¿QUIÉNES SON LOS AUTO-LLAMADOS “JUDÍOS MESIÁNICOS” Y “JUDÍOS NAZARENOS”? PARTE II

La Alianza Hebreo-Cristiana de Gran Bretaña

 

Como vimos en la nota anterior, el contexto en el que, en 1867, se fundó la Alianza Hebreo-Cristiana de Gran Bretaña, fue el surgimiento y consolidación de las heterodoxias del Protestantismo. Los fundadores de esta Alianza fueron cristianos ingleses que tenían origen judío (la mayoría, hijos o nietos de judíos que se habían convertido al Protestantismo).

 

Era el momento de auge del Anglo-Israelismo (en los siguientes diez años, se fundaron por lo menos cinco grandes asociaciones Anglo-Israelitas), y no es difícil entender a qué objetivos respondió la fundación de esta Alianza: en un contexto en donde una gran cantidad de cristianos ingleses empezaba a aceptarse como “descendientes” de alguna tribu perdida de Israel, los cristianos de origen judío -y, desde este esquema, descendientes de la Tribu de Judá- sólo diseñaron su modo de insertarse en el Anglo-Israelismo: ellos mismo no tenían que especular sobre su origen israelita, porque tenían origen judío. De ese modo, veían que la profecía de Ezequiel 37 -la fusión de las Casas de Judá y Efraim- empezaba a darse en el seno de la Iglesia de Inglaterra, donde los descendientes de todas las tribus de Israel estaban integrados como seguidores de Jesús.

 

Naturalmente, causaron recelo, ya que algunas autoridades episcopales vieron en ello un riesgo de que la gente empezara a “judaizarse”. Por ello, la Alianza Hebreo-Cristiana de Gran Bretaña, así como su filial estadounidense, repetidas veces tuvieron que insistir en que ellos eran cristianos, y que no tenían ninguna intención de regresar al Judaísmo. Por el contrario: su vocación real era misionera, y tenían que convertirse en los promotores de un evangelismo más activo y eficiente hacia el pueblo judío.

 

Sin embargo, las heterodoxias protestantes en los Estados Unidos ya habían sentado el precedente de la ruptura, y era cuestión de tiempo para que los Hebreo-Cristianos tomaran una ruta equivalente: en 1925, un grupo disidente de la Alianza Hebreo-Cristiana de los Estados Unidos decidió independizarse para ya no tener que rendir cuentas a ninguna iglesia cristiana, y poder dedicarse a “recuperar” su identidad judía. De ese modo, nació la primera Alianza Judeo-Mesiánica.

 

Extrañamente, sus objetivos iniciales no se cumplieron en la práctica. Aunque generaron su autonomía estructural, la realidad fue que durante los siguientes 50 años los llamados “judíos” Mesiánicos mantuvieron intactos sus vínculos y relaciones fraternales con el movimiento Protestante y Evangélico.

 

Esto generó que en los años 70’s se dieran dos radicalizaciones nuevas: una para intentar reforzar los vínculos del Judaísmo Mesiánico con el Cristianismo Protestante, y otra para intentar consolidar la supuesta “identidad judía”.

 

El primero de estos movimientos fue “Jews for Jesus”, fundado por el pastor Bautista Moshe Rosen, cuya premisa es básica: un judío puede creer en Jesús y seguirle como Mesías sin perder su identidad judía, aunque debe integrarse a una iglesia cristiana. Ellos, mejor que nadie, han intentado reforzar el vínculo del movimiento Mesiánico con el Cristianismo.

 

En contraparte, Martin Chernoff impulsó un fuerte activismo en el movimiento Mesiánico con el fin de construir una “alternativa” verdaderamente “judía” para los “judíos” seguidores de Jesús. Su dinamismo y liderazgo rindió frutos, y durante los últimos años del siglo XX las “sinagogas” Mesiánicas florecieron en los Estados Unidos, e incluso empezaron a internacionalizarse.

 

Pero algo salió mal: a finales de los años 90’s, los líderes del movimiento Mesiánico se toparon conque, más que nunca, su perfil era netamente cristiano, y sus redes de convivencia con las iglesias cristianas se habían reforzado. ¿La razón? Simple: el auge del movimiento Mesiánico no se dio porque judíos empezaran a creer en Jesús, sino porque cristianos empezaron a creerse judíos.

 

En consecuencia, la dinámica abrumadora fue que cristianos de diferentes movimientos Protestantes y Evangélicos emigraron al movimiento Mesiánico, y desde entonces empezaron a identificarse como “judíos”. Sin embargo, casi la totalidad de estos fueron personas que nunca tuvieron un contacto real con el Judaísmo (algunos de ellos tenían apellidos judíos, aunque sólo por ser descendientes de judíos que, generaciones atrás, se habían convertido al Cristianismo). Por lo tanto, al llegar a las “sinagogas” Mesiánicas, provocaron que todas las dinámicas litúrgicas, así como las creencias y doctrinas características, sólo fueran un eco del Cristianismo Protestante Evangélico.

 

En consecuencia, a mediados de los años 90’s empezó a gestarse otra rebelión interna en el movimiento Mesiánico, con el objetivo de romper definitivamente con todo contacto con el Cristianismo -tanto fraternal como doctrinal- y “restaurar” de una vez por todas la correcta “identidad judía” del movimiento.

