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Idolatría = Falsedad = Inmoralidad = Muerte

Amigo noájida, te presento ahora un estudio basado en la porción de lectura de Torá semanal para los judíos, de la sección denominada “Behar”.
Está en la Torá judía, pero tiene invaluable importancia para el noájida, para alimentar su espíritu de manera apropiada.
Que te sea de provecho y bendición.

En la Torá, Dios habla a los judíos y les establece con irrevocable claridad:

«No os haréis ídolos, ni imágenes, ni os levantaréis piedras rituales, ni pondréis en vuestra tierra piedras esculpidas para postraros ante ellas; porque Yo soy el Eterno, vuestro Elokim.»
(Vaikrá / Levítico 26:1)

El Eterno en Su Torá expresa, una y otra vez, un rotundo NO a la idolatría.
Un NO inmenso a cualquier objeto, acto, palabra o pensamiento que esté dirigido hacia el elogio, apoyo o reconocimiento de la idolatría.

Nosotros podríamos dar motivos y razones para esta terminante negación, sin embargo, Dios ha sido muy claro: «NO a la idolatría, porque Yo soy Dios«.
Sin peros, sin mediatintas, sin filosofías, sin excusas, ni atajos o mitos.
NO es NO, porque Dios es Dios.
Por lo tanto, aceptar la idolatría, aunque sea en un 0,0001% es negar a Dios.

Pero, ¿qué es la idolatría?
Te daré ahora una breve caracterización, pero te pido que investigues a profundidad en SERJUDIO.COM y FULVIDA.com, pues encontrarás mucha más información.

Idolatría es aceptar como deidad a seres u objetos (ej.: maestros, imágenes, astros, fenómenos climáticos, ángeles, profetas, etc.).
También es idolatría querer plasmar a Dios en una forma que no es acorde con lo que la Torá ha trasmitido (ej. de idolatría: Dios como hombre de carne y hueso, Dios como uno de varios dioses, Dios mortal, Dios que miente o yerra, Dios que repudia la Torá o sus preceptos, Dios que le da lo mismo si un noájida vive como noájida o como judío, etc.).

Como puedes comprender, va más allá de adorar estatuas o arrodillarse delante de íconos, que es lo que en principio surge como idea de idolatría.
La idolatría es una forma de activismo (voluntario o no) en contra de la soberanía del Eterno sobre Su creación (sea que se arrodille la persona ante una imagen o no).
Por ello, es frecuente ver a ignorantes “evangélicos” mofarse de católicos y llamarlos “idólatras”, porque sus hermanos en la fe en un falso dios adoran o veneran estatuas y todo tipo de intermediarios y estampitas. Sin embargo, ¿acaso la fe en un pobre desgraciado, un brujo descarriado, un mito imposible, la fe en el colgado, es mejor?
Todo ello es idolatría, más o menos ritualizada, más o menos investida de colorido pagano, pero no deja de ser despreciable a ojos de Dios.

¿Y qué decir de aquellos que endiosan a rabinos, maestros, líderes, gurúes, iluminados?
¿O los que sabiendo la realidad de la doble senda hacia Dios, noajismo para noájidas y judaísmo para judíos, igualmente pretenden usurpar la senda del otro y vivir una vida de mascaradas?

Aquel que adora cualquier cosa (o ser) como deidad, en lugar o además de Dios, está indicando que Dios no es EL Dios de la Revelación en Sinaí, pues Dios ha afirmado categóricamente «Yo soy Uno, no hay otro aparte de Mí«:

«Así ha dicho el Eterno, Rey de Israel, y su Redentor, el Eterno de los Ejércitos: ‘Yo soy el primero y Yo soy el último, y fuera de Mí no hay Elokim»
(Ieshaiá / Isaías 44:6)

Decir algo diferente, como por ejemplo que un ser humano es un dios (o parte de Dios), o que «Dios se hizo hombre», o el sol, o una estatua, o lo que sea es un dios (o parte de Dios), es lisa y llanamente afirmar que Dios es mentiroso y que lo que Él ha dicho es falso. (Porque Él declaró que es Uno y Único, pero resulta que si hay otros; entonces Dios estaría mintiendo).
Si esto fuera así, si el Creador, el Dios que se reveló en Sinaí delante de todo el pueblo de Israel fuera mentiroso, entonces, ¿en qué podríamos confiar?
Nada tendría sentido, no habría orden, ni justicia, ni misericordia, ni verdad. Cada cual sería el amo absoluto de sus acciones y nadie tendría derecho a reclamar justicia o misericordia.
El universo sería un caos dispuesto para que al más astuto o perverso o fuerte se aproveche y triunfe.
¡A esto lleva la idolatría!

Por esta razón cuando estudias historia te encuentras que allí donde hubo idolatría, también hubo inmoralidad. Haz un breve repaso de tus lecciones escolares, piensa por ejemplo en Roma y la depravación de todo tipo que llenaba cada resquicio de su poderosa cultura.
Ahora piensa en los descendientes del imperio romano, en aquellos que mantienen sus raíces idolátricas vivas pero las ocultan debajo del disfraz de «monoteísmo» (como los falsos-judíos mesiánicos, por ejemplo, entre otros que profesan similares doctrinas pero con nombres diferentes).
Piensa en ellos y sus actos, públicos o privados, y no te sorprenderás al encontrar corrupción (sexual, comercial, familiar, gubernamental, etc.) en todos los planos que componen sus instituciones.
Para peor, no contentos con vivir en una constante estafa, se consideran santos y fieles a Dios, cuando en verdad están en activa oposición al Padre y en franca rebeldía contra lo que es bueno.
Muchos incautos siguen a los líderes de la perdición, pues no han aprendido en sus hogares los buenos principios que nutren el espíritu y quitan el error de la vida.
Muchos, la mayoría, están en pos de la idolatría «honestamente», sin ánimo de rebelión, sin deseos perversos por contradecir al Padre, sin deseo de vivir en corrupción.
Pero, por no esforzarse por estudiar de los verdaderos maestros y aceptar sus palabras, se convierten en ciegas ovejas que van a la perdición detrás de sus pastores, de los maestros de la mentira, que son lobos feroces y rapaces disfrazados como «buenos pastores». Por no acatar las correcciones que los verdaderos maestros les brindan, muchos se transforman en cómplices de los lobos feroces. Entonces se aferran con tesón a su error, se vuelven fanáticos de su idolatría disfrazada de piedad, se hacen acérrimos enemigos de los «defensores de la Torá» y fanáticos promotores de la estafa en la que viven. Se ciegan activamente a reconocer cualquier falsedad en su «religión» y presionan, maldicen, excomulgan, eliminan a aquellos que han despertado a la Luz y se han dado cuenta de la verdad. Son ovejas guerreras detrás de sus líderes insensibles y despiadados, y no saben (o no quieren saber) que con esa forma de vida descarriada están ganando perdición en Este Mundo y en el Venidero.
Destilan rencor, difunden mentiras, actúan desagradecidamente, confunden, reprochan, juran en falso… en fin… van copiando el escabroso modelo que sus líderes de la perdición les van inculcando…
Sus vidas se llenan de oscuridad y de temor a la Luz, y viven angustiados con estrechez de ánimo y mental.
La corrupción ha triunfado nuevamente pues se ha infiltrado por la puerta abierta por la idolatría1

