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Resp. 1078 – mi mama es catolica, mi suegra cristiana, mi esposa indecisa y yo noajida como afrontarlo

elbergaleanonos consulta:

creo que el titulo lo dice todo pero para hacerlo mas claro mi mama y mi suegra son extremadamente apegadas a sus religiones, y mi esposa no sabe por donde ir, yo ya e estudiado muchas religiones y en todas encontrava falencias, vacios sin explicacion logica, hasta que gracias al señor encontre mi verdadero ser y con el cual me siento completamente identificado, ser NOAJIDA, como puedo afrontar estas personalidades o como convivir con ellas? more y compañeros agradezco su ayuda de antemano SHAL
Elber Galeano, Arquitecto, Montería, Colombia

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El consejo diario 381

Si no pasas debajo de la escalera porque algo malo puede pasar: eres supersticioso.
Si pasas adrede por debajo de la escalera para burlarte de los que temen pasar por debajo a causa de sus creencias: eres igualmente, o doblemente fetichista.

Si te da lo mismo, si no te detienes ni un instante en hallar esas falsas conexiones, si solamente ves cual sería el mejor camino para caminar, entonces estás libre (al menos de esa superstición).

Recuerda, el EGO emplea muchas trampas para desconectar tu percepción de la realidad, procura llenar de conocimiento tu existencia y armonizar tus emociones.
Cualquier rayo de superstición puede afectarte, es el poder de la sugestión. Rompe el yugo de la oscuridad, armoniza tus dimensiones interiores con tu exterior, equilibra tu Yo Vivido al ritmo del Yo Auténtico, así encontrarás la felicidad.

Inventando sentidos

Entre las funciones maravillosas de nuestro cerebro está la de establecer asociaciones entre elementos diversos.
Es un mecanismo de adaptación muy provechoso a la hora de manejarse en el mundo, para encontrar alimento, percibir depredadores, acechar presas, en resumen, para sobrevivir.
El individuo que no está atento a los indicios y no asocia con fuentes de alimento, con peligros, con ataques, etc., dudosamente puede subsistir en condiciones “naturales”.
Si olemos el humo y no lo asociamos con el incendio, si vimos la huella del tigre y no le dimos importancia, si escuchamos el crepitar de la hojarasca y desconocemos lo que puede estar escondido entre los ramajes, sin dudas que estaremos en riesgo. Lo mismo si salimos de caza y no percibimos o decodificamos las señales e indicios, o si estamos necesitando de abrigo o refugio y somos incapaces de clasificar objetos y lugares.
Recuerda la imagen de los suricatos, en donde se turnan para protegerse, para descubrir peligros, para dar la voz de alarma, etc. Ahí los tienes, atentos, activos, despiertos, en constante vigilancia alternada, recabando información y cotejándola en instantes para formar una impresión del mundo que les dé seguridad.

Pero, encontramos también un mecanismo muy similar, quizás una exageración del anterior, que a veces puede ser también de extremo provecho, tal como es el de inventar nexos allí en donde no existen, suponer que todo es causal sin opción de casualidad, asegurar que todo tiene un sentido oculto a la espera de ser revelado
Es típico del hombre.
Se le ha dado nombre: apofenia. Tiene hermanitos, tales como el sesgo de confirmación y la pareidolia, entre otros.
Puede ser útil cuando se emplea creativamente, elaborando novedosas estrategias, ideando métodos para desarrollar viejas actividades, para explorar lo ignorando, entre otras ventajas.
Pero, es más frecuentemente fuente inagotable de errores, de equívocos, de dramas.
De hecho, comparte mucho terreno con patologías siquiátricas.
Y sí, es el mecanismo que da origen a la superstición.

Queremos encontrar sentido al mundo, si no lo tiene, si estamos limitado para percibirlo, si perdimos el rastro real, entonces nos apañamos para inventarlo.
Ese sería el resumen.

Por supuesto que el EGO emplea estos maravillosos mecanismos para sus fines, recuerda que el EGO tiene base neurológica, no es un ente espacial o espiritual revoloteando en el mundo etéreo.
Al desconectar a la persona de la percepción de la realidad, como uno de sus instrumentos básicos, o para lograr esa desconexión, es corriente que se valga de las explicaciones supersticiosas, muchas veces reverenciadas como dogmas sagrados, verdades reveladas, doctrinas aceptadas por la religión, creencia refrendada en el número de seguidores, el propio convencimiento, etc.

