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Constructores en el tiempo

En este texto, pretendo reseñar un aspecto que generalmente se suele pasar por alto y que paradójicamente es de la mayor importancia. Es algo que queda bien expuesto en el Pueblo judío y de lo que todos deberíamos tomar nota en nuestros planos personales.

Cuando construimos, cuando mejoramos el mundo, cuando actuamos, ¿dónde lo hacemos?

Supongo que la mayoría habrá pensado inmediatamente que en el mundo, o en nuestro país o en casa. Quizás en el barrio o en la ciudad o en el lugar de trabajo. .

Ciertamente si lo habéis considerado de esa manera, estaréis en lo correcto. Lo acabáis de ubicar en el espacio.

Pero ¿cuántos pensasteis que cuando realizamos las acciones descritas, cuando nos conducimos e intervenimos, cuando edificamos con nuestras obras, nuestros gestos, nuestro altruismo o egoísmo…, en realidad estamos  cimentando en el tiempo? Y cuidado, también cuando vegetamos y holgazanamente dejamos escapar el instante que nos ha sido dado.

Para la mayoría es fácil situar nuestros quehaceres diarios y nuestras rutinas en el espacio. Voy  a trabajar, termino y vuelvo al hogar, luego quedaré con los amigos en la  cafetería habitual. Pasearé por la orilla del mar con mi pareja y cenaremos en aquel romántico restaurante que tanto nos gusta…es fácil situar nuestros quehaceres en un espacio.

Veamos ahora como lo hacemos en el tiempo. Suena el despertador, me acabo de levantar y mágicamente el lienzo sobre el cual puedo comenzar a dibujar mis obras y acciones ya ha sido desplegado y seguirá ahí disponible hasta que el sueño me venza (en realidad seguirá ahí aunque duerma). Me levanto, cepillo los dientes, enjuago la cara, desayuno, café y…ya soy persona. Que hago hoy para construir, ¿cuántas acciones puedo comenzar a esbozar? ¿Cómo sigo en este día edificando?

Primero comienzo por lo más importante (que no es lo mismo que urgente). Esas tareas que conviene realizar de forma ineludible. Después esas que son necesarias (estudiar, entrenar, etc.) y continuamos por las más altruistas (o egoístas, según decidamos hacer), las que  voluntariamente y con más creatividad nos ayudan en nuestra tarea de mejorar el mundo y también de disfrutar.

 No es que las otras faenas sean menos importantes, pero sí quizás más rutinarias.

¿Cuánto podemos hacer hoy por mejorar el mundo y disfrutar por el camino? ¿Qué actos vamos a realizar? Hay tantos, ¿por dónde empezaremos?

Escribía al principio que el Pueblo judío es un claro exponente de edificación en el tiempo y lo explico. Quizás más que ningún otro pueblo en la tierra tiene definido claramente el lugar que deben ocupar en el espacio y sin embargo, posiblemente es el único que ha tenido que ser patria, nación, reino y país desarrollándose únicamente en un marco temporal por miles de años y hasta hace muy poco.

Esa es la importancia de la tradición (según la de cada quien, pero siempre acorde a lo que correspondiente y permitido), de ser también un constructor en el tiempo. Al colocar los ladrillos en esta obra en el momento que nos ha sido dado contribuimos y somos parte de una obra atemporal  y como en toda construcción que queremos que sea perdurable, es la importancia de que los cimientos y las bases sean las mejores.

Evidentemente es una apreciación personal pero espero que  sirva para ver que nuestra vida, lo que hacemos y lo que somos, en definitiva, nuestra capacidad de actuar, se desarrolla en un modelo espacio-temporal.

Forja, crea, trabaja sobre tu tiempo y estarás modificando el espacio, pero recuerda, también importa el espacio.

Como decía Séneca ( Filósofo, político y escritor hispanorromano, 4 AEC- 65 DEC)

«No hay viento favorable para el barco que no sabe adónde va»

¿Sabes adónde vas?

Los 7 Mandamientos Universales, El egoísmo y una Enseñanza de Vida

Apreciados amigos cuantas veces han escuchado hablar del ego en este sitio, una de las grandes enseñanzas es dominar encauzar y educar el ego también llamado instinto hacia el mal, el More Yehuda ha enseñado que el origen del mal viene de ahí mismo aunque su verdadera finalidad es la superación de la persona y no perjudicar al individuo y los que le rodean, de hecho al dominar y encauzar  el ego  en forma positiva este se convierte en un poderoso aliado en la construcción del Shalom, ¿pero qué Mandamiento dice que es el ego el verdadero adversario de la persona? ¿O que Mandamiento  nos indica encauzar o resistir los embates del ego? Ninguno de los 7 Mandamientos menciona específicamente al ego, entonces ¿será que dicha enseñanza no está enraizada dentro del puro manantial de vida que brota desde los 7 Eternos Mandamientos? que nos dio el Creador, tratándose de un sitio como este  que es faro de Luz para las Naciones no podría ser que alguna las enseñanzas que aquí se imparten no estuviera enmarcada dentro de la finalidad de vida que promueven los 7 Mandamientos, de hecho no solo que dicha enseñanza está perfectamente enmarcada dentro de los 7 Mandamientos sino que ella abarca todo el conjunto de los Mandamientos y se convierte en el resumen perfecto que permite a la persona cumplir a cabalidad todos los 7 Mandamientos sin excepción.

Y bueno Dios no es humano para equivocarse entonces todo lo creado por El tiene la característica de beneficiar al individuo de forma integral o sea completamente en cada aspecto de la vida, y de hecho aunque los Mandamientos son explícitos en su carácter, cuando vemos un poco la profundidad de los mismos nos podemos dar cuenta de que realmente cada uno de ellos limita, sujeta y encauza al ego para darle una finalidad superior de vida y no que sea como parasito cuando se adueña de la voluntad de la persona y consume sus energías y tiempo desviándolo de su verdadero objetivo en este mundo.

