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Preguntas

 

Con lo que sigue, no es mi intención manosear ni husmear en tradiciones ajenas, creando conceptos propios; ni crear confusión ni quiero llegar a ninguna conclusión.

Solo que el texto me genera tanta impaciencia que me he rendido a la curiosidad.

 

..Tú sabes que cualquiera que no tenga esta forma (espíritu) que describimos no es un hombre, sino un animal con la forma y apariencia de un hombre, pero dotado de la facultad, que no tienen los demás animales, de causar toda clase de daños y males; porque el intelecto y la razón que le estaban destinados para alcanzar una perfección que le ha sido inasequible, los emplea para omnímodas maquinaciones malignas, resultando, en consecuencia, algo semejante al hombre o su parodia.” (Moré Nebujim 1:7).” Tomado de:  http://fulvida.com/2013/06/17/la-edad-del-universo-y-la-del-hombre

 

¿Por qué los verbos que describe el sabio están en presente si lo que pretendía explicar eran los primeros seres de la creación? ¿No hubiera sido mejor haber empleado verbos tales como “tuvieron”, “empleaba” para explicar un pasado del hombre?

Si se refería a un animal parecido a un humano ¿Por qué dice que tenía intelecto y razón que le permitía inclinarse adrede hacia lo malo si los animales siguen su instinto natural siguiendo su código genético?

¿Qué malo hacia ese ser si tenía que seguir su instinto para sobrevivir?

¿Estará describiendo a un chimpancé muy inteligente o a un humano muy estúpido?

¿Qué de malo hacía el Hommo Erectos o algún descendiente del Hommo Sapiens si lo que hacían era seguir su instinto al tiempo que formaban conciencia, cultura y pensamiento?

¿Cuáles eran esas “omnímodas maquinaciones malignas” que le ganaron el título de “animal con forma y apariencia del hombre” a ese ser?

Según la tiempo verbal presente que emplea el sabio en su comentario ¿No será que esta describiendo a un “humano” que nació, nace y seguirá naciendo pero sin espíritu, o sin conciencia de ser?

De ser así ¿No describe muy bien las acciones de algunos personajes históricos, de algunos religiosos extremistas o de algunos personajes que no tienen ningun tipo de remordimiento por sus actos?

¿ Se fererirá el sabio a que nacen seres sin espíritu?

 

 

¿Se convirtió Rut al judaísmo?

Una amable señora me comentó el otro día lo siguiente: “…deseo guardar las mitzvot, mas de los 7 preceptos y sus derivados por amor a H’, como aquella mujer llamada Ruth que se convirtió al judaísmo por amor a H’…”.
A lo cual respondí: “¿Cuál es ese amor a Dios que usted cree tuvo Rut? ¿Y cuál sería el suyo?”
La simpática señora no respondió a mis preguntas, sino que expresó otras ideas, hasta que finalmente dijo: “ok more sino me equivoco esta en el Tanaj, deje lo busco y se lo escribo”.
Seguí insistiendo, porque me pareció importante aprender algo que no sabía, o quizás me había olvidado, ¿dónde dice que Rut se convirtió al judaísmo por amor al Eterno?
Luego, la exquisita dama me dijo: “no maestro Yehuda exactamente como usted dice …no dice, pero si dice que ella le dijo a su suegra Naoemi que su D-os seria su D-os y su pueblo seria su pueblo, siempre he creido que Ruth quiso abrazar el judaísmo que al igual que muchos queremos abrazar el judaísmo, por amor a H’”.
La charla siguió un rato más.

Tenemos la tendencia de dar las cosas por sentado, una vez que creímos algo, según nos dijeron o nos pareció. Es la regla general, yo no quedo fuera de ella.
Entonces, por ejemplo, es común que la gente crea que la primer conversa al judaísmo fue Rut, ¿por qué?
¿Realmente fue ella la primer conversa en la historia?
Y, según me parece, la buena señora tenía la idea de que Rut se convirtió al judaísmo por amor a Dios, pero… ¿realmente fue así? ¿Es el amor a Dios lo que llevó a la princesa moabita a dejar su identidad espiritual noájica (y su posición socio-económica privilegiada en Moab) para abrazar la identidad espiritual judía con todas sus exigencias y cargas?
De hecho, ¿hay alguna prueba textual –en el Tanaj, no en interpretaciones posteriores- que confirme que ella se convirtió?
Y si lo hizo, ¿cuándo?
Y, ¿por qué?
Y, ¿para qué?
Preguntas… ¡preguntas!

Es con ellas (las que son verdaderas preguntas, sinceras, criteriosas) que uno aprende, conoce, comprende, hace vivo el conocimiento, se despoja de preconceptos, allana el camino hacia la claridad multidimensional.
¿Qué hizo Dios cuando se cometió el primer pecado en relación a Él? (Bereshit / Génesis 3:6).
¡Preguntó! (Bereshit / Génesis 3:9).
¿Qué hizo Dios cuando se cometió el primer pecado en relación al prójimo? (Bereshit / Génesis 4:8).
¡Preguntó! (Bereshit / Génesis 4:9).
¿Por qué lo hizo? ¿Acaso no sabía lo que había sucedido? ¿No sabía la verdad? ¿No sabía lo que el pecador iba a responder?
¿Por qué preguntó?
¿Sería para enseñarnos que la pregunta es una clave indispensable para retomar el camino que se pierde por causa del pecado?
Recordemos que en su origen tradicional el pecado no significa otra cosa que “desviarse del camino”, que por lo general no se produce por un deseo maligno, por rebeldía o anhelo de causar el mal, sino por otros motivos.
Entonces, ¿por qué nos cuesta tanto amar las preguntas verdaderas, que podrían ser nuestras mejores aliadas a la hora de crecer espiritualmente?
No en vano la fiesta de la libertad (Pesaj) es también la fiesta de las preguntas… ¿por qué será?
Sí, preguntar es bueno, cuando las preguntas son verdaderas…

