Cuando tomamos conciencia de nuestra mortalidad,sin temblar ni angustiarnos,estamos recién comenzando a poder valorar nuestra aquí y en la eternidad.No siempre se logra,pero vale la pena darle ese guiño confiado al infinito presente.
Cuando tomamos conciencia de nuestra mortalidad,sin temblar ni angustiarnos,estamos recién comenzando a poder valorar nuestra aquí y en la eternidad.No siempre se logra,pero vale la pena darle ese guiño confiado al infinito presente.