Seis restricciones y solo un Mandamiento positivo conforman el sistema de los 7 Mandamientos Universales, ahora veamos cómo cada uno de ellos desde una limitación reduce el poderío del ego en la existencia para poder “Hacer” que el individuo trascienda en todo lo que hace.

1.- “No relaciones sexuales ilícitas” una relación sexual con una mujer casada ¿desde donde se origina?, se origina desde el ego pues solo se busca satisfacción o placer a cambio de muchos daños a los involucrados y los que están junto a ellos, esas “tentaciones” a tener relaciones de ese tipo,  son susurros del ego que demanda ser satisfecho a costa de lo que sea, pues lejos estaría el individuo de edificar un hogar de armonía y crecimiento con la esposa de otro hombre, entonces al entrar en un círculo vicioso como ese solo estaríamos alimentando y dándole elementos al ego para esclavizarnos, entonces esta prohibición permite crear una barrera para que el aspecto negativo del ego no entre en nuestras vidas. Como vemos esta restricción en forma de Mandamiento de fondo es un método para quitarle poder al aspecto negativo del ego y que este no sea el amo de nuestras vidas.

2.- “No robar” creo que este Mandamiento no es tan difícil de relacionarlo con el ego, pues al tomar algo que no nos pertenece obviamente estamos obrando con egoísmo al querer algo “ajeno” algo que es de otro u otros, también en este aspecto el ego demanda ser satisfecho aunque de maneras que han sido reprobadas por el Creador del mundo en este caso el robo, el estar satisfechos con lo que se tiene es parte de una existencia saludable precisamente porque no es el ego el que lleva las riendas de la vida si no que el individuo consciente de sus actos sabe que todo lo que tiene o deja de tener tiene un fin cuya finalidad misma es su realización completa, entonces aquí en este Mandamiento encontramos nuevamente que la restricción explicita al robo también es un muro para que el aspecto negativo del ego no traspase los limites sanos donde debe de estar ubicado pues al hacerlo solo dañaría al mismo individuo que transgrede el Mandamiento y a los que lo rodean,  se dan cuenta amigos como esta restricción lejos de ser una estorbosa limitante es una herramienta excelente para refinar la conducta.

Continuara………………….

Día de enamorados…

«Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unira a su mujer, y serán una sola carne…Gen. 2:24.»

Hoy todos los noajidas inconcientes (y otros concientes) conmemoran el día de los enamorados (conocido como san valentin, pero no quiero explayarme en el tema de la idolatria).

Un día como cualquier otro, pero con un poco mas de ázucar y dulzura para la relación y el valor del conyuge. En la actualidad esta de moda andar de novios (por lo menos en mi país, le pueden preguntar a la familia Ortiz o al Moré), pero, cabe la pregunta: ¿Cual es la finalidad de la relacion, de la unión especial entre dos personas? Más allá de lo que piensa la sociedad moderna (el sexo) miremos a la relación de los conyuges desde la perspectiva de la Torá:

Es simple, la finalidad es la familia, construir un hogar y cimientos sólidos con hijos temerosos de Dios para un mundo mejor, para hacer del mundo una morada para Dios.

La persona (hombre o mujer) debe dejar su hogar (padre y madre), buscar un conyuge, de su agrado, con la cual se sienta bien, donde exista el cariño, la preocupacion por el otro, el amor, para refinar a su ego que busca satisfacción personal y trascender en altruismo. Luego (y seran una sola carne) edificar hijos temerosos de Dios, que lo respeten y respeten al projimo, a la vez enseñar a los mismos a criar chicos en pos de la sagrada tarea de construir Shalom. Es una tarea dificil, pero linda y dulce.

Es un tema para un libro, pero en resumen: ¿Con quien construir? ¿Que tipo de familia deseas? ¿Cuales son tus objetivos e ideales?…son preguntas que debieras empezar a responder y a llevar a la practica tus respuestas.

Si eres soltero o soltera, deberias buscar un conyuge para crecer, compartir, disfrutar, mejorar. Si tienes pareja, se prudente. Si tienes hijos, enseñales su legado, su patrimonio, dale buen pan espiritual para que construya.

En cualquiera de los casos, construye Shalom.

“”¡Si aún no eres parte de la comunidad de Fieles a Dios, eres la pieza del rompecabezas que falta!”»

 


En este mundo…

Mientras se es Noajida conciente.

Construir Shalom no es tarea fácil pero tampoco dificil. Ser Noajida implica un cambio total en nuestras vidas, un compromiso a luchar en aras de la causa divina. No es extraño escuchar excusas, ni tampoco tenerlas.

A medida que uno se va desarrollando en su identidad, surgen preguntas – excusas tales como:

¿¡Es dificil ser Noajida!?; ¿¡No puedo!, es muy dificil construir, es tarea imposible ser fiel en la actualidad!? etc.

Una pregunta debe rondar en nuestras mentes para cosquillear nuestro cerebro y hacernos meditar al respecto: ¿Donde se construye Shalom?…

¿A que voy con todo esto? es buena pregunta.

La enseñanza de los Sabios.

Los Sabios enseñan: «Los mejores años de la vida del Patriarca Iaacov fuerón en Egipto, los mejores 17 años de su vida fuerón allí.»

¿Como puede ser? ¿cual era la causa? ¿como puede ser que los mejores años de su vida los viva en la tierra de Egipto? ¿sera que estaba con Iosef? ¿o con la familia completa? ¿como se entiende el dicho de los Sabios?

En este mundo…

Verdaderamente muchos flaqueamos en nuestra sagrada tarea de construir Shalom, nos sentimos debiles, incapaces, fracasados, negligentes, etc. Y sí, a veces nos cuesta construir pero a raíz de ello debemos crecer, desarrollarnos y ser mejores.

