Hace frio afuera del Estadio Nacional en Santiago de Chile, es octubre y miles de jovencitas con sus madres tiritan de frio en la acera aunque están provistas de ropas gruesas y gorros, esperan ver entrada la siguiente noche un jovencísimo Justin Bieber, hay algo en sus ojos, una suerte de sueños y locura colectiva que las ha traído hasta ese lugar desde muchas partes del territorio, algunas de ellas han pagado caros pasajes en avión desde los extremos del país.
Los medio de comunicación no han parado, se muestra el joven cantante a toda hora, se habla de él, se tocan sus canciones, se reconstruye su figura una y mil veces mientras se espera el espectáculo. Justin es un ídolo, y tiene en el país muchas, muchas fans, y tal vez algunos fans varones.
Recientemente un equipo de futbol nacional ganó una copa en una competencia bastante inédita para el medio local, con muchos partidos ganados y una sensación de poderío desconocido en el futbol nacional el equipo campeón deleitó a sus fans, las calles, las vitrinas, las páginas de los diarios y hasta las oficinas se tiñeron de azul. Las festividades posteriores fueron una suerte de bacanal colectivo, la alegría inundó cuanto local de comidas o pub haya en las principales ciudades del país, el júbilo era algo indescriptible, hubo llantos, alaridos, hubo borrachera, hubo de todo, el equipo tenía sus fans y al parecer eran miles.
Carlos es maestro “chasquilla”, es decir un maestro de todo y nada, no tiene especialización y hace trabajos de edificación, de electricidad, de gasfitería, de un todo, hay algunos trabajos muy buenos de él pero hay otros que son para olvidar. Pero ya viene el tiempo de elecciones, Carlos tiene su candidato y trabaja normalmente para que este salga elegido y ahora le corresponderá trabajar por su hijo, la dinastía de políticos así lo requiere, por lo tanto recorre las poblaciones, habla del candidato, entrega banderas y deja los zapatos en las poblaciones y está en todas.
Carlos, el maestro chasquilla se siente feliz cuando un señor algo rechoncho y de sonrisa fácil le estrecha la mano, Carlos es su fan, ha votado por él muchas veces porque es parte de sus votos duros llueva o truene, esos votos que no podrán ser conquistados por nadie excepto por el hijo de su candidato, pero esta vez no hay contienda entre ambos, son cargos diferentes.
El fan tiene muchas caras y al parecer hay también muchos tipos de fans, algunos se pasean orgullosos con el retrato de un líder guerrillero en sus camisetas, otros graban en las ventanas de sus vehículos frases famosas de un sufriente caudillo religioso y los más osados se tatúan su piel para demostrar su incondicionalidad. Los hay molestos, como los desconsiderados que colocan sus radios a todo volumen en sus trabajos, los hay sufridos como aquellos que coleccionan fotos y cuanto cachivache encuentren en su peregrinar por caras tiendas especializadas.
El fan vive con su ídolo, hace enormes sacrificios por estar cerca de él y se siente feliz cuando logra que este al menos le dirija una mirada de aprecio o le entregue una razón para levantarse en la mañana, así llena parte de su anónima vida con los pormenores de la vida de su ídolo o de sus ídolos como en el caso del equipo de marras, el fan entrega todo a cambio de un momento de felicidad que sólo siente cuando su ídolo le va bien, y claro, sufre cuando a su ídolo le va mal, es una suerte de vivir en función de algo, un f de x.
Quizás el fan más sufrido es el fan religioso, tiene entre otros problemas que lidiar en permanentes conflictos con otros fans del mismo ídolo, y por supuesto con los enemigos del ídolo, es decir hay formas divergentes de acercarse al ídolo y hay que tener cuidado con el enemigo que espera cualquier descuido para disminuir la población de fans , pero el problema más complejo es que se incluye en la función básica, una nueva variable, una y, es decir, en realidad se vive en función de y para estar en contacto con el gran X. Así el fan religioso entrega su esfuerzo, tiempo, dedicación y hasta recursos a y, porque si está bien con y, quizás el gran X se acuerde de guiñarle un ojo.
La existencias de fans implica que se han levantado ídolos, ídolos que como vemos a diario se caen y se hacen pedazos dejando sus fans en la orfandad, pero quien sigue un ídolo pronto lo remplazará por uno nuevo porque hay una máxima en todo este asunto, si alguna vez levantaste o ayudaste a levantar un ídolo, es seguro que levantarás otro.
Eso hace notar como el fan demuestra que algo le falta, al no tener un triunfo, defiendo la derrota del ídolo ante quién sea. Sin mi ídolo ¿Qué o quién soy?
Yo tb vi esa euforia, como también mucha gente que se cansa de ella.
Saludos Juan.
Sumado a la engañosa publicidad que mientras más gente se ocupe de sus cuentitos, más lucran.
Que triste que las personas caigan en las redes de la idolatría. Y que triste que algunas personas abusen, engañen y lucren con esto. Gracias a Di-s tengo la capacidad de proteger a mi familia de esto. Saludos!
«Fan» es una cosa y «Fanatismo» es otra. Lo que se intenta exponer con este texto es esto último. Supongo… Y bueno, presentar como «regla» lo planteado en el último parrafo me parece un poco «apresurado».
Gracias por el artículo.
Sorry. Fanático.
un excelente post.
describe la deificacion del EGO q se exterioriza en «heroes», dioses, etc.
muchas gracias amigo curioso.
Vladimir, el texto habla del fan, no del fanático, ese es un post que dejaremos para otro día, esto es más «light». Asi que dejemos esa palabra tranquila porque un fanático religioso nos puede leer, confundirse y hacer pasar un mal día,
Creo que lo Vladimir tiene en mente es el «simpatizante», la persona que apoya algo o alguien pero no al nivel del fanático.
Un dia me di cuenta que en la medida que hago aquello que aplaudo en otros, en esa medida dejan de ser mis héroes y pasas a ser mis iguales, pero paso a ser el héroe de otros, parece ser una cadena que no se rompe.
Deseo una afluencia algo similar para el Evento del More en Mexico! Un evento donde nuestro Apreciado amigo enseñara como llevar una vida con sentido.
Gracias.
Si, ojalá que tenga buena asistencia, que convoque muchas personas, personas interesadas, que simpaticen y deseen conocer sus ideas, que entiendan el mensaje, pero que también tengan la capacidad de reflexionar por si mismas, porque si caen en la categoría de fans, estarán llevando al Moré a una categoría de idolo para que se complete la fórmula, situación que no creo sea su norte.
gracias uriel. y gracias por el cariño y el apoyo economico tambien. gracias no por mi, sino por miles de personas q se benefician por su bondad.
curioso, soy anti idealizar «al more» sagrado…
Gracias curioso por tomar en cuenta mi comentario, comprendo el mensaje. Jonathan, tienes razón en cuanto a la interpretación que le das a mi punto de vista, gracias por el complemento.