Debates

Recientemente  a causa de un agresivo cáncer falleció  el escritor y ensayista inglés Christopher Hitchens,  Hitchens fue  un destacado intelectual, una mente polémica e hijo de su época, fue invitado estelar a  muchos shows de  televisión y señalado como un transgresor furibundo, entre otros hechos polémicos por afirmar que la  madre Teresa de Calcuta era algo nefasto,  si hubiera que señalar que era lo que más destacaba de su personalidad, sin duda era su ateísmo  militante y su gusto por los debates. En la misma actitud de vida,  el también inglés, biólogo y ensayista Richard Dawkins , es normalmente recibido como un “rockstar” en muchas universidades prestigiosas, sostener un debate con él  desde una postura opuesta debe ser una experiencia penosa, el hombre es inteligente y ciertamente maneja mucha información, su libro más conocido “The God Delusion” es un best seller.

El ateísmo está floreciendo en mundo, y los discursos son persuasivos, llenos de lógica aceitosa, con fundamentaciones que en algunos casos parecen “paper” de divulgación científica, podría pensar alguien que casi se trata de una migración natural del pensamiento,  en ese ambiente que va ” in crescendo”  es dable preguntar ¿cuáles son los principales  argumentos de estos polemistas que encantan a tanta gente?,  siguiendo sus argumentaciones entre aplausos cientos de personas se declaran ateas o al menos agnósticas.

Probablemente un estudio serio clasifique las  muchas explicaciones para el fenómeno de este ateísmo recargado,  o dos punto cero, y que   además  se puede analizar desde otros enfoques presumiblemente con  resultados algo feos, pero entre los argumentos  más importantes  y tal vez más persuasivos,   resuena con fuerza la idea  que tenemos suficiente conocimiento,  que sabemos lo suficiente para distinguir que es verdad y que es cuento,  así ,  todo nuestro conocimiento tiene sólidas bases fundadas en la evidencia y aquello que no se puede explicar en base a la  evidencias disponible  sencillamente no existe.

El discurso  sugiere entonces  desplazar la idea de lo trascendente, de lo divino  en nuestro diario vivir y en nuestra existencia, porque  lo que no podemos explicar se va reduciendo y el conjunto de explicaciones construye un panorama de hechos  en los cuales podemos vivir tranquilos,  las explicaciones alcanzadas son suficientes. En este mundo de acontecimientos todo está sujeto en realidad a las leyes naturales en lo que llamamos “naturalismo”, un concepto que aglomera una serie de hechos explicables al alero de lo que sabemos, del conocimiento que hemos alcanzado, y por supuesto también de lo que suponemos, no hay por lo tanto cabida para pensar en Dios.

A la hora del debate duro entre estos intelectuales y sus “partner” religiosos, que los hay ,  queda en evidencia una pobre construcción teórica  de quienes defienden la idea de la existencia de Dios,  en términos muy generales al escuchar los debates se  constata  que estos intelectuales ateos  se rebelan contra una caricatura de Dios, una caricatura que además está rodeada de cierto infantilismo contextual y que puede atrapar a cierto tipo de intelectos, pero que es violentamente rechazada por otros que cuentan con herramientas intelectuales más potentes

Esta lógica de saberlo todo no es nueva, y en un apartado especial, el hombre,  se ha construido la   convicción profunda que somos productos de un proceso evolutivo natural y que por lo tanto sujetos “normales “ de  prueba y error del naturalismo ciego y mecanicista- una idea lanzada ya hace casi  dos siglos – en síntesis  encontramos según estos argumentos una lógica de  sobrevivencia “natural” del organismo más apto que en su versión más contemporánea sigue  el  mandato del gen egoísta que  dice ¡replicame! ¡replicame!..para muchos una explicación suficiente.

Al pensar colectivamente que sabemos suficiente, surge  de alguna manera la peregrina idea que estamos en el peak de nuestros conocimientos, en un etapa de la historia del hombre en que lo que no se comprende se reduce a algunas cosas mínimas, pero que todo tipo de mecanismo, proceso, constitución y aún fenómenos que a primera vista parecen incomprensibles, tienen una lógica explicación y todo termina  supeditado a los pies de nuestra racionalidad.