Lo contrario también es cierto, que la idolatría entre a la vida por la puerta abierta por la corrupción.
De esta manera se puede entender el siguiente pasaje:

«Caín se enfureció mucho, y decayó su semblante.
Entonces el Eterno dijo a Caín: -¿Por qué te has enfurecido? ¿Por qué ha decaído tu semblante?
Si te enmiendas, ¿no serás enaltecido? Pero si no te enmiendas, yacerá el pecado a la puerta. Y hacia ti será su deseo. Pero, tú lo puedes dominar.
»
(Bereshit / Génesis 4:5-7)

Es que son partes gemelas, como siameses pegados grotescamente, la idolatría y la corrupción en todos los órdenes de la vida.
Todo ese vicio multidimensional arraigado al EGO entronizado como dios y señor de la persona.

Recuerda, Dios dijo NO a la idolatría.
Y NO es NO.

Muchas buenas personas están esclavizadas por la idolatría.
Sin dudas que actúan con bien hacia el prójimo y tienen conductas dignas de elogio.
Pero esto NO ES GRACIAS a la idolatría que profesan, ¡SINO A PESAR DE ELLA!
Si estuvieran libres de las doctrinas «religiosas» que son de perdición, tendrían muchísima más fuerza y bendición las buenas obras que ejecutan.
Por otra parte, al estar en el mismo bando de los que destruyen en el nombre de la idolatría, con sus buenas obras  están acarreando confusión y dando ánimos a los perversos para que se mantengan en sus perversiones.
Es un tema largo, que con la ayuda del Eterno desarrollaremos en otro momento.
Pero lo que debe quedar claro ahora es lo siguiente: si profesas alguna religión (por tanto no eres judío ni eres noájida, que son los fieles a los preceptos que Dios te ha dado), aunque estés actuando bien, tu espíritu está marchito. Y no es justo que padezcas de espíritu mustio. La cura a esta enfermedad espiritual está en tus manos: rompe los lazos que te atan a la religión, y si eres gentil vive fielmente de acuerdo a los preceptos para los noájidas, y si eres judío, ve y aprende Torá y vive según los preceptos que en ella se dictan.

Cuando le cierras cualquier rendija a la idolatría, preservas tu vida del mal.

Te resumo lo que hemos visto hasta ahora:

Idolatría = Falsedad = Inmoralidad = Muerte

Al saber esta fórmula puedes comprender el mensaje que el inspirado salmista nos da en este pasaje:

«No alaban al Eterno los muertos, ni cuantos descienden al silencio.»
(Tehilim / Salmos 115:17)

Los «muertos» son los que NO alaban al Eterno.
Los idólatras alaban a falsas deidades y por eso no alaban al Eterno (y lo insultan), por tanto están como muertos espiritualmente.
¿Quieres estar muerto en vida?
Deja de alabar al Eterno, entonces tu corazón seguirá palpitando, seguirás en el mundo, pero tu espíritu estará marchito.

Se alaba al Eterno de palabra y especialmente con actos (que NO son aplausos, levantar las manos, ademanes, etc.). Los actos de alabanza son llevar a cabo de los mandamientos que Él te ha dado para cumplir.
Esa es la mejor de las alabanzas, tal como se nos ha enseñado:

«¿Se complace tanto el Eterno en los holocaustos y en los sacrificios como en que la palabra del Eterno sea obedecida? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención es mejor que el sebo de los carneros.»
(1 Shemuel / I Samuel 15:22)

¿Cómo atenta contra Dios la adhesión a cualquier falso dios?
Realmente, Dios no es afectado en nada, tanto si creemos en Él como si no. A Él no le añade ni quita si actuamos movidos por ganas irracionales o falsas doctrinas en lugar de ser fieles a Él.
Debe estar bien claro esto: si pecamos o erramos no estamos dañando en lo más mínimo a Dios, ni restándoLe poder. Si actuamos correctamente, si cumplimos con los mandamientos tampoco le estamos dando nada.
Todo lo que Él nos ordenó es para nuestro beneficio, sea el personal o el colectivo.

Te resumo entonces:

Dios => Verdad => Justicia y Misericordia => Vida

En conclusión.
El idolatra es culpable de engaño, pues se adhiere a lo falso aunque dice que predica lo verdadero.
Está del lado de los que destruyen el mundo, aunque sinceramente crea que está haciendo el bien.
En palabras del Eterno a través del profeta:

«Por tanto, así ha dicho el Señor Elokim, porque habéis hablado insignificancia y habéis visto mentira; por eso, he aquí Yo estoy contra vosotros, dice el Señor Elokim. Mi mano estará contra los profetas que ven insignificancia y adivinan mentira…»
(Iejezkel / Ezequiel 13:8-9)

Para triunfar sobre la idolatría, sobre el mal, ¿qué debes hacer?
Presta atención:

«Solamente el amor domina al temor»
(Zohar, Shemot 216a)

Ama la corrección, ama la Torá (que quiere decir «instrucción» sagrada), aquella que te corresponde por derecho, seas noájida o judío.
Dedícate con empeño a cumplir con aquellos mandamientos que están a tu alcance y te corresponden de acuerdo a tu identidad espiritual, se siervo del Eterno y no un opositor.
Presta atención a los verdaderos maestros judíos, que te traen palabras de Torá (Escrita u Oral) que es apropiada y legal para ti, y que no recurren a artificios ni a efectos escénicos para trasmitir su claro mensaje.
Comparte con tus hermanos noájidas, estén más avanzados o rezagados en su experiencia noájica, para que entre todos nos fortalezcamos y purifiquemos de las vilezas propias del EGO.
Atiende a los maestros que con sencillez y directamente te orientan por las Sendas de la Vida.
Apártate de los que buscan hacerte sentir culpa por todo, reniega de las doctrinas que son como trajes hechos a medida de sus difusores.
Apártate del mal y haz el bien:

«Escoge la vida para que vivas, tú y tus descendientes, amando al Eterno tu Elokim, escuchando Su voz y siéndoLe fiel. Porque Él es tu vida y la prolongación de tus días»
(Devarim / Deuteronomio 30:19-20)

Este mensaje de fidelidad al Eterno lo vivió con intensidad Avraham hace alrededor de 3800.
Sus descendientes, los judíos, aprendieron a desechar la idolatría definitivamente hace alrededor de 2500 años.
Desde entonces tanto ellos (los judíos) como los noájidas (gentiles conscientes de su identidad y activos para cumplir con los Siete Mandamientos) cometemos errores, como humanos que somos, pero tenemos conciencia clara para no volver a caer en el infecto pozo de la idolatría nuevamente.
Sin embargo, muchos hermanos judíos, tal como la inmensa mayoría de los hermanos gentiles, están naciendo y creciendo sin una verdadera educación judía/noájida (según corresponda), por tanto aunque su espíritu puro se mantiene inquebrantable con el Eterno, están en riesgo de ser contaminados por las bajezas que esta sociedad ofrece con facilidad: religiones, sectas, mesianismos, pornografía, infidelidad, desprecio por la vida, engaños, etc.
Es nuestro deber fortalecernos en nuestro conocimiento de la verdad espiritual y en el cumplimiento de los preceptos que nos corresponden por orden de Dios, para de esa manera no solamente vivir, sino posibilitar que el hermano, el prójimo tenga algún punto de referencia estable que lo lleve al reencuentro con su verdadera identidad.
De manera tal de hacer verdad este pasaje de la sección de Torá de la próxima semana, llamada Bejukotai:

«Si andáis según Mis estatutos y guardáis Mis mandamientos, poniéndolos por obra,… Yo pondré Mi morada entre vosotros, y Mi alma no os abominará. Andaré entre vosotros y seré vuestro Elokim, y vosotros seréis Mi pueblo.»
(Vaikrá / Levítico 26:3-12)

¡Te deseo a ti y los tuyos que pasen un día excelente, en donde gocen a pleno la plenitud de la bendición que reciben de gratis a diario!
¡Cuídense y gocen de lo permitido para qué sepamos construir shalom!

Moré Yehuda Ribco

La impotencia y el Noajismo

El material publicado aquí es abundante para ahondar en el tema de la impotencia eje fundamental que utiliza el Ego para dominar la existencia del individuo te dejo algunos links para que des un vistazo y te formes un criterio.

http://fulvida.com/ajenos/misioneros/impotencia-como-condicin-humana

http://fulvida.com/fortalecimiento/feliz-septimo/egocentrismo-positivo
 

http://fulvida.com/varios/temas-frecuentes/del-ietzer-har
 

http://fulvida.com/ajenos/misioneros/eres-un-ttere-no 

http://fulvida.com/ajenos/misioneros/impotencia-y-ego

http://fulvida.com/fortalecimiento/feliz-septimo/egocentrismo-positivo
 

A grandes rasgos la impotencia es el “no poder” cuando un ego esta desbocado este pensamiento/sentimiento es el principal elemento que utiliza el ego para manejar a su antojo a la persona, por ejemplo: una persona que se acostumbra a tener todo tipo de pasiones desenfrenadas en todos los aspectos, cuando esta persona no pueda satisfacer sus locos deseos la impotencia se presentara y le hará sufrir grandemente, porque el ego ya no puede saciarse y crea en la persona sentimientos negativos de vacío y miseria, a través de su impotencia el ego hará que la persona ejecute determinadas acciones para saciarse manejando a la persona cual simple titere.

La impotencia es el “no poder algo”

Fíjate como son las cosas querido lector, a veces las cosas no son lo que parecen ni parecen lo que son, aquí en esta sagrada casa de estudio se publica material sobre el ego sobre la impotencia y con justa razón alguien podrá decir.

¡OIGAN PERO QUE TIENEN QUE VER TODAS ESTAS COSAS CON EL NOAJISMO!

Bueno en realidad tenemos la dicha o el privilegio (mal valorado) de tener un excelente Maestro que nos enseña cosas de acuerdo a nuestra identidad y no mentiras disfrazadas de judaísmo o noajismo.

Nosotros como Noajidas tenemos 7 Mandamientos fundamentales de los cuales 6 son de “NO HACER”

La mayoría de los Mandamientos son de “NO HACER” son acciones que aunque podamos no debemos hacerlas, esta es una condición de “no poder hacer algo” aunque no nace de nuestras propias limitaciones sino de instrucciones directas del Creador del mundo.

Es una impotencia artificial, pero más parece un entrenamiento para poder manejar mejor el sentimiento de impotencia que se presenta en la persona como una condición humana, natural y saludable en muchos aspectos, como si el Creador del mundo (Bendito Es) nos tratara de enseñar lo benéfica que puede ser la impotencia en muchas ocasiones, porque a veces el no poder hacer algo es mucho más benéfico que poder hacerlo.

Como el drogadicto que aunque quiera por las circunstancias ya no puede lastimar más su cuerpo inyectándole más droga, si por algún motivo ya no se puede drogar más esa impotencia más que perjudicarlo lo beneficia enormemente.

Alcanzas a ver como la impotencia es también algo muy benéfico cuando esta se presenta por un buen motivo o más bien dicho por un motivo de bien.

El Creador Bendito Es nos entrena desde nuestros Mandamientos de “No hacer” a familiarizarnos con el sentimiento de la impotencia que es una condición humana, natural e irrenunciable.

6 de los 7 Mandamientos universales son de “No hacer” son cosas que no podemos hacer.

En realidad la impotencia es muy buena cuando la finalidad lo es también, pero cuando esta se presenta porque queremos o intentamos saciar nuestra tendencia hacia el mal (nuestros apetitos oscuros) sus efectos son terriblemente molestos.
 

He sentido impotencia muchas veces en la vida y se lo molesta que esta puede ser……..

Cuando te ofenden y no puedes revirar con las mismas palabras

Cuando te gritan y no puedes alzar la voz de la misma manera

Cuando no puedes cambiar tu situación actual por mucho que lo desees

Es molesto lo se………

Pero queridos amigos…… no todo lo que podemos hacer ¡ES CORRECTO! Aunque algunos piensen lo contrario

Como el pastor que se acuesta con la mitad de las esposas de la congregación

O el drogadicto que se inyecta droga hasta que su cuerpo le pide tregua

O el cura que abusa de un adolecente

O el vivaz que pide diezmo para enriquecerse así mismo diciendo que con ello TU TE HARAS RICO

En fin ejemplos sobran para ejemplificar cosas que podemos hacer pero no son correctas.