Entonces, se fabrican mil y una interpretación, se delira realmente con explicaciones que tratan de llenar el hueco de sentido de alguna conducta, creencia, costumbre, sentir, etc.
Te podría mencionar decenas de tales que he escuchado muchas veces en boca de personas judías ortodoxas, o que son “tradicionalistas”. Verdaderos inventos basados en humo, sin apoyo histórico, sin validez lógica, sin ningún sustento más que “lo dijo tal rabino”, “lo leí en cual libro”, “eso es lo que hacemos aquí”, “Dios quiere y no comprendes”, entre otras “explicaciones”.
Un ejemplo, el no cortar el cabello de los hijos hasta los tres años de nacido. Sabido es que es una costumbre de origen pagano que se ha introducido modernamente en algunas facciones judaicas. Rápidamente se elaboran referencias, se anulan críticas, se agrede al que cuestiona, se entroniza como “mandamiento” casi que a la par de los dados por Dios. Sí, uno pasa a ser un “hereje” si no actúa según la moda supersticiosa.  Como este, sobran los ejemplos. Al caso, en algunas festividades judías, o previo a ellas, algunos comen Kreplaj. Según se puede constatar es una costumbre originada en Europa, a semejanza de las costumbres locales. Pero no tardaron los que elaboraron barrocas teorías sobre la santidad de tales alimentos, sobre los signos favorables de comerlos, sobre los significados cabalísticos-jasídicos de ingerirlos… siendo no más que costumbres copiadas a los vecinos gentiles… pero bueno, al tiempo aparecen los fedayines que para defender sus creencias, a sus maestros, su estilo de vida supersticioso, también inventan que fueron los vecinos los que copiaron a los judíos en sus alimentos.
¿O qué decir de la costumbre de disfrazarse en Purim? Ésta fue tomada de los carnavales italianos, pero al rato aparecieron los que asociaron con la reina Ester ocultando su origen, o a Dios oculto en el relato del Tanaj, o que es símbolo de… cuando fue originada en la tradición pagana de los vecinos de los judíos muchos siglos, un par de milenios después de los acontecimientos narrados.
Por saber, o sospechar, su origen real, ¿dejaré tal o cual costumbre? No lo sé, depende. Pero sin dudas no asumiré que es algo “sagrado”, irrenunciable, mandato divino, o seguiré como necio vocaciones supersticiosas cuando el hombre debe trabajar para librarse de toda superstición, de toda. 
En fin, sobran los ejemplos, tanto de costumbres judías, como familiares, como locales, como de todas las provincias, religiones, culturas, estamentos, etc. 
Si esto pasa entre gente que trata de mantenerse apegada a una vida virtuosa, ¿cuánto más cuando se permite que el EGO haga estragos en la mente, en las emociones, en las valoraciones morales, etc.?

Es normal pretender encontrar sentido a las cosas, buscar asociaciones, tratar de correr el velo del misterio.
Pero cuando esto se hace para satisfacer al EGO, en cualquiera de sus modalidades, entonces se pasa al lado de lo enfermizo, a lo que esclaviza y no a lo que brinda de plenitud a la persona.

Entonces, lo mejor es estudiar con calma, con paciencia, con humildad. No dar por sentada las cosas, aunque las diga X persona, aunque te parezca razonable, aunque 1.000.000.000 de seres lo crean, aunque tú tienes fe en ello. Estudia, recapacita, analiza, coteja, vuelve a analizar. Mientras vivas de forma buena y justa, siendo leal a lo que te corresponde por derecho, entonces no tienes porqué correr detrás de las modas, de las banalidades, aunque sean ofrecidas con explicaciones rabínicas o sortilegios cabalísticos.

Da para mucho más este tema, pero con el deseo de hacerlo comprensible para el amplio público, lo dejo por aquí.
Si conoces otros ejemplos, del mundillo judaico o general, por favor compártelos en la zona para los comentarios, aquí debajo. Si tienes algo útil que aportar, coméntalo.

Para construir shalom es necesario des-aprender infinidad de cosas, así estaremos capacitados para aprender realmente y actuar en unidad, en armonía, en salud y bienestar.

El átomo de Amalek

Amalek es el pueblo que en la Torá se denuncia como el que odia a los judíos por excelencia. Tal es su meta en este mundo, odiar a los judíos, pretender destruirlos, organizar el genocidio final en contra de Israel.
Amalek como pueblo ha desaparecido hace milenios, pero su estilo permanece vivo.
Es lo que inspiró a Hitler, a Arafat, al innombrable presidente corrupto de Irán, al susodicho de Venezuela, entre otros infames y miserables negadores de Dios y asesinos del hombre.
Poseen el átomo de Amalek en sus seres.
El modo en que opera sus EGOs es tan pernicioso que los lleva a las peores salvajadas, a las cosas más descabellas, a lo inverosímil, con tal de odiar y realizar su odio en contra de los judíos.

Hemos podido advertir que el átomo de Amalek se encuentra sumamente activo en otros, menos poderosos que los mencionados, menos conocidos, pero que abundan.
Por supuesto que nos referimos a los confesos antisemitas, a todos los que abiertamente o con indirectas muy claras manifiestan su rechazo y desprecio por los judíos.
Esta gente enferma es visible en sus manifestaciones, en sus acciones, allí ponen en claro y sin pruritos su deseo pervertido en contra de Israel y los judíos.
A veces se hacen pasar por anti Estado o gobierno de Israel, a veces por sofisticados progresistas que defienden derechos inexistentes de un pueblo inexistente tal como es el “palestino árabe”.
También están los que abanderados en sus religiones persiguen a los judíos, tales como el macanudo de Mel Gibson y otros extremistas de la violencia religiosa.
Pero están los antisemitas agazapados, aquellos que tienen el átomo terrible pero lo esconden, no lo expresan con apertura, sino que lo mantienen oculto.