Pero algo podría estar cambiando en la actitud de  muchos intelectuales, algunos se dan cuenta que en realidad sabemos poco, hay sospechas que vamos pero al mismo tiempo estamos en ninguna parte, una situación incómoda si hacemos un paralelo con un hecho no probado pero ilustrativo. Dicen las malas lenguas que  alguna vez en el siglo XIX Charles Duell  encargado de la oficina de patentes de EEUU, sugirió al presidente William McKinley que había que cerrar el boliche porque no se podría inventar más, porque todo estaba inventado. Hoy la evidencia de la existencia de materia oscura en el universo que no se sabe que es, la energía oscura, otra incógnita y que ocupa cerca de un 73 % del total de la energía del universo, la interrogante sobre  la conciencia humana, un asunto  no  resuelto y la posible superación de la velocidad de la luz que  podría echar por el suelo la teoría de la relatividad, el santo grial de nuestros conocimientos, sumado a los descubrimientos asombrosamente ilógicos en materia de mecánica  cuántica, están bajando en algo la  soberbia.

El tipo de actitud que sostiene que sabemos todo  y lo podemos explicar todo,  muestra  una soberbia concentrada, dura y absurda, si asumimos una actitud más humilde, nos damos cuenta que el avance del conocimiento humano posiblemente no tenga límite, y por lo tanto no sabemos dónde estamos. Hace unos treinta años atrás, no existían ni soñábamos con muchas de las tecnologías que hoy usamos masivamente y que son producto del avance en el conocimiento, el salto es simplemente sorprendente y lleva a algunos autores de fantasía a sospechar que hay  traspaso de tecnologías de origen alienígena, algunos no muy listos lo creen y les compran libros.

Parece ser que entablar debates sobre Dios es una materia inútil, bizantina y probablemente una pérdida de tiempo. El conocimiento de  mañana puede estar lleno de sorpresas. Parece aconsejable  admitir entonces con serena responsabilidad que no sabemos en qué estadio de conocimientos estamos, y por lo tanto la vista en perspectiva que alcanzamos para debatir no es más que una ilusión, intentar un acercamiento a comprender con nuestras herramientas intelectuales en algo a Dios,  podría suponer alcanzar conocimientos pertenecientes a  escenarios de desarrollo futuro, inventiva, descubrimientos y sobre todo de crecimiento mucho más lejanos que los actuales, en que los hombres tengan más conocimiento reales y más sabiduría…

6 comentarios sobre “Debates”

  1. Me encantó, muchas gracias Curioso.

    Solemos etiquetar de intelectuales, a personas que despliegan con habilidad palabras de conocimiento, rescatadas de una especie de vademécum propios,

    Personas que incluyen respuestas entrenadas, disertaciones y explicaciones , que vistas con detenimiento carecen de Dios y de humildad para reconocerse menos que él.

    Un abrazo!

  2. Esta es la útima frase de mi comentario, que pena por el error:

    » ….y de humildad para reconocerse menos que «Aquel» que es la fuente de Todo conoimiento»

    Un abrazo!

  3. querido curioso. las 20 hrs diarias de trabajo para cambiar FULVIDA me tienen agotado… me encantaria estar a pleno atento para disfrutar su texto… si D permite, luego de las vacaciones pequeñitas q me tomare.
    aunque ya mismo lo empiezo a leer.
    cariños y gracias

  4. ya lo lei, no era tan «dificil»… gracias!
    es una bonita e informada reflexion.
    lo q a mi me deja es q somos tan chiquitos pero nos creemos tan «grandes»…
    si fueramos mas humildes, si fueramos menos victimas de mr. EGO, entonces seria menos complicado disfrutar de la vida…
    humildad… q belleza.
    pase exceletne dia amigo mio y gracias por este bello informe de nuestro estado «teologico».

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