Nosotros como seres humanos tenemos excelentes facultades que nos elevan por encima de las demás criaturas de este mundo, una de ellas es la de poder elaborar pensamientos.

Tal vez tu querido lector alguna vez has considerado hacer algo incorrecto por una perspectiva borrosa de la situación o por una idea equivocada, entonces entrena tu mente a pensar de la manera correcta, conoce tus mandamientos los reglamentos de los mismos, conoce que es lo que el Creador del mundo ha señalado como malo para que te apartes de ello y cuando no puedas hacerlo la impotencia no te moleste.

La mente es una excelente herramienta para liberarnos del poderoso aunque débil en esencia influjo del ego.

El no poder hacer algo en ocasiones suele ser molesto y desagradable pero esto también se debe a que con nuestros pensamientos/sentimientos creemos que es correcto o beneficioso en algún modo y por eso nos molesta que no podamos hacerlo.

Apreciado lector cuando la impotencia se haga presente en tu vida esfuérzate en recordar que en muchas ocasiones el “no poder hacer algo” es mucho más beneficioso que poderlo hacer.

Dijo así el More Yehuda

En ocasiones perder es ganar

Ahora pregúntate ¿Cómo puede ser que perder sea ganar?

Bueno sencillamente perder es ganar cuando tenemos la perspectiva incorrecta de las cosas, a veces porque no sabemos, pero a veces porque llamamos al mal bien y al bien mal.
 

Para abrazar el gozo

En el seno judaico esta semana corresponde la lectura de la porción de Torá denominada «Emor».
Veamos las enseñanzas acordes a la espiritualidad noájica que podemos compartir hoy.

«Emor» es en hebreo y lo podemos traducir como «di», «habla». En buena medida acerca del «habla» tratará este encuentro, que espero sea de mucha bendición para ti y los tuyos. Dentro de las temáticas de nuestra parashá se mencionan las festividades, las fechas especialmente consagradas para la reunión del pueblo judío. Entre ellas está Sucot, de la cual ha dicho el Eterno:

«os regocijaréis delante del Eterno vuestro Elokim durante siete días» (Vaikrá / Levítico 23:40)

Quizás pasa desapercibido en el trajín diario, en medio de los problemas y dificultades de cada jornada; pero estamos en el mundo para aprender a gozar de lo permitido, y no para llevar una vida de miserias y amarguras. Como el inspirado salmista describiera en su canto:

«Bienaventurado todo aquel que teme al Eterno y anda en Sus caminos: Cuando comas del trabajo de tus manos, serás feliz, y te irá bien.» (Tehilim / Salmos 128:1-2)

Porque debemos a prender a gozar sanamente, es que se nos ha ordenado regocijarnos y estar alegres1. Sea que estemos solos, pero mejor si podemos compartir con familia, y mucho mejor en comunidad. Pero, siempre delante del Eterno, es decir, con un corazón limpio, con regocijo sincero que nace en el buen proceder y no de la burla o la ventaja artera:

«Regocíjate en tu fiesta, tú con tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva, el levita, el forastero, el huérfano y la viuda que estén en tus ciudades. Siete días celebrarás la fiesta al Eterno tu Elokim en el lugar que el Eterno haya escogido. Porque el Eterno tu Elokim te habrá bendecido en todos tus frutos y en toda la obra de tus manos, y estarás muy alegre.» (Devarim / Deuteronomio 16:14-15)2

Ya lo sabes, tenemos la oportunidad en esta festividad para entrenarnos en esta difícil empresa de gozar auténticamente. Pero, un verdadero entrenamiento no se realiza una vez por año; ni tampoco una semana al año. Un entrenamiento efectivo ha de ser constante, o cuando menos muy frecuente. Para esto, cada semana al caer el sol del viernes para dar comienzo al Shabbat (cuya esencia, sentido y reglas son para los judíos exclusivamente, pero vale aquí como ejemplo para los noájidas), es tiempo de gozo y de aprender a deleitarse de lo que es trascendente y eterno, tal como a través del profeta ha sido declarado:

«Si apartas tu pie por respeto al shabbat, para no hacer tu capricho en Mi día santo; si al shabbat llamas delicia, consagrado al Eterno y glorioso; y si lo honras, no haciendo según tus propios caminos ni buscando tu propia conveniencia ni hablando tus propias palabras, entonces te deleitarás en el Eterno. Yo te haré cabalgar sobre las alturas de la tierra, y te daré a comer de la heredad de tu padre Iaacov [Jacob]. Porque la boca del Eterno ha hablado.» (Ieshaiá / Isaías 58:13-14)

Tenemos momentos para el gozo y para el entrenamiento, aunque la meta es servir constantemente con buen ánimo al Eterno, tal como está dicho:

«Por no haber servido al Eterno tu Elokim con alegría y gozo de corazón por la abundancia de todo, servirás a tus enemigos que el Eterno enviará contra ti, en medio del hambre, de la sed, de la desnudez y de la falta de todas las cosas.» (Devarim / Deuteronomio 28:47-48)

¿Lo comprendes? Nos sobrevienen terribles calamidades3 cuando no servimos al Eterno con alegría y gozo, porque no somos capaces de reconocer cuán ricos somos con lo que Él nos ha dado. En palabras de la Mishná:

«¿Quién es rico? Quien se alegra en su porción.» (Avot 4:1)

Es decir, si de mala gana vives, si con pesar actúas, el resultado al final será dolor. Pero si entiendes que cuando has comido solamente una cantidad similar a una aceituna o un huevo, ya has gozado de los bienes de Este Mundo, entonces te librarás de afanes innecesarios y dolores completamente evitables. Agradecerás de todo corazón por lo materialmente poco o mucho que te ha tocado, y serás feliz, sin angustias ni pesares. Porque confías en la Sabiduría, Justicia y Bondad del Eterno, no temes ni te perturbas detrás de la avaricia. Porque confías, entonces gozas:

«Porque Yo sé los planes que tengo acerca de vosotros, dice el Eterno, planes de bienestar y no de mal, para daros porvenir y esperanza. Entonces Me invocaréis. Vendréis y oraréis a Mí, y Yo os escucharé. Me buscaréis y Me hallaréis, porque Me buscaréis con todo vuestro corazón.» (Irmiá / Jeremías 29:11-13)

Cuando verazmente confías en el Eterno, el buen ánimo no se aparta de ti, ni siquiera en los momentos de pesada prueba. Tenlo presente. Pero además de la confianza depositada en el Eterno, puedes hacer tu parte para ir añadiendo gozo a tus días. Te daré tres breves consejos que te permitirán ir escalando en esta manera de vivir plena de gratitud, libre de presiones (aunque no de justos esfuerzos), resplandeciente de regocijo:

  1. Aprende a hablar positivamente.
  2. Aprende a encontrar el valor positivo de las personas, objetos, situaciones.
  3. Aprende a esforzarte, pero no a presionarte.

