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Debo salir con una pareja noájida consciente de su identidad o no?

datingEncontrando tu pareja noájida

Un amigo de Fulvida realizó una pregunta muy interesante que yo también me hecho por mucho tiempo pero a la que no le había encontrado respuesta sino hasta hoy, así que me he puesto a pensar al respecto y, corríjanme si me equivoco por favor, pero lo que esbozaré más abajo es mi experiencia con el tema de encontrar una pareja noájida.

Justamente hoy en la mañana me desperté pensando al respecto, es una de esas ideas que te vienen a la mente de repente y que te dan una claridad como nunca antes la habías tenido; de hecho pensé en no compartirla todavía, pues pensé que todavía no la había madurado, pero al parecer, es menester mencionarla para poder responder a la pregunta de este amigo.

La pregunta sería, «con que tipo de mujer uno debe juntarse??? como todos saben republica dominicana es un pais cristianizado, a lo mas que he visto son personas decepcionados con este sistema pero mentalmente se conectan en algun punto o involucrado en las ramificaciones del cristianismo…. que se puede hacer?», o sea, debe uno salir y formar un proyecto de vida con una pesona noájida consciente de su identidad o no? Es una pregunta bastante complicada a la que yo llevo años sin encontrarle respuesta y hay detrás de mío una estela de relaciones fallidas precisamente por ese mismo asunto. Discúlpenme por hablar en primera persona a través de todo el comentario, no lo hago con el afán de figurar, sino de expresar lo que yo he vivido y cómo es que lo he manejado.

Ya de por sí el tema del amor es un tema bien complicado porque el amor está sujeto a las leyes de la física, entonces dos cuerpos no pueden ocupar el mismo lugar en el tiempo y en el espacio y ahora que me pongo a pensarlo, con sobrada razón es que los sabios dicen que el amor ocurre cuando se da sin esperar nada a cambio, porque solamente así una acción puede ocupar un lugar en el tiempo y en el espacio, de otra manera lo que ocurre es el choque de dos objetos y ya no existe el amor.

Pero les voy a contar un poco más de mi experiencia que tuve esta mañana. He conocido muy de cerca el tema del enamoramiento y de la vida en pareja lo suficiente como para por lo menos darme una idea de qué es vivir con otra persona, tarea que por cierto no es nada fácil, pues en ocasiones hay choques de EGO’s que si no se saben manejar, pueden terminar creando catástrofes y explosiones que no solo dañan en el momento sino que dejan cicatrices y resentimientos para toda la vida.

Nótese que hablo de parejas comunes, que muchas veces se basan en creencias idolátricas, sean éstas cristianas, musulmanas o ateas, al final todo es lo mismo; pero lo que sí debe de quedar claro es que hay una situación que siempre se debe de tomar en cuenta, el hombre deja a su padre y a su madre y se une a su mujer para convertirse en uno solo; he aquí el principio de la relación, la independencia del individuo, tanto del hombre como de la mujer que se unen, pero he aquí el inicio del dilema, pues ello implica dejar el seno familiar propio para construir uno nosotros, es decir, salir de esa extensión del claustro materno para enfrentarnos como pareja al mundo.

En mi paso por este tema he visto de todo, desde las ateas más acérrimas hasta las cristianas más fanáticas pero quizás la persona más peligrosa de todas es la que dice no tener religión o finge ser alguien que no es para estar con uno o dicen ser noájidas pero no respetan los límites, entonces en realidad son personas que quieren ser judías pero sin tener que pasar por la “molestia” de la conversión, y ahondan en cada recoveco para tratar de actuar como judías pero manteniéndose “noájidas”.

Luego las hay como aquellas que dicen que no tienen religión y que creen en “dios”, y nótese que utilizo el sustantivo en minúscula, porque en realidad sí tienen religión; quizás no acudan a un templo católico, evangélico, adventista…, pero dicen que jesús es dios, por ende, tampoco son noájidas conscientes de su identidad.

Luego las hay las que parecen una ensalada de frutas en pleno apogeo de temporada; cogen un poquito del budismo, otro poquito del judaísmo, otro poquito del hinduismo, un poco del taoísmo, del sintoísmo… y son como una jambalaya de Nueva Orleans en plenas vacaciones de verano. Dicen no ser personas religiosas, pero tienen una confusión mental tan grande, que ni ellas mismas se entienden; no son coherentes en su forma de ser y aunque dicen ser humanistas, en realidad llevan muchos resentimientos.

Luego las hay que son ateas, pero en realidad lo que han hecho es sustituir a un ídolo por otro; pero quizás la peor de las experiencias que haya tenido con respecto a este tema es la de una muchacha que decía no ser judía, “nunca” y esto, en sus propias palabras, por eso uso las comillas, haber sido noájida pero sí muy estudiosa de la Torá y de hecho gasta buena parte del buen salario que gana, enriqueciendo a fantoches que le venden bagatelas a precio de joyas de las más finas.

Así que mis queridos amigos, he visto de todo y varias son las conclusiones a las que he llegado con respecto a este tema:

1. Los fallos se dan de ambos lados, nunca es solo culpa de una persona. En mi caso, los fallos han sido por dos motivos, por el miedo a estar solo y por el deseo de dar amor, por eso me abalancé muy rápido en las relaciones.

2. La mayoría de la gente no sabe lo que es el EGO y vive de su Yo Vivido, entonces pasan comparando sus relaciones pasadas con la actual.

3. Si se goza de cierta posición social, muchas personas fingirán ser quien no son para estar contigo, te estudiarán, verán tus fortalezas y debilidades y con máscaras y sagacidad te harán creer que comparten tus creencias, pero a la hora de llegada, cuando hay que sacar la casta, huyen. En el caso de no tener esa posición social, siempre habrá alguien que quiera estar con uno y buscará la forma de entrar, usualmente con máscaras.

4. En el tema de noájidas y judíos, los judíos son mayoría calificada y eso que apenas son menos del 0.03% de la población en el mundo! O sea, los noájdas conscientes de nuestra identidad somos tan pocos que encontrar una pareja noájida consciente de su identidad es una verdadera lotería.

5. Esto me lleva a otra conclusión que tiene que ver con la necesidad imperiosa e imprescindible de la comunicación auténtica, se debe ser auténtico en todo momento y dejar de lado esas tonterías que dice más de un trasnochado por ahí que debemos de ser la persona que la pareja en potencia o la pareja quiere que seamos. De ninguna manera! En todo momento debemos de ser nosotros mismos, eso tampoco es excusa para ser unos irresponsables o unos patanes con el cuento de que estamos siendo nosotros mismos, pero como todo ser humanos, tendremos defectos y virtudes, pero si nos mostramos tal cual somos a las personas, entonces ellas podrán escoger tanto como lo podremos hacer nosotros por medio de eso que los abogados llamamos “una decisión informada”.

6. Se debe de salir al mundo y conocer a otras personas y salir con ellas, pero ojo, no en plan de pareja sino de amigos. Hay más de uno por ahí que dice que no quiere volverse el mejor amigo de la chica bonita, eso es muy cierto, pero por eso hay que tener la inteligencia emocional para hacerle saber a ella que le gustas pero que primero quiere que sean amigos. Ahora ya sé lo que me vas a decir:

“Bueno, pero es que eso no sirve porque si la persona quiere estar conmigo fingirá hasta que logremos ser pareja”. Hasta cierto punto es cierto pero no del todo, porque hay muchas personas que si lo que les interesa es lo pasajero, entonces rapidito se van, habrá casos más complicados donde la persona finja muy bien, pero con el pasar del tiempo, por más máscaras que se pongan, eventualmente saldrá la venada careta.

Yo he pasado por todos esos errores entonces con la voz de la experiencia lo voy a decir, cuando uno se vuelve amigo de una muchacha que le gusta y se vuelve un felpudo, es ahí donde lo ven a uno como hermano pero no como pareja, es la famosa “friend’s zone”, y está bueno que eso pase porque uno lo que se vuelve es un arrastrado que como dice Guillermo Dávila “vende el alma si le dan migajas de calor y un poco de aliento”, y el resultado es ese; las mujeres y los hombres te verán como un felpudo y no querrán nada contigo más allá de una amistad.