Egipto era el lugar más bajo en niveles espirituales y morales, por tal hecho los sabios comparan a Egipto con la materia. En tanto a Iaacov lo comparan con el alma. El alma sabe que en este mundo fisico esta el sentido y función de su existencia y no en los reinos angelicales.

Los mejores años de la vida de Iaacov fueron allí, en Egipto, porque era ahí donde pudo desarrollar todo su potencial en aras de la causa divina, donde pudo utilizar al máximo de su luz para irradiar ante tanta oscuridad espiritual, donde pudo despertar conciencias Noajidas, donde pudo vivir a plenitud para el objetivo para el cual él fuera creado.

Es en este mundo donde tienes la posibilidad de crecer, mejorar, desarrollarte, construir, edificar, luchar y trascender en niveles espirituales. Es en este mundo donde tienes la posibilidad de despertar conciencias, es en este mundo donde tienes la oportunidad de trabajar en la sagrada tarea de construir Shalom. Tal es tu proposito, tal es tu misión, tal es tu deber.

Iaacov vivió sus mejores años construyendo Shalom, tal era su propósito. Y tú, quierido lector:

¿Estas empezando a vivir tus mejores años?

Saludos!


Invitate a conocerte

Hay muchas historias, relatos, parabolas que enseñan cuan importante es la persona, que es única, que tiene las herramientas necesarias para cumplir su mision en la vida. Pero suele suceder que muchas veces la persona no capta, no comprende su propio valor, sino se siente triste y lo más pisado del planeta tierra, aun mas que el polvo que pende del suelo.

¿Porque pasa esto? ¿que es lo que falta? ¿ que es lo que hay que comprender?

Dentro de nosotros existe un Yo autentico, único, divino, que proviene y fue creado por La Fuente Divina e insuflado en nosotros para crecer, mejorar y construir Shalom en el mundo.

Luego esta en nosotros el Yo vivido, conocido como el EGO. Es el yo que las personas van formando en la vida, con la influencia, con la familia, con los amigos, la escuela, el trabajo, etc.

El yo autentico siempre, por más que la persona se crea superpecador, falto, bajo, va a estar puro. Este yo es el desafío a encontrar mientras vivimos y pasamos momentos en la vida. Es el yo que espera pacientemente pero haciendo cosquilleos para que sepas que se encuentra alli dentro tuyo. Para que sepas que realmente vales en el mundo, mucho más de lo que tu cabeza pueda imaginar. Pero es trabajo tuyo encontrarlo, pulirlo, hacerlo brillar para verdaderamente sacarle el fruto. ¿como se logra? Manteniendo conductas y pensamientos constructivos o positivos. Para de esa manera no caer en lo que no eres, sino hacer brillar con el mayor potencial lo que eres y vales.

Cuando retornamos a Dios lo que se borra en nosotros es el Yo vivido, pero nuestro Yo autentico sigue estando ahí, puro, fuerte, con ganas de construir, de edificar, de despertar potencial en los demas y cuanto mas en nosotros mismos.

Si te desvaloras, no te estas desvalorando. Paradojicamente estas desvalorizando a Dios, a Tu Amo, a Aquel que espera que actues, que construyas, que no decaigas, que crezcas, que mejores, que mantengas una conducta positiva sin pensar el mal en los demas. Pues como tu no sabes lo que verdaderamente piensa el otro de ti, es tu cabeza o tu yo vivido el que quiere que te caigas, que tu autoestima se arrastre como arado hundiendose más, que tu yo autentico no se levante y por consiguiente no mejores y te mantengas enredado como enredadera incapaz de desenredar.

Tu eliges elevarte, tu eliges decaerte, eres tu el que eliges como actuar en el mundo y ser lo que verdaderamente eres.

Dijo Hilel el sabio: «si yo no soy para mi ¿quien lo sera? y si no es ahora ¿cuando?»

Si tu no vives tu yo autentico, nadie lo hará. Pues es tu yo y de nadie más. Es ahora, en este mundo, el lugar, el momento, la circustancia para que actues en pos de la causa divina. Cumpliendo el Pacto que Dios tiene con las naciones del mundo. Utilizando las siete herramientas disponibles, únicas, perfectas para que crescas y verdaderamente empieces a construir Shalom, tal como se espera y tal como es la manera de no caer en lo que no eres, sino de ser lo que verdaderamente eres y seras siempre.

Las herramientas estan a tu alcance, tu yo autentico esperando que despiertes, y muchas conciencias noajicas  inconcientes esperando a que despiertes para que enseñes con el ejemplo  lo que verdaderamente es vivir la vida.

No veas lo que tu yo vivido desea reflejar de ti. Crece, valorate y mira lo que realmente eres, el Yo autentico hecho a imagen y semejanza de Hakadosh Baruj Hu, actúa construyendo Shalom y vive la vida, se feliz, se Noajida conciente, comprometido, activo a cada momento y en cada circustancia.

Se tu mismo, invitate a conocerte y ayuda a otros a conocerse.

abrazos!


Kislev: Rayos de Luz

Época tenebrosa
Ubiquémonos en el Hemisferio Norte.
La época es ésta, el mes de Kislev
Cuando ocurre anualmente el solsticio de invierno, cuando los dí­­as son cortos y las noches extensas.
Época de oscuridad, de sombras, de penumbras, de frí­­os, de soledad.
Época tenebrosa, de recogimiento, de apatí­­a.
Época de desolación, de encierro.
Época en la cual parece que el sol desaparece de a poco para no volver, engullido por un manto de noche.
Época de silencio, de monotoní­­a, de quietud, de muerte.