Entonces, ¿cómo responder a las preguntas que quedaron planteadas más arriba al respecto de Rut?
Espero me ayudes con respuestas, con la condición de que deben estar basadas en pasajes “bíblicos”, no en otras fuentes o especulaciones.
Si luego de responderlas con pasajes del Tanaj deseas aportar datos de midrashim, exégetas, estudiosos judíos, o tus propias reflexiones personales, las agradezco.
Te las dejo aquí:

  1. ¿Realmente fue Rut la primer conversa al judaísmo en la historia?
  2. ¿Se convirtió por amor a Dios?
  3. ¿Hay alguna prueba textual de que ella se convirtió?
  4. Y si lo hizo, ¿cuándo?
  5. Y, ¿por qué? (¿Por amor a Dios y/u otra cosa?).
  6. Y, ¿para qué?

Y si gustas, me serviría saber:

  1. ¿Qué entiendes tú por amar a Dios?
  2. ¿Qué dice el Tanaj sobre el amor a Dios?
  3. ¿Cómo un noájida debe expresar ese amor a Dios?
  4. ¿Es la conversión al judaísmo la manera que tiene un gentil para amar a Dios?

Te agradezco tu amabilidad y generosidad.
Pasa un excelente día.

(Publicado originalmente en serjudio.com)


Estudia, si gustas:

http://serjudio.com/exclusivo/cterapia/pregntale-a-tu-hijo

http://serjudio.com/dnoam/pesaj60i.htm

http://serjudio.com/personas/etica/el-que-no-sabe-preguntar

http://serjudio.com/rap1651_1700/rap1655.htm

http://serjudio.com/rap1851_1900/rap1861.htm

Inmortalidad y Alma: Aryeh Kaplan

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Capitulo I ENCONTRAR TU YO VERDADERO