Pero si uno se amarra los pantalones y las enaguas y es seguro de uno mismo, con autoconfianza, no con arrogancia y busca mejorar en todos los aspectos, bien puede tener una amistad que trascienda a algo más y no caer en la “friend’s zone” o “zona de amigos”. Un error muy grande que muchos hombres cometen es que se avientan muy pronto o no se avientan del todo y he ahí el por qué pasan estas cosas. En mi caso mi error es ser demasiado aventado y por eso me he estrellado.

7. En séptimo lugar, uno debe de quererse a uno mismo y a la pareja, pero no permitir que le pisoteen. Claro, en países como en el que yo vivo, eso es un problema muy grande porque significa no dejarse controlar, ello no implica que uno no quiera pasar tiempo con la pareja, pero respeta la individualidad y tiene un círculo social, cosa que a muchas personas no les gusta, porque existe la idea errónea que el tener una pareja implica no tener amigos, pasar metidos en la casa y tener control absoluto sobre la pareja, cosa que es completamente tóxica e insana, pero las personas lo hacen.

Esas al menos son algunas de las conclusiones a las que yo he llegado después de mis experiencias en este tema. Ahora entremos a analizar ciertos aspectos que considero relevantes. Ya sabemos que las probabilidades matemáticas de conocer a una persona noájida consciente de su identidad que nos atraiga son muy bajas, pero no imposibles, al menos en mi caso sigo sin perder la esperanza.
Un error garrafal que cometí con respecto a este tema es el de mezclar el amor con la enseñanza del noajismo a personas que no estaban interesadas en salir de la celdita mental en la que están. Si aplicamos uno de los caminos de la sabiduría que es el aplicar las destrezas de los negocios a la vida en general, nadie invierte en un proyecto en el que sabe que va a perder, y si es tan arriesgado de hacerlo, debería de salirse del proyecto sino ve resultados.
Por eso hablaba de quererse a uno mismo, porque en una relación dedicas tiempo, dinero, emociones, etc., que van dirigidas hacia determinada persona y que esa persona debería de agradecer, aunque nótese que todo eso que tú haces en sin esperar nada a cambio, pero en el entendido que si no ves que la otra persona haga su parte, entonces algo está mal

Sé que suena contradictorio pero no lo es; una cosa es dar sin esperar nada a cambio y otra convertirse en un felpudo, porque en el momento que uno se vuelve la alfombra para que la otra persona se limpie los zapatos, se pierde el respeto, y al perderse el respeto se pierde el amor, lo que probablemente haya sea amor-tización, pero no amor.

Esto tampoco implica que vayamos a desechar a la persona de buenas a primeras, porque todo el mundo tiene derecho a enmendar sus errores y para eso está la comunicación auténtica, pero cuando uno ha intentado y no hay cambios de parte de la otra persona, hay que hacer lo que decía Gloria Estefan, “pues es mejor decir adiós”.

Bueno, todo esto tenía que ser dicho antes de contestar a la pregunta del amigo Manuel, porque no tiene sentido el buscar una relación seria y formal con una persona que tenga la misma forma de pensar que nosotros si no sabemos cómo comportarnos.

Ahora viene la parte de conocerse a uno mismo y qué es lo que quiere. Y aquí es entonces donde debe uno de preguntarse, para qué es que quiere una relación? Les voy a contar mi experiencia. Ayer trabajé por 14 horas, usualmente mis jornadas laborales no bajan de las 60 horas por semana, en este momento estoy todavía pagando un par de deudas de la U, pero llegará el momento en que las cancele y ahora qué?

Entonces después de haber dormido solo por cuatro horas porque me tenía que levantar temprano para trabajar, resultó ser que me puse a pensar, cuál es el punto de hacer la plata, cuál es el objetivo de trabajar ochenta horas por semana, sino es para algo que trascienda. No sé si ustedes han tenido la oportunidad de experimentar eso que algunos llaman, una “epifanía”, pero cuando ocurre, uno siente como si el espíritu o la mente se acomodara cual bola de billar en la red de la mesa y entonces las cosas se pueden ver con claridad.

Hasta ese momento fue que me cayó la moneda, como decimos aquí en Costa Rica, y vi la razón de ser de generar el dinero y la posición social ahora que estoy soltero, para poder darle a mi futura familia una vida digna y poder dedicarles el tiempo, fue ahí donde comprendí el tema de una manera ya no solo intelectual ni emocional sino también espiritual.

No es sino hasta que uno tiene esta meta realmente clara que comienza a ver las cosas de manera distinta, a decir verdad, es muy temprano para estar escribiendo de esto, pero como no existen las casualidades sino las causalidades, en este preciso instante me encuentro respondiéndole la pregunta a alguien más.

El generar dinero por el hecho de generar dinero, sin tener en mente una familia, futura esposa y futuros hijos, es completamente vacío, al menos así lo vi yo hace unas cuantas horas cuando me desperté, me di cuenta que pronto estaré generando ingresos muy buenos, pero qué sentido tiene generarlos sino es para compartirlos con los seres queridos?

Vamos a la última parte de la misiva de este amigo que tiene que ver con el conocer a parejas noájidas conscientes de su identidad. Empecemos por mencionar que no existe la tal media naranja, lo que existe es arduo trabajo y sacrificio para que una atracción inicial permita a las parejas interactuar y acoplarse el uno con la otra, así que la cantaleta de la media naranja y demás payasadas no son ciertas. El alma podrá ser similar, pero en serio, realmente vamos a creer que Dios es tan cruel que nos puso solamente un “alma gemela” entre siete mil millones de personas.

Nada más imaginémonos lo que eso implicaría, habría que gastar fortunas buscando a esa alma gemela y ni aunque viviéramos dos mil años lo lograríamos; pero afortunadamente El Eterno, en Su Infinita Sabiduría, no piensa al nivel primitivo que nosotros y aportó una solución mucho más sencilla y factible, como todo lo que nos ha dado. En vez de existir un alma gemela única o un puñado de ellas, existe una atracción inicial que nos lleva a buscar a la persona y a conocerla, nótese otro punto más de esa sabiduría, pues al comenzar a conocer a la persona, a su Yo Aunténtico, tenemos que dejar de lado nuestro EGO, porque de otra manera amoldamos a la persona a lo que nosotros queremos que esa persona sea y no a lo que la persona es, desconexión de la realidad, suena familiar?
Bueno, como ya sabemos que no hay tal media naranja única y que no vamos a tener que buscar brujas ni superpoderes para encontrar a esa “alma gemela”, ya podemos descansar y respirar profundo; ahora viene la parte más complicada que es la de encontrar a una noájida consciente de su identidad o por lo menos de mentalidad abierta para escucharnos.

Hay dos formas de hacerlo, una es aplicando las del cuento del alma gemela y buscando noájidas conscientes de su identidad, que dicho sea de paso, implica una erogación monetaria bastante alta, porque yo encontré un par cuando fui de viaje en Europa pero ni ella puede venir a Costa Rica ni yo me puedo ir en estos momentos a Europa, entonces ese método tampoco funciona muy bien, salvo que se pudiera mantener una relación a distancia, cosa que no creo porque ni siquiera nos conocemos lo suficiente como para desarrollar confianza, mucho menos amor y, segundo, porque esto no es una película de Hollywood y esos tiquetes de avión y estadías son bastante caras.

Así que, querido Manuel, no te recomiendo esa opción. Hay una más factible y mucho más provechosa que es la de comenzar a forjar amistades con personas a las que se les puede hacer saber sobre la atracción, pero que primero se quiere forjar una amistad. Yo me sorprendo de ver cuántas muchachas bien guiadas podrían despertar de la idolatría, pero eso sí, se requiere paciencia y en la cultura del microondas a veces no tenemos eso, y me incluyo yo en ese grupo de los impacientes.

Cómo conocer mujeres noájidas? Muy sencillo, no yendo a lugares que frecuenten las mujeres judías, si no es judía es porque es noájida; ahora, cómo conocer a mujeres noájidas conscientes de su identidad ya es otra cosa. Estas son las características que yo buscaría:

1- Cierto atractivo físico, aunque no lo basaría todo en esa parte.

2- Si me gusta físicamente, me fijo que sea una persona humilde pero no felpudo, porque una felpudo no se respeta a sí misma y es muy probable que llegue a desarrollar una relación de codependencia, y te cuento que he pasado por esas y no es nada bonito.

