara y ara y nunca siembra”.

De poco (y/o nada) sirve el atiborrarse de conceptos, llenarse de lecturas, engullir frases célebres, proponerse cambios, idear planes, proyectar futuros, prometer mejoras, comprender lo que está mal y lo que es necesario arreglar si no se lleva a la práctica.
La teoría puede ser muy bonita, pero es útil y buena cuando se concreta.

Como expresa el “Tratado de Principios” (Abot 1:17): שִׁמְעוֹן בְּנוֹ אוֹמֵר, כָּל יָמַי גָּדַלְתִּי בֵין הַחֲכָמִים, וְלֹא מָצָאתִי לַגּוּף טוֹב אֶלָּא שְׁתִיקָה. וְלֹא הַמִּדְרָשׁ הוּא הָעִקָּר, אֶלָּא הַמַּעֲשֶׂה. וְכָל הַמַּרְבֶּה דְבָרִים, מֵבִיא חֵטְא:
Shimón su hijo dice: toda mi vida crecí entre sabios y no encontré nada mejor para el cuerpo que el silencio. Y no es el estudio lo principal, sino la acción. Y todo el que multiplica palabras, provoca el error”.

Sí, puedes vivir toda la vida entre sabios, y hasta haberte empapado de sabiduría, pero si solamente hablas y hablas, das vueltas, teorizas, estudias pero nunca ejerces la sabiduría, entonces estás mal rumbeado, no vas por el camino del bien, sino por el del pecado, de la enfermedad, de la podredumbre interna y probablemente externa.

El estudio no es lo principal, ya que lo esencial es la acción, la realización; pero claro, una acción desprovista de sustento intelectual, de base razonable, de inteligencia detrás, suele ser una acción torpe, destructiva, desequilibrada o tal vez una de esas “bien intencionadas” que terminan por generar mayores dramas que los que pretendía evitar.
Así pues, que la acción sea lo principal, pero nunca carente de contenido, falta de razonamiento, lisiada de pensamiento, hambreada de análisis y crítica.
Y que el estudio sea semilla para la práctica, porque sino queda en nada, y muchas veces en menos.

Entender, comprender, saber, darse cuenta, tomar conciencia, despertar, aprender, leer, memorizar… sí, todo muy lindo, pero ninguna de estas cosas lleva al cambio positivo.
El cambio se genera cambiando, no soñando en cambiar, ni planificando el cambio, ni fantaseando con haber cambiado. Se cambia cambiando.

Como explicamos en otra ocasión, podemos ser víctimas del cambio que viene de fuera y nos arrolla, como un tsunami que pasa y se lleva puesto lo que está delante.
O podemos ser generadores del cambio que deseamos. Por supuesto que el resultado no depende de nosotros, recuerda que no podemos controlar lo que no podemos controlar. Pero, aquello que está bajo nuestro dominio, controlémoslo.
Entonces, cuando se viene la gran ola del cambio, esa que no podemos controlar ni debemos hacerlo, generemos nosotros el propio cambio antes de que nos impacte. Surfeemos la ola, montemos sobre ella y aprovechemos su impulso para cambiar y alcanzar algún objetivo positivo.

“Que no es fácil”, me dirás tú.
Sí, ya lo sé.
Ahí está uno de los motivos por los cuales nos quedamos encerrados en la celdita mental y nos aletargamos y nos paralizamos y nos negamos al cambio positivo para ser víctimas pasivas de los cambios que nos arrollan.
El EGO, que nos dice que no podemos, que no tenemos poder, que es difícil, que fracasaremos, que el destino nos marca, que los genes nos hacen, que la vida es injusta, que… puro EGO, dejándote atrapado en la telaraña de pensamientos y sentimientos de nulidad, imposibilitado de hacer algo, lleno de ideas a veces pero falto de acción modeladora de la realidad.

Por ello, la propuesta desde siempre es la de ser CONSTRUCTOR de shalom. No un espectador, no un expectante del milagro, no alguien que pide, no el que recibe, sino el que genera el cambio positivo. Aquel que sabiendo, poco o mucho, más o menos, igualmente se dedica con empeño y perseverancia a hacer lo posible para que haya paz y plenitud (shalom).

