« וְשָׁ֣ם רָאִ֗ינוּ אֶת־הַנְּפִילִ֛ים בְּנֵ֥י עֲנָ֖ק מִן־הַנְּפִלִ֑ים וַנְּהִ֤י בְעֵינֵ֨ינוּ֙ כַּֽחֲגָבִ֔ים וְכֵ֥ן הָיִ֖ינוּ בְּעֵֽינֵיהֶֽם: También vimos allí a los Nefilim, hijos de Anac de la estirpe de Nefilim. Nosotros, a nuestros propios ojos, parecíamos langostas; y así parecíamos a sus ojos.» (Bemidbar/Números 13:33) Los filósofos y pensadores a veces no se ponen de acuerdo en si […]