3- No necesariamente tiene que ser una noájida consciente de su identidad, pero sí de mentalidad abierta para escuchar y debatir, preferiblemente una mujer que no tenga miedo a decir que no cree y que busque e investigue por su lado, para que corrobore por ella misma las cosas y no se quede solo con el decir de uno; eso demuestra cuatro cosas, diligencia, responsabilidad, amor por sí misma y rechazo a la pereza. Como el noajismo es lógico y sagrado, si ella realmente es una persona en consonancia o equilibrada en su ser, aceptará las cosas y verá que su ateísmo o religiosidad son errados.

4- Que ella sea una persona de familia, un amigo por ahí me dijo, fíjate que sea buena hija y buena hermana, si es así, entonces es muy probable que también sea buena esposa.

5- Otro aspecto a tomar en cuenta es si es una buena amiga, no contigo, porque si le gustas entonces es obvio que contigo será buena, tienes que ver cómo es con los demás, con los que a ella no le interesan.

6- Determinar si es una lengua larga que solo sirve para comerse a le gente, porque eso solo demuestra lo egotista que es. De esas hay que salir huyendo.
7- Otra cosa es ver si es caritativa más allá de su decir, porque eso demuestra cuán sensible es.

8- Si respeta nuestro espacio o pone excusas para no vernos, porque eso demuestra el interés que tiene en la relación.

9- Qué tanto busca aprender y mejorar, que va muy de la mano con el tema de la mentalidad abierta, porque una persona perezosa va a quedarse con su idolatría por pura pereza de salir de su zona de confort.

10- Por último, me fijaría si lo que hace por otros o por mí lo hace esperando algo a cambio o si lo hace con algún motivo, porque eso demuestra la capacidad que tiene para amar.

No sé si estaré bien o no porque a decir verdad he fallado bastantes veces, pero todo eso que he expuesto tiene que ser aplicado hacia nosotros mismos, con el mismo ahínco con el que deseamos que la otra persona lo haga, porque sino estaríamos siendo egoístas y groseros, esperando perfección de otra persona sin buscar nosotros mejorar, y que quede claro, la perfección no existe.

Si yo encontrara a una mujer así, por más católica, evangélica, musulmana, taoísta…, que fuera, aun así daría la oportunidad de salir con ella e inclusive comenzar una relación después de cierto tiempo, porque sabría que cuando ella viera las cosas por lo que son, ella misma buscaría salir de su celda mental idolátrica y abrazar el lado de la luz.

Espero que este post haya servido para ti Manuel y para las otras personas que actualmente se encuentran en esta situación de búsqueda de una pareja para formar nuestras propias familias y continuar construyendo Shalom a la vez que lo compartimos y esparcimos por todo el mundo.

“Yo” creo

Una conducta repetida se transforma en un hábito.
Éste pasa a formar parte de una suerte de naturaleza adquirida, automatizada.
Nuestro cerebro no dedica energía a llevar el control consciente del hábito, lo que lo libera para atender otras actividades, ahorra energía, en definitiva es bastante beneficioso.
Pero, ¿qué pasa cuando la repetición es de conductas negativas, que dañan? Se forma un hábito oscuro, perjudicial, que deja de estar atado al dominio voluntario y hace cosas que luego tal vez nos arrepentimos o lamentamos. ¿Fumar? ¿Beber alcohol? ¿Reaccionar como bebe ante situaciones de impotencia? ¿Huir de los problemas en vez de resolverlos? ¿Ser dependientes de la ayuda externa? ¿Ser perezoso?
Piensa y encontrarás en tu propia vida alguno de estos hábitos. Comparte con nosotros, por favor, en la zona de los comentarios los que reconoces en ti o en otros.

En ocasiones hasta un hábito saludable podría transformarse en un dolor de cabeza, o algo peor.
¿Podrías compartir algún ejemplo de estos?

Algo parecido sucede a nivel mental.
Allí al acto lo llamaremos idea y al hábito creencia.
Ideas que se repiten, sea porque tú las rumias o porque te golpean de diversas fuentes, terminan por consolidarse en creencias.
También pasan a ser automáticas, inconscientes, ajenas a tu voluntad, que irrumpen de manera autónoma y te provocan reacciones.
Nuevamente recurro a tu ayuda, ¿podrías decirnos algunas de esas creencias que tienes?

Probablemente nunca te has puesto a meditar seriamente acerca de tus creencias.
Las das por sentado.
Están ahí y son tuyas, ¿cómo o por qué habrías de cuestionarlas?

Ocurre que innumerables fracasos en nuestra existencia se deben a nuestras creencias.
De hecho, cuando ninguna limitante externa te impide alcanzar tu meta, son tus creencias las que suelen estar en la base y sostén de tus frustraciones y reveses.
Recuerda… ¿te da miedo hablar en público? ¿Te cuesta hablar con la chica/chico que te gusta? ¿No sabes como pedir a tu jefe un merecido aumento de sueldo? ¿Te paralizas ante la idea de divorciarte, cuando es un hecho que tu matrimonio está muerto hace años? ¿Te encantaría que tu vecino dejará de hacer ruido y mugre, que te perjudican constantemente, pero no te atreves a tocar el timbre y plantearle las cosas de manera firme y civilizada pero sin dar un paso atrás? ¿Estás tan seguro que sería un desastre tu plan de abrir tu propio negocio? ¿Tan malo eres para el estudio? ¿Por qué sigues en esa carrera que odias, pero tus padres te insisten que la termines?
Para aquí, porque es obvio que hay infinidad de ejemplos que podríamos compartir. ¿Quisieras contarnos alguno? Te lo agradezco.

Sí, mi amigo, son tus creencias las que te impiden ser feliz.
Creencias que se originaron en mandatos de otros, en frases lapidarias de otros, en impotencias de otros que te las transmitieron a ti, creencias que hiciste tuyas y ahora las consideras parte sustancial de ti. Creencias que están en las sombras, operando para mantenerte en un limbo. O creencias que te dan mucho impulso, que te liberan de pensar, pero te condenan a prejuzgar, a actuar con necedad, a ser esclavo.

Por aquí dejo planteado este tema.
Sería genial que comentaras, compartieras y nos dieras una mano para seguir ayudándote y ayudando a más.

Hasta luego.

La comunicación auténtica con la pareja

Hay un dicho que reza que a la pareja se le conoce verdaderamente hasta el divorcio, ahí saca las uñas. Es bastante triste la verdad que así sea, que no se digan las cosas en el momento, que se acumulen energías negativas por no decir las cosas cuando ocurren y que luego todas esas cosas vengan a causar las separaciones y todo esto se podría haber solucionado si hubiese habido comunicación auténtica desde un principio.

Te invito a que recordemos lo que nuestro querido Moré nos ha enseñado sobre la comunicación auténtica haciendo click en el link, sin embargo, te insto a que recordemos juntos ese concepto y qué implica. Todo comienza por la sinceridad, sí aquella sinceridad de la que hablaba la canción Ricardo Cocciante, que se refleja no solo en palabras sino en las acciones. Recuerdas que la semana pasada hablamos sobre la coherenciacouple-discussing? Bueno, cuando se es sincero en la vida, se actúa de la misma manera en todas partes, eso no implica que si a veces actuamos charlatana o jocosamente en casa, que vamos a hacer lo mismo en una reunión social importante, pues precisamente la coherencia indica que para todo hay un lugar bajo el sol, pero una cosa muy distinta es el que seas reservado en público y que mantengas una cierta distancia con las personas en tanto que en casa las tratas con confianza, a ser un desubicado confianzudo con todas las personas. Ser sincero con tu pareja implica también que le dirás las cosas que no te gustan para que esa persona las corrija tanto así como que tú se las dirás a tu pareja para que no haga el ridículo o yerre como lo hacía.

Luego nuestro querido Moré nos hablaba del ánimo constructivo, que quiere decir precisamente eso, ser sincero y directo no significa ser un patán; como decía Dale Carnegie, hay formas de decir las cosas, se puede uno conducir con diplomacia y aplomo. En lo personal conozco el ejemplo de un ex embajador que no solo se conduce como un caballero sino que por su experticia diplomática sabe cómo comunicarse con las personas. No lo vas a ver insultando, riéndose de los demás o comiéndoselos a sus espaldas, oh no, este caballero dice las cosas de frente pero como dice él, “las cosas hay que decirlas con fineza, pero hay que decirlas”. Pero hay formas de decir las cosas, no es lo mismo hablar con la neshamá que con el EGO. Siempre debe haber una intención de querer construir y no de destruir, máxime con tu pareja.

