Muchos que han estado en la idolatría, o en otras confusiones del EGO parecidas,
cuando despiertan y se mantienen un poquito despiertos,
se quejan del noajismo, y a veces del judaísmo,
porque dicen y afirman a viva voz
que ahora sienten que tienen sed de Dios.
Antes, en sus mundos de fantasías de poder delirante,
en sus cárceles oscuras decoradas como palacetes,
en sus orgías de falsa santidad y religión,
estaban en constante vaivén emocional.
Se fabricaban,
y sus pastores (ministros religiosos, gurús, rabinos, curas, líder, etc.) les fabricaban,
montañas rusas emocionales,
parques de diversión completos para sus emociones,
que luego se encargaban de denominar “energía espiritual”, “presencia de dios”, “unirse o abrazarse al Padre”,
o cosas por el estilo.
Así sentían un movimiento emocional poderoso,
que los llevaba al sótano y luego a la azotea,
con recursos de manipulación emocional,
pero que se encargaban de declarar como algo “espiritual”.
Siendo lo cierto que de espiritual tiene lo que la religión: NADA.
Creían, y les hacían creer,
que esas piruetas y malabarismos,
levantar la mano derecha,
decir amén,
recitar salmos e himnos,
ponerse de pie, hincarse, inclinarse, alabar gozoso,
encerrarse a meditar con mantras sagrados,
confesarse con el líder, bailotear, repetir lemas, disfrazarse con ropajes extraños,
creer en poderes mágicos,
hacer pactos con deidades y someterlas a la voluntad personal,
sentirse pecadores y sin reparación,
sentirse más que ganadores por la fe,
esforzarse en comprender trabalenguas sin sentido pero vendidos como lo máximo en sabiduría y profetismo,
usar talismanes, enrollarse simbología mística,
y mil cosas más,
que eran solo eso,
piruetas, cabriolas, jueguitos emocionales,
hábilmente sazonados,
y etiquetados como algo espiritual,
pero que de espiritual tienen lo que la religión: NADA.
Se sentían satisfechos,
se creían llenos de Dios,
cuando estaban totalmente muertos de hambre, sin nutrirse siquiera un poquito con el verdadero pan espiritual,
que es el estudio de lo que corresponde realmente de TORÁ para cada uno, y especialmente el cumplimiento de los mandamientos que corresponden a cada uno.
Deliraban con estar a gusto,
saciada su sed de Dios,
cuando en verdad nunca habían estado en contacto con Él,
o solamente de manera ocasional y lateral,
como una acción involuntaria que ocurriera al azar.
Pero, estaban llenos a rebosar de sus jueguitos emocionales,
de la religión en cualquiera de sus variantes,
por lo que fantaseaban con estar unidos a Dios,
satisfecha su sed de Él.
Pero, no tenían a Dios,
tenían imaginativas diversiones religiosas,
que les vendían a precio carísimo como camino de santidad.
Creían estar en armonía con Dios,
cuando el hecho es que vivían sumergidos en un fracaso constante
pero hábilmente decorado para parecer espiritual.
Ahora, cuando pudieron despertar un poquito,
alejarse de cierta forma un poquito
del parque de diversiones religioso,
obviamente que sienten un vacío.
Ya no les llenan la cabeza con el bochornoso bochinche de la religión,
no se les amenaza con infiernos,
no se les soba con fantasías paradisíacas,
no se les asegura un poder sobrenatural para operar magia y milagros,
se les inspira a ser responsables, cumplidores, trabajadores, razonables, sensibles,
llenos de sana emoción y no de esa batidora emocional que antes vivían.
Entonces, se sienten vacíos, faltos de la diversión,
alejados de Dios.
Cuando lo paradójico es que recién ahora están más cerca de Él.
Ahora, con la mayor calma, sin el apuro de la religión,
sin la afectación, sin la esclavitud, con el accionar saludable, bueno y justo, recién ahora están en la senda correcta,
pero es ahora que se sienten sedientos de Dios.
¡Es que lo que llaman dios no es DIOS!
Ese dios que anhelan es un títere, una marioneta, un monigote, una invención del EGO.
Y claro que lo extrañan, porque ahora no están en la maquina emocional que antes les estremecía y les hacían creer que era una sensación espiritual.
Tienen más cercanía con el espíritu, mayor contacto con Dios, pero dicen sentir sed de Dios.
¡Mundo extraño!
Donde se alaba y adora un espejismo,
un oasis imaginario y seco hasta la muerte,
pero se rechaza la verdadera agua refrescante y de vida.
Cuando aprendan a despojarse de las prendas del EGO,
cuando se quiten de la mente el dios falso,
entonces sabrán encontrar la calma y la satisfacción espiritual.
Mientras tanto, ahora que están un poco lejos del circo seudo espiritual y se quejan,
es que no tienen sed de Dios,
solo deseos oscuros del EGO, al que adoran como una deidad.
Hay una verdadera sed del Eterno,
pero que no suele ser la que aqueja a los que extrañan el circo religioso.
¿Lo entiendes?
complemento: http://serjudio.com/dnoam/rap176.htm
hay mucho mas publicado
cual es esa verdadera agua de vida que usted comenta porque se le dice asi