¿Qué es hablar positivamente? Es comunicarse auténticamente, a la par que encontrando gestos, tonos, palabras y sentidos positivos. Sin faltar a la sinceridad, se debe tratar de expresar las ideas sin usar formas negativas del lenguaje. Te daré un simple ejemplo, que espero puedas derivar de él la gran enseñanza que deseo trasmitirte. Recién acabo de escribir, y tú has leído: «tratar de expresar las ideas sin usar formas negativas del lenguaje», está un par de líneas atrás. ¿Cómo podríamos enunciar positivamente un concepto similar? Pues, diciendo: «trata de expresar las ideas de forma que uses lenguaje positivo». Te daré otro ejemplo. El joven estudiante anuncia: «No entiendo nada, soy un inepto, el estudio no es para mí«. Ésta es una manifestación de incorrecta autoestima, y de falta de confianza en su capacidad de superación. Bien podría decir algo parecido, pero positivamente: «Me cuesta entender este tema en particular en esta materia, reconozco que es una dificultad puntual, y haré mi mejor esfuerzo para vencer los obstáculos que se me presentan«. ¿Cuál es la diferencia fundamental entre ambas frases? Descúbrelas y aplícalas en tu vida, verás los beneficios de hacerlo.

Te daré una breve lista de ejemplos, espero que te sea de provecho y adquieras el buen hábito de hablar positivamente:

Negativo (de lo cual es mejor que te abstengas) Positivo (que debieras emplear)
Eres tonto, nunca entiendes nada Quizás no fui claro al expresarme, permíteme que lo explique nuevamente
Me siento horrible
He tenido mejores días
Muero de cansancio Me haría bien un descanso
No me esperen, llegaré tarde Trataré de estar en hora, bli neder
Lo odio No llegamos aún a congeniar
Perdí El éxito me fue esquivo esta vez
Me engañaste Siento que lo que obtuve no es lo que había entendido que recibiría de tu parte
Temo fracasar El éxito es el 50% de mis probabilidades

Como ves, en el hablar positivo no se miente, ni se engaña, ni se esquiva el asunto urticante, solamente que se emplea un talante positivo, una expresión que apunta al encuentro, al crecimiento, a la esperanza, en lugar de caer en el abatimiento o la insolencia.

Hablar positivamente lleva casi siempre a pensar positivamente, y con ambas se encuentra que uno está conduciéndose de manera proactiva. Hablar de esta manera es unir el jesed con el iesod, la misericordia con el fundamento que vincula lo emocional con lo material, por tanto, es abrir los canales para el bienestar. Es bonita la enseñanza que el Maharal daba acerca de la lengua. Él solía decir que la lengua es el único órgano que puede estar tanto dentro como fuera. Y esto es así pues la lengua expresa, hace público, lo que está dentro. Si expresamos nuestros conceptos positivamente, nos retroalimentamos de positividad. Pero, si de nuestras bocas emergen palabras necias, falsas, negativas, pedantes, en fin negativas, entonces demostramos qué hay en nuestro interior, al tiempo que nos mantenemos enroscados en un círculo vicioso. Recordemos un precepto que se enuncia en la parashá pasada:

«No maldecirás al sordo» (Vaikrá / Levítico 19:14)

Sabemos que está prohibido maldecir, por tanto, ¿no resulta redundante este mandamiento? Pero además, ¿en qué le afecta al sordo si lo insultamos, si ni siquiera se entera de esto? La respuesta es: porque cuando maldecimos no solamente perjudicamos al insultado, sino a nosotros mismos. Cuando ofendemos de palabra a un sordo, o de cualquier manera al ausente, en los hechos podemos decir que no lo estamos perjudicando en nada (a no ser que alguien nos oiga y se afecte negativamente), pero siempre nos estamos auto-dañando. Por esto, la shmirat halashón, el cuidado de la lengua, es una conducta esencial. Y el cuidado comienza emitiendo positividad y no elementos de negatividad. Ahora, ten presente que en ocasiones debes ser firme en tu expresión de «noes». No debes permitir que te maltraten, directa o indirectamente. No debes promover la idolatría, especialmente no debes tolerar la basura para el alma que se disfraza de piedad y que para colmo le gusta hacerse pasar por «judaísmo mesiánico», «crecimiento integral» u otras formas aberrantes de confundir y estafar la buena fe. No debes consentir el mal. Entre otros «noes» ineludibles que deben ser sostenidos con firmeza y sin tolerancia alguna. Recuerda que el que es piadoso con el mal, termina perjudicando al bondadoso. Recuerda que al que está dispuesto a hacerte un daño, o a dañar a un inocente, no debes tenerle ninguna lástima ni darle ni siquiera una chance pequeña para que ejecute su maldad, tal como la Torá ordena:

«Tu ojo no le tendrá lástima.» (Devarim / Deuteronomio 25:12)

Pero, a veces también debes ser severo, actuar en cierta manera como «negativo», por ejemplo cuando reprendes a un hijo por una conducta desagradable, o echas a un empleado, etc. En estos casos, debes ser claro y severo, pero nunca usar la humillación, las ofensas, la bajeza. En todo momento debes recordar que el otro, a ese que le dirás algo que no quiere oír, es tu prójimo y que has de ser amable con él. ¿Qué es encontrar el valor positivo de las personas, objetos, situaciones? Es recordar que hay sombras porque necesariamente hay luz que las produce. El temeroso, el poco entendido, el que no ha aprendido a valorar, se queda prisionero de las sombras, sin ver más allá de ellas. Pero, aquel que aprendido a valorar lo positivo, no queda inmóvil y expectante por las sombras, sino que sale al encuentro con la luz. En palabras del inspirado y sabio salmista:

«Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque Tú estarás conmigo.» (Tehilim / Salmos 23:4)