Luego viene el respeto y aquí aplica la regla de oro de no hacerle a otros lo que no querríamos que nos hicieran a nosotros mismos. Como dice el Moré, no solo se debe respetar sino exigir que nos respeten, porque de lo contrario te menoscabas. Si no respetas entonces no solo actúas como un chabacano sino que te dañas a ti mismo, te llenas de energía negativa y destruyes en vez de construir, pero al mismo tiempo, si no exiges respeto, no te quieres a ti mismo, te devalúas y te engañas y luego otros se aprovechan para tratarte como una piltrafa. En el caso de tu pareja y de ti mismo, debes de recordar que el respeto es de suma importancia y que como bien decía un sabio oriental, el respeto es el origen del amor, al líder no lo aman sino lo respetan y lo mismo aplica para las relaciones de pareja, si tu pareja no te respeta, no te puede amar.

Por último viene el punto de no suponer. Ayer veía un vídeo bastante irreverente y gracioso pero que ilustra una realidad; algo tan simple como que la novia o el novio no te conteste el teléfono hace que el EGO salga como “bombero” a querer auxiliarte; ya te imaginas cosas terribles, que te está poniendo los cuernos con vayas tú a saber quién y ya tu subconsciente comienza a maquinar bobadas. Y resulta ser que del otro lado de la foto, tu pareja no podía contestar el teléfono porque no lo encontraba y luego viene la réplica de tu pareja, te reclama por qué no le llamaste más, que ella no te podía devolver la llamada porque ya se le habían acabado los minutos del móvil y que por eso no te podía llamar. Ves cómo es que tu suposición creó un lío de la nada?

Eso se llama prejuicio que es llegar a conclusiones que no tienen una base lógica o sólida y que en la mayoría de las ocasiones están desconectadas de la realidad. Existen muchos tipos de prejuicios, desde el jocoso ejemplo que te conté, hasta odiar a las personas que rodean a tu pareja, como me pasó a mí con una ex novia que tuve, porque un día una amiga y yo nos saludamos de beso en la mejilla y lo hice en frente de mi ex novia. Nótese que te dije que fue en la mejilla, un beso de amigos, algo sumamente común en América Latina pero que ella vio como un irrespeto. Ves a lo que me refiero?

Obviamente si te encuentras un correo o un mensaje de texto muy meloso o bastante explícito no te vas a quedar de brazos cruzados, hace rato que se rompió la comunicación auténtica. Tampoco te vas a quedar en una relación tóxica de control, donde la persona quiere cambiarte muy a pesar que te conoció siendo distinta y que las cosas que quieres que cambies sean cosas con las que originalmente te aceptó.

Para esto hay una muy buena solución y esto me lo dijo mi amigo, un señor de casi sesenta años quien es conocido por su aguda inteligencia y su devoción a su familia y que ahora te paso este conocimiento a ti; sé sincero desde el primer momento. Si no tienes dinero para ir a comer al restaurante fino o ni siquiera para ir al cine, solo para un helado, díselo. No escondas esas cosas porque se empieza por lo poquito y se llega a lo mucho. Es mejor que te rechacen por no tener el dinero en el momento que te acepten bajo una falsa premisa que a la postre resultará en que tanto tú como tu pareja salgan lastimados.

Es muy difícil que las personas se digan las cosas auténticamente como pareja, porque se cree que la otra persona se va a lastimar. No es así, lo que pasa es que hay que decir las cosas con tacto, no a la patada ni a lo troll. En la vasta mayoría de los casos, cuando las cosas se dicen con diplomacia y aplomo, la pareja las va a escuchar y a entender. Ese cuento del exceso de confianza es en realidad una falta de respeto y como pudiste observar, cuando no hay respeto, no hay comunicación auténtica, punto.

Una amiga me decía algo muy interesante y que también lo comparto contigo; cuando dos personas finalmente toman la decisión de romper, sea que lo hagan en conjunto o solo una de ellas, es porque la relación ya había muerto hacía rato, lo que pasa es que ninguno de los dos lo quería afrontar, el rompimiento es tan solo la punta del Iceberg.
Para qué llegar a ese punto entonces? Para qué sufrir el dolor del rompimiento y de la amargura del sentimiento de fracaso, que dicho sea de paso, es el EGO haciendo de las suyas, aunque cuando realmente sabemos que hemos hecho las cosas mal, muchas veces es nuestro Yo Auténtico recordándonos esas fallas, entonces para qué pasar por todo ese dolor de perder a un ser a quien quizás todavía amas pero que esa persona a ti no, por tu terquedad y reticencia? O está la otra cara de la moneda, para qué seguir enfocado en una persona que no te quiere, que te utiliza, que te tiene como plato de segunda? No tiene sentido. No se trata de esa psicología barata incluida en libros carísimos de moda que te dice que te hace creer que eres un dios o una diosa sobre la faz de la Tierra.

No, se trata de que te des tu lugar pero sabiendo tu lugar. Cómo vas a decir que amas a una persona sino confías en ella? Si quieres estar con una persona a la que dices amar pero que no confías en ella es porque realmente no la amas y lo que estás es obsesionado. La comunicación auténtica es dejar al EGO de lado y que tu neshamá se comunique con la neshamá de tu pareja. Por algo escogieron ser pareja, porque algo vieron que tenían que otro no les podía dar. Claro, eso si se conocieron bajo circunstancias normales, porque si fue que se unieron por miedo a la soledad, por amor-tización en vez de amor, etc., eso no es una relación verdadera y más bien está plagada de toxicidad.

Ahora te insto que hagas algo más, hazte un examen de consciencia de cómo actúas con tu pareja y si en realidad se comunican auténticamente. Si lo hacen, enhorabuena y si no lo hacen, trata de implementar estos consejos que el Moré y mis otros amigos compartieron con nosotros y que ahora yo comparto contigo. Mira a tu pareja a los ojos y obsérvala fijamente y nota si se vuelven a encender los carboncillos que movieron ese sentimiento entre ustedes y si a bien lo tienes, comparte tu experiencia con nosotros, yo te estaré esperando para que sigamos esas experiencias por los posts.

El regalo

El otro día conversaba con un conocido al cual los negocios no le han sonreído, más bien le han amargado la existencia, y ya hace mucho se encuentra en un estado económico calamitoso.
Los intentos, escasos, que ha hecho para elevarse del pozo no han dado resultados favorables. Por el contrario, cada vez se hunde más, o eso es lo que el siente y como él lo vive.
El desánimo, las creencias negativas, las culpas, la impotencia viene ganando terreno a pasos agigantados.

Pero la falta de éxito no se vive solamente en el plano económico, material, profesional, sino que también tiene su presencia en el de la familia y con la relaciones sociales.
No puedo decirte si uno precede al otro, si uno causa al otro, ni cual antecedería a cual, como tampoco si son parte de una misma entidad que se manifiesta en diferentes planos. No lo sé, tampoco creo que me aporte saberlo, aunque a veces uno puede suponer que un cambio positivo en su hacienda producirá un estrechamiento de los vínculos familiares, ¿o no?
No lo sé, pero hay un par de hechos ciertos (verificables más allá de opiniones):

  • no está teniendo una presencia valiosa para su hija adolescente (¿alguna vez la tuvo?);
  • aquellos que alguna vez fueran amigos, se han apartado de su lado (¿alguna vez lo estuvieron?).