Mira tu mano. ¿Qué ves? Una parte de tu cuerpo, un apéndice hecho de hueso y tendones cubiertos por músculo y piel. Esta ocupado con nervios, vasos sanguíneos y conductos linfáticos que corren a través de ella y la conectan a tu cuerpo, haciéndolo parte de Ti.
Puedes abrir y cerrar tu mano. Ella obedece cada orden que tu mente le envía. Es tuya – una parte de ti. Pero ¿qué eres tú? ¿Qué pasa cuando le dices a tu mano que se abra y se cierre? ¿Cómo hace tu mano para que obedezca sus órdenes? Ahora señálate con un dedo. Si eres una persona promedio, apuntaras hacia tu pecho con un dedo. Piensas de ti mismo como tu cuerpo.
Pero ¿es tu cuerpo realmente tú? No hace mucho, una persona podría considerar su propio cuerpo como una parte integral de si mismo. Tú eras tu cuerpo y tu cuerpo era tú. Pero eso no es mas el caso. Los progresos científicos han modificado completamente el concepto de la personalidad e identidad humana. Los transplantes de corazón son hoy en dia muy comunes. Ya no son noticia.
Una persona puede vivir con el corazón de otro latiendo en su pecho. Si le preguntáramos a esta persona que se señalara a si mismo, apuntaría a su corazón? Es ese corazón transplantado realmente parte de él? ¿Es el corazón que late en tu pecho realmente tú? O es algo más? Los investigadores predicen que en los próximos 10 o 20 años, el trasplante de cerebro será posible. Esto nos forzaría a reevaluar completamente el concepto de la personalidad humana.
Imagine como seria experimentar un transplante de cerebro. Un hombre podría estar sufriendo una enfermedad incurable en su cuerpo, pero aun tener un cerebro sano. El donante, por otro lado, podría haber sufrido un daño cerebral irreversible, pero con un cuerpo sano. El cerebro seria removido del cuerpo enfermo y colocado en el sano. ¿Quién es el nuevo hombre? Tenemos un cerebro viejo con todas sus memorias, rasgos de personalidad y patrones de comportamiento en un nuevo cuerpo. El viejo cuerpo podría estar viejo y enfermo, mientras que el nuevo podría estar joven y lleno de energía.
Preguntémosle a ese hombre que se señale a si mismo. ¿Señalara él su cuerpo? Es su yo real su cuerpo o su cerebro? (En realidad, una pregunta análoga se plantea en el Talmud. Como se sabe, en caso de una muerte no resuelta, se debe traer un sacrificio especial, el Eglah Arufah, de la ciudad mas cercana al cuerpo[1]. La Mishnah plantea dos preguntas. ¿Qué pasa si la cabeza es encontrada en un sitio y el cuerpo en otro?[2]. y si el cuerpo es equidistante de dos ciudades, ¿desde que parte del cuerpo se deben tomar las medidas?[3]. En ambos casos, Rabbi Elietzer declaró que medimos desde el cuerpo, mientras que Rabi Akiba que medimos desde la cabeza. La Halajá sigue a Rabi Akiba[4])
Un transplante de cerebro plantea bastantes preguntas. ¿Qué tal un transplante de memoria? La cibernética ha descubierto muchas semejanzas entre los ordenadores y el cerebro humano. La tecnología de los ordenadores nos permite programar una transferencia de memoria, tomando toda la información que contiene un ordenador y transferirla a otro. Todo lo que pasa de un ordenador a otro es información. ¿Y si esto fuera hecho con el cerebro humano?
Esto puede caer en el reino de la ciencia ficción, pero aun si esto no fuera posible en la práctica, ciertamente si es posible en teoría. Permitámonos visualizar tal transferencia de memoria. Asumamos que tenemos una persona con una enfermedad incurable, y ni su cerebro ni su cuerpo puede ser salvado. Clonamos un cuerpo nuevo para este individuo. La posibilidad de hacer esto es discutida ampliamente en la literatura. Este nuevo cuerpo tiene un cerebro nuevo en blanco, capaz de funcionar, pero sin ninguna memoria o patrones de pensamiento.
Como paso final, efectuamos una transferencia de memoria, pasando toda la información desde la persona enferma al cerebro del cuerpo nuevo. Tenemos ahora una fascinante situación. Si toda la memoria del hombre, patrones de pensamiento y rasgos de personalidad son transferidos a un cuerpo y cerebro nuevos, esta persona existe literalmente en su nuevo cuerpo. Pero nada físico ha sido transferido. Todo lo que a sido colocado en este nuevo cuerpo es información que existía previamente el viejo cerebro.
Sin embargo esta información contiene la suma total de la personalidad de la persona. Pero si esto es cierto, nos ofrece una nueva percepción de nuestra pregunta original: ¿Quién es el verdadero tu? El verdadero tu no es tu cuerpo o cerebro, sino la información que contiene tu cerebro – tus memorias, rasgos de personalidad y patrones de pensamiento. (Los cabalistas filósofos escriben que el mundo espiritual es un reino cuya sustancia es información. Es una foro donde la información puede interactuar sin asociarse o depender de la materia. Así, un ángel, por ejemplo, puede interactuar con otro ángel, aunque no tengan conexión con nada material.
Los Ángeles pueden también interactuar con la información en una persona humana.) ¿Qué pasa entonces cuando una persona muere? Sabemos que el cuerpo deja de funcionar. El cerebro se vuelve inerte y el hombre físico esta muerto. Pero que pasa al verdadero tu – la personalidad humana? ¿Qué pasa con toda esta información – las memorias, patrones de pensamiento y rasgos de personalidad?
Cuando un libro se quema su contenido ya no esta disponible. Cuando se formatea un ordenador su información tampoco será más disponible. ¿Pasa lo mismo cuando un hombre muere? Es la mente y la personalidad irrecuperable? Sabemos que D´s es omnisciente. Él sabe todo y no lo olvida. D´s sabe cada pensamiento y memoria que existe en nuestros cerebros.
No hay un bit de información que se escape a Su Conocimiento. ¿Qué pasa entonces cuando un hombre muere? D´s no olvida, y por lo tanto toda esta información continúa existiendo, por lo menos en la Memoria de D´s. (Una alusión a esto se encuentra en la Kabala. Se dice que el Gan Eden o el Paraíso existen en la sefirá de Biná – el entendimiento divino[5]. Este bien puede ser relacionado con el concepto de memoria.
Las almas, por otro lado, son concebidas en la sefirá de Daat – conocimiento[6]. Uno puede decir que mientras vivimos, existimos en el Conocimiento de D´s (Daat), mientras que después de la muerte existimos en Su Memoria (Biná). Podemos pensar sobre algo que existe solo en la memoria como estático y efectivamente muerto. Pero la memoria de D´s no es una cosa estática.
La suma total de la personalidad humana puede ciertamente existir en la Memoria de D´s, pero puede aun mantener su propia identidad y volición, y permanecer en un estado activo. La suma total de la personalidad humana, existente en la Memoria de D´s, es lo que vive aun después que el hombre muere. (Esto puede ser el porqué los Cabalistas llamaron a Biná – entendimiento, mejor que memoria. Entender es un proceso dinámico, donde la información contenida en una memoria interactúa de una manera activa.
El alma no esta en un estado de memoria pasivo, sino en un estado dinámico de Biná.) El concepto de inmortalidad y de alma bien puede estar fuera del campo de la comprensión humana. “Ningún ojo excepto el de D´s ha visto esto”. Sin embargo, nuestro limitado entendimiento tanto de D´s como del hombre nos puede dar algún grado de percepción sobre nuestro futuro último. (En un sentido Cabalista, estamos hablando acá acerca del nivel mas bajo del alma, el nefesh HaBehemit o “alma animal” [7]. Esto probablemente puede ser identificado con la información contenida en el cerebro humano.
Sin embargo, esta interactúa con las partes mas altas del alma, Néfesh, Rúaj y Neshamá. Hablar de un concepto como es la memoria de D´s es muy difícil. Involucra una discusión profunda del total de la esfera trascendental. Nosotros damos nombres que tienen un significado para nosotros, como es Gan Eden, Paraíso, el Mundo por Venir, el Mundo de las Almas [8], o el vinculo de la vida eterna. Sin embargo, la Biblia habla de la inmortalidad como el retorno a D´s (Eccl. 12:7): …y se torne el polvo (afar) a la tierra que antes era, y retorne a D´s (Elokim) el espíritu (Rúaj) que Él le dio.
[1] Deum. 21:1-9 [2] Sotha 9:3 (45b) [3] Ibid. 9:4 [4] Yad Jazakah, Rotzeaj 9:9 [5] Zaherí Orah 8; Pardes Rimonim 8:9, 23:3 [6] EtzJaim, Shaar MaN U´MaD 4, Shaar HaKlipos 2 [7] Cf. Zohar 2:94b [8] Ver Derej HaShem 1:3:11
Aryeh Kaplan

Abandono: todos tus miedos

Quizás más de una vez no has podido entender los motivos por los cuales una persona sigue al lado de quien la maltrata, ya sea física, emocional, social y/o mentalmente.
Tal vez has tratado de preguntarle, preguntarte: ¿Por qué sigues así?, ¿para qué sigues ahí? 
¿Te convencieron sus respuestas, sus excusas?

Sentías y sabías que como persona tiene el derecho de ser tratada con respeto y consideración y que nadie, nunca, puede abusar de su libertad, nadie tiene el derecho ni el poder de humillar, lesionar ni coartar su libertad.
Y sin embargo, ¡sigue aferrada a esa relación!

Quisiera que me acompañaras a explorar un poco este asunto, veamos qué más se puede descubrir al respecto, espero te sea de beneficio y bendición.