Estos últimos suelen encontrarse en los que se hacen pasar por judíos sin serlo, o los que no se hacen pasar por judíos pero rechazan su propia identidad espiritual noájica y corren a disfrazarse de lo que ellos consideran que es algo judío (sombreros o gorras negras, pelos en las sienes, barbas, trajes negros, cabello cubierto en las mujeres, rituales y objetos judíos, etc.).
A simple vista parecen que aman lo judío, si no, ¿por qué se disfrazarían de tales?
Pero, cuando rascamos un poco la superficie, entonces vemos brotar un monstruo espantoso, lleno de ira, odio, malicia, desvergüenza, infamia. Sí, ahí está agazapado ese engendro terrible, sediento de sangre, ansioso por devorar a sus víctimas. Es doblemente nefasto, porque en apariencia es dulce, es amistoso, viene con abrazos y palabras amables, no tiene actitud amenazante, se vende muy bien como amigo y guía confiable. Pero es solo la apariencia, el disfraz. El súcubo está ahí.
Para estos hombre larva la cuestión es aparentar, estar disfrazados, hacerse pasar por lo que no son, tomar el aspecto y modos de lo que más desprecian y odian, que son sus víctimas, las presas que desea cazar y depredar.
Así se comporta Amalek por lo general. Al principio dudosamente se aparece con armas y gritos de guerra, sino con invitaciones cordiales, ofertas pacíficas, insinuaciones placenteras. Al estar desprevenida la víctima, saltan a desgarrarla, a desmembrarla, a desangrarla, con toda pericia asesina. Así actúa Amalek por lo general, encubierto, con astucia, con trampas. Viene como amigo para ocultar el sórdido deseo de aniquilación.

Por supuesto que Amalek es un esbirro del EGO, actúan por EGO, sus estrategias son las del EGO, sus intenciones son las del EGO.
Amalek es una representación palpable del EGO.
Allí donde hay EGO abocado a destruir a los judíos y a la conexión del hombre con Dios, allí está el átomo de Amalek.

Entonces, cuando veo gente gentil que se hace pasar por judía, y se le advierte del error pero sigue con su disfraz, de manera premeditada, obstinada en la negación de su identidad espiritual, aferrados a lo que no son, y que de paso siembran el caos, la confusión, la falacia, el engaño, el desorden, el descontrol, entonces no veo otra cosa que EGO y el átomo de Amalek.
Cuando veo seudo judíos mesiánicos, noájUdas (los que se profesan noájidas pero se invisten como judíos), gentiles que hacen falaces conversiones la judaísmo, “judíos nuevos”, “judíos completos”, “judíos de la senda antigua”, judíos en Jesús, supuestos noájidas que hacen todo por parecer judíos, entonces yo veo EGO, mucho pero mucho EGO saturado por el átomo de Amalek.

Aquellos que reniegan de su identidad, especialmente de su identidad espiritual (judía para judíos, noájida para gentiles) son pobre gente, tan pobres que no tienen nada real aunque estén llenos de dinero, fama, aplausos, bienes materiales o “amigos”. No son nada, porque están desconectados de su ser. Son máscaras sin rostro. Actores sin más existencia que la del escenario de sus vidas. Ausentes aunque con el cuerpo presente.
Los que son rehenes del EGO, ajenos a su propia identidad, apartados de su ser, ¿cómo podrían estar habilitados para amar?
En su impotente ignorancia, se odian a sí mismos. ¿Cómo habría ser de otra forma si no se conocen y por tanto están incapacitados para amarse y para cuidarse?
Éste, el auto odio, es un sentimiento absolutamente espantoso, tanto que difícilmente puedan llegar a admitirlo.
Entonces, recurren a diversos métodos para falsificar lo que sienten.
Desplazan su odio hacia otros y hacia objetos o instituciones.
También se escabullen, tanto por estrategia maligna como para huir de su espantoso auto odio, y se disfrazan de aquello que temen y odian por fuera de ellos. En el caso que estamos tratando, Amalek se disfraza de judío, o mejor debería expresarlo como: de lo que suponen es el disfraz que asemeja ser un judío.
Miren la diferencia para comprender esto que puede ser complejo. Hitler odiaba abiertamente a los judíos, no tenía empacho en compartir sus disparatadas ideas y de llevarlas a cabo. Su odio era su pan habitual, lo ofrecía a quien deseara comerlo junto con él. Este odio “honesto” (igualmente detestable y maldito) no eludía el espejo, era vertido sin disfraces de ningún tipo. Al analizar conscientemente a Hitler y sus secuaces encontramos que también se odiaban a sí mismos, pero no precisaban hacerse pasar por otros, porque eran expresivos en su odio hacia fuera, coherentes con su odio hacia aquellos que odiaban. Ese odio hacia lo otro tapaba su auto odio, pero al menos les dejaba sostener su Yo Vivido odiador a vista de todos.
Pero el que se auto odia y rechaza ese sentimiento, al tiempo que se abstiene de expresar su odio hacia el otro, termina (muchas veces) disfrazado para aparentar ser aquel al que odia. Entonces su auto odio tapado se esconde en aparente amor hacia el que en secreto odia. Sin embargo, ni bien se rasga un poco el velo, como hemos mencionado más arriba, la fiera temible se abalanza para aniquilar a quien odia, de forma de preservarse de tomar consciencia de su odio a sí mismo.
Me parece que este mecanismo macabro es bastante complicado de comprender, por lo que sería bueno releerlo tranquilamente y evaluar si tomaste real conciencia del mismo.
En un brevísimo resumen.
1- se odian intensamente a sí mismos.
2- rechazan el tomar conciencia con ese nefasto sentimiento.
3- también odian a aquellos que pueden denunciar su auto odia.
4- se hacen pasar por uno de esos a los que odian.
5- aparente respeto y veneración por aquellos a los que odia y por los cuales quiere hacerse pasar.
6- al menor atisbo de rasgadura de la máscara aparece el odio exacerbado hacia aquellos con los cuales quería asimilarse.
7- su odio y sus acciones perversas son intensas, es un esfuerzo enorme para preservarse de reconocer su auto odio.