Pero, lo noájidas y los judí­­os tenemos nuestras armas para traer Luz al mundo, para evaporar las sombras de terror, para quitar el miedo y la desesperanza.
Los fieles al Eterno, noájidas y judí­­os, hemos sido provistos de instrumentos para alumbrar, corregir y edificar.
Para convertir el desierto en un tupido vergel, para dar agua al sediento, calma al angustiado, vida al exánime.

¿Cuáles son estas herramientas de liberación?

Siete Luces de Una Luz
El Diluvio asoló la tierra.
El pecado de la humanidad habí­­a provocado la mayor devastación de la Historia.
Un gentl justo con su familia fue salvado por la Misericordia divina, y sirvió como salvador de la vida en la tierra: Noaj / Noé era su nombre.
El 27 de Jeshvan, un par de dí­­as antes del comienzo del mes de Kislev, abrió las puertas del arca de la salvación.
Y su mirada vagó por un mundo destruí­­do, por la desolación, por el desierto, por el dolor que le hizo brotar lagrimones de sus ojos.
Hací­­a un año aquel mundo era prolí­­fico, gastado por la contaminación, herido por el pecado, manchado por la corrupción, pero lleno de vidas, de diversidad, de colores, de fauna y flora.
Ahora el vací­­o, la nada, la desesperación, la soledad.
La noche del Diluvio habí­­a terminado, pero se extendí­­an aún sus efectos destructivos.
Noaj, en medio de su angustia existencial, de su desesperación, ofrendó animales como sacrificio al Eterno.
Era su precaria manera de simbolizar su quebrantamiento interno, su angustia, su dolor de muerte emocional.
Pero también, como pudo, como supo, quiso demostrar al Creador que él, Noaj, estaba dispuesto a trabajar para construir el Shalom, que estaba listo para sacrificarse si era necesario con tal de que el mundo no conociera nuevamente la destrucción total.
Así­­ pues, al comenzar el mes de Kislev el Eterno selló un Pacto eterno con los noájidas.
Él les instruyó los siete mandamientos unviersales, que son fundamento de la vida de edificación.
Y como señal de ese pacto eterno tomó al Arcoiris.
Hasta ese momento el arcoiris no tení­­a ningún simbolismo particular, era un efecto óptico de la refracción y dispersión de luz solar y gotas de agua en suspensión.
Pero, a partir de se momento ya no serí­­a solamente un efecto óptico, sino que serí­­a también un sí­­mbolo, y una señal perenne del pacto entre Dios y la humanidad.
Ese arco que consiste en siete colores diferentes, pero que todos proceden del mismo haz de luz.
Es una clara simbologí­­a de la Luz de la Verdad que proviene de lo Alto, que luego es dispersada entre las personas, para que cada cual la manifiesta de acuerdo a su carácter y forma de ser.
Están los menos refractarios, los más próximos a la Luz original, que son los «rojos». Y en el otro extremo de esa gama están los violetas, que son los más lejanos, los más refractarios. Sin embargo, todos ellos forman parte del mismo sistema, de la misma realidad. Todos ellos son hijos, derivados, criaturas del mismo haz de Luz original.
Lo lejanos, los medios y los cercanos, todos hijos; aunque algunos no quieran reconocerse como tales, aunque opten por servir y adorar a la oscuridad, su alma impoluta sigue estando vinculada a la pura Luz que le da vida.
Así­­ pues, el mundo estaba en oscuridad, destruí­­do, pero el Eterno enví­­o Su rayo de Luz, Su hálito de vida que se dividió en siete ramales, en los siete mandamientos universales y sus derivados.
Para enseñarnos que solamente la Luz de la Verdad, la Luz de la Vida, es la que tiene el poder de extirpar la soledad, la muerte, la miseria, la injusticia, la podredumbre, la idolatrí­­a.
Tú, hermano noájida, levanta con orgullo tu estandarte noájico, ese que lleva los siete colores del Arcoiris, pues es manifestación de la unidad dentro de la diversidad, de la fidelidad al Uno y Único a través del variado repertorio de acciones edificantes que puedes y debes hacer.
Tenlo presente.

Siete Luces para Ocho Dí­­as
Y en la Historia, encontramos otro fogonazo esplendoroso de Luz en mitad de la tétrica oscuridad.
La cultura helenista se habí­­a instalado en el mundo.
Amenazaba la integridad espiritual, y luego la fí­­sica de los judí­­os.
La destrucción del judaí­­smo era un hecho casi consumado, pues muchos eran los que se asimilaban a esa cultura tan atractiva pero tan falta de espiritualidad.
Muchos eran los tormentos y privaciones que debí­­an sufrir los nobles y fieles del Eterno a manos de los esbirros de la oscuridad disfrazada de luminaria.
Como sí­­mbolo, el imperio habí­­a quitado la Menorá del Santo Templo de Jerusalén, habí­­a hecho desaparacer la llama que debiera ser perenne en el Templo, que representa la divina Presencia en nuestras vidas.
No habí­­a luz en el Templo, para simbolizar que no habí­­a Luz en el Mundo.
Pero los pocos y débiles vencieron a los muchos y poderosos.
Un puñado de fieles del Eterno combatió en contra de la tiraní­­a, en contra de la idoaltrí­­a, en contra de la falsedad, en contra de la muerte, en contra de la oscuridad, hasta que finalmente vencieron.
Un triunfo impensable se proclamó.
Y ocurrió otro milagro cuando los judí­­os gloriosamente vencedores encendieron nuevamente las siete luces puras en el Templo. El aceite que usaron como combustible serví­­a para mantener encendida las lámparas por un dí­­a, pero milagrosamente perduraron por ocho dí­­as, hasta que llegó nuevo aceite, nuevas energí­­as para expandir el mensaje de salvación por el mundo.
Nuevamente, en Kislev, en el perí­­odo de opresión, de lóbrego pesimismo, de aniquilación, es cuando la Luz resplandece con mayor potencia.
No en vano la Menorá se constituyó en el sí­­mbolo nacional judí­­o.
Esa lámpara bruñida en un solo bloque de oro macizo, que se divide en siete brazos para sostener las llamas de la luz que representan la Luz de la Torá y los mandamientos, la Luz del Eterno, que vivifica y salva.
No en vano es en Kislev que celebramos Januca, la festividad de las luces.
Lo hacemos como sí­­mbolo de que en la vida tendremos que afrontar momentos oscuros, que la noche es parte integrante de la existencia, pero que incluso allí­­ la Luz del Eterno es lo que prevalece.
Esa Luz que se simboliza en el Arcoiris noájico o en la Menorá de los judí­­os.
Esa Luz que toma distintas tonalidades y se manifiesta de diversas maneras, pero que siempre se vincula a la unidad, al Uno y Único que es Dios.

