No Asesinar

familiaNo sé cuántas personas han tenido la oportunidad de cumplir el mandamiento de “No asesinar”, pero hace unos meses a mi esposo  y a mí se nos la presentó.

Yo tenía una fuerte infección a la garganta y tomé la medicación correspondiente. A los dos días de haber acabado de tomar la medicación supe que estaba embarazada. No tenía razón alguna para sospecharlo: todavía no era tiempo para que llegue mi período y el  malestar general que sentía se lo atribuía a la infección  de garganta…

Cuando fuimos al médico, el supo explicarnos que uno de los medicamentos que había tomado estaba terminantemente contraindicado durante el embarazo, especialmente en el primer trimestre. Nos dijo que si continuábamos con el embarazo el bebé podría nacer con alguna deformación o problema de salud muy grave; también señaló que la Ley le permitía a él practicar un aborto terapéutico si nosotros así lo decidíamos. Nos pidió que lo pensemos bien y que regresemos cuando tengamos una decisión…

Para mí fue terrible escuchar esas palabras y se me olvidó completamente lo que alguna vez había estudiado sobre el aborto. La idea de un hijo con problemas de salud desde su nacimiento me cegó. Sin embargo, de camino a casa mi esposo me dijo que él tenía bien clara la decisión que debíamos tomar en el contexto de las Siete Leyes. Tan pronto llegamos a casa sacó los libros “Los Siete Colores del Arco Iris” (Bindman – SC) y “El Camino del Gentil Justo” (Clorfene & Rogalsky – GJ) y me leyó los puntos pertinentes a la Ley que Prohíbe Asesinar.

La ley de protección se extiende al no nacido como al vivo. Si la vida de la madre o la capacidad para la vida no están en peligro a causa del embarazo, entonces ningún aborto puede ser llevado a efecto. Un gentil que ha practicado el aborto a de ser encauzado de la misma manera que cualquier otro asesino. Sin embargo, la vida de la madre no puede ser tomada para salvar al niño… Las presiones sociales se han incrementado al punto que muchas mujeres son forzadas a hacerse abortos en contra de su mejor juicio, y su impotencia las vuelve víctimas de un mal generalizado, que conlleva un desposicionamiento del amor y la decencia”, (SC).

Un Noájida que mata a un ser humano, aun a un bebe en el útero de su madre, recibe la pena capital. Esto quiere decir que a aquel que golpea a una mujer embarazada, dando como consecuencia el deceso del feto, le corresponde la pena capital”, (GJ).

Hombres y mujeres son iguales en lo que refiere a la responsabilidad de observar el mandamiento que prohíbe el asesinato; y, cualquier acto por el que un hombre sería hallado culpable, igualmente conllevaría la culpabilidad de una mujer”, (GJ).

Todos (los eruditos) concuerdan que tomar la vida de la madre para salvar a un feto es asesinato y debe ser castigado por las cortes”, (GJ).

Cuándo ya estuve más tranquila y con claridad sobre lo que debíamos  hacer, regresamos al médico y le dijimos que habíamos decidido continuar con el embarazo. El médico nos dijo que éramos muy valientes, que él en su experiencia profesional había visto que por cosas muy pero muy pequeñas –  a veces simples pretextos – la gente buscaba convencerlo para que practicara un aborto. Con el apoyo de mi esposo y sin contarle a nadie los detalles (porque sabíamos que muchas personas en nuestro entorno no iban a comprender nuestra decisión), simplemente le dimos a la familia y amigos la buena noticia de que estaba embarazada. Así avanzamos y culminamos el primer mes de embarazo.

A partir de que informamos al galeno sobre nuestra decisión, empecé a leer material que me fortaleciera espiritualmente, mi esposo empezó a rezar en el trayecto a su trabajo y empezamos a barajar posibles nombres para el bebé. Mis otros niños también estaban contentos con el embarazo…

En el siguiente control (a los dos meses de embarazo), el médico me dijo que el embrión no había crecido lo necesario y  no había latidos del corazón, que había que esperar una semana más y que si no había cambios tendría que hacerme un legrado para evitar que mi salud se deteriorara. Antes de cumplirse la semana de plazo que había fijado el médico, se me presentó un sangrado y no se podía hacer nada más, el embarazo se terminó.

La experiencia ha sido muy dura para todos nosotros. Lloré mucho. Pero si algo he aprendido es que en todo momento hay que darle gracias a Dios. Él está en control de todo. Todo es para bien. Todo sucede con un propósito.

4 comentarios sobre “No Asesinar”

  1. Saludos Carmen. Gracias por compartir tu experiencia; la que personalmente me abre un panorama mas claro de la capacidad de amar de una mujer. Saludos a tu esposo igualmente; su experiencia me abre un panorama más claro de lo que un Ser Humano es capaz de hacer para la felicidad de su familia.

    Gracias enormes por compartir su amarga expeciencia; la cual compartiré entre mis contactos para su difusion.

    Por otro lado, me llamó la atención las citas que publicastes del primer libro, por que en mi país la regulación es identica respecto al peligro de muerte de la madre embarazada.

    Cariños respetuosos

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