Reitero, el conocimiento es necesario, el aprender y saber, el tomar conciencia, el medir las acciones antes de realizarlas, el evaluar correctamente, porque si no caemos en el voluntarioso que provoca desastres, en las buenas intenciones que son obstáculos para la prosperidad y el bienestar.

También para saber qué es bueno o necesario cambiar. Si vamos por la vida dormidos, anestesiados, embotados, ignorantes de nuestro ser y hacer, difícilmente encontraremos el modo de cambiar positivamente. Veamos la obra y comprendamos qué es lo que podemos y sería oportuno modificar.

Tenemos pues que contar con buenas ideas, apropiado conocimiento, sabiduría acorde, pero para llevar a la acción modeladora del shalom.
En medio está la palabra.
Es una acción, pero que puede ser estéril, puede ser tóxica o puede ser provechosa.
La palabra está en medio, pero que no se convierta en un arma, ni en tóxica, ni en viciosa, ni en excusadora, ni en agresiva, sino en mecanismo para la realización de lo bueno y justo.
Que no se quede en mitad del camino, sino que propicie alcanzar nuevas alturas.

Recuerda, la palabra (las expresiones) son herramientas muy habituales del EGO, en las derivaciones del llanto, grito y desligarse de la realidad.
Cuando la palabra es vehículo del EGO, mejor taponarla, detenerla o modificarla en algo inocuo, o mejor aún, algo provechoso.

Bajar la ansiedad, quitar dramatismo, eliminar los no puedo, extirpar la violencia, detener el oprobio, ahuyentar la excusa que paraliza o refuerza el mal.
Respirar, centrarse, enfocarse, tomar la resolución, actuar positivamente. Y cuando no hay acción positiva, entonces declarar la palabra positiva. Y cuando no hay palabra positiva, entonces ver qué está pasando que no vemos método para la construcción de Shalom.

Si permites que el cambio que viene de fuera te arrolle, bueno… es lo que decidiste.
Si permites que el EGO te siga esclavizando, entonces vives torturado, angustiado, ansioso, con sentimiento de culpa, triste, volando en tus delirios, intoxicado en tus adicciones, falsamente exitoso, impotente… bueno, es lo que decidiste.

O, pruebas el cambio cambiando.
Evalúas, lo comentas con alguien de confianza y que te brinde seguridad (si quieres), respiras y lo haces.
Como premisa indispensable, que sean acciones de bien y justicia, de construcción de shalom.
(En los pocos casos que se pueda precisar la acción destructiva, bueno, son esos poquísimos casos que tal vez se presentan en una vida: cuando te van a asesinar, si te están por secuestrar, si te vienen a violar, etc. en esos casos en los que realmente la vida o integridad está en peligro, y tal vez, lo necesario es una acción directa, violenta, no sé y espero que ni tú ni yo sepamos de estas cosas).

Por lo general es suficiente para una vida de bienestar con la intención de construir shalom, haciendo lo que es bueno Y justo, al tiempo que analizamos las cuestiones y no nos dejamos llevar por impulsos o impresiones, y si nos hemos nutrido intelectualmente para adquirir conocimiento e intuición. Claro, recuerda, no controlamos lo que no podemos controlar, y pretender hacerlo nos lleva a la ruina. Si tu haces todo lo necesario para construir shalom pero la otra persona está enferma siquiátricamente, o es esclavo contumaz del EGO, o lo que fuera y busca la destrucción, el mal, el desequilibrio… bueno, tú haces lo que puedes, actúas con el principio rector, siembras, pero no eres quien controla el resultado.
¿Comprendes?
Igualmente, sigue en tu senda de constructor de shalom aunque el mundo te demuestre indiferencia, hostilidad u oposición.
Finalmente, tú eres el vencedor. Quizás no en la ecuación materialista e ilusoria del EGO, pero eres vencedor en donde cuenta.

Recuerda, eres hijo de Dios, te mereces lo mejor y que te corresponde.
Disfruta de lo permitido, aléjate de lo prohibido.

