Muchos se toman el tiempo y la energía para criticar a Noaj/Noé, tildándolo de egoísta, poco interesado en ayudar al prójimo, satisfecho con estar a salvo él, entre otras cosas.
Sin embargo, la Torá nos dice: «Noaj [Noé] era un hombre justo y cabal en su generación; Noaj [Noé] caminaba con Elohim.» (Bereshit / Génesis 6:9).
Era un TZADIK cabal, un verdadero hombre justo, pues caminaba con Elohim.
Que en la práctica significa que: «Y Noaj [Noé] hizo conforme a todo lo que Elohim le mandó; así lo hizo.» (Bereshit / Génesis 6:22).
¿Te das cuenta de que menciona dos veces que él hizo lo que Elohim le ordenó? Bien pudiera haberse dicho una sola vez, pero adrede la Torá hace está repetición, en parte para que aprendamos que se considera TZADIK completo a Noaj por estar estrictamente apegado a lo que Dios le ordenó. No añadía, no quitaba, sino que era detallista en no cambiar nada de lo que le fuera ordenado. Ni siquiera, según consta en el relato, tuvo alguna sugerencia para que el Eterno mitigue el castigo, o incluya a otros en la salvación. No, así no era Noaj. Él recibía, él cumplía ciegamente, con fidelidad obtusa, sin cuestionamientos (al menos que nosotros los escuchemos).
Y esto merece elogios, pues era lo correcto y necesario en su época, así como en varias más. Pues se encontraba en un estado tan precario que era imposible apartarse siquiera un milímetro del trazo dispuesto por el Eterno. Se debía ser riguroso, TZADIK en toda la dimensión de la palabra, y no JASID (bondadoso, en su sentido original y no en el modernoso).
Y si nos tomamos el tiempo para aplicar la sabiduría, advertimos que se está mencionando a Dios como Elohim, es decir, su faceta de Juez, de Rey y no del que prodiga misericordias como una madre atenta.
Sabemos que muchos siglos más tarde los profetas del Eterno proclamaron que la senda del leal a Él debe ser la conjugación sabía entre JESED y TZEDEK, bondad y justicia. Esa es la manera de construir SHALOM, la paz, la completud, el estado de armonía saludable.
Noaj estaba inclinado solo hacia uno de los componentes, no tenía margen para más, o quizás él no estaba entrenado para salir de ese modo de ser que había adquirido y representaba: ser extremadamente justo.
Pero nosotros podemos hacer el esfuerzo para encontrar el balance, ser un poco como Noaj, un poco como Abraham, para así cumplir nuestra parte como constructores de SHALOM.
Como sabes, los gentiles han sido mandados por el Eterno Elohim para vivir de acuerdo a la Torá Noájica, que consta de siete mandamientos.
Son obligatorios para TODOS los seres humanos, a excepción de los judíos que tienen 613 en lugar de solo 7.
Aquel que gentil que vive de acuerdo a los mandamientos noájicos sin dudas es un TZADIK, un justo.
Pero, si quiere alcanzar un grado más, estaría bueno introducir también la adecuada participación del JESED, bondad.
Entonces, al mandamiento de no adorar dioses ajenos se le puede complementar con saber que el Eterno Elohim existe, rezarle solamente a Él, estudiar acerca de noajismo y compartirlo.
Al mandamiento de no blasfemar (maldecir a Dios), pudiera sumársele alabarLo, ayudar a que otros lo conozcan y participen en Sus alabanzas, difundir el noajismo y dar una poderosa mano a quienes se dedican a enseñarlo.
A no asesinar, agregar dar vida a hijos y educarlos en la senda del SHALOM, adoptar en caso de no poder concebir y educarlos, ayudar a los necesitados, contribuir activamente con los que benefician realmente al prójimo.
A no relaciones sexuales ilícitas, llevar una vida de familia benéfica, en la cual hay respeto, amor, colaboración.
A no robar, ser caritativo, ser solidario, apoyar con dinero a organizaciones tales como SERJUDIO.com y FULVIDA.com (o similares), alimentar al hambriento, cobijar al desamparado, alentar al abatido.
A no comer parte de animal con vida, enseñar el respeto al ambiente, luchar para que la vida de los otros seres sea respetada y solamente sean usados con fines provechosos realmente, evitar el gasto innecesario de los recursos, educarse en ciencia.
A que haya sistema de justicia, se le puede añadir el fomentar los valores espirituales, el respeto a la ley, la responsabilidad ciudadana.
Son algunas ideas que permiten fortificar a la persona y la sociedad, que el legalismo y la formalidad no sean la única cara de la persona, sino que también reluzca su bondad cuando ésta es realmente provechosa y no opera como cómplice o impulso para el mal.
Criticar al projimo es muy facil . Y si uno fuera el elegido para hacer un arca ahora? Vendrian las mil excusas. Asi como cuando se trata de compartir las 7 leyes.
Gracias Morè.