El salmista sabe que existen momentos de oscuridad existencial, pero también sabe que hay una Luz que siempre se halla encendida, y que es posible encontrarla a pesar de todo. Por esto, nosotros captamos que el salmista sabe valorar lo positivo. Entiéndelo bien: él sabe que están las sombras, pero no se queda en ellas, sino que razona que detrás de ellas siempre se encuentra la luz. El que busca lo positivo, no niega el dolor, ni vive en fantasías de perenne bienestar ilusorio, pero tampoco se hunde en la desesperación o el abandono de toda lucha por elevarse. Sino que tiene los pies bien plantados en tierra, en la realidad, sin sobresaltos ni decepciones, al tiempo que su cabeza y espíritu están en las alturas, en demandan de la clave de su gozo verdadero. Una persona así, reconoce trampolines para subir allí donde otros solamente encuentran pozos en los cuales tropezar y deslizarse al vacío. Él «siete veces cae y se levanta» (Mishlei / Proverbios 24:16), porque sabe que vale la pena ponerse de pie y seguir avanzando. Porque aunque muchas veces muerda el polvo de la derrota, sabe que todo es para bien. Encontrar lo positivo, incluso cuando pareciera difícil que lo hubiera, es vivir desde la perspectiva del jesed, la misericordia. Alguien que tiene un ojo misericordioso, encuentra sentido, y la siente concreta y palpable a esta afirmación:

«Bueno es el Eterno para con todos, y Su misericordia está en todas Sus obras.» (Tehilim / Salmos 145:9)

¿Qué es esforzarse, pero no presionarse? Cuando actúas con responsabilidad, pues te haces cargo de que haces el mejor esfuerzo para completar tu tarea, pero que no depende de ti el resultado final. En palabras de los Sabios:

«No te corresponde a ti terminar la obra, mas no eres libre de eximirte de ella.» (Avot 2:16)

Cuando te sobre-exiges, cuando te presionas más allá de lo razonable, estás conspirando para nunca alcanzar el éxito, sino para permanecer en la derrota o para hundirte más en el dolor. El proverbista en su notable sabiduría nos lo ofrece con las siguientes palabras:

«Corrige a tu hijo mientras haya esperanza, pero no se exceda tu alma para destruirlo.» (Mishlei / Proverbios 19:18)

¿Entiendes la idea? Ni siquiera cuando estamos corrigiendo podemos exigir más allá de los límites saludables, sino solamente lo que es justo, bueno y correcto. Cuando presionamos al punto que quebramos el límite de lo saludable, entonces estamos destruyendo y no construyendo. Te doy un ejemplo. Imagina la siguiente situación. Un hombre que se ha dado cuenta de que su vida laica no es beneficiosa ni correcta, y se hace baal teshuvá. Pero es tal su exigencia para consigo mismo que no tolera ni la más mínima desviación de lo que él cree corresponde que se debe cumplir y hacerse. Su vida no está dedicada al verdadero crecimiento espiritual, orientada a la Luz de la Torá, sino que se transforma en una tortura constante, en una rebelión en contra de familia, amigos, colegas y conocidos; en un reproche insufrible sobre todo y todos; en un machacante sentimiento de inferioridad por no estar cumpliendo al 100% todo de todo de todo. ¡Llega al extremo de no bañarse para no quitarse la kipá ni el talit katán! Lo más probable es que no sea una persona emocionalmente equilibrada, pero, ¿acaso su exigencia fuera de toda mesura no es la que lo está llevando a esta situación lastimosa? Pregúntate: ¿en qué me parezco a este personaje? Y si en tu sobre-exigencia eres semejante a él, hazte esta otra pregunta: ¿qué intento ocultar con tanto afán de perfeccionamiento? Recuerda el tema con el que comenzamos este encuentro: el gozo y la alegría. Entre los momentos de mayor gozo, y que además nos entrenan para gozar a diario, mencionamos el Shabbat (que es exclusivo para los judíos, pero vale aquí como ejemplo para los noájidas) con su deleite espiritual que se trasunta a lo material. Una persona JUDÍA que cumple realmente con las normas del Shabbat aprende a que el mundo no se detiene si ella deja su tarea por un rato, y por tanto, tiene derecho a descansar, también a equivocarse, también a no ser perfecto. La idea debe ser: hacer lo mejor que puedas, pero aceptar que no eres todopoderoso, y que llegarás más pronto o más tarde a tu límite. Si te confiesas que tienes limitaciones y que éstas no te hacen ser peor persona, estás dando un gran paso hacia el éxito verdadero. En el polo opuesto está el que conozcas tus potenciales, tus capacidades, y que te hagas consciente para no permitir que los temores te inmovilicen en tu tarea de crecimiento. Por otra parte, recuerda esta enseñanza adicional: cuanto más presionas a una persona, menos contacto auténtico tienes con ella, y difícilmente alcanzaras la meta que te has propuesto en la relación mutua. A mayor presión, mayor resistencia y alejamiento. Recuérdalo. Esforzarse sin traspasar el límite de lo saludable, es resaltar la perspectiva de netzaj, la constancia que lleva al éxito. Ten presente por favor estos tres consejos4, que si los anudas firmemente a la plegaria sincera y al estudio cabal de la Torá (para los judíos y aquellas porciones permitidas para los gentiles), te permitirán desatar los lazos de la esclavitud emocional, para verte de pronto abrazado por el verdadero regocijo. En palabras del salmista:

«Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa del Eterno moraré por largos días.» (Tehilim / Salmos 23:6)

¡Te deseo a ti y los tuyos que pases un excelente día ¡Cuídense y gocen de lo permitido para qué sepamos construir shalom!

Notas: 1- Gozo y alegría NO debe considerarse como una sonrisa perpetua en el rostro, ni como aceptar injusticias y maldades con agrado, ni como reír sin comprender que hay tiempos para el llanto. El gozo y la alegría refieren a un estado del ánimo de tranquilidad interna y confianza en la Bondad del Todopoderoso. Peo si toca vivir un momento de amargura, se sufre, pero sin caer en la desesperación. Si toca el momento de la seriedad, así se lo experimenta, pero sin convertirlo en algo parsimonioso o plagado de dramatismo. La burla, la risa que nace en la gracia tonta, la sonrisa perenne del inconsciente o borracho no son sinónimos de gozo y regocijo, ni de alegría; sino muestras de la falta de éstas. (Ver Sefer Colbo 60).

2- Conviene analizar la Halajá que enuncia el Rambam en Hiljot iom Tov 6:17, en donde especifica qué debe entenderse concretamente por «la alegría» de la festividad.

3- En general son calamidades emocionales, personales. Familias destruidas, vidas vacías, comunidades hundidas en el odio o la confusión, sociedades corrompidas y decadentes, etc.