Resp. 1105- ¿Dios permite un gobierno comunista?

Ernesto Jean Pierre nos consulta:

Buen día Moré Yehuda, mi pregunta es clara 1- ¿Dios permite un gobierno comunista respetando las 7 leyes? y 2- ¿es que la plusvalía no es un robo del empleador al empleado, bastante explicado por Karl Marx? por cierto ya leí la sección de ROBO de "el camino del gentil justo" y no he encontrado respuestas a mis preguntas, gracias de antemano.
Ernesto Jean Pierre U. 30 años, médico, Arequipa, Perú

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Resp. 1104 – ¿Genocidio y robo a pueblos originarios de América?

Ernesto Jean Pierre nos consulta:

Buen día Moré:
Mucho se habla (y con justa razón) de los 6 millones de judíos exterminados por Hitler, pero ¿de los más de 20 millones de nativoamericanos exterminados y saqueados por los europeos en toda Améri? parecen un fantasma en la historia, en honor a la justicia ¿no deberíamos devolverles sus tierras a los pocos que quedan o al menos a sus descendientes bastardos producto de las violaciones cometidas por los españoles? o hacemos borrón y cuenta nueva, agradezco su respuesta de antemano.
Ernesto Jean Pierre U. 30 médico Arequipa Perú

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Resp. 1103 – Inicio de vida noájica

Recibimos esta consulta originada en Venezuela:

Saludos amigo 
Muchas gracias por su atención.  A continuación expongo algunas cosas.
1. Le agradecería me informe de haber alguna actividad a nivel nacional donde nos reunamos.  o de crear e incursionar en la Comunidad Noajida de Venezuela 
2. Existe mucha posibilidad de que concrete una reunión semanal (sábados) en mi hogar con mi familia y un par de invitados, me gustaría saber si existen estudios específicos para compartir con los que se interesan en el noajismo. Por ahora estudiamos las características del ETERNO, su unicidad, entre otras, Hacemos reza, cánticos. 
3. Qué forma existe de adquirir los textos (rezos para los noajidas) ya que por ahora no poseo tarjeta de crédito ni dolares.
4. La dirección la llevo yo, pero quiero saber su las mujeres pueden rezar delante de los barones?
Esto por ahora, disculpe las molestias causadas.
Gracias

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Supersticioso e Impotente

Nos desenvolvemos en un ambiente preponderantemente supersticioso, lleno de religión y creencias extrañas, dogmas vacíos y rituales huecos, basta con ver, echar una mirada hacia afuera (aunque también hacia adentro) para poder constatar este hecho, estamos llenos de iglesias, de templos donde se veneran “santos” (imágenes), en la espera de que nos hagan ocurrir algún milagro que cambie nuestras vidas, o que nos concedan algún mágico deseo que anhelamos.

Este modo de vivir supersticioso, tiene mucho que ver con la idolatría, aunque también con la impotencia y por ende con la facultad del poder real, INHIBIDO Y APABULLADO detrás de todas esas ideas raras y creencias extrañas que mencionamos al principio.

Y si, somos supersticiosos, lo aceptemos o no, lo queramos o no, en algún aspecto de nuestras vidas, la superstición está presente, sea que la persona deposite su confianza (fe ciega) en alguna imagen o tenga alguna fuerte convicción en lo sobrenatural, religioso o mágico pero la superstición se presenta como un camino aceptable para salvar a la persona de la tan temida impotencia (el no poder en algún aspecto de nuestras vidas).

El tema de la impotencia esta tratado con más profundidad y mayor seriedad en los trabajos publicados con anterioridad, por el More Yehuda, pueden acceder a ellos ingresando la palabra Ego en el buscador de este sitio, es bueno tener bien comprendido este concepto.

En un breve y muy general resumen, se puede decir que, toda la oleada de sensaciones caóticas que sobrevienen al momento del nacimiento, forman parte del trauma intenso del recién nacido, que posteriormente se reforzara, cuando en situaciones de impotencia real o ficta, la persona se sienta morir, cuando su poder real o ficto se evapore.