Hemos enseñado en más de una ocasión que todos los miedos se derivan a cinco básicos, y estos a su vez se reducen a uno solo: miedo a la impotencia, al no poder.
Cada uno de los miedos que has experimentado, todos, sin excepción, si te pones a observar con detenimiento reconocerás que no son más que una visión a futuro de padecer de impotencia, falta de control. Mayor o menor. Real o imaginaria. Pero siempre a no poder.
Vamos, piensa en alguno de tus miedos, o de alguna persona que conozcas bien, míralo con cuidado y dime, ¿no es acaso a causa de alguna impotencia?
¿Accidentes? ¿Enfermedades? ¿Muerte? ¿Pobreza? ¿Abandono? ¿Dolor? ¿Miseria? ¿Burla? ¿Fracaso? ¿Divorcio? ¿Locura? ¿Extravío? ¿Animales? ¿Aviones? ¿Ascensores? ¿Demonios? ¿Dios?
Cualquiera de los miedos que menciones, son sospechas de padecer de impotencia a futuro.

El origen se encuentra en el espantoso trauma inicial del nacimiento, hecho que quedó registrado en una capa de tu memoria que no puede ser modificada posteriormente, ya que se inscribe en regiones profundas y primitivas de nuestro sistema nervioso. A diferencia de otros recuerdos, éste es vívido, inalterable (en tanto se preserve físicamente y siga activo), sin conexión a símbolos y por tanto imposible de definir con palabras, imágenes, sonidos, etc., solamente se lo siente, con mayor o menor carga energética. Encuentra canal para expresarse, entre otras cosas, con los miedos.
Cada miedo que sentimos se genera por una expectación de impotencia, en cualquiera de las cinco dimensiones de nuestro ser, que se enlaza con aquella sensación de pesadilla sin solución que fue el trauma inicial.

Comprendamos bien, el miedo actual está a la espera de un evento que aún no ocurre (futuro) y que está conectado al terror inicial marcado en nuestra memoria (pasado).
Entonces, no es extraño encontrar un motivo de miedo consciente que podríamos evaluarlo como relativamente leve, pero que provoca reacciones a la vista desproporcionadas.
Por ejemplo, un perrito faldero se transforma en nuestra imaginación corroída por el miedo en una fiera descontrolada. Una puntada en el pecho en un infarto. Terminar una relación sentimental, que ya está finiquitada hace rato, en una condena a la soledad eterna. Un despido laboral a la miseria total. Unos pasos en la noche a una escena violenta sacada de películas macabras. Un vuelo en avión en una catástrofe de proporciones bíblicas. Invitar a una chica a salir en una tortura de las más espeluznantes. Mil ejemplos, tú recuerdas más de uno.

Concentrémonos ahora en el miedo al abandono, que fue el que dio pie a estas reflexiones.

Para no ser abandonados, y/o para mitigar el miedo a serlo, entonces:

  • Abandonamos nosotros
  • Soportamos cualquier cosa, para seguir “acompañados
  • No nos involucramos en relaciones humanas

Modalidades de éstas:

  • Abandonamos primero
  • No nos permitimos tener intimidad emocional
  • Somos infieles
  • Engañamos
  • Somos agresivos
  • Manipulamos para que no se nos abandone
  • Sometemos al otro
  • Hacemos creer que hemos superado la necesidad de compañía
  • Decimos que nos gusta como se nos maltrata
  • Explicamos que tenemos ciertas obligaciones que nos exigen vivir como lo hacemos
  • Seguimos con el que nos abandona constantemente, que nos hace sufrir horrores la soledad en compañía

Consideramos que el miedo al abandono cuenta con una distinción especial por sobre los otros miedos básicos.
Te explico brevemente.
Como sabemos, en su origen las herramientas activas del EGO sirven para llamar la atención, de forma tal de conseguir resolver las necesidades/impotencias que disparan al EGO.
Necesariamente precisamos que alguien nos atienda, por tanto, el llamar la atención se convierte en (cierta forma) vital.
Vamos formando un hábito con la repetición de la conducta: alguien/algo nos salva cuando hacemos lo suficiente para que se nos preste atención. Como bebes no entendemos qué pasa, solamente nos dejamos llevar por nuestro instinto (el EGO), y se va marcando en nuestra memoria la presencia de ese algo/alguien sin identificar que nos rescata de las peores miserias. No estamos capacitados para reconocer que es mamá, papá, la nana, todos son lo mismo, nadie es un individuo, son cosas que se sienten y no se fijan como identidades en nuestra memoria. Solamente queda la profunda impresión de que de alguna manera algo/alguien nos rescata.
Esto es lo que crea también la imagen de un salvador, real o imaginario. De un dios. De un algo/alguien con poderes más allá de los nuestros que se presenta para sacarnos de problemas.
Si lloramos, gritamos, pataleamos, tarde o temprano surge de las sombras el salvador, nos cuida, nos protege, nos satisface, y luego desaparece nuevamente en las sombras. Eso es lo que iba percibiendo el bebe, lo que fue quedando registrado en su memoria. No es coincidencia que sea la fe de religiosos, supersticiosos y similares .
Sí, así nacen los dioses a imagen y semejanza del EGO y de los que vinieron a darnos una mano estando en necesidad.
Es una diferencia sustancial del Eterno y de la espiritualidad con respecto a las religiones y sus dioses (uno o mucho).

Entonces, también queda rotulada en nuestro inconsciente la creencia de que la soledad es igual a destrucción, a caer en la pesadilla de la impotencia, de que algo/alguien debe rescatarnos o de lo contrario estaremos sometidos a la desgracia.
Siendo así, el abandono podría considerarse como la antesala indiscutida a la tortura, al infierno.
Entonces, ya podemos ir viendo que detrás de estrategias conscientes y beneficios racionales, detrás del miedo al abandono se esconde el miedo a la impotencia (como en todo miedo), al que se suma a la certeza inconsciente de que solos estamos perdidos. O alguien/algo nos rescata, o perecemos en dolores y sufrimiento. O algo/alguien nos salva, o nada podemos.