Tenemos ante nosotros un mundo con mucha oscuridad.
El dolor, la idolatrí­­a, la corrupción, la miseria, la injustiia, el mal, la mentira abundan.
Pareciera como si la noche fuera a imperar.
Los imperios del mal se muestran orgullosos con todas sus posesiones.
Pero, nosotros podemos estar confiados de que tenemos una Luz que nos alumbra en toda ocasión, que tenemos un Padre que no nos desampara, que tenemos una misión para llevar a cabo y nadie nos podrá detener.

Festejemos Januca los judí­­os, celebremos junto a nuestros hermanos noájidas la resurrección del mundo en estos dí­­as.
Trabajemos juntos para construir Shalom, por medio de los mandamientos que nos iluminan.
Todos unidos en nuestra diversidad, todos unidos a la raí­­z común, en unidad para conseguir que la Luz brille sin manchas.

Feliz Januca, feliz compromiso a traer más Luz a este mundo.

(Publicado originalmente 2/12/06)

Noajida

Comentemos un pequeño párrafo del libro “el camino del gentil Justo”

Hay una segunda dificultad que se presenta al considerar los Siete Mandamientos Noájidas. Es a simple vista un problema semántico, pero tiene profundas implicaciones. El no—Judío no debería relacionarse con los miembros de las naciones no—Judías del mundo como ‘Gentil’, sino como ‘Noájida’. Al ver a los no—Judíos como Hijos de Noaj, o Noájidas, inmediatamente se hace claro que las naciones del mundo tienen un rol espiritual propio, único y específico, un rol que es notablemente exaltado. Los Hijos de Noaj son correligionarios de los Hijos de Israel. Son socios pacíficos que trabajan por mejorar el mundo y, por ello, cumplen con el Deseo Divino. Viéndose a sí mismo como Noájida, el Gentil es como el Judío en el sentido que es miembro de un linaje cuya ‘hermandad’ (y no sólo su religión) es sinónimo de su relación con Dios.

El Noajida cuenta con una identidad propia, no es un estado incompleto en el ser humano, tiene su propio rol que desempeñar en este Mundo,  cada una de las identidades espirituales que diseño el Creador para los seres humanos es necesaria para Su plan en esta tierra, ni todos podríamos ser Judios ni todos podríamos ser Noajidas, ambos caminos se encuentran al final del camino pero ambos son socios en la tarea de rectificar el Mundo.

Cuando el Noajida se ve a sí mismo como fue Creado está aceptando el yugo divino de que fue hecho Noajida, la identidad Noajica no es un premio de consolación constituye en sí misma un poderoso legado mediante el cual refinas las cualidades y dones que el Creador te ha dado.

Y es notablemente exaltado, el Noajida que acepta con orgullo si identidad tiene el camino abierto para ascender a alturas espirituales insospechadas aun, te daré un ejemplo breve.

Imagina que te encomiendan construir una casa y solo te dan 7 herramientas un martillo una pala una carretilla un cincel un taladro cemento y arena, algunos dicen que nuestros preceptos son muy pocos y que les gustaría tener más, pero imagina que con esas herramientas logres edificar una hermosa residencia ¿no será loable la tarea que habrás hecho? No será digno de reconocimiento el que hayas edificado una vida de construcción de Shalom con 7 Mandamientos.

Los consultores en calidad le llaman a esto “PRODUCTIVIDAD” que es hacer mucho con poco, y solo las mejores empresas trabajan con estos estándares.

Entonces aquel que acepta el yugo divino mediante su legado espiritual es digno de reconocimiento y respeto, pues acepta su identidad y la asume con orgullo, esto es muestra de valentía y fidelidad, y merece escalar a las más elevadas alturas espirituales.

Así  lo dice también el camino del gentil Justo.

12. Cuando un Hijo de Noaj se embarca en el estudio de las Siete Leyes Universales, es capaz de alcanzar un nivel espiritual superior al del Sumo Sacerdote de los Judíos, quien es el único que tiene la santidad para entrar al Lugar Santísimo en el Templo de Jerusalén. [13]

No dice ahí que igual al nivel del Sumo Sacerdote “Dice Superior”.

Por ahí hay muchos que dicen que los Noajidas somos inferiores, claro que están totalmente equivocados si en verdad conocieran los niveles a los que podemos escalar con los 7 Mandamientos se podrían quedar con la boca abierta y dejarían de andar buscando “cosas espirituales” en otros lugares.

En esta semana que comienza saludo con respeto a todos mis hermanos Noajidas que han aceptado servir con fidelidad y respeto al Uno y Único Dios, y les animo a continuar así.

Nuestra tarea primordial es mejorar al Mundo mediante estas 7 poderosas Herramientas (7 Mandamientos).

El Mundo espera ser rectificado y nosotros a eso venimos a esta tierra, espero verlos seguido por aquí.

¡Saludos y hasta pronto!