Permíteme que te hable solo del asunto con la joven, de los supuestos amigos quizás hablemos otro día.
Su hija no conoce al padre. Por lo que sé, el contacto nunca fue estrecho. Si bien pudieron pasar horas y días juntos, en la tierna infancia de la niña, no era un tiempo cargado de especial significado, de comunicación auténtica, sino más bien de hacerse cargo de las cuestiones básicas para preservar la existencia de la pequeña.
Quizás me equivoque, no lo sé realmente, pero según recuerdo de los esporádicos comentarios de aquellos años y los fugaces contactos en la actualidad, siempre tuve esa impresión.
La niña estaba, el padre estaba, la madre estaba, pero entre ellos como si no hubiera profundidad, como si la energía gravitacional que los vinculase fuera escasa, cada uno en su propia órbita, en su mundo, con leves contactos, los imprescindibles digamos.
Actualmente, la joven se despierta cuando quiere, ya que esté en vacaciones, no tiene hora para salir de la cama, tampoco para irse a dormir. No hay un marco que la regule, no tiene límites, no conoce de reglas que le exijan cumplir determinadas funciones para beneficio del grupo familiar o de alguno de sus integrantes. Es una mera receptora. Nada da. Solo recibe, y espera recibir. Si no dan, demanda, exige, reclama, insulta, se enoja, se queja, hace sentir la culpa de vivir en la pobreza, aunque de manera sutil y sin decirlo abiertamente. Pero bien que hace sentir la culpa de la falta económica y lo aprovecha para que sus padres, en particular el padre, esté a su servicio, no le imponga pautas, etc. Es una hábil jugadora, o eso cree ella, o eso me parece a mí.
Y esta existencia receptora parece que se continúa en la época de clases. La chica no es precisamente estudiosa, ni aplicada,  ni esmerada. Llega tarde, falta, sale más temprano y sin autorización, no presenta trabajos, no cumple con pruebas escritas, a duras penas y con mucho esfuerzo de parte de los docentes y la institución es como la joven avanza en su carrera estudiantil, a tropezones, con decepciones constantes, con el ánimo por el piso. Al llegar a fin de año pareciera que la muchacha quedará repetidora, pero de alguna manera consigue sortear los obstáculos necesarios para pasar de año, aunque se lleve algunas materias a examen, obviamente.
No, tampoco en el colegio se puede decir que la joven es emprendedora, trabajadora, responsable. Está, pero como si no estuviera.
Y al pensar en sus vínculos con compañeros, descubrimos nuevamente la misma ausencia, la idéntica necesidad de recibir de otros favores, asistencia, lecciones, lo que fuera necesario para devolver a cambio nada, ni un simple y sincero “gracias”.
Entre sus conductas habituales, según sé, cuando está en casa se encierra en su cuarto todo el día, allí come sola ya que ni se reúne en ninguna de las comidas diarias con sus padres, solamente sale para pedir comida, o reclamar dinero para salidas con amigas. En los pocos momentos de interacción de la chica con mi conocido (su padre), éste se desvive por “servirle”, traerle cosas, darle incluso lo que no tiene materialmente. Ella quiere un celular caro, ella lo obtiene. ¿Cómo hace Jacinto, mi amigo, para comprarlo? ¡Ni idea! El hecho es que la joven tiene un juguete oneroso para… ¿para?
Y Jacinto se excusa diciendo que no le da vacaciones afuera, ni viajes, ni fiestas, ni una casa propia, ni auto, ni… entonces acomoda aquí, mueve allí, para darle a la niña lujos pequeños, para de cierta forma calmar su culpa, su impotencia.
Como si con esos objetos y con la permisibilidad sin límites pudiera esconder el reflejo de ineficacia en todos los planos.
Dispara excusas, se justifica, se miente a sí mismo y a los pocos que le puedan prestar atención, para hacer creer que de esta manera brinda a su hija cariño, comprensión, respeto, algo valioso para compensarla por las carencias materiales, ya que él es incapaz de generar el dinero suficiente como para permitirse siquiera pequeños lujitos.
Al mismo tiempo, está enojado con la vida, amargado, quejoso, resentido, con deseo de venganza, esperando la realización de sueños improbables que le permitan salir de su calamitosa situación. Se enoja, se fastidia, se concentra en problemas (reales o imaginarios) y de tanto enfocarse en la miseria, probablemente deja pasar bandadas de oportunidades para mejorar y escalar sanamente en la vida.

El otro día, como amigo ya que no es paciente ni alumno, le pregunte a Jacinto por qué no cambiaba de pisada.
Que le parecía si dejaba de pretender comprar el cariño de su hija con esas presuntas libertades absurdas (que son una cárcel para todos) y con querer satisfacer el capricho insaciable y manipulador de la chica.
¿Por qué mejor no le regalaba un poco más de su presencia, verdadera presencia, multidimensional?
¿Qué tal si una de las comidas diarias, al menos, era en familia, todos reunidos?
Pero Jacinto tenía preparada una rápida respuesta: la niña, Candela se llama (creo que no lo comenté hasta ahora), estaba acostumbrada a comer a sus propios ritmos y en su cuarto, no podría hacer que cambie ahora.
Le pregunté si al menos una comida, por ejemplo la cena, cuando se supone están los tres en casa, sería posible juntos.
Dijo que lo pensaría, pero su actitud me decía lo contrario.
Entonces le pregunté cuál sería el mejor regalo que podría darle a su hija.
Y salió que con vacaciones en Punta del Este, o Disney, o un S4, o tales zapatos carísimos (mujer al fin)…
Le interrumpí (típico en mí) y le dije: ¿no sería mejor que tuviera a su padre?
Porque, esto mismo le sucede a padres “exitosos”, aquellos que traen montones de dólares a casa todos los meses, pero que nunca están. Por ahí se comunican por Skype, Whatsapp, o algo así. Pero estar, lo que se dice estar… pues no tanto…
Así, para compensar la ausencia, imponen la presencia material de los regalos, la plata, los viajes, el lujo.
A su manera Jacinto pretendía algo similar con Candela. ¿Podría ser?
Pero, ¿no son mejores regalos un marco firme en la flexibilidad, atención, presencia verdadera, orientación, “castigo”, obligaciones y responsabilidades para cumplir?
Muy lindo el celular comprado vaya a saber cómo, muy lindo vivir siendo receptora que se humilla constantemente, muy lindo ser huérfana con los padres al otro lado de la puerta… ¿cierto?

¿Tal vez Jacinto pudiera ser exitoso en los negocios si cambiara su forma de relacionarse con su hija?
¿Quizá la familia tuviera momento de satisfacción con lo poco o mucho que tienen actualmente?
¿Acaso la vida de Candela pudiera dar un salto favorable al recibir lo que está realmente necesitando y no lo que su EGO quiere y el EGO de sus padres ofrece?
¿Qué piensas?

Bueno, por ahí tú eres Jacinto, o eres Candela, o la esposa/madre.
O los conoces, con otros nombres, historias muy pero muy parecidas a ésta que he inventado para que aprendamos algo juntos… que es…

La mujer del cuarto 490.

 

Hace minutos llegue del Hospital tras visitar a una amiga que esta en Cuidados intensivos , en estado de Coma , Viviendo con la ayuda de maquinas.

Recibi la triste noticia 9 dias atras.

Consegui el Hospital y el cuarto donde estaba recluida. Queria acompañar  a su esposo en estos momentos tan amargos.

Otra amiga que estaba en el cuarto  490 me informo que el esposo habia tomado la determinacion de desconectarla , de hoy a mañana ,  debido  a que el medico habia dicho que si ocurria

Un milagro la mujer quedaria con serios problemas cerebrales.

 

Hace 8 0 9 meses vivi la misma experiencia con un conocido. Debido a la adiccion al cigarillo sufrio un infarto fulminante , duro tiempo hospitalizado respirando por maquinas ,

El medico dio el mismo diagnostico , daño cerebral. Si ocurria algun milagro no quedaria Igual.

Al poco tiempo aquel hombre tuvo una recuperacion milagrosa , quedo como Nuevo , sin daños en su Cerebro .

Todo lo contrario a lo que habia diagnosticado el Medico.

 

 

Le conte a mi amiga lo ocurrido , la experiencia vivida hace como 8 meses , me pidio que le comentara al esposo (tambien mi amigo) de la mujer del cuarto 490.

Me diriji a mi amigo , le conte lo ocurrido y cual fue mi sorpresa cuando empeze a recibir insultos. (No es la primera persona que me insulta y no se si sera la ultima).

!!Acaso usted es DIOS!!! ? Me dijo. «»Si la envian para la casa usted le va a limpiar el C**o!!!……. Sabe usted mas que los medicos!!! …. Devuelvase hacer lo que estaba haciendo!!!

Entre otros insultos!!

Le respondi que me disculpara , que se relajara , que tanto el como su esposa son mis amigos , pero siguio con insultos (Pudo ser una respuesta acausa de estres o es parte de su temperamento) ,

Despues de votarme , me fui.

 

Por que la gente guarda tanto resentimiento o cuando quieres traer luz………… PAM!!!!!!!! un valdado de agua bien fria.