Es fácil descubrir lo que se esconde detrás de frases como “Sin cristo nada podemos hacer”, “Con dios todo, sin dios nada”, “Separados de mí nada podéis hacer”, “Con Jesús lo tenemos todo, sin él nada”, “Vivir en cristo” y similares. Sea de esta idolatría o de cualquier otra. Sea con religiones organizadas o de aquellas individuales. Sean supersticiones más o menos estrambóticas. Sea gente que pone su fe en la ciencia y los científicos, o en el progreso del hombre, o en cuestiones similarmente ateas o agnósticas, pero que no dejan de tener al EGO como el salvador ilusorio en las sombras. E incluso, con gente que tiene su confianza puesta en el Uno y Único, pero que vive la relación con Él como si fuera un ídolo más, y el judaísmo/noajismo una religión de “salvación”.

Hasta aquí por hoy, espero que te sirva lo que has aprendido. Te pido que me expliques, por favor, lo que has podido comprender y cómo crees que te sirve para llevar una mejor vida, llena de bondad y justicia, construyendo shalom. Me ayudas, ¿por favor? Gracias.

Tradicionalista

¿Alguna vez te han preguntado o replicado porque no sigues con las tradiciones familiares?

Seguramente si, es que la mayoría provenimos de entornos familiares donde el cristianismo se ha asentado de manera antigua desde varias décadas atrás, siglos en el caso del continente americano en general y las costumbres se han arraigado unas antiguas y otras mas recientes, una mezcolanza de costumbres que cuando las ves con detenimiento no tienen gran cosa de positivismo, cuando menos de aquel que apuntala el mundo hacia mejor cosa que lo que vemos día con día.

Hay una suerte de costumbres que se han adoptado como propias aunque distancian al individuo de su verdadero ser y de su autentica personalidad, como la navidad que propone a la persona de una cuota única y anual de bondad a cambio de un año de indiferencia y olvido total del semejante o el día de reyes también para obsequiar una vez al año juguetes a los crios o el día de muertos para recordar a los fallecidos y “ofrendarles” unos cuantos alimentos como si de verdad los pudieran degustar… y la lista sigue pero no es el tema de este post enumerar las fiestas tradicionales.

Si no sigues con el ritual establecido (vaya uno a saber por porque persona) “estas fuera” del circulo social, de las costumbres familiares, de las reuniones de los amigos, porque hay algo en ti que no cuadra.

Aunque algo cambio totalmente mi perspectiva y reviro las cosas de algún modo extraño, porque esa sensación de rechazo que todos hemos sentido alguna vez, normalmente nos acompaña gran parte de nuestra vida una vez que la hemos experimentado.

Escuchaba una canción de Midnigth Oil llamada “Dead Heart” cuando en el coro pronunciaron algo así:

“Nosotros seguimos en los pasos de nuestros ancestros”

Entonces el concepto giro… ¡EFECTIVAMENTE! Nosotros seguimos una tradición familiar antiquísima, ¡con la que el mismo mundo fuera creado! Cuando uno de nosotros acata con fidelidad los preceptos esta siguiendo los pasos del primer ser humano y de una cadena que sigue hasta el primer Patriarca de los Judíos Abraham, porque el también en su momento fue un Noajida, incluso la Tora habla al respecto de cómo acataba tales Mandamientos como por ejemplo como seguía con destreza el precepto de la “No idolatría” o como respetaba y amaba la vida incluso al pedir por gente totalmente malvada y desalmada (Sodoma y Gomorra).

El Noajida observante es un tradicionalista por excelencia.

Entonces aquí tienes una opción para responder cuando te cuestionen por seguir o no las tradiciones “familiares”,  “Mi tradición familiar se remonta a tiempos antediluvianos, sigo en los pasos de nuestros ancestros, la tradición original y autentica”.

Cuando un Noajida esta en el camino de los Mandamientos esta siguiendo los pasos del primer ser humano, quien a su vez recibió las instrucciones  (La Tradición) de manera directa del Eterno y que a su vez el transmitió a sus hijos y sus hijos a sus hijos, siguiendo una cadena dorada que nos enlaza y vincula directamente con el Creador del mundo pues cuando cumplimos estamos siguiendo Su mandato y Su deseo, una Tradición dorada, eterna y sumamente antigua.

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Por si deseas vivir mejor

En nuestro cuerpo existen mecanismos neuronales que nos posibilitan el aprendizaje, nos van dotando de habilidades y destrezas para podernos desenvolver mejor en el medio en que vivimos y conforme transcurre nuestra vida vamos adquiriendo experiencia, nos enseñamos a comer con cuchara y tenedor, a no tomar los alimentos demasiado calientes, a cepillarnos los dientes después de comer, a… todo un sinfín de actividades, vamos… aprendiendo a vivir.

Algunas cosas las aprendemos de nuestros hermanos, padres, amigos, maestros, las que corresponden a cada tipo de situación y lugar en especifico, otras las deberemos de aprender solos con nuestras propias habilidades y conocimientos, sin embargo este mundo tiene un Creador que estableció leyes y fundamentos para que nuestra existencia sea lo mas placentera y gratificante (en alguno de los tantos objetivos que nosotros podemos entender), minimizando las complicaciones innecesarias, estas leyes o fundamentos que estableció el Creador son los 7 Mandamientos Universales, ellos componen el conocimiento básico y fundamental de una existencia ordenada y pacifica, son los limites que no debemos traspasar, la diferencia entre la vida y la muerte… y tenemos la opción de tomar este conocimiento y utilizarlo o podemos aprenderlo por nosotros mismos.

Les contare una anécdota real omitiré nombres pues no me corresponde mencionarlos pero bien vale la pena analizar este caso, para extraer una importante lección.