Te pudo que los mires,  verás que detrás de tanta adoración a lo judío, realmente están llenos de antisemitismo… ni bien pueden lo dejan salir con toda violencia.
Así pasa también con las otras personas y objetos que odian… míralos, observa, no juzgues, solo míralos actuar…
Reconoce al EGO operando en ellos.
Advierte el átomo de Amalek trabajando corrosivamente.
Comprende.
Comprende el espantoso odio, la pesadillesca sensación de impotencia masiva, su pobreza emocional, su odio, su odio…

Te pido que leas y releas este texto, especialmente ante manifestaciones de odio. También ante esos que se disfrazan para no ser quien son. También cuando del aparente amor y veneración se pasa al rechazo abrumador. Analiza estas palabras, encuentra su hay algún error en mi planteo, o lo puedes corroborar. Te agradeceré tu aporte constructivo para seguir creciendo en la construcción de Shalom.
Recuerda, la construcción de shalom siempre debe comenzar de dentro hacia fuera, del círculo íntimo hacia el universal.
Que el AMOR derrote al EGO, que los leales a Dios extirpen el átomo de Amalek en toda generación.

Resp. 1077 – Rezos para noajidas

Bachita nos consulta:

Saludos: Tengo entendido que un noàjida no debe rezar tomando palabras ni en la forma como rezan los judios , pero, en mi angustia clamè al Eterno justamente tomando las mismas palabras como rezan el pueblo judio, por salud . Pienso que EL me ha escuchado . Podrìa tener un comentario al respecto.??
Beatriz Calahorrano, 66, ama de casa, Quito-Ecuador.

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El consejo diario 379

Todos tenemos a un criticón en nosotros. 
Es parte del funcionamiento del EGO, en su tarea oscura de hacer sentir la impotencia pero hacerte creer todopoderoso (o nada poderoso).
En la impotencia, uno se queja, reclama, aburre con sus gemidos y descontentas protestas. Todo esto es un derivado del llanto inicial, una herramienta del impotente para procurar manipular a otros y sobrevivir. Y funciona, claro que funciona.
Como siempre para nuestro trato con el EGO, la cuestión es no dejarlo tomar el control. Porque cuando eso pasa, se pierde el norte, se vive en desgracia, se trata de desgraciar a otros.

Trabaja sobre ti mismo, conócete, ámate, cuídate, así podrás conocer, amar, cuidar a otros. Así podrás servir realmente a Dios y no a los dioses de las religiones.
Trabaja en ti, porque ahí empieza el trabajo de construcción de shalom.

Ser noájida y compartirlo

Ser noájida es ser persona, uno que integra el 99.98% de la población mundial, es decir de los humanos que no son judíos.
En sí es un sinónimo de gentil, o miembro de las naciones del mundo.
No hay una clasificación particular para los “noájidas ortodoxos”, o “noájidas renacidos” o cosas por el estilo.
Ser gentil es ser noájida.
Sin embargo, por cuestiones que no me quedan muy en claro, se suele usar “noájida” para referir a aquel que es consciente de su identidad espiritual, así también como aquel que es leal al Eterno por medio del cumplimiento de los Siete Mandamientos para las Naciones.
Es como si “noájida” se aplicara a un pequeño grupo, a aquel que está en sintonía con su esencia espiritual, cuando lo cierto es que toda persona no judía es por derecho de nacimiento “noájida”.
Pero bueno, de acuerdo al uso un noájida es aquel consciente y coherente en su conducta con su identidad espiritual.

Recuerda, un noájida "completo" es consciente de su identidad espiritual y activo en ella, pero todos los gentiles son por derecho noájidas. Quizás no lo sepan, no lo crean, no se comporten de acuerdo, opinen diferente, pero noájida es lo que eres cuando no eres judío.