 

Y eso dio paso al surgimiento del movimiento Nazareno o Netzarita. El objetivo de esta tendencia (bastante heterogénea, en realidad) es reconstruir un modo “verdaderamente judío” de seguir al “Mesías judío”. Por ello, han intentado retomar todo aquello que para muchas comunidades Mesiánicas siempre fue tabú.

 

Por ejemplo, pese a su insistencia en que el movimiento Mesiánico era “verdadero Judaísmo” apto para todo tipo de judío, la realidad es que los líderes mesiánicos siempre tuvieron posturas ambivalentes en temas tan básicos como la circuncisión o el kashrut. La mayoría simplemente opinaba que eran cuestiones optativas, pero hubo incluso quienes insistieron en que todo eso ya había sido “superado” por la revelación del Mesías Yeshúa (justamente, con ese tipo de posturas sólo demostraron que nunca se habían separado del Cristianismo).

 

Y si en estos temas había una generalizada tendencia a definir las cosas como “una opción”, hubo un punto en donde la abrumadora mayoría de los líderes Mesiánicos asumían una postura totalmente cristiana: el rechazo tajante a establecer cualquier criterio que pareciera halájico, bajo la convicción de que eso era “legalismo” judío, y un seguidor del Mesías Yeshúa no tiene por qué vivir “esclavizado” a eso (otra vez, un discurso netamente cristiano).

 

Pero todo eso cambió con los Nazarenos: en su afán de judaizarse hasta las últimas consecuencias, empezaron a promover el establecimiento de una “halajá” basada en el Nuevo Testamento. Sin embargo, pese a su postura ostracista en relación al resto del Cristianismo, jamás hicieron un esfuerzo por establecer ningún tipo de vínculo con el Judaísmo verdadero. ¿La razón? Simple: el Judaísmo Rabínico es, según ellos, una perversión total de la religión de la Torá. Incluso, los más radicales retoman los extremismos del Anglo-Israelismo antisemita, e insisten en que los judíos somos, además, una impostura (idumea, babilónica o jázara).

 

Conclusiones

 

Como podemos ver, el origen de los movimientos Mesiánico y Nazareno no está en el Judaísmo histórico. Por el contrario: sus principales características son perfectamente explicables como propias de las heterodoxias del Protestantismo que surgieron entre los siglos XVIII y XIX. En cambio, no tienen ninguna relación con la evolución de la religión judía en esa misma etapa.

 

Dicho en otras palabras, está fuera de toda duda de que el origen de los movimientos Mesiánico y Nazareno es parte de la Historia del Cristianismo, no del Judaísmo. Por lo tanto, no pueden ni deben ser considerados como verdadero Judaísmo.

 

Se trata, simplemente, de otra de tantas variantes del Cristianismo.

 

En las siguientes notas, empezaremos a analizar algunos de los elementos de sus discursos, para con ello demostrar su indiscutible perfil cristiano, perfectamente visible aún en los Nazarenos, pese a su supuesta ruptura total con toda forma de Cristianismo.

8 comentarios sobre “¿QUIÉNES SON LOS AUTO-LLAMADOS “JUDÍOS MESIÁNICOS” Y “JUDÍOS NAZARENOS”? PARTE II”

  1. Ahora comprendo un poco mejor el por que, al menos, insisten tanto los mesianicos en su supuesta identidad judia.

    Me llama la atención el fenomeno que se dió en los 90s y que describe el señor Gattel: «..el auge del movimiento Mesiánico no se dio porque judíos empezaran a creer en Jesús, sino porque cristianos empezaron a creerse judíos…»

    Esto explicaría en mucho la razon de que un pastor mesianico de mi país ande rebuscando en la historia, hechos «judaicos». Y por más que intente torcer a su favor los hechos historicos, sus fundamentos son extremadamente debiles.

  2. Es increible lo que se llega a dar cuenta uno. Hasta hace pocos días me di cuenta que la biblia que estudias los mesiancos, a nivel internacional, fue escrita en Costa Rica, por un ex pastor de Miami, de origen cubano; radicado en mi pais; el cual creó una sociedad anomina con el fin de escribir un nuevo testamento revelado por jebus (sospecho de alguna posible adicción que sufriera). El empezó con sus ideas mesianicas alla por finales de los años 80s y principios de los 90s; y no se le conoció oficio o trabajo.

    He intentado indagar un poco sobre la vida de este sujeto, pero casi no tengo información; aunque se que falleció por el año 2003.

  3. Resultó ser uno de los primeros ( o el primer ) en iniciar el movimiento en mi país; pero con una fuerza destructira asombrosa. Fue el que redacto una biblia traducida que circula en las igliesas mesianicas, y varios escritos que son la base de la dicha religión.

    Me enteré que hizo de sus intenciones una empresa, y lucro de sus libros, pues no se le conocío oficio u otro trabajo; sin embargo, sus seguidores aun ponen en circulación sus escritos.

  4. En el caso de los mesianicos, ese poder egocentrico es alimentado por la ignorancia de los procelitos. Pero una vez que se ilumine con la verdad documentada y se siembra la duda en los lideres que siguen, ese poder se minimiza.

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