El tiempo transcurre en un matrimonio y como suele suceder el tiempo, las ocupaciones y el trato diario van corroyendo el espejismo de “amor” que había uno del otro y el desgaste continuo conduce inevitablemente a la salida fácil… engañar al conyugue y pretextos, motivaciones o justificaciones sobran para hacer lo que no se debe, el ego prima de un lado y del otro, el conyugue que se había percatado desde hace tiempo atrás de las infidelidades y amoríos del otro decide hacerle frente, finalmente el desafortunado encuentro se da, uno de ellos encuentra a su pareja con el tercero y lo que tenia que pasar … sucede, pero entonces el problema toma otra dimensión, pues los problemas familiares dan paso a los problemas legales en una espiral que pareciera ser que no tiene fin, se sobredimensionan las situaciones en un enfermo juego de poder y el caos termina por asentarse.

Como mencionamos en un principio nuestros mecanismos de aprendizaje nos posibilitan adquirir conocimiento del medio, así vamos conociendo el mundo mientras vamos aprendiendo a desarrollarnos dentro de el y podemos aprender de forma empírica enfrentando situaciones que nosotros mismos nos causamos como el ejemplo que te acabo de mencionar mas arriba o podemos aprender de la gente entendida y estudiada o mas aun podemos tomar el sabio consejo del que todo lo sabe… el Eterno.

No es el fin primordial que la persona se mueva desde el ego ni siquiera desde aquel que es positivo para la persona, lo que se debe tener en cuenta es que el conocimiento bueno, efectivo esta ahí para su uso también en beneficio de la persona, ¡ojo! No es que se promueva el cumplimiento de los Mandamientos por un beneficio personal, sino que si existe conocimiento útil y benéfico para la sociedad (que son los 7 Mandamientos Universales) también para eso pueden usarse.

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Tu parte, tu vida.

Les contare una anécdota para a partir de ello elaborar un sentido a este escrito.

Hace un par de días en una carretera cercana había un gran alboroto, pocos metros antes de llegar al citado punto un automovilista nos indico bajar la velocidad, ya mas adelante era evidente de que se trataba de un choque, una camioneta se había volcado completamente… al estar mas cerca del accidente ya se podía ver todo el daño, las cuatro personas que iban a bordo estaban seriamente lastimadas, una mujer estaba quejándose y llorando al parecer tenia fracturas diversas en el tórax sin ignorar las terribles heridas en la cara que le bañaban el rostro en sangre, se le dio la ubicación del lugar a los servicios de emergencia, sin embargo tardaban en llegar… a Dios gracias un medico se hallaba entre los automovilistas que se detuvieron para ayudar y se acerco para ver que podía hacer por estas personas, los reviso y dio unas breves instrucciones para que los que nos hallábamos ahí ayudando, pudiéramos ayudar y no perjudicar, una de las instrucciones que dio fue que se les lavara la cara a los heridos porque en particular a la chica, la sangre no le dejaba ni abrir los ojos, cuando se pregunto si alguien traía agua, al alzar la vista me percate de que la fila de los automovilistas detenidos ya era muy larga nada que ver como cuando había llegado y una persona ya se había dado a la tarea de pedir agua con todos los automovilistas detenidos y de repente como si fuera el mismo man de los hebreos nos empezaron a llover las botellas de agua para auxiliar a estas personas, también el numero de personas asistiendo a los lesionados se iba incrementando notablemente y de lejos se veía a las personas reclamando a la policía la llegada de los servicios de emergencia, fue grato ver como mucha gente se solidarizo e hizo lo que pudo en aquel lamentable suceso.

Ahora que estuve en cama recibí innumerables atenciones sobre todo de mi familia (sanguínea y de fulvida) el suministro de medicamentos, atención alimenticia y todos los cuidados necesarios para reponerme, a diario recibía mensajes de aliento con buenos deseos y ánimos de recuperación, muchas personas intervinieron en mi mejoría, haciendo una diversidad de acciones y creo que podríamos meditar en un par de valiosas enseñanzas a partir de esto, como por ejemplo el valorar la salud, la dicha de contar con la fuerza y entereza necesarias para realizar las labores diarias o el inmenso valor de visitar enfermos, pero creo que por ahora lo mas importante es reconocer el enorme valor de todas esas “pequeñas acciones” que hacemos a diario por los demás, porque con cada acto (por muy insignificante que pueda parecer para nosotros) estamos trayendo Shalom al mundo, estamos construyendo un mejor presente y proyectando un mejor futuro para todos, cada acto es necesario por pequeño que este sea o por muy insignificante que este pueda parecernos, porque cada acción (positiva) que hacemos es la parte de vida que nos toca aportar al mundo, cada cual desde su muy particular y especial universo personal.

 

Gracias amigos y Gracias Moré.

 

