¡Ah, la queja!Qué vicio fatal es la queja motivada en el EGO, es decir, en la impotencia que nos dispara mecanismos primitivos de aparente fuerza y dominio de otros. Porque, convengamos que hay quejas que son razonables, admisibles y hasta podrían ser necesarias.Sería cuando reclamamos ante una falta o injusticia que estamos padeciendo. En este […]