A tu lí­der

Ser un líder justo y bondadoso nunca ha sido tarea sencilla, y por lo general la grey no suele reconocer la inmensa tarea del conductor.

Mucho más compleja e intrincada suele ser la tarea y carga que sobrellevan los líderes noájidas.
Ellos no solamente debebn capitanear la nave de su comunidad de noájidas, sino también tomar el timón entre sus manos, y como pueden además hacerse cargo de los remos para echar pa’lante infatigablemente.
No es tarea para personas endebles, que fácilmente se desmoralizan.
Y más fatigoso aún es en la actualidad para el líder noájida, cuando tanta ignorancia cunde; cuando el desprecio por el Padre celestial y Sus cosas es tan corriente; cuando los falsarios se hacen pasar por piadosos; cuando la pereza domina a la congregación.
Pero, el valiente líder noájida suele dejar de lado su descanso, para poner el hombro en el trabajo de despertar a los dormidos, avivar a los indiferentes, fortalecer a los apocados, abastecer a los necesitados, cobijar a los extraviados, orientar a los trasnochados… y por si fuera poco, criar a sus propias familias, educar a sus hijos, y de paso, vivir un poco.
No, creeme que no es trabajo fácil el que ha asumido con cariño y entrega el poderoso líder noájida.

¿No crees tú que ya es tiempo que tiendas una mano hacia este noble padre, para colaborar en su entrega generosa?
¿No crees que podrías dar un generoso aporte económico para solventar gastos, edificar tu comunidad, organizar eventos en tu beneficio?
¿No crees que puedes tú dejar un poquito la holganza para contribuir con un pedacito de tu tiempo, para lo que en definitiva es tu provecho?
¿No crees que debieras decir al menos: «Muchas gracias líder»?

Busca a tu líder, preséntate ante él, pídele que te asigne tareas para dignificación de tu comunidad, conviértete en su acompañante en la inmensa misión de servir con dedicación al Eterno y con sincero amor al prójimo.
Acércate a tu líder, para que te enseñe lo que él puede acerca de los buenos caminos que el Padre celestial. Arrímate a la cálida fogata que el líder ha preparado para protegerlos de la oscuridad de la mentira, del frío del mortal pecado.

Ve adonde tu líder noájida y dale las gracias, y ponte a trabajar.
¿A qué estás esperando?

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