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Por ser quien eres

Por lo general el jefe de la empresa era un hombre hosco, malhumorado, estricto en extremo, exigente y a veces explosivo en vez de comunicativo. Este día, no parecía ser diferente a todos los otros. Hasta que, a media mañana, solicitó permiso para entrar a la oficina un empleado. El patrón con un gesto de su cabeza, seco y sin gracia le autoriza.
Entonces el hombre le dice con humildad: “Jefe, si me permite quiero obsequiarle esta sencilla pulsera, espero no le incomode mi atrevimiento, es que deseaba expresarle mi reconocimiento por ser usted quien es.”
El patrón se sintió confundido, pues le pareció que era víctima de una mala broma; ¿cómo le iba a reconocer que estuviera encima de él todos los días, que le destratara, que tuviera que soportar sus broncas? Sí, seguramente era una burla… pero, por otra parte, los gestos, el tono, las palabras expresaban sinceridad, agradecimiento, incluso un increíble aprecio.
Aún desorientado respondió al rato con un sencillo «gracias”, y aceptó que el subordinado le entregara ese premio “por ser quien era”.
Un poco más tarde, aún dubitativo el jefe va hasta el escritorio del subalterno y le pregunta: “¿Qué quiso decir que me quiere reconocer por ser quien soy?”.
Y responde el otro: “Ah, perdone si no fui muy claro. Es que usted me lleva a esmerarme en mi tarea, a no dejarme ganar por la pereza y hasta me obliga a que encare mi trabajo diario de manera creativa. Sí, usted me inspira a mejorar cada día. Quería agradecerle por ello. ¿No le molesté, no?”.
Y contestó: “No, no… gracias.” – esto lo dijo como un murmullo, inesperado en él. Es que estaba hondamente impresionado. No paró de meditar en esta experiencia extraordinaria. No se había percatado de los alcances de sus acciones. Sí, sabía que tenía mal genio, reconocía que a veces podía pasarse un poco de la raya en sus explosiones intempestivas, admitía que era un tanto exigente por demás, pero lo que nunca había imaginado es que alguien fuera capaz de hallar en ello una faceta positiva y usarlo como trampolín para el crecimiento en vez de excusa para la revancha, la queja o el descontento. Quizás debiera ser él quien agradeciera y reconociera al empleado “por ser quien era”, un simple hombre que le dio una tremenda lección, pues supo descubrir una cara profunda mucho más noble que sus habituales máscaras de exasperación, impaciencia e incomodo.
Pensaba camino a casa, y mientras conducía cada tanto miraba esa pulsera sencilla alrededor de su muñeca.
Al llegar a casa se encontró con su esposa, con sus hijos, su perro, el hogar, como todos los días, pero también diferente. Algo había cambiado. No se daba cuenta de qué, pero sin dudas que sentía que algo estaba distinto.
Estuvo con ellos largo rato, conversaba, atendía mientras jugaba con su nueva pulsera, hasta que se dio cuenta de que era la primera vez en mucho tiempo, años quizás, que ellos estaban allí. Porque hasta entonces él llegaba del trabajo malhumorado, estresado, no quería saber nada de nada, ellos estaban pero como si no estuvieran. Como la lámpara, el timbre o el tapete. Eran parte de la casa. Sin embargo hoy eran ellos, su familia, cada uno con su propia personalidad y vida. Entonces, emocionado, salió de la casa para regresar al rato. Los llamó y les dijo que quería darles un regalo a cada uno, una sencilla pulsera como reconocimiento “por ser quien eres tú”. Ellos no comprendieron muy bien, el silencioso y ausente padre de pronto estaba tan efusivo, comunicativo, agradecido, no entendían bien que pasaba por lo que pasó a explicarles el extraño encuentro por la mañana en la oficina.
Mientras tanto, en casa del empleado, éste conversaba con su esposa la cual, el día anterior, le había entregado una pulsera de reconocimiento “por ser quien eres tú”.

Tu esencia es pura, es tu neshamá, o espíritu, tu Yo Esencial. Esa poderosa pero silenciosa voz que desde lo profundo te inspira al bien, a lo bueno, a la vida, a la eternidad. El lazo con el prójimo, con el cosmos y con el Eterno. Esa chispa sagrada que no perece ni se contamina, y sin embargo está oculta bajo las pesadas cáscaras que el EGO va sumando a su alrededor.
El EGO nos atribula, nos llena de sentimientos de impotencia, nos asfixia, nos lleva al exilio interior, ajenos a nuestra identidad más pura. Creemos que somos las máscaras, los rostros prestados del Yo Vivido, nos aferramos a esas camisetas y banderas, nos creemos todos los mandatos que nos van instruyendo y todas las doctrinas que hacen del EGO nuestro dios y salvador.
Tanto el EGO como esas máscara también somos nosotros, pero a diferencia del Yo Auténtico no es nuestra impronta sagrada y eterna, sino lo que vamos adosando a nuestra autenticidad. Por lo general ocultan la verdad, opacan la luz, en vez de permitir que la línea de energía poderosa irradie desde nuestro centro.
Lo saludable no es batallar contra el EGO ni renegar de las máscaras, sino darnos cuenta de qué rol están cumpliendo, y aprender a usar uno y otras en sintonía con nuestra neshamá.
Es una tarea que lleva toda la vida, con altibajos y tropiezos, pero es parte de nuestra misión en esta vida.

Una manera de hallar esa armonía es gozar de lo permitido. Esto es, disfrutar de todo aquello que está a nuestro alcance, que es lícito, que es saludable, aunque pareciera ser algo pasajero y sin sentido trascendente. Pero, sin olvidar que es “de lo permitido”, esto es, con límites, con control.
Control de uno mismo y de aquello que podemos controlar, dejando fluir lo que está por fuera de nuestro control.

Una buena medida es para el gentil aprender y cumplir el código universal otorgado por el Eterno para las naciones, los Siete Mandamientos Noájicos.
En tanto que la identidad espiritual judía se entrena y desarrolla por medio del código del judaísmo.
Son puntales que sostienen y promueven nuestra buena vida.
Una desprovista de supersticiones, sin rituales carentes de sentido, sin religión, sin atrevidos planteos al Eterno, sin negociados extraños, sin EGO.

¡Qué tarea ser quien eres!

Cada cabeza es un mundo. Este es parte del mío

En definitiva, todos los hombres somos iguales pero tan diferentes a la vez.

Nuestro pensamiento individual nos hace únicos e irrepetibles. No existirá otra persona en la historia de la humanidad que ocupe mi lugar ni el suyo. Cada visión de la vida es tan personal que dudo mucho que haya dos iguales, aunque se sigan principios idénticos.

Yo he sido de los que piensan que sin religiones los hombres seríamos más humanos y menos irracionales.

Me ha molestado tanto la idea religiosa, que he sido extremista; al punto de no gustarme mucho usar el vocablo “dios” (1).