El niño al momento del nacimiento, después de estar en un estado de completo bienestar (pues no necesita demandar ni pedir nada, porque todo le es suministrado de forma automática, pues las condiciones que necesita para desarrollarse en los nueve meses, deben de ser lo más optimas posibles) y entonces, el sobrevenir atroz del nacimiento, y el pequeño ahora debe respirar, sus ojos no están acostumbrados a la luz, ni su cuerpo al frio, y entonces el instinto de supervivencia, ejecuta la función para la cual fue creado mantener con vida al pequeño.

Sí, es el instinto de supervivencia, es el que motiva al pequeño a llorar, gritar, patalear, para exigir “un poco de atención” es un instinto básico porque al pequeño nadie le enseña a gritar ni a patalear, para de ese modo obtener algo de atención y cuando sus necesidades de abrigo y alimento son suficientemente satisfechas, la programación deja de ejecutarse.

De hecho como se viene repitiendo constantemente, este es el patrón de conducta, que nos rige la mayor parte de nuestras vidas, solo piensen un poco acerca la conducta de las personas que los rodean mucho más aun ¡la de nosotros mismos! Y verán que esencialmente es lo mismo, por ejemplo el niño que llora por que no puede hacer algo, o el adulto que se enfurece cuando no se hacen las cosas como él dice, todo detrás de ello es simple y llana impotencia, y los llamados de atención de quien no puede salir de ella, y así es con la mayor parte de los sucesos de nuestras vidas, es una raíz primaria en la mayor parte de nuestras conductas, es que es un trauma tan intenso que nos marca de por vida.

Esta teoría está desarrollada y sostenida por el More Yehuda, sin embargo, es un conocimiento científico perfectamente comprobable, como anteriormente se expuso y como tal es fácilmente comprensible, una vez que es explicado con detenimiento.

Ahora volviendo al tema de la superstición, la idolatría y la impotencia, nos encontramos con esto mismo, ego, impotencia e idolatría, la combinación necesaria para hundir a la persona en la mediocridad y estancamiento.

Normalmente, nos movemos en base al ego (el deseo de recibir), es el deseo, el que nos motiva a hacer las cosas, pensemos en las cuestiones religiosas, muchos veneran santos por demandar favores, piden salud, dinero, amor, unos un poco más centrados piden por la armonía familiar, por el bienestar de los demás, otros desconectados de la realidad, desean recibir “un paraíso” un mundo por venir reservado para unos cuantos, otros desean la salvación de su alma porque fueron concebidos en un pecado original, aunque su madre de forma licita y honesta los haya procreado en un ambiente de respeto y amor con su respectivo conyugue, y así sigue la lista siempre con el deseo como objetivo primordial y con el conocido mecanismo del ego.

Deseo-grito- obtengo y me callo

Una manera bastante simplona de ejemplificarlo, pero no tan alejada de la realidad…..

Pero nos mueve el deseo, aunque este disfrazado de buenas intenciones, incluso en la gente que se aleja de lo religioso para abrazar lo espiritual, buscan en Dios algún tipo de beneficio aunque de forma licita (y no está mal), pero de nuevo esta ahí el mecanismo primitivo de supervivencia, existió un personaje ilustre hace bastantes años, del cual viene la estirpe de los judíos, no otro que Abraham, él fue una gran persona, un destacado individuo, que instruía a través del ejemplo, como mantener al ego en su lugar, nos movemos en base al ego, nos motiva el deseo, el mecanismo rudimentario de supervivencia, tal como aferrarte a una tabla salvadora para escaparte desesperadamente del naufragio, pero esta persona (Abraham) se desplazaba en otro angulo, se movía hacia otra dirección, a él lo motivaba la acción desinteresada, la entrega altruista y generosa, el ocuparse por el desarrollo del prójimo, por su progreso y así mientras mantenía a raya el ego, desarrollaba sus potenciales, un modo más civilizado o evolucionado de actuar, de vivir….. Hacer de lado el modo primitivo de accionar e instalar patrones de conducta más elaborados.

