El divorcio cuerpo/espíritu, no tiene un origen en la Tradición, sino en la filosofía griega, más precisamente platónica.
Desde el comienzo se ha establecido la unidad indisoluble de lo material y espiritual, en tanto existencia en este mundo, particularmente en los humanos pero no restringido solo a nosotros.
Así, es importante saber y entender que la salud no es un concepto que afecta exclusivamente al cuerpo, sino que es multidimensional: corporal-emocional-social-mental-espiritual.
Si fallamos en alguna de nuestras dimensiones, estamos en desequilibrio, en desarmonía, faltos de salud.
La persona que pretende la vivencia íntegra, busca perfeccionarse, en la medida de lo posible, en todas sus dimensiones, sin excluir ni rebajar el valor de ninguna de ellas.