4- Te recomiendo la lectura y estudio de las obras del «Jafetz Jaim», R. Israel Meir HaCohen Kagan. Especialmente profundiza el «Shmirat Halashon».

Moré Yehuda Ribco

Maimonides. un ejemplo para el noajismo

Acerca de Maimonides, navegando por la web, encontraremos infinidad de obras, monografias referencias y comentarios a la gran obra de su vida. Tendremos recursos para poder admirar su capacidad como pensador, escritor, codificador, filosofo, entre otros.

Les cuento que tengo un libro de Abraham Joshua Heshel, llamado precisamente, Maimonides que cuenta acerca de su vida.

Uno de sus capitulos, comienza a describir su vida, en sus ultimos años, donde podemos ver, que no solo fue un grande por sus pensamientos y sus libros sino que en sus actos cotidianos lo era.

A pesar de sus dolencias atendia a sus pacientes sin descanso luego de una extensa jornada laboral, donde dedico sus ultimos 15 años de su vida a la medicina con una mayor energia con laa cual habia entregado 10 años a la codificacion.

El autor menciona que abandono la metafisica por la medicina, la contemplacion por la accion, la sabiduria de D-os por su imitación.

Creo que es un ejemplo para relacionarlo con nuestra identidad, ya que muchos de nuestros hermanos se encuentran indagando en sabidurias, pensamientos, misticismos.

Si Maimonides que era un sabio de verdad (y de la Verdad) en lo mas alto del judaismo, se volco a la acción. cuanto más nosotros que infinidad de veces navegamos en pseudo-conocimientos que solo nos restan tiempo y nos quitan energias que pudieran ser aprovechadas de otra manera.

Buena semana para todos.

La “espiritualidad” popular

En el misticismo judío, a semejanza de misticismos en otras regiones, se denomina a este mundo como “Mundo de Mentiras” (Alma deShikra).
Un lugar de apariencias, de ilusiones, de imágenes que hablan más que mil palabras.
Un sitio en donde los susurros de la verdad son apabullados por el griterío ensordecedor de los engaños, voluntarios o involuntarios.

No importa “ser honesto”, sino “parecerlo”.
Lo que brilla, seguramente es vendido como oro.
El que se viste de “santo”, por supuesto que es un hombre divino.
La mona vestida de seda, es una señora dama de la alta sociedad.

Apariencias y más máscaras.
Las palabras que quieres oír en vez de las que precisas.
Las prédicas de los líderes religiosos que te emocionan (de una u otra forma), para moverte a hacer lo que a ellos les complace pero a ti te resulta tan “emocionante” (y supones que eso quiere decir “espiritual”).
Los corruptos en el poder, que juzgan y encarcelan y persiguen y extirpan a los que son de limpio corazón y puras manos.

Un mundo en donde tanto tienes tanto vales.
Si tienes “din” (dinero) tienes “dón” (eres tratado como todo un Señor).
Un mundo en donde un tipo que le pega con el pie a una pelota es millonario, ejemplo de multitudes, “ídolo” de los niños; pero el científico que rebusca las curas para las peores enfermedades se pudre en la miseria en un cuartucho de pobreza solitaria (a no ser que trabaje para una multinacional, que no quiere más que ganancias y dominio).

Un mundo falso, en el cual quien regala vida y virtud, porque enseña los caminos sagrados apropiados para cada identidad espiritual (noajismo para gentiles –y no otra cosa-, judaísmo para judíos), es marginado y avergonzado. Pero quien vende a muy caro precio mentiras llenas de palabritas altisonantes, rituales estrambóticos, religiosidad azucarada, promesas de todo tipo de bendición, perversión de las fuentes sagradas… ese es elogiado y arropado con todo tipo de riquezas y aplausos.

Sí amigo mío, estamos en el mundo de la mentira.
Cuenta el midrash (lecciones de los Sabios de la Santa Tradición) una bonita lección acerca del cerdo.
No sé si sabes que a los judíos (y solamente a ellos) Dios ha ordenado que sigan una dieta alimentaria particular, sagrada, estrictamente acorde a la espiritualidad judía. Se llama KASHRUT.
Se deben seguir varias reglas para cumplirla.
Una de ellas establece que de los animales terrestres solamente son aptas para el consumo las especies que tengan pezuña hendida y sean rumiantes.
Ambas condiciones son necesarias e indispensables.
La vaca, la oveja, la cabra son algunos de los pocos animales que entran dentro de estas especificaciones.
El cerdo, por su parte, sólo tiene una de las señales, ya que si ves su patita encontrarás que tiene la pezuña partida, igualita que la de las vacas.
Pero, el buen puerco no es rumiante, por tanto no es kasher –apto, permitido, para el consumo-.
El midrash viene y nos dice que notemos como el chancho se acuesta con sus patitas extendidas hacia adelante, de tal modo que queden a la vista sus pezuñas partidas, para que todos crean que es kasher. 
El cochino se ofrece públicamente como apto, como idóneo, como “bueno”, como enmarcado dentro de la ley.
Eso es lo que a la vista demuestra.
Pero la señal interna, esa que no es posible distinguir por simple apariencia, esa no la tiene.
Es un animal “impuro”, descalificado por sus cualidades internas, pero que sin embargo se nos vende abiertamente como si fuera uno de los “puros”.
Para peor, es uno que se regodea en la inmundicia, su casa es un chiquero, la porqueriza también le dice al hogar del puerco. Come cualquier desecho, se deleita con la podredumbre, se engorda con las sobras mugrientas de los demás. Ah, pero cuando se sube al púlpito a predicar está impecable, se viste como un “santo”, habla con un lenguaje de “ángeles”, te moviliza con sus palabras astutas y hábilmente seleccionadas, te hace creer que es un gran hombre desde sus paginitas de internet… ¡te comes al puerco pensando que es un pan sagrado!
Pero adentro, en su interior, su alma es “deshikra”, de mentira, de oscuridad, de EGO, de falsedad, de engaño.
Es manipulador por excelencia, astuto, un buen alumno del serpiente del Edén, quien te abraza calurosamente y te dice “Chalom Chaverim Aleichem”, pero que en el fondo solo ve en ti un bolso con dinero para sacar, una fuente de diezmos y contribuciones que engorden su propia cuenta bancaria. Te usa y abusa de ti. Te engaña, de paso se acuesta con tu mujer, pero siempre te muestra esa sonrisa amplia, esa ropa fina, ese saludo cordial, esas palabras dulzonas… el predicador (con el título ministerial que use) ese al que tanto alabas y tanto defiendes.