He considerado que la “limpieza mental”, la “purga de ideas”, o el borro de memoria de las personas que de alguna manera renuncian a las religiones heredadas, debería de incluir incluso de lo que puede ser o significar el vocablo en mención; con el fin de reconstruir una personalidad sana y libre de cualquier prejuicio trasmitido generacionalmente.

Puede el lector tacharme de extremista, irrespetuoso, excomulgado del más allá, o sin porciones a tierras celestiales por mi falta de reverencia hacia lo sagrado y divino. Puede hacerlo si es que ese es su sentimiento.

Y no le culpo, porque la “seguridad de la creencia religiosa” hace nacer en el corazón del hombre esa separación hacia los que no piensan, creen, o sienten lo mismo que da seguridad a la mayoría.

Por otro lado, no me queda muy claro si mi forma de pensar traspasa en algún grado nuestro segundo mandato en el Código Noajida; mas sin embargo confieso que me alivia el hecho de que aun no existe un tribunal objetivo que juzgue mi pensamiento o mi sentimiento (aunque si existen tribunales que juzgan mi conducta).

Y aunque le parezca extraño mi preocupación si sobrelimito un mandamiento o no con mi forma de pensar, he de confesar que he considerado una forma de descubrir la humanidad y la libertad de pensar en la sencilla meditación del loable Código Gentil, leyes de Noe, Codigo Universal, o como se le quiera ver.

He considerado también que preocuparse si se tiene o no alguna conciencia sobre un Creador una vez que se haya abandonado alguna religión heredada, es una pérdida de tiempo muy lamentable; porque en honor a la verdad nadie que haya tenido una vocación religiosa familiar y que la haya abandonado puede saber lo equivocado que estaba o que esta, a pesar de que crea o suponga su total desarraigo.

Porque estar consciente de quien se es no es igual a “cambiar de concepto sobre dios” (2); sino es eso, saber quien se es y no quien le dijo que era.

Bueno sería (y según mi juicio) no fatigarse en descubrir en quien o en que se creé; sino en intentar reconstruir una personalidad bondadosa, libre, que de valor a la vida y que sobre todo vea lo valioso que es tanto el que piensa diferente como el que piensa igual.

 

(1)(2). La finalidad no es faltar al respeto para aquellos amigos lectores que tienen profundas convicciones; ni mucho menos a FULVIDA. Las opiniones escritas son personales y no necesariamente reflejan el punto de vista de la mayoría ni de este sitio. Se puso intencionalmente en minúscula con el fin de intentar quebrar el esquema mental que la religión ha hecho en la mayoría, e intentar hacer crecer el pensamiento critico.

 

Para tener el control

La estructura de los Mandamientos consta de dos partes, la primera esta formada por restricciones o prohibiciones a determinadas conductas o comportamientos, la segunda esta formada por una instrucción básica y sencilla Establecer cortes y leyes de Justicia, es una instrucción positiva “de hacer“.

Este código pese a su profundidad y eficacia suele ser menospreciado, cuando menos por aquellos que aun desconocen el poderío de estas leyes y cuando se les presentan estas directivas de comportamiento suelen pensar “Me están coartando mi libertad (cuando de hecho es todo lo contrario)” o “Son Mandamientos demasiado simples, necesito algo mas complejo… mas profundo” claro que si vemos los Mandamientos con un poco de detenimiento podemos observar que no son ni tan simples ni mucho menos tan superficiales, por ejemplo con el Mandamiento “No robar” incluye dejar de adquirir música pirata o películas piratas o software pirata o cualquier clase de mercancía por la cual el autor demande un pago determinado por su respectivo uso y las personas que con su “inteligencia“ evadan esto están simple y llanamente robando, con esta instrucción simple y concreta el Eterno posibilita el desarrollo y progreso de las personas, podemos entender que debemos de trabajar, esforzarnos y luchar para obtener aquello que deseamos pero de una forma licita y saludable, ello mismo posibilita que nos desarrollemos y potenciemos habilidades, sin duda todo un proceso de organización y depuración se pone en marcha cuando decidimos apegarnos a la vida… a la Voluntad Divina.

Pero me gustaría focalizar la atención sobre otro punto, de forma muy particular sobre el único Mandamiento positivo (de hacer) el de Establecer cortes y leyes de Justicia, este Mandamiento en particular parecería ser muy especifico de las cortes donde se procuran los juicios o se dictan mandatos judiciales, parece muy de cosas “legales” ¿no?  Sin embargo su alcance va mas allá de los aspectos que pudieran ser evidentemente lógicos como los legales pero primero habría que tratar de entender la palabra Justicia, es que toda vez que se escucha hablar de Justicia como que habría una tendencia muy marcada para asociarlo con el rigor severo, la dureza extrema, aunque esto puede ser resultado de todos esos resabios que la religión nos dejo heredados, esa imagen de un dios cruel y despiadado que mando a su hijo a morir por los pecados de otros, esa crueldad que se manifiesta como justicia divina pero que no es mas que una forma de canalizar el mas oscuro odio, como que la palabra Justicia la asociamos normalmente con el rigor severo, cosa que deberíamos de tratar de erradicar para tener una visión con mas claridad y obtener un concepto mucho mas amplio y depurado, lejos de lo religioso.

Para cada acto existe una consecuencia, si se rompe algo debiera de ser reparado… y creo ese es el espíritu de la Justicia, el reestablecimiento del orden, de la armonía, del bienestar, no castigar por un insano deseo de ver “sufrir” a alguien, sino apuntar hacia la vida, este Mandamiento mucho mas que un concepto legal necesario, es un aliciente a retomar el buen camino a promover la paz y el bienestar, la necesaria reparación para que se asiente la armonía multidimensional en nuestra vida, la instrucción de vida que nos indica que vivir bien y con dicha es una condición elemental para todos, mas allá de una carga impositiva y un tedioso deber legal (muy al estilo de los impuestos).

En suma adherirte a los Mandamientos redunda en un control sano y positivo para tu vida ¿y porque no? también para la de los demás.

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