Nuestros padres nos enseñaron a obedecer; el sistema educativo nos enseñó a memorizar; la universidad nos enseñó lo que debíamos hacer para subsistir en la sociedad. Nadie nos enseño a pensar y sentir. Toda la educación aprendida fue, primeramente, la tradicional hereditaria, de la que nunca se nos ocurrió dudar; y segundo, la formal ofrecida […]