Ciclo de vida, Costumbres, El consejo diario

El consejo diario 300

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Tenlo presente: hacia donde te enfocas, se dirige tu corazón.
Si vives pendiente de penurias, miserias, culpas, quejas, humillaciones, rencores, rencillas, el pasado tormentoso, el futuro oscuro, esclavitudes, etc.,
¿cuánto espacio dejas a tu alma para la dicha?
Aprende a disfrutar, a hacer de cada momento uno lleno de sincera alegría.

8 comentarios sobre “El consejo diario 300”

  4. More, como usted y muchos saben pasé por momentos bastante dificiles (cáncer, falsa conversión al judaismo, pobreza económica extrema por estar siguiendo a «lideres» que pregonaban supuesta libertad financiera, por ejemplo), pero desde que asumi mi identidad espiritual sin mescolanzas, sin mirar a lo del vecino; todo ha sido tan distinto, ha sido una segunda oportunidad única aprender a disfrutar de cada cosa que me es permitida. He podido echar mano de cosas a las que nunca tuve acceso o de las que me abstuve por complacer a otros.
    He aprendido que los noajidas a veces nos abstenemos de muchas cosas porque falsamente (por costumbre religiosa de otrora) creemos que ofendemos al Creador. Eso da como resultado que algunos se crean en el deber de buscar maneras (judias por ejemplo) de agradarLo, lo cual es una equivocación de tamaño colosal.
    Por mi parte, agradecido con la Vida, no me quejo, no exijo, no demando nada para mi. Y si tengo alguna misión en la vida, me gusta la idea que sea enseñar a otros que disfruten de Este Mundo.
    Es una oportunidad única, en mi caso excepcional, una segunda oportunidad.

  5.    Hace unos meses visité la ciudad de México y fui a ver a mi madre y a una tía y siempre me hacen la misma pregunta, ¿cómo estas, cómo te ha ido? y desde muy pequeño mi respuesta es la misma, «estoy bien, muy bien gracias», un primo que vive en una ciudad cercana a donde vivo siempre me dice algo parecido y complementa así, ¿cómo le haces Julio?, las cosas siempre están mal y a ti solo te escucho decir que estas bien, ¿cuál es tu secreto?».
       No tengo ningún secreto lo que tengo es experiencias de esta vida y una combinación de ventajas que me permiten responder de esa manera siempre.
       En lo personal me considero una persona completa, desde muy pequeño he pensado que el ser supremo no debería tener esa cara con la que mucha gente lo identifica, no deberíamos tener temor de el si es que llevamos una vida recta con apego a buenas costumbres, hace algún tiempo conocí el Noajismo (no mucho tiempo), y reconocí mi identidad y la acepté.
      Dirá Moré, ¿qué le pasa hoy a Julio? que no se apega al tema y su post es acerca de algo muy distinto a lo que aquí se plantea, pues creo que hoy si estoy en tema, pues hace muchos años conocí a un niño de 7 años que llegó a una clínica hospital en donde un médico que había inventado una técnica de operaciones a la columna vertebral y en general al sistema óseo, operaba en forma casi gratuita a muchos de sus pacientes, uno de mis hermanos estaba allí y lo estaba operando el doctor Luque, el niño Juanito (al que conocí) llegó para recibir valoración para que le hicieran su operación creo que número 15 o algo así, Juanito me contó su historia y me dijo que el había nacido con sus piernas chuecas y su brazos también, así como su columna vertebral, Juanito al nacer fue tirado en un cesto de basura debido a su estado físico, fue encontrado por unas personas que lo llevaron de inmediato a un lugar que se llama DIF aquí en México, en donde desde su fundación hace muchos años atienden principalmente a niños huérfanos, juanito fue atendido de inmediato por el doctor Luque y poco después fue adoptado por una señora que ya tenía una hija, Juanito esta en manos de una hermosa familia, lo quieren, lo aman y lo atienden de todo lo que se le tenga que atender, a Juanito no le perdí la pista jamás y ahora es un buen abogado tiene casi 30 años y después de muchísimas operaciones el esta muy bien, lo que liga todo esto indirectamente a este tema es que Juanito jamás se quejó, nunca, por nada y el me enseño dos cosas una directamente y la otra a través de su madre adoptiva, la primera es que yo estoy bien y no debo quejarme nunca, la otra es que hay que ayudar al prójimo y dejar de gastar energías en cosas banales pues esa energía si se canaliza bien puede llegar a los miles de Juanitas que hay en este mundo.
       Yo no me quejo Moré y el día que sin darme cuenta lo he hecho, reacciono y vuelvo a mi actitud pues no se puede parar pues este mundo requiere ayuda para tomar el buen rumbo.
       No deberíamos quejarnos lo malo es que todo mundo quiere hacer lo que quiere y no lo que debe y eso les provoca el llamado stress.

       Espero no haberme desviado mucho Moré, Gracias.
     

  8. Hay un tiempo para cada cosa, y cada momento es para vivir algo, disfrutar cada instante es disfrutar toda la vida.

    muchas gracias por el excelente consejo

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