Para ejemplificar dos conductas opuestas una donde prima el instinto básico de supervivencia (el ego) y otra donde la parte más evolucionada del cerebro toma el mando, digamos que no es lo mismo:

Buscar pareja “para no estar solo”

QUE

Buscar pareja PARA FORMAR UN HOGAR

La misma situación pero con enfoques totalmente distintos, en uno prima el ego y en el otro una forma más evolucionada de vivir, Espiritualidad autentica.

Pero retomando el tema de la superstición y la impotencia, traumatizados por el impacto del nacimiento, nos vemos forzados a actuar y salvarnos de la tan temida impotencia primordial y ello nos orilla a depositar nuestra confianza (fe ciega) en la superstición, en cualquiera de sus múltiples facetas, inhabilitándonos en el ejercicio de nuestro poder real, aferrándonos a tablas (irreales) de salvación, en lugar de potencializar nuestras habilidades.

La solución: tener conciencia de nuestro estado, y actuar como consecuencia de ello, prepararnos, ejecutar, hacer, y modificar la realidad a partir de acciones en el plano físico de la realidad (este mundo)

El mundo funciona con leyes naturales, causa y efecto, acción y reacción, no esperemos milagros (no hay duda que existen) ni la influencia de la acción positiva, pues en tanto no conozcamos, con mayor certeza el funcionamiento del mundo que nos rodea, no podemos andar tanteando los resultados de nuestras acciones.

Aprendamos técnica, adquiramos conocimiento, para hacer de este un mundo mejor para todos.

La línea del pensamiento racionalista es sostenida por el insigne Maimonides, a través de todo el desarrollo de su obra, pero Alguien muchos siglos antes Le dio Su respaldo, no Otro más que el Eterno, cuando enuncio los preceptos fundamentales, pues todas esas directrices de comportamiento, son enfocadas a modificar la realidad a través de acciones concretas, no hay misticismo, magia o superstición sino simple y llanamente actos que modifican la realidad.

Nuevamente: la superstición nos inhabilita en el ejercicio de nuestro poder real, nos limita en el desarrollo de nuestras habilidades, afianza con mayor firmeza el habito de “demandar pasivamente (sin hacer nada más que infantilismos)” para obtener algo, y nos sumerge en una impotencia perfectamente superable, cuando se trata de lo que debemos hacer nos toque a nosotros, por ejemplo: pedir por una pareja en lugar de darse a la ardua tarea de encontrar conocer a alguien.

Dejemos de “confiar” (tener fe ciega) en fuerzas extrañas, en salvadores magníficos o iluminados gurúes.

Estudiemos, preparémonos y hagamos lo que tengamos que hacer, para que este sea un mundo mejor, que para eso estamos aquí ¿o no?

Referencias bibliográficas

Ribco, Y. (2011) Romper el círculo vicioso. Obtenido desde http://fulvida.com/ajenos/misioneros/romper-el-crculo-vicioso

Ribco, Y. (2010) ¿Saber o creer que Dios existe? Obtenido desde http://fulvida.com/id-noajica/identidad/saber-o-creer-que-dios-existe

Ribco, Y. (2005) Cterapia Daat: Inteligencia de vida Obtenido desde http://serjudio.com/cterapia/cab050328.htm

Ribco, Y. (2005) Cterapia Optimismo: querer no es poder, pero es un paso… http://serjudio.com/cterapia/cab050404.htm

Ribco, Y. (2011) Herramientas del EGO. Obtenido desde http://fulvida.com/varios/temas-frecuentes/herramientas-del-ego

