Hace pocos días el mundo estaba pendiente de un hombre que intentaba batir varios récords altura en un salto, velocidad y caída libre. Es bueno que como seres humanos nos fijemos metas, y que se haga todo lo humanamente y eticamente posible para lograrlo En un comentario he visto que nuestro More hablaba de este salto, y se refería al salto que se da al noajismo. Creo que el salto que damos los que hemos participado activamente en algún tipo de practica religiosa, lo damos pero al revés no desde las alturas hacia abajo, sino desde lo mas profundo de la miseria del alma hasta las alturas insondables de la voluntad de nuestro Creador. Estamos engañados, dentro de la religión nos hacen ver lo que no es, nos hacen sentir lo que no somos, y nos sientan en lugares celestiales cual cohorte servil de algún ser híbrido mitad divino mitad humano. Te crees pues ellos así te adoctrinan, uno de los elegidos, de los vencedores, de los lavados, eres élite has sido elegido en la presciencia divina desde antes de la fundación del mundo. Eres un ser tan afortunado que te ha tocado vivir bajo la gracia de Dios, algo que antes no existía pues antaño la imposible de cumplir, cruel y caduca ley mosaica hacia de los hombres unos desgraciados, unos ruines y fracasados. Eres parte del grupo de privilegiados que tienen acceso al trono de la gracia, algo que antes no era posible, pero ahora si puede hacerse, ahora si la deidad te escucha pues por los méritos y la muerte de alguien se ha roto el velo y hay acceso al Lugar Santísimo Podría seguir escribiendo mas mentiras por mucho mas tiempo, pero con esto llega para hacernos una idea del estado emocional que logran en la psique de aquellos que han elegido estar en las alturas. Los que hemos sido valientes para cuestionar, para razonar, para desafiar incluso a los que nos enseñaban, tuvimos la gran dicha de abrir nuestros ojos y darnos de bruces contra el duro piso de la mentira, y ver, que por el contrario no estábamos en la cima sino en el fondo. Espantoso fondo que nos condeno a vivir una vida lejos de nuestra identidad, de nuestra preciada herencia, cubiertos por un velo que no nos permitía ver que para el Creador Bendito sea no hay élites ni preferidos, ni tan buenos o espirituales, ni siquiera elegidos, pues al principio toda la humanidad fue puesta para la tarea de cumplir la voluntad de Dios en la Tierra, pero lamentablemente el hombre permitió que la injusticia y la maldad se adueñara de su hábitat Parecía que todo estaba perdido, pero así no lo quiso nuestro Creador, surge un pueblo de la esclavitud con las ganas suficientes para asumir un rol en la historia del mundo, ser luz y maestros para el resto. Debemos tener presente que toda la humanidad fue «elegida» para esa tarea, pero pudo mas eso que llevamos dentro, que nos dice que las cosas las hagamos según nuestra conveniencia, eso que cuesta tanto controlar y tanta desgracia ha traído y aun trae, eso que es la consecuencia del caos social, político y económico del mundo, eso que ha impulsado e impulsa al hombre a asesinar a su semejante en nombre de una religión o de una ideología política, eso que saca lo peor del corazón del alma o de la mente humana, eso que nos mantiene atados con pesadas cadenas al fondo de un abismo oscuro, eso que no nos permite ser libres, que no nos permite elevarnos a vivir una vida espiritual, eso que nos aleja de nuestra herencia y de la voluntad del Creador, nos aleja de nuestro prójimo del semejante, eso que llamamos EGO, tenebroso carcelero de nuestras vidas. Descubrir nuestra identidad espiritual es un duro golpe que quiebra esos grilletes, y poco a poco comenzamos a dar el gran salto pero a la inversa, desde el pozo, desde el abismo espiritual a lo alto, a la cima, a nuestra identidad, al noajismo.
3 comentarios sobre “El gran salto”
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.
muchas gracias por este aporte a la reflexion
El que salto de arriba hacia bajo , puso en riesgo su vida y aquellos que no deciden «saltar de abajo hacia arriba» ponen en riesgo la Espiritual. Gracias.
q buen comentario uriel, un gran resumen y leccion