¿Recuerdas el sabor de ese caramelo por el cual tanto lloraste en la niñez?
¿Dónde quedó la memoria de aquel paseo al parque, por el cual te enfadaste una semana completa?
Lo que recordamos de nuestra infancia, por lo general, son los momentos con sentido con nuestros padres.
Cuando nos trasmitieron amor, respeto, confianza, seguridad.
Cuando fuimos un tesoro para ellos, y no solamente un depósito de regalos o lástima.
¿Qué quieres que recuerde tu hijo de ti cuando llegue a grande?
Gracias, Moré. Me conmovió mucho el mensaje del consejo.
muy bonitos. saludos.
gracias y gracias por difundirlo entre todos sus conocidos…
uff…
Tantas cosas. Desde ahora he procurado ir mejorando en la crianza de ellos Moré. Partiendo por darme el verdadero tiempo q se merece cada uno… Aprendiendo que ni ellos ni yo somos perfectos, por lo tanto aceptándolos con sus errores y guiándolos hacia una mejora.
A la realidad estoy recién partiendo pero debo admitir que es una experiencia reconfortante. A veces ellos mismos se fijan en mis actitudes, algunas que ni siquiera yo mismo veo, señalándome que quieren crecer y tenerlas. De ahí me doy cuenta que realmente somos su ejemplo, su guía para crecer, entre tantas cosas más.
Cada uno diferente, en muchos sentidos. A cada uno se les debe tiempo y esfuerzo…
Algo en lo que pienso cada día, amigos, es en no darles una enseñanza equívoca y que mi mal control de ciertas actitudes desencadene en ello.
Gracias.
¿Qué quiero? Que papá hizo lo mejor que pudo con lo que tuvo a mano.