Quería compartir con ustedes algo de mi corta experiencia como padre. No me creo el mejor pero he visto crecer a una pequeña maravillosamente y lograr tener una comunicación que no he visto en otros padres.
Con todo respeto a los activos papás que lean este escrito, sabrán lo maravilloso y apasionante que es, además de estudiar y aplicar mejores estrategias de crianza mediante uno va aprendiendo también a superarse.
En esta ocasión quería comentarles que me he dado cuenta que en momentos de tensión o berrinches simples, una buena técnica me ha sido mostrarle con gestos lo que ella debería hacer. Es decir, gesticular lo que quiero expresarle, lo más claro posible, pero sin hablarle o sin que sepa a través de mis palabras que le estoy dando una instrucción. Eso al parecer la hace tener otra perspectiva, una que no es de alguien diciéndole qué hacer, sin embargo ella a ir comprendiendo el mensaje, realiza la acción, o puede que se niegue un par de veces pero la «simpatía mímica» le da un toque didáctico y no tarda en cooperar.
Muy útil a la hora que ellos con toooda su gran energía de vivir, no quieren irse a la cama no?
Pueden así pulir sus dotes artísticos aplicando una entretenida mímica, total no hay cámaras ocultas ni paparazzis que les muestren al mundo nuestras desfiguradas caras cuando se niegue unas 5 o 6 veces… jeje…
Eso por ahora, debo hacerle dormir.
Saludos.