Paz Perfecta

Un rey ofreció un gran premio a aquel artista que pudiera captar en una pintura la paz perfecta.

Muchos artistas se sintieron motivados a participar de aquella convocatoria.
(En un aparte, amable lector, debemos advertir que era un invitación honestamente engañosa, pues dependía del parecer y la creencia del monarca en lo que respecta a “la paz perfecta”; pero los concursantes no advirtieron tal situación, deslumbrados por la promesa de renombre, prestigio y dinero. Continuemos con el relato.)

El rey observó y admiró todas las pinturas, pero solamente hubo dos que realmente le llamaron la atención por sobre el resto.

La primera retrataba un lago muy tranquilo. Parecía un espejo perfecto donde se reflejaban unas plácidas montañas que lo rodeaban. Sobre éstas se encontraba un cielo muy azul con tenues nubes blancas. Todos quienes tuvieron la oportunidad de contemplar esta pintura admitieron que era un reflejo real de la paz perfecta, casi se podía percibir en el corazón los arrullos pacíficos y seductores que fluían desde el lienzo. ¿Cómo no sentirse plácido en un entorno armonioso, lleno de tranquilidad y orden?

La segunda pintura también tenía montañas. Pero éstas eran escabrosas y áridas. Sobre ellas había un cielo furioso del cual caía un impetuoso aguacero, en un caos cruzado por rayos y vientos. Montaña abajo, parecía retumbar una espumosa cascada de agua.
Era la imagen de la agitación y la falta de mesura.
Pero allí, en una saliente rocosa detrás de la cascada, apenas visible, se distinguía un pequeño nido, en el cual descansaba plácidamente un pajarito.
Era difícil percatarse de ese detallito, insignificante a primera vista, inadvertido ante el tremendo retrato del descontrol circundante.

Como es previsible, pues este es un cuento con moraleja, el rey escogió la segunda.

El rey explicó: "Paz no significa estar en un lugar sin ruidos, sin problemas, sin trabajo duro o sin dolor. Paz significa que a pesar de estar inmersos en todo tipo de circunstancias adversas y problemas que surgen de imprevisto, nuestro corazón permanezca en calma y prevalezca en nosotros la confianza interior. Paz es poder hallar ese instante de intimidad y encuentro con lo significativo, aunque el mundo alrededor se caiga a pedazos.
Éste es para mí el verdadero significado de la paz”.

 

Preguntas para reflexionar

1. ¿Sabes transformar en oportunidades los problemas que se te presentan a diario?

2. ¿Qué te motiva a actuar?

3. ¿Te desmoralizan los obstáculos que se te presentan?

4. ¿Cómo te preparas para superar los eventuales obstáculos que se te puedan presentar?

5 comentarios sobre “Paz Perfecta”

  1. More tiene vertientes muy interesantes esta enseñanza, primero porque como lo menciono al principio la “paz perfecta” que conceptualizaba el rey realmente solo reflejaba su propia percepción de la paz perfecta, aprendemos con el relato del diluvio que Noaj nuestro antepasado fue el Justo más grande de la historia, precisamente en un mundo plagado de  idolatría y corrupción el permanecía firmemente encaminado por el sendero de la Justicia, en medio de un caos total él fue llamado “justo integro” sin duda que es un gran nivel al que muchos desearían ascender, pero en realidad la paz que disfrutaba el ancestro no era la paz perfecta, pues mientras el gozaba de tranquilidad y armonía en muchos aspectos de su vida, la gente a su alrededor estaba sumergida en profundas miserias materiales y espirituales, sin dudas que es loable alcanzar el nivel de permanecer en paz mientras el mundo a nuestro alrededor está en caos y destrucción pues se requiere de mucha confianza en el Eterno para ver las oportunidades en los problemas, para así mejorar o salvar nuestra vida, pero no es suficiente, creo la verdadera paz, la paz perfecta es aquella que construimos junto a los demás, cuando los demás nos acompañan en el camino de la prosperidad espiritual y material, cuando compartimos con otros lo que el Eterno nos regala, pero no, cuando solo nosotros gozamos de tranquilidad y armonía mientras los demás padecen grandes problemas y sufrimientos, para llegar a ese nivel debemos primero alcanzar la paz interior dentro de nosotros como ud lo menciona, pero solo para tomar el impulso que nos servirá al tratar de construir un mundo mejor para todos.
    Las respuestas a las preguntas:
    1.-para transformar los problemas en oportunidades se requiere identificar cuáles son nuestras deficiencias de conducta, cuando las conocemos podemos ver que los problemas que se nos presentan a diario son solo el camino para depurarlas, aunque saber esto no hace sencilla su aplicación, de hecho la puesta en práctica de este conocimiento no suele ser sencilla aunque si enormemente benéfica, se requiere de honestidad además de una crítica saludable hacia nosotros mismos para poder llevarlo a cabo, y también de tener una confianza en que el Eterno solo hace lo mejor para nosotros a cada instante.
    2.-el cumplimiento de mis obligaciones, pero estoy tratando de cultivar el temor reverente para actuar por amor y respeto hacia el Creador Bendito Es.
    3.-no me desmoralizan pero a veces no puedo accionar de acuerdo a lo que estudio, recibir cada suceso con la plena confianza de que los obstáculos provienen del Creador para nuestra propia realización y no de las personas que los ocasionan aparentemente, muchas veces tiendo a ver a la persona y no al suceso en si.
    4.-realmente no me preparo para los obstáculos eventuales que se pudieran presentar sino más bien cuando se presentan trato de enfrentarlos, pero normalmente no visualizo los obstáculos futuros aunque si es para ponerse a meditar en ello, aunque algunos obstáculos pueden ser previsibles de acuerdo a nuestras acciones otros no, ahí en ese punto queda el espacio para pensar cómo prepararse para lo que no podemos prever, es para pensar.
    Muchas gracias por estos ejercicios que son tan benéficos para la vida, gracias. 

  2. «..Paz es poder hallar ese instante de intimidad y encuentro con lo significativo, aunque el mundo alrededor se caiga a pedazos..»

    Me hice una imagen mental del pajarito, y me imaginaba a ese ser, no conmovido por las circunstancias, sino sencillamente descansando.

    Que gran moraleja para nosotros, los que de alguna manera hemos sucumbido ante el (aparente) derrumbe externo. Creo que el dejar fluir la impotencia de lo que no se puede controlar implica de algun modo alguna accion (o inacción) a fin de «hallar ese instante de intimidad y encuentro con lo significativo».

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