Modelo para comunidad noájica

Muchos noájidas, con buenas intenciones, desean formar comunidades noájidas.
Es una idea excelente.
Pero.
Pero, por lo general se elaboran proyectos netamente marcados por formas y conceptos cristianos, religiosos, y no como reales comunidades de noájidas.
Se trata de centralizar grupos de «estudio bíblico», por supuesto que de «Torá». Encontrar lugares de reunión para orar o rezar, para alabar al Eterno, para sentirse «espirituales» de alguna manera «religiosa».
Todo esto es un modelo cristiano, poco centrado en la identidad espiritual real noájida.
Pues, de acuerdo a lo que Dios ha declarado y así ha quedado consignado dentro de la Tradición judía, la alimentación espiritual para el noájida, la espiritualidad noájica, se conforma con acciones de construcción de Shalom, de preservación y desarrollo de la vida, de apego al Eterno y al mundo por Él creado. Es llevar a la práctica el amor a Dios a través del amor verdadero del prójimo.
Tal es la esencia de los Siete Mandamientos.
Ninguno de ellos requiere estudios elaborados de «Torá», ni de centros de «espiritualidad», ni de comunidades religiosas.
Creer que a través de estas cosas se camina el camino noájico, es perder de vista lo que debe conservarse siempre en la mira.
Esto es, lo Siete Mandamientos.
Dios no es tonto, ni hombre para cambiar de parecer, ni olvidadizo para no recordar lo que quisiera decir.
Cuando Dios ordenó los Siete para las naciones, y solamente los Siete, no se olvidó de nada.
Él no ordenó Torá para los gentiles, ni su estudio. Ni sacrificios, ni rezos. Ni diezmos, ni sacerdocio. Ni ayunos, ni congregaciones sectarias. Ni alabanzas, ni templos. Ni líderes «espirituales», ni estimular facetas religosas.
Él demandó y demanda del gentil que cumpla con los Siete Mandamientos Universales.
Por supuesto que éstos se desarrollan en numerosos reglamentos, en variadas conductas positivas, que son las que determinan la construcción de Shalom.
Pero, ninguna de estas conductas derivadas son «religiosas», como esas aparentes espiritualidades cristianas o similares.
Por tanto, el gentil anhelante de lo bueno y mejor, necesariamente debe hacer caso a lo que el Eterno ha encomendado para el gentil:
1- No asesinar
2- No robar
3- No al sexo inmoral
4- No a la blasfemia
5- No a la idolatría
6- No a comer parte de animal con vida
7- Procurar cortes de justicia.
Preservar la vida, preservar las condiciones de vida; tal es el sustento de los mandamientos que Dios quiere que los gentiles cumplan.

Otra veces, las personas de buena voluntad, procuran seguir lo que se cree que es un modelo judaico, sinagogal, entonces se usan palabras hebreas, o que parecen hebreo; pero para finalidades similares a las propuestas anteriores: estudio de Torá, alabanza del Eterno, sentirse activos en la «religión» noájida (recordemos que ni noajismo ni judaísmo son religiones).
Sobre esto, sería bueno tener información certera y de primera mano, de lo que son las funciones de las comunidades judías a lo largo de la historia y a lo ancho del mundo.
Allí podemos descubrir que las comunidades judías no se dedican solamente o especialmente a lo «religoso», sino que sus actividades coinciden grandemente con la vida y la promoción de la misma.
Hay asistencia social, bolsa de trabajo, comedores para necesitados, dinero para pobres, ropa y medicamentos para carenciados, orientación psicológica, grupos de encuentro y recreación para todas las edades, cursos de diversas materias (no especialmente «religiosas»), ciclos culturales, teatro, danza, centro de rehabilitación o contención para personas con capacidades diferentes y sí, también actividades en torno a la sinagoga. Pero, la mayor dedicación y presupuesto, por lo general, está dedicado a la vida social, a la ayuda del individuo, al bienestar en los cinco planos de existencia y no meramente como adoctrinador religioso.

Así pues, queridas personas que tienen en mente formar sus comundiades noájicas, si desean seguir un modelo provechoso, sigan el de las verdaderas comunidades judías, y no de sectas particulares.
Pero especialmente que el modelo no trastoque la misión divina que deben cumplir: construir Shalom en el mundo, edificar un mundo paradisíaco aquí, en la Tierra.
Que sus comundiades noájicas lo sean sinceramente.
Que sean para ayudar a los jóvenes a encontrar trabajo, o un destino, o un lugar en donde reunirse para la diversión sana.
Que haya comida para el necesitado.
Palabras de aliento, no religión, para el perplejo.
Cursos de manualidades, música, danza (no la estupidez mesiánica, por favor), computación, auxiliar de enfermería, peluquería y mil etcéteras más que NADA tiene que ver con clases de biblia.
Que haya actividades de recreación para ancianos, para solteros adultos, para pequeños.
Que tengan una guardería para los hijos de padres que trabajan y no tiene con quien dejar a los niños.
Que se provea de útiles escolares a los que precisan, de contacto con profesionales, de alimento para el hambriento, etc.
Hay TANTO para hacer y que se debe hacer, no porque lo diga el Moré, sino porque es en verdad parte de la tarea asignada al noájida.

Dios no te preguntará cuánto has rezado, o cuántos versos de Tanaj estudiaste, ni qué tan profundo te has atrevido a recorrer las sendas que te son ajenas de Cabalá o Jasidismo.
Pero sí te preguntará si cumpliste con los Siete Mandamientos que Él te ha ordenado…
¿Dudas que sea así?
Pues, tienes derecho a dudar, pero el deber de ser razonable.
Te repito, Dios no te dio la Torá, por x motivo que no viene al caso ahora. Él le ha dado la Torá al pueblo judío.
Listo, nada más que discutir.
Él sí te ha dado los Siete Mandamientos, que son muchísimo, que son tu porción, que son tu tesoso, que te convierten en socio de Él, que te abren las puertas a un mundo de bien y a una eternidad de bendición.
¿Acaso crees que Dios se equivocó o se olvidó de decirte que estudies Torá y te dediques a decir «alelusha» todo el día?
Yo creo en Dios, por eso sé que Él no tiene errores y si te ha dado solamente los Siete Mandamientos, y nada más; y los tales ha reiterado en más de una ocasión para que iintroduzcas en tu vida y vivas, entonces, ¿cómo atreverte a siquiera dejar una hilacha de sospecha de que Él no sabe lo que te corresponde?