Tus mochilas de la felicidad

Imagina por un instante un niño pequeño, que camina torpemente, aún inseguro en su andar.
Velo seguir su ondulante camino, lleno de zigzags, trastabillando, quizás a punto de caer.
Tenlo en tu imaginación por un ratito, siente lo que él podría estar experimentando con esa aventura novedosa que es el conquistar el mundo por intermedio de la locomoción independiente, capturando imágenes del mundo desde la altura humana, recorriendo metros y rincones con su poder.
Un rato después que en tu mente aparezca un par de manos adultas que cargan una mochila (morral), se ve bastante pesada, aunque no la llevas en tu espalda ni la puedes pesar, ciertamente parece de muchos kilos.
Esas manos adultas toman al niño y le imponen la mochila sobre sus lomos.
Al niño se le aflojan las rodillas, está al caer a causa del peso, su rostro ya no es de placer y curioso reconocimiento del mundo, sino que ha cambiado a una mueca, dura, dolorosa, dudosa, aquejada. Quizás tu niño hasta llorisquea un poco, se revuelve incómodo, se ajusta los hombros y reanuda su marcha. Ahora es mucho más torpe, ya no con naturalidad sino producto del peso insoportable en su trasera. Se inclina hacia adelante, para mantener el equilibrio, se esfuerza, empuja, tropieza y cae. Llora y al rato vienen esas manos adultas, le dan unas palmaditas en su cabecita, lo levantan y lo lanzan a seguir caminando con la carga detrás de sí.
El niño mira hacia arriba, con pena, con dolor, con sufrimiento, con anhelo, pero las manos lo impulsan a seguir, no a pararse, mucho menos a sacar de sobre sí el peso incorporado injustamente.
El niño cansado arrastra sus pies, se queja, se lamenta, implora, insulta, grita, patea, manotea, muerde sus labios, larga lágrimas, y camina sin soltar el yugo.
Así pasa un tiempo hasta que otras manos adultas añaden otra mochila a la anterior. Ahora son dos, pesadas, gruesas, cansonas, demandantes y el niño extenuado no sabe qué hacer, solo quejarse, lamentarse, llorar, violentarse, removerse el peso para acomodarlo a su espalda y continuar tembloroso, debilitado, angustiado, agonizante a causa de la pesada tarea.
Ya pareciera ser ese su destino, entonces unas manos adultas, las anteriores o quizás otras diferentes, suman más peso a la carga, más y más.
El niño, ya tal vez joven, se arrastra, apenas avanza, su movimiento lejos está del espíritu aventurero, creador, creativo, descubridor, independiente, saludable, es un esclavo atrapado en su faena dura y mortal.
Pasado un tiempo vemos al joven tomar unas piedras de su camino, darse vuelta y meterlas en una de las mochilas. Luego gira y sigue en su espantosa marcha de muerte.
En una parada adquiere a gran costo un conjunto de piedras sucias, feas, de pesadilla, inservibles, insalubres y las acomoda como puede entre los resquicios de sus mochilas.
No tiene placer de esta actividad, pero sí mucho mal humor, desgano, miedo de dejar de ser lo que está haciendo, temblores, enfermedades variadas
No sabe, no quiere, no puede, no le interesa, no sabe el detalle de lo que está cargando con tanto sacrificio, su curiosidad está muerta, su voluntad por vivir en plenitud ha sido encarcelada. Solo sabe subsistir esperando a la muerte que acecha en cualquier  momento y de paso ir añadiendo piedras a sus morrales. ¿Por qué piedras? ¡Quién lo sabe! Ni él mismo se lo cuestiona…
Nosotros sí sabemos con exactitud que tienen esas mochilas: solamente piedras sin valor, pero con extremo peso. Piedras como las que él adquiere con sus experiencias y dinero, piedras que no son suyas, que son de otros, pero que asimila como si fueran de su propiedad, de su identidad, de su esencia, de su eternidad.
Si alguna persona le hace ver de lo estrafalario de su postura, de lo forzada de su poca marcha, de su rostro sufrido, de su evasión de la libertad, él pronto deja de escuchar, se excusa, se ofende, humilla, amenaza, defiende su patrimonio, su “identidad”, su derecho a seguir haciendo “lo que le da la gana”. Si alguno le ofrece descargar un poco de su lastre, se siente robado, estafado, discriminado, maltratado, se escuda, se justifica, ataca para seguir siendo lo que está haciendo. Se encierra en su celdita mental, allí hace de cuenta que no sufre, o que se merece sufrir, o que es bueno sufrir, y se aferra a sus mochilas llenas de inútiles piedras, en tanto agrega alguna roca más, algún guijarro tirado o fabricado por su amargura.
Se resiste al cambio positivo, sufre y se excusa para seguir haciéndolo. Siente como si fuera su obligación y hasta su deber, como si fuera a obtener un beneficio de tal sacrificio, como si fuera una traición el despojarse de las cargas que en un antiguo pasado gente le incorporó indignamente.
Y así llega a tener a un niño a quien criar, a quien enseñar a vivir como él.
A ese niño le pondrá una mochila pesada, una de las tantas que él mismo viene trayendo. Sus adultas manos impondrán esa mortal carga sobre las espaldas de su niño, le impulsarán a andar así por la vida, a hacer así su vida.
¿Se alegra de esclavizar a su niño tal como sus adultos lo hicieron con él?
¿Se siente menos pesado?
¿Se ha libertado de su espantoso sufrimiento?
¿Tiene más sentido y santidad su vida?

