Si la persona que cría al niño no le ha enseñado a identificar sus emociones, sus estados de ánimo, ¿cómo hará luego para advertirlos y nombrarlos?
Si ante las variaciones “molestas” del ánimo, la persona a cargo del niño lo alimenta y lo sobre alimenta, ¿que hábito estará formando y que luego será difícil de romper?
Si se le impone un riguroso sistema de creencias, cualquiera sea ella y no solamente en lo relacionado a lo teológico/metafísico, como por ejemplo el valor de ser flaco o el asco de ser gordo, ¿se está contribuyendo a formar una persona feliz?
Si los mensajes que se transmiten al niño son contradictorios y no se le enseña a discernir, a juzgar equitativamente, a tomar con recaudo las ponencias, a evaluar racionalmente, a no admitir sin fundamento, ¿cuánta libertad se le está quitando?
Si la persona encargada del niño no se vincula emocionalmente con él, toma distancia emocional, y sobrecompensa con regalos inapropiados/injustificados, o con exigencias extremas en su control y expectativas, ¿cuáles serán las formas de vincularse que está adquiriendo ese pequeño?
Si la criadora castiga pero no como consecuencia lógica y necesaria de una acción incorrecta por parte del niño, ni con ánimo de educar, sino que lo hace como expresión de su impotencia, como revanchismo, como uso abusivo de su poder relativo, ¿qué está diciendo de sí misma y hacia donde está orientando al niño?
Si el castigo no viene acompañado por una explicación de la conducta negativa que lo ocasionó, ni con un correspondiente pedido de perdón y cambio de la actitud/conducta, y el consiguiente perdón y demostración de cariño y aceptación por parte del mayor, ¿cuáles serán las limitaciones del jovencito al crecer?
Si las rabietas son armas efectivas de manipulación, que sumen en sentimiento de impotencia al adulto a cargo y lo someten al falso poder del EGO, ¿en qué círculo negativo se está girando y a qué se está condenando a los participantes y el vínculo?
Si el silencio, el engaño, el ocultamiento, la negación, la agresión, la distracción son la forma de no comunicar, ¿cómo se podrá luego comunicar auténticamente?
Si se le prohíbe hacer caso a las señales de alerta de su cuerpo, o se las interpreta incorrectamente de forma persistente, ¿será posible una salud integral?
Si el niño pide por su espacio, sus tiempos, su ser, sus decisiones, pero la persona que lo cría le invade, no le permite desarrollarse, le somete a sus impotencias y arrebatos, ¿cuál será la respuesta probable del niño?
Si se presiona al niño para que hable, para que confiese sus ideas o sentimientos, sin respetarle, sin estar atentos activamente, ¿en qué situación se le está encasillando?
Si se satura al niño de información fantasiosa, falsa, innecesaria para su estadio, ¿a qué sistema de creencias se lo impulsa a aferrarse?
Si se le hace sentir que sus deseos son malos, que su cuerpo es pecaminoso, que sus ideas son enfermas, que su imaginación es peligrosa, ¿cuánta salud se puede esperar en su futuro?
Si se le enseña que somos cuerpo o alma, y se reniega de la pentadimensionalidad real del ser, ¿cuáles serán las dolencias y padecimientos probables mañana?
Si se refuerza el reproche en lugar de la aceptación, ¿se está ayudando a ser confiado, seguro, optimista?
Si es el llanto, grito, pataleo, desconexión de la realidad el modus operandi del mayor, ¿qué podemos esperar del niño?
Si se denuncia como malo o pecaminoso al cuerpo, o estúpido y primitivo lo espiritual (o ético, para quien no comparta la creencia en el Eterno), ¿se advierte la escisión que se está provocando?
Si el único canal que se deja para manifestar los conflictos emocionales es el cuerpo, ¿será extraño encontrar luego obesidad, depresión, angustia, malestares somáticos varios, intentos de suicidio, daños auto infligidos, agresiones, entre otras?
Si se le hace sentir excluido, no querido, en riesgo de abandono, carente de valor para los otros, un accidente de la naturaleza, ¿será raro hallar luego sentimientos de exclusión, miedo al abandono, dificultades de pareja, ser víctima de abusos conyugales y cuestiones parecidas?
Si se le insta a acumular, a poseer, a adueñarse para así tener alguna atención o sentirse querido, ¿extrañará luego la obesidad, la adicción, el desenfreno, la avaricia?
Si como escudo a la pérdida, al abandono, al anonimato se le adiestra a someterse, ¿cuánta felicidad y confianza estamos abonando en su destino?
Luego de estas consideraciones, ¿a qué conclusiones podríamos llegar?
Que lo mejor es el amor. Gracias more !
gracias.
y q entiende ud por amor frankkk?
Gracias Moré, aprendemos la causalidad del extravío en términos de instrucción, guía, entrenamiento… me recuerda al primer capítulo de Mishlei/Proverbios desarrollando un panorama de educación con base en la sabiduría del Altísimo dada a Schlomo… conscientes de la responsabilidad al instruir a hijos e hijas, liberados del EGO, con comunicación auténtica y convicción de la identidad espiritual noájica y sus 7 preceptos universales
Quizás al mirarnos atentamente, encontramos que las herramientas que usa nuestro Ego para mantenernos en estado de impotencia, son en realidad el resultado de el Ego propio y el ajeno.
Hemos de considerarlo sin juzgar o juzgarnos por ello, para finalmente emprender la tarea de quitar esas máscaras que afectan nuestro bienestar y que se hacen manifiestas en uno o varios de nuestros cinco planos.
al hacerlo creceremos y nos sentiremos cada vez más auténticos, a la vez que estaremos más atentos para:
1. Cortar el círculo vicioso de trasmitir e impregnar a otros nuestro ego , y
2. No fortalecer el Ego de otros
¡cuánta responsabilidad, y que maravillosa oportunidad de crecimiento para con nosotros y para con nuestros hijos!
¡Gracias moré, por esas perlas para Vivir!
Un abrazo