 

Hay mucho resentimiento en la sociedad .

Por favor , en sus plegarias recuerden a la mujer del cuarto 490 y a su Esposo.

 

Cuanta razon tenia BRUCE LEE.

«Esperar que la vida te trate bien porque seas buena persona, es como esperar que un tigre no te ataque porque seas vegetariano.»

 

SHALOM!!!!!!

 

 

¿Anti navideño?

A minutos de que termine el 24 de diciembre, 2013, les cuento que en las últimas horas he visto el intercambio de comentarios y de mensajes entre personas gentiles que se declaran como noájidas y cómo se preocupan para desligarse del mito cristiano, de la fiesta idolátrica, de los ritos y encantamientos de esta fecha navideña.

Muchos realizan rituales contrarios a lo habitual para quienes conmemoran estas fechas. Con ello demuestran que siguen presos de la religión, no por participar de ella, ciertamente que no, sino por no haberse podido desligar y poner su mente y corazón en otros asuntos. ¿Para qué y por qué hacer un “anti pesebre” si uno está convencido de que todo es una patraña sin valor espiritual? ¿Es más sabio quien hace eso por ello? ¿Jugar a la ironía para desmitificar pero sin salir del mito? ¿Se pretende enseñar a otros lo ridículo del mito o los rituales que lo circundan?
No se es libre en tanto se siga con las cadenas, aunque se las arrastre como en juego, aunque se las decore para que parezcan otra cosa, siguen siendo las cadenas de la cuales se presume –o pretende- estar librados.
Es comprensible.

Hay otros que se afanan en declarar que no participan de cenas familiares, ni tienen nada que celebrar, y aborrecen siquiera les mencionen al Papa Noel o cualquier otro chirimbolo navideño. Parecieran al borde del infarto cuando alguien les saluda con un “Feliz Navidad”.
Es comprensible.

Están los que se preocupan por lo que aprenden sus hijos, lo que ellos sufren por no cantar villancicos junto a los otros parroquianos, a que no abrirán regalos con ojos esperanzados a la mañana. Sí, son padres atormentados por sentir que sus hijos son discriminados, o lo sean por andar por la senda noájica. O les aterra que la tía, o abuela, pasen por encima de la autoridad paterna y les den regalos en nombre de Santa, y les mencionen al niñito Jesús que murió por nuestros pecados, y al buen Padre Dios que sacrificó salvajemente a su hijito sin pecado para salvar a los hombres, y…
Entonces, se esmeran en tratar de justificarse delante de sus hijos, adiestrarlos en cómo responder ante saludos e invitaciones navideñas, les imponen la fiesta judía de Januca con sus regalos como reemplazo, hacen esto y aquello para apartar la idolatría de sus pequeños en estos días.
Es comprensible.

Estas tres posturas comparten al menos un elemento en común, puede decirse que son reactivas y no proactivas.
Se posicionan como anti navideñas, pero no aportan realmente algo trascendente a cambio (en mi evaluación).
La primera juega a la fina burla y la apariencia de superación, sin dejar el contacto con aquello que provoca aversión.
La segunda se hermana a la fobia, y como tal reacciona con evitación u hostilidad.
La tercera los pone como padres sobreprotectores ante el peligro que representa la idolatría cristiana (en sus diversas facetas) y en vista de su poder material y atractivo sensorial.

¿De estos tres tipos, y los que existan que no mencionamos es que tomaron la idea los inventores del Grinch?
Por favor, quiero que se comprenda que no estoy haciendo un juicio de valor sobre estas personas, a las que comprendo en sus reacciones (las comparta o no).
Simplemente quería mencionar esto que me ha llamado tanto la atención, pero no solamente como un observación (más o menos apegada a la realidad), sino para tratar de aportar algo para la construcción de shalom.

Por ello, quiero dejar un par de ideas para los del tercer tipo, si me permiten el atrevimiento.
Son solo modestos pensamientos sin mucha elaboración, a la espera de que alguno de ustedes ayuden a profundizar.

Es importante enseñar bien a los hijos a no ser esclavos de los mitos ni de las imposturas sociales.
Muy importante que tengan en claro que no son cristianos (o de la religión X) y que por tanto no les corresponde la parafernalia de esa religión.

La cuestión es que no hay que hacerlo por estar próxima la Navidad (Pascuas, o lo que fuera), sino que es una tarea para todo el año.
El mensaje no debiera ser anti algo, sino constructivo, de conocimiento, de apertura. Que el niño aprenda a priorizar, a preguntar, a analizar, a decidir, a ser responsable, a ser comprensivo, a construir shalom. Porque, es fácil enseñar a odiar, a estar en contra, a ser enemigo y hacerse de ellos; pero con ello no están siendo conducidos por la senda de la Verdad.
Mejor es que conozcan y puedan amar su propia identidad espiritual de noájidas. Que aprendan de noajismo, lo que les sirva de judaísmo y se les brinde herramientas para sintonizar su Yo Vivido con su Yo Auténtico. Que se los eduque para ser libres y felices, constructores de shalom, activos en la bondad y la justicia.
Que no se conviertan en autómatas que repiten lemas, ni aceptan consignas por fe.
Que no sean reactivos al cristianismo, sino noájidas a plenitud.

No es necesario entrenar guerreros noájidas, sino educar a personas que se dediquen a construir shalom por medio del noajismo.
Son cosas diametralmente opuestas.
El guerrero tiene como meta la destrucción del enemigo, su vida gira en torno a él.
El obrero que construye shalom busca mejorar su interior para mejorar lo exterior.

¿Se entiende cuál es la modesta idea que les presento?

A los hijos no habría que criarlos para no ser cristianos, ni poner el énfasis opositor en las épocas navideñas.
Más bien, criarlos para que descubran su propia identidad y vivan acorde a a ella, todos los días, en cada momento posible.
Construir shalom.

Entonces, los riesgos de caer en la idolatría, como en cualquier otro pecado o aberración, se reducen drásticamente.
El EGO seguirá activo desde su base cerebral, mantendrá sus tentáculos actuando, tentara con religiosidad y otras voluptuosidades; pero, allí donde hay AMOR, el EGO desfallece.

———

(Es un texto que originalmente escribí para publicar en FULVIDA.com, pero comparto también en serjudio.com. Tengo varios motivos para ello, uno de los cuales es el riesgo que corren también almas judías que se deslizan por el resbaladizo camino hacia el abismo).

¿Terrible maldad?

Hace un rato un participante en SERJUDIO.com mencionó en un comentario la “terrible maldad del adulterio”.
Esto me permitió esbozar algunas preguntas y reflexiones, que ahora quiero compartir contigo.
Acompáñame y pensemos juntos.
Sin embargo, te pediré que dejemos a Dios de lado en este momento, porque no quiero obturar el pensamiento con respuestas prefabricadas.
Luego tendremos oportunidad de incluirLo en nuestra reflexión, así que ten paciencia.

¿Cuál es precisamente la terrible maldad del adulterio?
Supongamos que los adúlteros hacen todo en el más absoluto recato y silencio, ninguna de sus respectivas parejas o conocidos se entera de nada. Nadie sale perjudicado al enterarse, porque nadie jamás se entera. Tienen suma atención los infieles para no hacer daño a sus familias. Ellos siguen amando a sus parejas, adoran a sus hijos, en modo alguno quieren perjudicarlos. Solo que las emociones románticas ya no son lo que eran. El placer sexual se evaporó en el enlace conyugal. Ya no queda ni “química”, ni interés, ni nada en lo que a la esfera sexual se refiere. Por ello se engancharon con otra persona, alguien con la que no tienen obligaciones, ni deberes, ni contratos, ni cualquier otra barrera que les impida ser realmente plenos en su sexualidad. Están con su amante porque quieren así como su amante quiere estar con él/ella. Es una relación cariñosa, respetuosa, disfrutable, madura, adulta y sí, hasta responsable. Porque, se cuidan de embarazos y de infecciones de trasmisión sexual. Porque no hacen nada adrede para lesionar la dignidad o posición de sus respectivos cónyuges. Porque no abusan de nadie, ni se burlan, ni planifican el mal. Solamente anhelan tener a ese alguien especial que les haga sentir eso especial, y lo tienen, cada uno en el abrazo de su amante.
Son tan dichosos y plenos en esta relación extra conyugal que han logrado bajar enormemente los niveles de insatisfacción, estrés, disputas que anteriormente padecían. Son mejores esposo/esposa, mejor padre/madre, más comprensivos, más cariños, más atentos, menos demandantes de atención que el familiar no les dará. Sí, han salvado sus respectivos matrimonios y consolidado sus familias gracias a los encuentros románticos en un apartado lugar, en el secreto nido de amor.
Están en paz, están felices, así como sus familias.
Nadie sospecha, nadie se ofende, nadie se enoja, nadie se ilusiona, todo por una relación adúltera entre dos adultos que consienten en mantener tal relación.
¿Dónde está la terrible maldad en esto?