¿Qué cambio generarás ahora para vivir a plenitud, con libertad, felicidad, bondad y bendición?

Ser o parecer… ¿Cuál es la cuestión?

identidad

Digamos que tengo una gran admiración por la cultura japonesa, por sus costumbres, su idioma, su caligrafía, su increíble y milenaria historia, su literatura, su música, arte, el cine nipón, el ánime,  sus innovaciones tecnológicas  y un largo etcétera…

Supongamos que un día decido por esa gran admiración, aprender algunas palabras en japonés y repetirlas al hablar con mis amistades en mis círculos sociales. Digamos que una mañana me veo al espejo un tanto pálido (vaya uno a saber por falta de qué vitamina o sulfato ferroso) y descubro que también tengo los ojos un tanto “achinados”…  entonces decido comprarme algo de ropa tradicional japonesa…

Supongamos también, (dándonos la libertad) que mi segundo apellido es por ejemplo algo así como “Ibata” justo como el del famoso beisbolista Hirokazu Ibata de la liga -Nippon Professional Baseball-

…Entonces una día alentado por mis ilusorias y delirantes ganas de parecer  fuera de lo común entre mis paisanos, declaro públicamente que soy Japonés!!  Que soy más japonés que Akira Yamaoka y Hideo Kojima juntos! …Es más, que ellos no son muy japoneses porque la cultura americana los ha influenciado y no merecen haber nacido japoneses. De manera que necesito que todo el mundo se entere que soy un descendiente del país del sol naciente, que conseguiré mi nacionalidad (aunque ni el gobierno japonés lo reconozca) y que mi nombre de ahora en adelante será “Daisuke Ibata”. Tokio here we go!

¿Les parece esto acaso un poco bizarro, exagerado o fantasioso? Pues dejemos de suponer, y de paso dejemos a un lado las pretensiones niponas…

Sin embargo, aunque parezca difícil de creer para algunos, algo muy similar  realmente pasa en algunas comunidades cristianas de corte protestante (evangélicas, bautistas, mormonas etc…) desde hace unos 20 años (10 años más o menos de forma viral).

Un día, los miembros de estas iglesias, alentados por sus líderes religiosos y pastores –esto acompañado por desconocimiento, su baja autoestima, desprecio por lo propio y envidia por lo ajeno- proclaman de la noche a la mañana que son “judíos”… “judíos descendientes de las tribus perdidas de Israel” que fueron esparcidas por la tierra después del exilio babilónico, hace unos 2500 años por allá cerca del año 580 antes de la era común… y que ahora Dios los está reuniendo para que prediquen el “cristianismo verdadero”, que en realidad es el “judaísmo mesiánico” que Jesús de Nazareth se suponía que venía a impartir…

De lo que se entera uno en estos días…

Como en todo sisma en la cristiandad a través de la historia, esto produjo diversas reacciones dentro de las mismas comunidades cristianas; por un lado el rechazo dentro de las más tradicionales que señalaron a estos movimientos como judaizantes y en contra de los objetivos del “ministerio de la iglesia”.