La voz noájida es la forma castellana de decir “ben Noaj” (bat Noaj para mujer, benei Noaj en plural), que en hebreo significa “hijo de Noé”, tal la manera tradicional judía para mencionar a los gentiles leales al Eterno.
Así pues, noájida no es un palabra moderna, sino una castellanización de un término tan antiguo que se pierde en los orígenes de la civilización.
Moderno es el concepto de constructor de Shalom, aunque tiene sus raíces en lo más profundo y sagrado de la Tradición.
Porque la persona espiritual, la persona equilibrada, necesariamente debe ser un constructor de Shalom en todo momento, d dentro hacia fuera.

Pareciera ser que también en el pasado surgía dificultades para indicar a aquellos noájidas conscientes y coherentes, por ello se les solía señalar a éstos como “gentiles piadosos”, “gentiles justos”, gentiles reverentes del Eterno”, entre otras denominaciones que apuntaban a lo mismo: la consciencia y lealtad del gentil a su destino sagrado, de servir al Eterno de acuerdo al camino noájico, el de los Siete Mandamientos Universales.

Como paralelo para comprender lo de los nombres te comento que a los judíos en su origen se los llamó “benei Israel”, “hijos de Israel”, porque eran todos descendientes de un señor cuyo nombre era Iaacov/Israel.
Todo judío, creyente o no, observante de los preceptos o no, leal o no, coherente con su esencia espiritual o no, es un “ben Israel”. A los que se comportan en sintonía con su esencia espiritual se les puede decir “judío piadoso”, “judío justo”, judío reverente del Eterno”, y con el craso y absurdo nombre de “religioso” o también errado de “ortodoxo”.
Recuerda, la religión siempre es EGO, que es lo contrario al AMOR, que es lo no espiritual.

En cuanto a la actitud que un noájida ha de tomar con respecto a difundir su identidad, es un tema largo para exponer, pero permíteme darte mi idea sintetizada en pocas líneas.
Por ser breve, seguramente dejaré cosas de lado, tampoco pretendo que sea la verdad revelada, sino mi idea basada en años de trabajo y experiencia sobre el asunto. Pero a la hora de la hora, hay dos hechos que no puedo modificar:
1- Nunca fui de ninguna religión ni tengo familia en religiones, así que no sé qué es eso, como se siente, qué se sufre.
2- Cada uno puede hacer lo que puede hacer, sin aspirar a la vida de otro, pero tampoco a satisfacerse con lo mínimo o escaso. Cada cosa en su tiempo y lugar.

Ahora te cuento que mi idea es que el noájida debiera (si puede) conversar de noajismo, compartir, difundirlo, hacer proselitismo (en el exacto sentido de la palabra, según la Real Academia), pero no ejercer presión, ni amenazas, ni violencia, ni engaños, ni astucias, ni… toda “alma que se consiga” por medios oscuros, es otro siervo del EGO que sigue esclavo de la mentira. Por más que por fuera acepte la postura, seguirá siendo el mismo por dentro. Habrá mucho más dolor, excusas, magufadas, pero poco de lo que es bueno y de bendición.
El compartir que sea con respeto siempre, respeto por uno y respeto por el otro. Llegar hasta donde se puede llegar, admitir que el otro piensa, cree, siente, opina tal como lo hace y no por ello debemos demandarle que cambie, que vea como nosotros vemos. Todo a su tiempo. Con paciencia, con verdadero amor. Unir, amar, y no ser un cómplice del EGO.

Mira lo que te digo ahora. Con el pastor, con el clérigo religioso que difunde el error, también  hay que tratar de ser respetuoso, no todos los pastores son malandrines o mala gente e incluso hay muchos de ellos que precisan de esa mano amiga para salir del estiércol del EGO. Siguen siendo clérigos del mal porque no saben, no pueden, hacer otra cosa; porque tienen miedo; porque están tan aprisionados que también precisan de comprensión y ayuda amorosa y no del rigor y la severidad del fanático.
Una palabra dulce, una palabra de aliento, un palabra bondadosa seguramente te gana más amigos y abre más puertas que la queja, la amargura, el rencor, la avaricia, el encono, la desvergüenza, la ofensa, etc.

Pero con el enemigo, con el traficante de la fe, con el terrorista, con aquel que a sabiendas actúa maliciosamente, o que se entrega al mal y provoca daños (consciente o no) no se puede ni debe ser blando, pero tampoco injusto. La justicia ha de primar siempre, porque ESA es LA bondad real para con el que no se puede ser bondadoso.
Todo tiene su tiempo, también la dureza, también el imponer la autoridad por medio de la fuerza, siempre y cuando sea la opción necesaria.

Eso creo, tú lo evalúas y actúas según tu parecer.

Magia, misterio, autoritarismo y destrucción

Para destruir tan solo hace falta una piedra. Nada más. A veces hasta menos, tal vez con una palabra perversa ya es suficiente.
Para construir, es necesario esfuerzo, ingenio, trabajo, compromiso, responsabilidad, energía, planificación, estudio, tiempo…
El constructor incluso puede tomar esa misma roca lanzada por el emisario del caos, pero para hacer la tarea de ordenar, de mejorar, de cuidar, de desarrollar el mundo. El mundo interno, de pensamientos, sentimientos, emociones, creencias, anhelos; como también el mundo externo, de la relación humana, del ambiente.