Como dice la ley espiritual, la verdadera y no la que te conviene, si tanto ama el gentil a Dios y el modo de vida de los judíos, si tanto quiere Torá y los mandamientos que Dios ha dado a los judíos… entonces, que se convierta s judío y viva tal como dice que quiere hacer.
No con identidades superpuestas, no con excusas, no con afanes que no son los que Dios ha decretado, sino los hombres ingeniado.

Ahora, está en tus manos vivir como noájida, en sintonía con la identidad que Dios te ha dado, en armonía con el camino que Él te ha trazado, siendo socio de Él en la construcción de un mundo de perfección; o puedes hacer lo que te parece, lo que tus mentores «espirituales» te dicen que debes hacer, pero que rechina mucho cuando se contrasta con lo que Dios dice que debes hacer.

Todo el mundo espera tu acción.
De ti depende que haya más Luz o que se siga sembrando el caos, la confusión, las mediaverdades.

Tienes mil cosas para hacer, todas ellas espirituales en verdad, porque sirven para desarrollar tu potencial, el que Dios te ha dado, porque son estrictas en el cumplimiento de los Siete Mandamientos.

Colabora con Dios, forma tu comunidad noájica.
Toma el modelo de las comundiades judías, te repito, no de las sectas, sino de las comunidades verdaderas.
Con el modelo judaico pero dentro del marco noájico, con la finalidad noájica, con el modo de ser noájico.
Quisiera ver filiales de FULVIDA por toda América, y más allá, en donde todos los días se alimente, eduque, consuele, abrace, abrigue, oriente, trabaje… ah, sí y también un ratito dedicado a la meditación, al rezo y al estudio de las partes aptas para el noájida de Torá.

Cariños y bendición.

El enemigo que quiere parecer interno

Atentos a este relato por favor:

«Cuando los enemigos de Yehudá [Judá] y de Benjamín [1] oyeron que los que habían venido de la cautividad edificaban un templo al Eterno Elokim de Israel, se acercaron a Zorobabel y a los jefes de las casas paternas, y les dijeron:

-Permitidnos edificar con vosotros; porque como vosotros, buscamos a vuestro Elokim, y a Él hemos ofrecido sacrificios desde los días de Esarjadón, rey de Asiria, que nos trajo aquí.

Pero Zorobabel, Jesúa y los demás jefes de las casas paternas de Israel les dijeron: -No edificaremos con vosotros una casa a nuestro Elokim, sino que nosotros solos la edificaremos al Eterno Elokim de Israel, como nos lo mandó el rey Ciro, rey de Persia.

Entonces el pueblo de la tierra desmoralizaba al pueblo de Yehudá [Judá] y lo amedrentaba, para que no edificara.»
(Ezrá / Esdrás 4:1-4)

Veamos un hecho muy actual a través de esta milenaria narración verídica.

En tierra judía vivían unos extranjeros, ajenos por completo a Dios y Sus cosas (2 Melajim / II Reyes 17:24).
Sin embargo, por cuestiones acomodaticias pretendían rendir honores al Eterno (2 Melajim / II Reyes 17:28), aunque en realidad hacían unos rituales estrafalarios, una mescolanza imperfecta entre algo parecido a Torá y religiones por completo apartadas del Eterno (2 Melajim / II Reyes 17:33).
No por convicción, amor, dedicación, devoción, fidelidad, sumisión, sino como un modo de conseguir alguna ventaja, salvación, o algo similar (2 Melajim / II Reyes 17:25).
Así vivían ellos, en completo error, pero disfrazando su impiedad en ropajes de apariencia de santidad, tal cual hacen los mesiánicos (fanáticos cristianos pero que se hacen pasar por judíos) de nuestros días (2 Melajim / II Reyes 17:34).
Y de esa manera educaban en perdición con disfraz de salvación a sus hijos y discípulos y a todo ingenuo que caía en sus garras sanguinarias con apariencia de bondad (2 Melajim / II Reyes 17:41).