¡Qué gran lección!
Andemos con cuidado, no debemos juzgar por las apariencias, sino que es nuestra obligación recabar datos, analizar hechos por hechos para descubrir realidades.

¡Pero alto!
¿Y por casa, cómo andamos?

¿Quién gobierna tu vida?
¿Tú o tu EGO?

Cuando piensas en Dios, ¿Estás pensando en:

  • la bendición que te dará,
  • en los dones que hará descender para ti,
  • en la riqueza que te lloverá,
  • en la prosperidad,
  • en la sanación,
  • en la salvación,
  • en el milagro que esperas,
  • en la promesa que le hiciste para que Él te diera algo a cambio?

¿En esas cosas piensas cuando piensas en Dios?
¿Haces el cálculo de cuánto diste de “caridad”, “tzedaká”, “se-da-acá”, “diezmos”, "aportaciones al Señor”, para ver cuánto te corresponde que Él te devuelva?

Vamos, te pido un minuto de sinceridad contigo mismo… ¿no lo hiciste?

¿Cuántos rezos o plegarias elevaste fervientemente para pedir o exigir que tal o cual asunto se resolviera de acuerdo a tu voluntad?
Está muy bien pedir al Padre Celestial, ¿pero es ese el motivo central y principal de comunicarte con Dios?

¿Cuántas veces te quejaste por lo que no tienes o sientes que te falta, y añadiste que no te parece justo que así sea puesto que tú eres “fiel”, “creyente”, “tienes fe”, “eres religioso”, “cumples tus mandamientos”? Vamos… ¿nunca pensaste que Dios te estaba siendo desleal por no darte lo que te mereces?

Te podría seguir haciendo preguntas simples y al punto, pero no quiero ponerte en situación incomoda, no quiero que salgas huyendo de este hogar y no vuelvas porque “te agredo” con estas preguntas.

Así que, lo dejo por aquí, me vuelvo al mundo de los engaños… allí nos estamos viendo…

Planeta.

En los lugares mas inhospitos del planeta , el ingenio humano consigue sobrevivir adaptandose a toda clase de inclemencias , lastimosamente no se a podido «adaptar» a su verdadera Identidad.

«LIBERATE , SE 100 % NOAJIDA»

Por un Mundo sin religiones.

¿Noájida o Noaj-maniático?

Buen día querida familia, hace bastante tiempo no escribía algo y es que por un largo rato sentí que no me venía la inspiración y bueno, así como un día vino un pequeño bloqueo mental hoy nuevamente me llegaron las ganas de escribir.

Antes que nada, refiriéndome al título del texto hay que definir el sufijo –manía que según la RAE (tomado de: http://drae2.es/man%C3%ADa) :

manía.

(Del lat. manĭa, y este del gr. μανία).
1. f. Especie de locura, caracterizada por delirio general, agitación y tendencia al furor.
2. f. Extravagancia, preocupación caprichosa por un tema o cosa determinada.
3. f. Afecto o deseo desordenado. Tiene manía por las modas.

Me guío por la segunda definición y me puse a pensar sobre aquellas personas que son “Noaj-maníacas”, sé que la palabra es extraña ya que yo misma le acuñé el término (ojalá la Real Acade2mia de la Lengua no se moleste) a aquellos personajes que vuelcan su vida al noajismo casi que 100%, se aprenden de memoria el Camino del Gentil Justo, repiten en orden las 7 leyes , no salen nunca de Fulvida.com… pero, que así como pasa la Justinmania (la locura por aquel ídolo adolescente Justin Bieber), la Joliemanía, la Facebookmanía, la MySpacemanía, la Yogamanía, y etc etc… les pasa tambien la Noaj-manía.

Y es que existe una gran diferencia entre ser Noaj-maníaco y ser un verdadero Noajida, pues esto último se refiere a nuestra identidad mientras que la primera inevitablemente se refiere a cuestiones gobernadas por el ego. No es una cosa de moda que en su momento suena como la salvación a todas nuestras plegarias pero que al pasar el tiempo queda en el olvido, no es una cosa de aprenderse las 7 leyes de memoria o el Camino del Gentil Justo de la A a la Z y repetirlos como un loro a todo aquel que pregunte, NO! es saberlo, entenderlo, comprenderlo y sobretodo VIVIRLO, no es tampoco ir por el mundo como un misionero con el afán de evangelizar y convertir a todas las personas… DEFINITIVAMENTE NO!, porque ni siquiera es nuestro deber actuar como tal, es con nuestras acciones, nuestro estilo de vida, con el trato que le damos al prójimo y como cuidamos cada día lo que el Eterno nos da es como llevamos esa luz que tantas personas necesitan.

Porque no falta aquel, que llega acá y nos llena de palabras bonitas y nos envía bendiciones diarias, que nos desea un feliz séptimo todos los Viernes pero que cuando apaga su PC no le agradece a Dios estar vivo cada día sino que reniega de los problemas cotidianos, que no ayuda al necesitado, que no se para de la silla para que se siente la anciana o la embarazada, que continua dudando sobre si estará actuando bien o mal al decirle no a la idolatría y a la Iglesia y teme sentirse juzgado, que no cuida el medio ambiente ni respeta a otros seres que viven en este mismo planeta, que no se conmueve ante las situaciones catastróficas que se están viviendo actualmente en el mundo y simplemente piensa… nah! Eso no es conmigo!, y luego como si nada, llega acá y dice “yo soy un constructor de Shalom”

Amigos, no solo se construye Shalom en nuestra cabeza, repitiéndonos a nosotros mismos como borregos todo lo que encontramos en este sitio; hay que transmitirlo a nuestros hijos, padres, hermanos, amigos y conocidos, hay que vivirlo diariamente porque eso es lo que Dios quiere de nosotros y que de esta manera las personas se den cuenta lo bonito que es tener esta identidad!… No se puede tomar tan a la ligera como una moda, que cuando nos aburrimos simplemente nos pasamos a otra, hay que entender que uno es noájida desde que se nace hasta que se muere, no es que hoy me aburra y mañana me vuelva Budista o Testigo de Jehová y para aclarar: Tampoco es un camino hacia el Judaismo!!! Tal vez eso suene repetitivo pero para algunos es difícil de entender.

Para aquellos que tienen miedo de vivir como Noajidas, que aun piensan en el que dirán les digo: No están construyendo Shalom. Vivanlo, transmítanlo, eduquen al que abre su corazón y está necesitado de luz porque si tenemos al Eterno de nuestro lado no debemos sentirnos nunca con miedo, todo lo contrario… El es nuestro mejor aliado en la tarea de ser justos entre todas las naciones. Saludos