Otro caso.
El cónyuge admite incluir a otra persona en la relación matrimonial. Participan gustosamente y responsablemente en sexo grupal, tríos, cuartetos o incluso con más personas. No hay actos de homosexualismo ni bisexualismo, simplemente un adulterio consentido y hasta promovido. Pueden ser swingers e intercambiar parejas con otros, conocidos o casuales. Puede ser solo uno de ellos el que participa activamente en la relación, mientras el otro se mantiene pasivo pero presente, o conoce y aprueba pero no participa. Tal vez fue un experimento o un ejercicio cotidiano. El hecho cierto es que están en una situación de adulterio, aunque esté conocido y admitido por el otro.
Son felices con ello, siempre que pueden lo promocionan como una forma de vida ideal, que fortalece el vínculo conyugal, que permite disfrutar sin peligros, que salvó al matrimonio y hasta lo embelleció. Y todo esto lo dicen en serio, creyéndolo, sintiendo que es verdad y que en su caso el adulterio es una bendición en lugar de una terrible maldad.
¿Dónde está la maldad en esto?

Otro caso.
La esposa o el esposo, da lo mismo, están hartos de su cónyuge. Hace años que quieren divorciarse, pero no lo han hecho. Quizás porque en su país no existe el divorcio. O es mal considerado. O se pierden derechos económicos, de visita a los hijos, o cualquier otro. O se pasará a vivir en una situación que se teme. O psicológicamente uno u otro no son capaces de cortar ese lazo.
El hecho es que la insatisfacción existe, es añeja, pero se mantiene el vínculo matrimonial por más dolor, vergüenza y sufrimiento que se padece.
Entonces, aparece esa otra persona que habla cariñosamente, que es comprensiva, que es romántica, que es un sostén, que da una luz de vida en medio de ese caos y tormento que es el matrimonio.
Hay miedo, dudas, terror, pero finalmente se cede al impulso de encontrar alguien que respete, que ame, que cuide.
Tal vez eventualmente la persona se divorcie, pero no ahora. Ahora está en esa relación secreta, o quizás no tanto. Una relación que le da valor para continuar viviendo, para seguir acompañando a los hijos en su crecimiento, a su cónyuge a pesar de que no se le soporta.
¿Dónde está la terrible maldad en esto?

Hasta aquí tres situaciones para que reflexionemos.

Sabemos que tanto el código noájico como el de la Torá (para los judíos) prohíben de manera absoluta el adulterio (básicamente, que una mujer casada no tenga relación sexual con otro hombre que no sea su marido).
Sabemos que Dios es Juez, que todo conoce, que todo sabe, que ninguna pared o disfraz puede engañar.
Él conoce hasta nuestros más íntimos secretos, hasta aquello nuestro que nosotros desconocemos.
Sabemos que las acciones tienen sus consecuencias y los actos prohibidos en ocasiones cuentan con castigos que han sido prescritos.
Lo que no sabemos es cómo Dios juzga, ni qué parámetros exactamente entran dentro de esa ecuación sumamente compleja e infinita que es el pensamiento Divino.
Sabemos que ninguno de los tres casos presentados son permisibles (y si quieres saber mi opinión, los repruebo sin excepción), pues quebrantan las leyes del Eterno, aunque no hay ninguna aparente maldad manifiesta; aunque la razón y la lógica humana puedan llegar a admitir y aplaudir a los infieles (en los tres casos), o encuentren en ellos justificativos para sus acciones.
Entonces, ¿es por ser una terrible maldad que el Eterno los codificó como acciones para no hacerse?

¿Qué puedes tú aportar a esta reflexión?

Sin ti no puedo vivir…

Cuando sientes, piensas o dices: “te necesito”, y con ello pretendes expresar tu amor, ciertamente allí no hay amor, sino una estrategia del EGO.
Sientes que estás en una situación de impotencia, real o imaginaria, y tienes la creencia que dependes de ese alguien.
El EGO te hace creer que tu vida no tiene sentido si falta esa persona, o que tú no podrás seguir adelante sin ella, o que el poder (placer, gratificación, satisfacción) lo obtienes por su intermedio.
Entonces, buscas a como dé lugar que esa persona, supuestamente salvadora y/o proveedora, ese otro “especial” para que resuelva tu insatisfacción, te brinde de su (supuesto) poder.

Actuarás cariñosamente, para recibir halagos recíprocos.
Harás sentir culpa, para someter.
Obsequiarás objetos, para comprar presencia y respuesta.
Entregarás tu cuerpo, para que el otro no se escape.
Prometerás lo imposible, con tal de nublar el razonamiento.
Llorarás, gemirás, te lamentarás, probarás dar lastima, a ver si la persona sigue a tu lado.
Propondrás cambios, para que el otro cambie o que no cambie, depende lo que te convenga.
Te rendirás, para que el otro se sienta poderoso y quiera permanecer contigo.
Te esclavizarás, para esclavizar al otro.
Dirás: “Sin ti no puedo vivir”, hasta te lo creerás y querrás que el otro viva en función a esa mentira espantosa.
Cubrirás tus miedos, odio, ira, deseo con palabras zalameras, con mentiras supuestamente piadosas, con religiosidad y misticismo.
Proclamarás tu amor, tu fidelidad, que tu vida solamente vale junto a ella, para que te brinden un consuelo similar al bebe que es acunado por su cuidadora.
Dependes de la otra persona, entonces harás lo que esté a tu alcance para que ella te cobije, incluso llegarás hasta el crimen para obtenerlo.
Es que, para el estratega EGO todo es admisible en favor de sentir el poder ilusorio.
Sí, así es el “amor” en el idioma del EGO, que confunde necesidad, deseo o querer con amor.

Amor es hacer lo bueno y justo por otro, de forma generosa, absolutamente desinteresada.
Das de ti, si esperar nada a cambio.
Cuando amas, dejas libre y eres libre, sin por ello apartarte de tus compromisos y responsabilidades.
Cuando amas, no dependes ni haces depender.
Es unidad, interna y externa.
Es coincidir, incluso en la diferencia.
Es conexión, aunque no estén físicamente presentes.
Es aceptar.
Es comunicación auténtica.
Es admitir que a veces se salpica del “amor” del EGO, porque somos humanos, porque somos débiles, porque el EGO es una parte intrínseca de la persona.
Es tantas cosas, y ninguna que se aproxime a las que presenta el EGO…

Pero el “amor” del EGO es impotencia,
son las herramientas del EGO,
es dolor,
insuficiencia,
es mayor sentimiento de impotencia,
es aferrarse a lo muerto,
paralizarse en el pasado,
obnubilarse con el futuro,
dejar de vivir el aquí y ahora para solamente desperdiciarlo en tanto se lo padece.

El otro puede dejarse llevar por el enamoramiento (condición producida por efectos de neuroquímicos),
por las fantasías que elaboras desde condicionado por tu EGO,
por las ilusiones de supuesto poder que tú le alimentas a su EGO,
por sus propias fantasías de ser algo para alguien, de ser amado, de ser poderoso, de ser.
Sí, por un tiempo (quizás prolongado) el jueguito del amor del EGO puede funcionar y aparentar ser el verdadero amor.
Es que ambos obtienen ventajas, beneficios secundarios, supuesta resolución a sus dramas y miserias interiores.
Pero, cual volcán dormido en algún punto explotará y volcará el infierno desde sus entrañas.
Quizás sea que el salvador no logró salvar, o el cansancio venció a la insistencia por mantener la fachada, o el asco brotó incontenible, o el otro simplemente no pudo… pon tú el motivo, el pequeñito fósforo que enciende la erupción.
Saldrá la impotencia, con las manifestaciones típicas de llanto, grito, violencia física, desconexión de la realidad y los derivados de todas éstas.