Sí, es fácil destruir, cualquiera puede hacerlo.
Pero construir, construir en verdad, para eso es necesario ponerse uno mismo en obra.

Así, vemos que abundan los criticones, los que (realmente o en apariencia) demuelen las posiciones de otros, pero arduamente son capaces de defender con integridad algo de su propia posición.
Son muy hábiles para mentir, difamar, traicionar, enlodar, fastidiar (etcéteras negativos ad infinitum), pero sumamente incapaces de hacer algo positivo, coherente, provechoso, constructivo, a favor de lo que piensan o creen.
El grito, el golpe, la queja, la falsedad, recursos del EGO desde el inicio, allí está pronto, servido, al instante, como respuesta, como reacción. Es lo que se tiene a mano, lo que se aprendió, lo que se hace. Así se manipula, así se es manipulado.
Se busca sobrevivir, en vez de vivir, en base a la destrucción.
En términos ecológicos, se usa sin conciencia de la sustentabilidad ni compromiso con ella.
En palabras de Héctor Schmucler (referido a la tecnología pero aplicado a nuestro tema): “Para la tecnología moderna no hay otro futuro que el de su propia multiplicación dominadora”.
Se vive el aquí y ahora de manera falaz, errónea, porque en verdad se está en permanente huida, se está fuera de línea, descentrado, sin armonía, en caos.
Oh sí, en el caos primordial, aquel que se fue ordenando y edificando para llenar de vida y sentido el cosmos.
El EGO es retorno al caos, en tanto que el AMOR es la creación en su plenitud.
El EGO es una máquina de supervivencia, en ello labora constantemente, pero al perder su sitial, su sentido, lleva a una existencia vacía, a la muerte en vida, a la extinción.

En palabras de una de las dos parshiot de la semana: "Pero si no me escucháis y no ponéis por obra todos estos mandamientos… serán sometidos al castigo de sus iniquidades, porque menospreciaron Mis decretos y porque su alma detestó Mis estatutos" (Vaikrá / Levítico 26:14, 43).

Tenemos el otro camino, el verdadero camino.
Porque, reconozcamos que es fácil arrojar una piedra, atine en el blanco o no, el daño ya fue hecho.
Pero, cuan duro es hacer lo que es bueno y justo, con lealtad, incluso consigo mismo.
Sobran los mentecatos, los mercachifles, los mercaderes de vidrios de colores, los piratas, sobran… porque no requiere de mucho el ser cómplice o activo destructor.
Pero, son tan pocos los que hacen el cambio positivo, los que alumbran, los que dan vida.

El EGO se vale de la ignorancia, sin dudas.
Aunque la persona abunda en conocimiento, en tanto no sea consciente de su ser, en tanto no logre unificar su Yo Vivido con su Yo Auténtico, estará en ignorancia.
La ignorancia también incluye a los falsos saberes, tan habituales entre los “creyentes” de cualquier especie y modelo.
En base a la ignorancia, procede el EGO a secuestrar el pensamiento, para hacer de las suyas. Entonces se inventan excusas, se elaboran teorías disparatadas, se cree en ridículos, la magia y superstición son adoradas, todo puede ser creído porque todo da lo mismo, en tanto se mantenga al hombre sumiso, impotente, pero con fantasías de súper poder.
Tomemos un ejemplo, que confieso no sé si es completamente verídico, pero me parece muy instructivo.
En la edad media, lo”normal” y hasta considerado “sano” era tener piojos. ¿Cómo llegaron a tal conclusión? Porque todas las personas sanas tenían piojos. Eso era lo “normal”. reyes, caballeros, damas, curas, obispos, pobres, ricos, mendigos, campesinos, burgueses, artesanos, rateros y “santos”, todo llenos de piojos. Pero había un grupo que ocasionalmente se libraba de tal plaga. Eran los enfermos con fiebre, pues parece que a estos parásitos no les agrada la alta temperatura y abandonan a su huésped en busca de otro cuerpo en el cual habitar.
Entonces, la “inteligente” conclusión era: los sanos tienen piojos, los enfermos no. Por lo cual, tener piojos es signo de salud.
¿Suena descabellado?
Sí, para nosotros que entendemos un poco más cómo funcionan las cosas, que tenemos un orden más racional y claro. Pero, para aquellos medievales, su pensamiento era el correcto. Pobre desgraciado del que se atreviera a opinar o siquiera suponer otra cosa. No tardaba en perder a todos sus piojos, por ser quemado vivo en las “santas” hogueras de los extremistas defensores de la fe y las “sanas” doctrinas.
Pero, no miremos con desprecio a aquellos bárbaros ignorantes de estas cosas. ¿Acaso hoy en día es diferente?
¿Acaso el amplio acceso a la información, los mayores conocimientos de los asuntos del mundo, nos ha llevado a ser mejores como individuos y como sociedad?
¿O seguimos siendo la misma bestia atada, esclavizada por el EGO, incapaces de desarrollar a pleno nuestra multidimensionalidad humana, nuestra esencia sagrada?
Piénsalo, mira al mundo, mira a tu alrededor, mírate al espejo y confiesa si somos en algo mejores que aquellos fanáticos oscurantistas de mil años atrás…

