Merariita nos consulta:

Buen día.

Para que no se confunda, debe tener bien en claro que ESPIRITUAL NO tiene NADA que ver con palabras raras, mística, mantrams, incienso, velas, posturas corporales, ritmos de respiración, recluirse en centros de «espiritualidad», aprender a repetir como loro conceptos que no se llegan a entender, decir «amén» o cosas parecidas a cada rato, cantar y bailar con banderitas, NADA de esto tiene que ver con espiritualidad.
Tampoco la «religión» tiene que ver con espiritualidad.
Espiritual es, lisa y llanamente, el cumplir con los mandamientos que Dios le ha dado para que cumpla.
En el caso de los gentiles, como usted joven amiga, el ser espiritual significa cumplir con los Siete Mandamientos Universales, y en lo posible desplegar una vida de plenitud a través del conocimiento y aplicación de los reglamentos que se derivan de dichos mandamientos.
Una terapia «espiritual» VERDADERA es aquella que la orienta a que su vida se canalice al cumplimiento de los Siete Mandamientos.
Otras «terapias» que se hacen pasar y se venden como espirituales (cabalisterías varias, niueishes, orientalismos, etc. ) probablemente tocan aspectos emocionales, de diversas maneras, probablemente se publicitan como «espirituales», pero NO tienen relación con la espiritualidad, tal como Dios la define.
Es por tanto de mucho cuidado, para no permitir que la engañen, que la embauquen, que la conduzcan por sendas oscuras que se hacen pasar por cosas sagradas y luminosas, pero no dejan de ser mentiras. Tantos se dejan conducir hacia ese abismo, a sabiendas, pero anhelando lo que no les pertenece hacen cualquier barbaridad, como esos que se inmiscuyen en supuesta «cabalá», sectas, religiosidades, etc. Triste pero cierto, así hay a miles que se pierden de la buena senda de la rectitud.

En cuanto a los problemas personales que tiene usted, le sugiero que consulte con especialistas en salud, sea en el plano que sea, tanto el físico como el emocional (a veces llamado «psicológico»), sin vergüenzas ni excusas. Pero, muy importante es que ninguna de las terapias o consejerías que reciba tenga componentes de «religiosidad» alguna. Pues hay muchos supuestos terapeutas que mezclan al falso dios, aquel de la cruz, en supuestas terapias psicológicas/espirituales, y en verdad eso solamente es veneno para el alma, pudrición para el espíritu. La persona alerta no mezcla ese veneno en ninguno de los planos de su vida, especialmente no en lo que puede afectar su eternidad.
Tenga cuidado también con esas terapias emocionales o físicas que incluyen aspectos new age, orientalismo, etc., que pudieran parecer efectivas en calmar ansias, en armonizar energías emocionales, corregir traumas físicos, pero… ¡al costo de la vida eterna!

Sea cuidadosa y tenga como su norte por siempre a los Siete Mandamientos Universales, no permita que nada la haga perder el rumbo.
Ni gente con togas, ni túnicas, ni barba y rulitos a los costados de la cabeza, ni palabritas en supuesto hebreo o arameo, ni bailecitos jasideos, ni cualquier otra cosa que no sea simple, pura y claramente el bendito patrimonio del noajismo, que es el que le corresponde según Dios ha decretado.

Espero que la respuesta presente le sea de provecho y bendición.

Que sepamos construir Shalom.

Moré Yehuda Ribco

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