Sin embargo tales comunidades “judaizadas” tenían originalmente objetivos en común con las iglesias cristianas tradicionales, y probablemente el principal y premisa del “Judaísmo mesiánico”: CONVERTIR AL JUDÍO. Hacer que el pueblo judío creyera y aceptara a Jesús de Nazareth como  mesías, rey de Israel, hijo de Dios, dios encarnado, “el camino la verdad y la vida” etc etc… Y de esta manera acelerar un evento de proporciones apocalípticas: El fin del mundo, la gran tribulación y la segunda llegada de Jesús…Válgame!

El plan parecía perfecto: Hacerle parecer al judío que el cristianismo ya no era “el cristianismo enemigo”, disfrazándolo con indumentaria judía, para que aparentara ya no ser algo ajeno y sobretodo para que la figura inquisitiva de Jesús y la iglesia de la edad media fuera borrada de la memoria del pueblo de Israel.

Estos ex-miembros cristianos empezaron a aprender algunas palabras en hebreo, a comprar ropa  de “estilo judío”, a danzar música “judía” mesiánica (cosa que jocosamente no dista en nada de la música y baile cristiano en un culto evangélico). Los ahora seudo-judíos, cambiaron sus nombres tratando de hebraizarlos, a caminar de aquí para allá con un talít, como si fuera un poncho exótico, a pretender de una falsa judeidad sólo reconocida por los miembros de sus propias comunidades, pero jamás por el pueblo judío o el estado de Israel. Empezaron  a saludarse con un ridículo “chalón” y despedirse con un “que yahweh el elojím te guarde, hermano en yechua jamachía”…

También a “estudiar” y “enseñar” Torá, a discutir y refutar la mayoría de los tratados talmúdicos, a discrepar con las opiniones de todos los milenarios sabios y maestros Judíos… De manera que no es raro escuchar a un mesiánico decir algo como: “Maimónides se equivocó, porque no tenía a yechua jamachía en su corazón y no escudriñó la escritura con el “ruaj jacodesh”…

La misma historia, pero con otro escenario, y otros ropajes… Pero la usurpación y la suplantación del Israel histórico por uno ilusorio y “espiritual”, volvía a plantearse. Here we go “Yaruchalaim”!!

Entonces los líderes antes pastores protestantes, eran ahora “el roeh”, el “jajám” el “rabino”… y las iglesias pasaron a ser “la kehilá” y la “sinagoga mesiánica”…

Y proliferaron los iluminados a los que les habló yeschua jamachía en sus sueños… entonces decidieron ser militantes del “judaísmo” mesiánico, mientras que los de “Jews for Jesus” hacían proselitismo en todo el mundo con los millones de dólares de los feligreses para tratar de convencer a los judíos en el propio Estado de Israel…

En Cuba, Venezuela, México, Colombia, Puerto rico, Argentina… en todos lados han brotado farsantes y estafadores como” Dan Ben Abraham” (Daniel Hernandez) “Avdiel Ben Oved” (Ariel Frías), David Diamon y una larga lista de profesionales en la oratoria y el embauque, egresados directamente desde los púlpitos de sus antes antisemitas iglesias de garaje. Finalmente Latinoamérica se convirtió en una sopa de cultivo seudo-judía en donde los únicos ingenuos que terminaron creyendo en semejantes ideas retorcidas son los mismos cristianos de siempre… y aunque el peligro para el judío poco conocedor  es constante, incluso niños judíos que he conocido con una educación básica, pueden refutar a los militantes misioneros.

¿Qué pasó entonces?

Exacto!… El plan definitivo para convertir al pueblo judío de forma masiva y acelerar el Armagedón ahora no es más que una ramificación amorfa del cristianismo: no cristiana, no judía.

Amigo en búsqueda de respuestas, si no naciste judío y has tenido la oportunidad de apartarte de las religiones y la esclavitud espiritual, si tu mente ya no está aprisionada por la idolatría, deja de buscar pretextos y pretensiones, dedícate a una vida ética, a una vida Noájida.

Así que mejor no aspiro a japonés…

Saludos a todos y Feliz séptimo!