Dostoievski nos cuenta que El Gran Inquisidor creía que la humanidad quiere “magia, misterio y autoridad”.
Cierto, muy cierto.
Si le damos a la gente el buen pan espiritual, la luz de sus propias esencias para que les alumbre, rechazan amargamente, prefieren seguir arrastrados bajo la bota dolorosa del faraón, del EGO.
Prefieren el circo de la iglesia, con su magia, misterio y aires de autoridad.
Adoran a un supuesto rabino, más payaso que otra cosa, porque les vende a precio carísimo magia, misterio y seudo autoridad.
Escapan de FULVIDA, de nuestro mensaje libertario, porque renegamos de ser autoritarios, negamos la magia, negamos el misterio.
Nosotros tratamos, en la medida de nuestras posibilidades, de manejarnos por la senda del bien y la justicia, no por el modo EGO. Entonces, no recurrimos a artificios, no precisamos de tramoyas, no nos disfrazamos, no clamamos versos grandilocuentes, no nos escondemos detrás de mafias, no alentamos a que se nos siga con fe… por ello no somos “exitosos”, en los términos cotidianos.
Nosotros no seguimos al EGO, seguimos al AMOR, en la medida de lo posible, cosa que no es sencillo ni constante, por supuesto, pues no somos “santos”, solo personas normales.
Y eso, precisamente eso que libera, es lo que la gente más repugna.
La gente quiere farsas, actos circenses, palabras que representen poder sobrenatural, milagritos, truquitos de mago de barrio… ah… eso les encanta. Porque eso es destrucción, demoler la esencia personal, dejar el espíritu embadurnado por el estiércol del la religión y las doctrinas perezosas de la muerte.
¿Sabes por qué mesiánicos, netzaritas, noajudas, cabalisteros y otros fantoches tienen tanto “éxito” (en términos terrenales)?
¿Sabes por qué la gente dilapida su vida en Facebook, Twiter y otras aldeas de chismosos?
Relee lo que puso el genial autor ruso y tendrás una de las respuestas.

Tenemos pues que trabajar en el AMOR, ser AMOR.
Pero eso NO es de ninguna manera ser sentimentalistas, permisivos, todo vale, necios que no saben pensar ni inquirir por la verdad.
Vivir en AMOR, ser AMOR, es un acto multidimensional (cuerpo, emociones, lazos sociales, mente y esencia espiritual) y no un trastorno emocional pasajero.
Para amar en verdad es imprescindible conocer, hasta donde sea posible hacerlo. Porque el que no conoce, difícilmente ama; por ahí siente algo, tiene “buena onda”, lleva buenas intenciones, está enamorado, pero amar no ama…
Amar implica conocer y hacer aquello que es bueno y justo con quien se ama, al tiempo que no se daña a uno mismo ni a otros.
No es tarea simple, pero hacerla es la cuestión que no hace humanos, libres del EGO.

Martín Heidegger en La pregunta por la técnica expresó: “Preguntar es estar construyendo un camino. Por ello es aconsejable fijar la atención en el camino y no estar pendiente de frases y rótulos aislados. El camino es un camino del pensar”.
(Me desvió por un instante. El lector informado habrá percibido que he citado aquí algunos autores que son, digamos algo así como, controversiales. En este caso tomamos sus expresiones que consideramos provechosas, el resto, lo que no contribuye al Shalom, es lo que no usamos. Tal como hizo el gran Maimónides, quien usaba ideas de pensadores “extranjeros”, mucha veces sin citarlos por sus nombres, porque sabía que eso levantaría críticas nefastas e inútiles, siendo que había mucho que aprender de los aportes de los sabios “extranjeros”.)
Nuestro camino debe incluir el pensar, el cuestionar con respeto, el analizar, el preguntar, el avanzar y no detenerse en idolatrar a nada ni nadie.
Toda idolatría es producto del EGO, en tanto que el amor es espiritualidad.
Y la espiritualidad es multidimensional. Incluye a todo lo de la persona. Unifica, une, hermana y no separa lo que debe estar unido cuando debe estarlo.
Lo espiritual no agrede, no lleva a “guerras santas”, no daña, a no ser que no haya otro camino posible y sea absolutamente necesario.
El espíritu indaga, no teme a las preguntas, tampoco a las respuestas, porque está para aprender, para enseñar, para cerrar las brechas que deben cerrarse y separar lo que debe ser separado.
Eso es AMOR.
Pero el EGO, el EGO, hace todo al revés. Siente, desea y secuestra el pensamiento. La creatividad es usurpada, se la destina a inventar excusas que justifiquen la maldad, la pereza, el error, la mentira. El cuerpo es adorado o aborrecido, pero siempre sentido como una ropa prestada y no como el sagrado yo terrenal durante nuestra travesías en este mundo. Así marcha el EGO, entre sombras, en ignorancia, en desconexión de los sentidos para perder la ruta espiritual.
Y por más que lo alimentes, no te da descanso, no te libera de su esclavitud… ¡todo lo contrario!
Cuanto más lo sirves, más te aprieta el pescuezo y te esclaviza.

