La vida por el camino del medio, la del equilibrio.
Dar al prójimo con generosidad y cariño es bueno,
mientras esto no provoque un daño a quien da.
Quien se priva de lo que necesita para vivir
con tal de beneficiar a otro,
no está amándose ni amando,
solamente está actuando con imprudente ceguera.
bien es cierto, uno solo da lo que sobra en demasia, porque si una se priva de una necesidad invita a la envidia y a la codicia