El consejo diario 376

Cuando alguien te cuenta o pregunta acerca de temas dolorosos, angustiantes, para los cuales no tienes respuesta ni solución, entonces, ¿qué puedes hacer?

Qué te parece sintonizar con los sentimientos del que te habla, admitirlos sin juicios adversos, aceptarlos, comprender su pesar pero declarar tu ignorancia tanto para responder como para resolver.
Tal vez, solo tal vez, además puedes ofrecer a que consulte con el que se supone sabe (médico, terapeuta, abogado, rabino, consejero, contador, etc.).
Tú no puedes ni debes decidir por el otro, pero puedes abrir tu corazón para oír y escuchar y acompañar al otro.
Eso es importante, más de lo que crees.

(Y, si crees tener respuesta o solución, cállate la boca por un rato. Escucha desde el corazón, deja que el otro exprese su sentir. Al rato podrás hacer algo más).

8 comentarios sobre “El consejo diario 376”

  1. Es curioso que cuando damos soluciones la respuesta sea «no, no creo que sea eso… es que… etcétera»

    Vengo entendiendo que la gente solo quiere desahogarse, y que en el proceso se dan cuenta que el problema no era tan grande y la solucion era obvia.

    Gracias Moré

  2. Gracias por el concejo!!!

    Hay momentos, en los que se precisa encontrar amigos verdaderos, que solamente te escuchen, porque al hablar hacemos mucho más que emitir sonidos al aire…

    y en ello, es posible conectarnos con nosotros mismos, y en ocasiones alcanzamos a conectarnos con el otro, y en ese momento hallar respuestas, que antes parecían imperceptibles, o simplemente al dar des ahogo al alma, es posible encontrar la calma…

  3. Creo que en algun momento a todos nos han contado o preguntado temas dolorosos o angustiantes; y todos en algun momento los hemos contado a otro tambien.

    Sea cual sea el caso, intentar establecer el receptor esa comunicación sin palabras, esa conexión o sintonía entre seres, puede ser de gran consuelo para el emisor; y un fortaliecimiento espiritual para ambos.

    Gracias por el consejo, y por los comentarios.

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