El que lee los Salmos, entra a un mundo de imágenes sensoriales, que en todo momento te invita a escuchar, a ver, a oir y sentir en todo el cuerpo, te hace participe de una fiesta, en donde la música son los diferentes sonidos de la naturaleza, la fuerza del mar, del viento, y el sonido mismo de la tierra que se escucha como el bramido de un toro, en un terromoto, son imágenes fuertes, realizadas para ser grabadas y a su vez transmitidas con la misma fuerza. El mundo de los Salmos, es un mundo de poesia, en donde las letras se mueven al compás de una música maravillosa, en donde el ritmo penetra en el cerebro, en el corazón, y en el alma, es poesia, no sólo para ser leída, es para ser: SENTIDA INTEGRALMENTE. Muchas personas, preguntan: ¿Cuál es mi inspiración, para escribir poesia? A cada uno le recomiendo, lean los salmos, disfruten de ellos, dejen que las palabras sensoriales, los guién..déjense llevar por lo que dice el Salmo 51: Hazme oir gozo y alegria.