Quizás regresen a la vida en común, reacomodadas las máscaras.
Tal vez sientan que mejor malo conocido que bueno por conocer.
Por ahí especulan con cambios y promesas.
O se despedazan en idas y vueltas, en finales que parece nunca terminar, en irse desprendiendo de a tajadas con todo el dolor que implica.
O, salen con otras personas, se acuestan con otros, inventan excusas para la infidelidad.
O saltan de una liana a la otra, como Tarzanes desbocados en un frenético e imparable pasaje sin sentido por la selva de la vida.
Pero amor, eso no…

Porque te quiero te someto

Si alguno de los padres, o los dos, evitan que su hijo vaya tomando responsabilidades, le están impidiendo crecer y madurar.
Entonces, el padre (madre, habitualmente) está atenta a todo, hace, arregla, dispone, organiza, cocina, lava, plancha, acomoda, ordena –de situar las cosas en su lugar-, ordena –de establecer conductas-, ocupa lugares y hace ocupar. No permite que su hijo se haga cargo de su parte, sino que le anula. Todo ello justificado por el excesivo amor, cuidado, cariño, atención, miedo, precaución, generosidad; por lo cual, difícilmente se pueda protestar o rebelar.
Cuando el hecho cierto es que se está sometiendo al hijo a una situación de indefensión, se le obstaculiza en su maduración, no se le prepara para afrontar la vida.
Es como si cada uno de la familia fuera un globo y estuvieran dentro de un recipiente cerrado, es necesario que se llenen de aire y ocupen su lugar, negocien sus posiciones, para que todos entren y se acomoden sin demasiado sufrimiento ni dificultad.
Pero, en el caso que estamos considerando, el padre (madre, habitualmente) se hincha de tal modo que impide a los otros tomar su lugar, entonces quedan globos desinflados, o con poco aire dentro, apretados contra el recipiente y aprisionados por el contorno excesivo de ese padre ¿sobreprotector?
No hay espacio para estar todos cómodos, porque uno (o más) ha inflado su contorno hasta impedir que otros crezcan, y de crecer se chocan, se aprietan, se raspan, incluso pueden explotar o estar en riesgo de hacerlo.
¿Lo imaginas?
Velo en tu mente, trata de ponerte en el ligar de esos globos y lo que deben estar sintiendo.

Si el hijo sufre y de algún modo se da cuenta de su situación, probablemente no tenga la energía ni el poder práctico para liberarse.
Si trata de comunicarse con su padre/madre, seguramente encontrará una férrea negación y oposición a sus intentos débiles por crecer.
Incluso recibirá amonestaciones y reprimendas por “rebelarse” y no agradecer con humildad los tantos favores recibidos de manera tan sacrificada y bondadosa.
Son frecuentes estrategias de manipulación de parte del padre y/o madre, quienes harán sentir culpa, demandarán pactos de sometimiento, exigirán deponer actitudes que puedan provocar el quiebre de esa tenaz relación.

No faltarán fantasías de muerte, de auto-eliminación, ni daños corporales auto infligidos, o adicciones, o cualquiera otra conducta que manifieste esa asfixiante situación en la que el hijo se encuentre.
Quiere romper ese lazo abusivo, frustrante, generador de impotencia, pero no sabe cómo, ni tiene el poder (eso cree), y además se le suman los reproches y reprobaciones morales.

Es una situación tediosa, ambivalente, en la cual se ama y se odia; se desea seguir en la relación que tanto beneficio aporta pero al mismo tiempo se quiere disfrutar del propio poder.
Se quiere salir de la esfera de sometimiento, pero no se sabe vivir con independencia.
Se trata de establecer límites que pudieran ser saludables, pero del otro lado no se admiten y se quebrantan.
Se sufre y se deja las cosas como están…

¿Qué lleva a ese padre/madre a vivir de esa forma y esclavizar a tales tormentos a quienes aman?
La respuesta obvia, para los que ya conocen nuestras ideas, será el EGO.
Éste busca controlar lo que no se puede/debe controlar, ejercer el dominio allí en donde no se lo tiene, para de esa forma tener la ilusión de poder. Esto acompañado por un terrible miedo a sentir impotencia, a descubrirse imposibilitado. Entonces, se presiona, se manipula, se ejerce violencia de manera sutil o directa, lo que fuera necesario para aparentar el poder, para ahuyentar la sombra de la impotencia.
Sin dudas que el hijo pequeño, el bebe, es impotente, fácilmente se puede hacer con él lo que mejor antoje.
Como no se le desea dañar, porque realmente se le ama, entonces se hará por el hijo muchas cosas, incluso hasta verdaderos sacrificios, siempre y cuando quede claro que el poder es de papá/mamá y el hijo quede en situación de dependencia, de debilidad, de impotencia, de receptor del poder –aparente-.
Pero, el hijo crece y de acuerdo a su naturaleza busca la independencia de sus padres, ser uno mismo, ejercer su propio poder en aquello que está habilitado. Esto, de cierta manera enfermiza, ataca el falso poder supremo del padre/madre. Hasta ahora en su fantasía gobernaba sobre el hijo, ¿cómo se atreve éste a desafiarla con actos de independencia natural?
Así pues, se aumenta la presencia del padre/madre, sus acciones para satisfacer las necesidades reales o imaginarias del hijo. Se le impone obediencia a través de castigos, descalificaciones, amenazas, pero también comprándole su “fidelidad” con sobornos y excesos de aparente amor.
El globo parental se va inflando e inflando, para desbaratar los intentos naturales de crecimiento del globo del hijo.

¿Estás en una relación así?
¿Lo estuviste?
¿Pudiste salir?
¿Quieres comentar algo al respecto?

¿Por qué no la dejas ir?

¿Por qué te cuesta tanto dejar ir el recuerdo de tu ex?
Explicaciones y respuestas, seguramente, haya muchas.
Si me permites, con humildad y simpleza te compartiré una.
Es el EGO quien te hace aferrar (sea al ex, a los ex, a objetos, fantasías, etc.).

Una relación que ha terminado, es sinónimo de impotencia.
Sea que terminó por muerte, por hartazgo, violencia, infidelidad, aburrimiento, incomprensión, “enamoramiento” de otra persona, incompatibilidad, sin causa aparente, por cualquiera sea el motivo o la razón, detrás aparece la impotencia.

Será que tú no has sabido mantener la relación.
Tú no has querido seguir dentro de ella.
Tú no hiciste lo que hubieras podido para que el resultado fuera diferente.
Tú dejaste que las cosas derivaran de tal o cual manera.
Tú te cansaste de ser el bombero que corría a arreglar los desastres de tu ex.
Tu suegra era insoportable.
Tu pareja se sentía atraída por otra persona y no pudiste hacer nada por reconquistarla.
Cualquiera sea causa o motivo, ficticio o real, habrá alguna impotencia.

El EGO quiere controlarte, para lo cual usa sus reducidas pero poderosas estrategias.
Como su existencia se comprende solamente unida al sentimiento de impotencia, ya que con éste se dispara de forma automática y natural, siempre que actúa hay sentimiento de impotencia.

Entonces, para luchar contra ese sentimiento, harás lo posible y hasta lo imposible.
Te obsesionarás, viajarás miles de kilómetros, batallarás, llorarás, escribirás poemas, amenazarás con hacerte daño y a veces lo cumplirás, serás violento, manipularás emocionalmente, negarás que sea un fracaso, echarás culpas, rezarás, odiarás, andarás dando lástima por la vida, huirás lejos, insultarás, mendigarás su presencia, soñarás y anhelarás su presencia, te excusarás por mencionarla de continuo, justificarás que siga su fantasma presente en tu vida, impedirás nuevas relaciones… ¿Cuántas cosas más, imaginables y no?
Todo a causa del EGO, para no sentir impotencia y al mismo tiempo hundirse en ella.

Querer controlar lo que no se puede controlar, en vez de ser feliz controlando lo que se puede controlar y dejando fluir lo que no.
Pero el EGO, no comprende, no razona, no negocia, no construye shalom. El EGO es el EGO, y hace lo único que sabe hacer.

¿Por qué te cuesta tanto dejar fluir, no querer controlar, asumir, desechar, valorar, y seguir adelante hacia una mejor existencia?