Veamos una cita del salmista: “Él les dio lo que pidieron, pero envió a sus almas debilidad.” (Tehilim / Salmos 106:15).
En ocasiones la persona obtiene lo que su EGO anhela, pero eso no le da felicidad, de hecho, la llena de mayor pesar.
Nada le conforma, quiere más, se vuelve más adicto.
En vez de fortalecerse, se debilita. En lugar de dicha y paz, solo hay resentimiento, quejas, amargura, falta de agradecimiento, muerte en vida.
Se puebla la mente de religión, de superstición, de magia, de deseos de autoridad.
Debilidad, impotencia, culpa, arrogancia, menosprecio, odio, gritos, trampas, podredumbre, más y más miseria, aunque se tenga “éxito” terrenal, el alma se vacía, la vida se ahueca, es un hoyo depresivo que ni siquiera la mágica píldora del psiquiatra parece resolver.
El EGO pide más, demanda, exige, protesta, hace paros y huelgas reclamando más… más… más… para ser menos, menos, menos…

Para los que construyen shalom (y si empiezan de dentro para fuera, es lo mejor), es bueno que recuerden que no tiene porqué hacer todo, saber todo, conocer todo.
Cada cosa a su tiempo.
Primero hay que darse tiempo para des-aprender, para conocerse, para amarse, para respetarse. Si se corre como ciego, cargando la mochila del pasado, lleno de pretextos, de textos corruptos, de idiosincrasias enfermas, difícilmente se deje de lado el sometimiento al EGO, raro que se pueda hacer las cosas con bien y justicia.
Los q se apuran lo hacen para seguir en huida, no en dedicada construcción de shalom.
Dele a cada tiempo su pan, SU pan y no otro.

Creo que es un texto más largo de lo que planifiqué, más complejo, yo quería algo sumamente breve, conciso, concreto, pero me quedó esta obra que tiene ante ti.
Me gustaría recibir tus comentarios, tus aportes, tu ayuda edificante para seguir avanzando.
Gracias.

(Recomiendo la lectura y comprensión de: http://es.wikipedia.org/wiki/Post_hoc_ergo_propter_hoc)

Recordando al EGO

Parece que no es fácil, hay muchas trabas dentro y fuera, es el EGO no permite hacer las cosas de manera sencilla.
Por dentro carcomen las dudas, los miedos, los rencores, la ira, la angustia, la ansiedad, el sentimiento de culpa, las voces que gritan y llevan a la impotencia. Ay sí, todo parece imposible. Todo es malo. Todo siempre fue y será así. No puedo, no se puede. Surgen las excusas, con una facilidad impresionante se elaboran una tras de otra, con las mentiras, con las justificaciones, con las agresiones verbales, con la agresión pasivo-activa. Ay sí, la enfermedad corroe desde dentro, como un cáncer lento pero seguro en su cometido mortal.
Por fuera, los enemigos abundan, los contradictores, los ofensores, los opositores, los que triunfan, los que te hacen quedar como idiota, los que te ganan la partida, los que se burlan, el “destino”, los dioses que te lo hacen todo difícil, como si tuvieras que remar en contra la corriente todo el tiempo.
Dentro y fuera es lo mismo, el EGO.
Ese EGO que existe para salvarnos, pero que nos hunde en el salvaje abismo del sentimiento de impotencia.
Que nos hace sentir impotentes, pero nos hace creer todopoderosos.
Que nos arrastra hacia la manipulación para alcanzar los deseos, que nos hace ser manipulados.
El EGO que se inventa religiones, partidos políticos, dogmas, lemas, enfermedades y curas.
El EGO, siempre presente, por ser parte intrínseca del cerebro humano. No se despega de nosotros. No puede ser exorcizado. No hay remedios mágicos. No se inventó el elíxir que lo borre. Porque, borrar al EGO es eliminar la base de nuestro cerebro, de nuestra existencia como personas.
Pero sí, hay maneras de dominarlo, de ponerlo en el lugar que le corresponde, en su lugar ni más ni menos.
Que ya no usurpe el sitial de un dios, que no se interponga entre nosotros y Dios, que no secuestre más nuestros pensamientos, que no nos lleve más por la noche oscura habiendo plenitud luminosa al alcance de la mano.
Cada obstáculo es una ocasión para superarnos a nosotros mismos, o para seguir esclavizados al EGO.
Recuerda, sus herramientas son básicas, rudimentarias, pero bastante efectivas: gritar, llorar, golpear y desconectar a la persona de sus percepciones reales.
Si vas a reaccionar con cualquier de estas herramientas, o sus derivados, pon el freno, tómate un respiro, da un paseo, haz otra cosa, silba una melodía, reza, haz lo que sea menos lo que tu impulso pretende acabar en milésimas de segundos.
Sí, el EGO tiene sus habilidades, pero tu puedes entrenar las partes positivas para fortalecerte y ser el amo de tu ser.
Controla aquello que está en tu control y deja fluir el resto.

(Lectura sugerida: http://es.wikipedia.org/wiki/Alegor%C3%ADa_de_la_caverna)