Con esa misma apariencia de rectitud se acercaron a los valientes judíos que estaban retornando del cautiverio en Babilonia y que con gran dedicación comenzaron a edificar trabajosamente el Templo para el Eterno en Jerusalén.
Con mentiras y media verdades (que son peores y más letales que las mentiras) anunciaron que querían participar de las cuestiones propias de los judíos.
Daban buenas excusas, manejaban muy bien las palabras como para hacer creer ciertas cosas y confundir y generar dudas y hacer de esa manera que los poco preparados admitieran sus afiebradas teorías.
Ellos decían adorar a Dios y por eso pedían participar de las cosas propias de los judíos.
Ellos decían ser fieles a Dios, aunque cuando uno se ponía a indagar con capacidad y paciencia, más pronto o más tarde descubría cosas grotescas: el odio intenso hacia los judíos, el odio profundo hacia lo judaico, el desprecio hacia el Eterno, la adhesión pasmosa a dioses ajenos, entre otras cosas aberrantes.
Asumían cierta familiaridad con los judíos, que realmente no poseían.
Declaraban que ciertos individuos de la historia los habían naturalizado como judíos, aunque ciertamente nada tenían de judíos, ni podían tenerlo.
Y recuerda amigo lector que te estoy hablando de los samaritanos de hace 2500 años atrás, aunque en todo parezca calco de lo que hacen los mesiánicos (netzaritas, ebionitas, amitas, entre otros desquiciados) de la actualidad.
Además de aquellos otros gentiles que desprecian su identidad espiritual noájica y pretenden tener derechos sobre las cosas que Dios ha declarado patrimonio y herencia perpetuos de Israel.
Esos, que se dicen amigos, que quieren participar en las cosas concernientes a los judíos sin querer entender que no les corresponde, terminan por descubrir su hilacha profunda, oscura, antijudaica, oponente a Dios.
De tanto querer lo que les es ajeno, de tanto envidiar la identidad ajena, terminan por odiar a aquellos que envidian, sin darse cuenta de que están odiando intensamente su propio ser.
Es complicado, pero lamentablemente cotidiano.
A diferencia de los gentiles concientes de su patrimonio como noájidas, que se contentan con su bella porción otorgada por el Eterno. Que son verdaderos socios en la construcción de Shalom. Que no se afanan buscando la propiedad de otro, ni quieren tomar parte en lo que no les corresponde.
Son amigos sinceros, pues entienden que cada uno tiene un rol determinado por Dios y que así debe ser.
No pisotean la propiedad del otro, con la excusa de que quieren tener parte en ella.
No desprecian su identidad, pues la conocen y la encuentran estupenda, como todo lo que es obra del Padre Celestial.
Estos noájidas, los conscientes de que tienen su propia identidad y su propio patrimonio, son los amigos de los judíos, los que se comportan como hijos ante el Padre.
Esos otros gentiles, los que pretenden tomar para sí lo que no han sido llamados a poseer, son personas confundidas, extraviadas, ignorantes, quizás con buenas intenciones, pero cuando se aferran a sus deseos dejan la bondad y la justicia y se embarcan en la senda de los enemigos de Dios.
A tenerlo presente.

Los líderes, los sabios, los entendidos, los capacitados, los poseedores de autoridad denegaron a los extraños el participar de las cosas del Eterno. Ellos no podían admitir que los enemigos tomaran parte de las cosas concernientes a los judíos.
Sabían que cuando algo puro se mezcla con los que se disfrazan de pureza, termina por contaminarse todo el contenido.
Si los enemigos de Dios, disfrazados de constructores, se hubieran sumado a las fuerzas de verdaderos constructores, bien pronto hubiera comenzado una crisis profunda. Se hubiera desangrado el caudal sagrado de los leales. Se hubiera introducido la corrupción idolátrica y perversa entre los cimientos de la Luz.
Por lo cual, tuvieron que dejar bien en claro quien formaba parte de los edificadores del Templo y quien no.
Porque hay ley, porque debe imperar el orden.

Entonces, los enemigos mostraron su verdadero rostro.
Dejaron tiradas a un costado sus caretas de amistad y por fin enseñaron los afilados dientes dispuestos a asesinar a los leales a Dios.
Ya no se hacían pasar por ovejas deseosas de trabajar en la obra del Eterno, sino que dedicaban todos sus esfuerzos misioneros para obstaculizar, retrasar, entorpecer, destruir, maldecir.
Usaban su poder material, ejercían presión, hacían actos de terror, manipulaban a las masas, difamaban, enseñaban mentiras atroces acerca de los leales.
Ya dejaron de jugar a los «buenos» y «amigables» para ser quienes eran todo el tiempo debajo de sus disfraces de bondad.
Ahora el desprecio estaba a flor de piel, se sentía a cada instante.
El odio no era imaginario, sino una realidad intensa.
Esos mismos que hasta ayer lloraban quejosamente: «¿Por qué no nos dejas aprender hebreo contigo? ¿Cómo quieras que sepamos cosas de noajismo si no nos muestras cosas de judaísmo?» Esos mismos que se hacían pasar por amables ovejitas perdidas en busca de sentido, ahora demostraron su verdadera naturaleza porfiada, extranjera al Bien.
Usaron sus caretas para disfrazarse, sus excusas para conseguir sembrar la duda, promover la discordia, generar la controversia, malquistar a los socios en la construcción.

La historia, tristemente, se repite.
Hay un enemigo que quiere parecer que es interno, que es uno más de los anhelantes de ser leales al Eterno, de ser constructor de Shalom.
Se visten con las ropas apropiadas para la ocasión, para tapar sus verdaderas intenciones.
Reclaman cosas que no les pertenecen, dan vueltas para justificar sus deseos prohibidos, se venden como buenas víctimas de malos victimarios; pero en el fondo, solamente tienen rechazo hacia ellos mismos, hacia los judíos, hacia los noájidas leales, hacia Dios.

Tengamos en cuenta esta enseñanza, pero no para salir a perseguir a los que dudan, a los que critican sanamente, a los que preguntan para aprender.
No tenemos necesidad de ser inquisidores, pues ese rol es para los enfermos, los de alma mortal, los colegas de la idolatría.
Pero sí tenemos la obligación de ser despiertos vigías en la atalaya, para que los que se vienen con ofrendas de supuesta paz no entren dentro de las murallas de la ciudad de la Luz y la infecten con sus mensajes desmoralizadores, con sus dudas perversas, con sus media verdades ofensivas, con sus retóricas aburridas pero atrapantes.

Estemos atentos, no para iniciar una caza de brujas, sino para seguir siendo constructores de Shalom y no meramente gente perdida y sin rumbo en la vida.

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Sabiduria noájida – 16

La Fundación Luz para la Vida tiene entre sus propósitos ayudar a que cada persona desarrolle al máximo sus potencialidades. Está en manos de cada quien aceptar o rechazar tal apoyo. Si se acepta, entonces es bueno saber que el siguiente paso es comenzar a re-construir aquello que está dañado, bien sea por responsabilidad ajena o propia.

Si logramos curarnos del daño que nos causamos yendo es pos de lo dañino, lo ajeno, lo malo, etc, entonces seamos sensibles a la inmensa responsabilidad de la que no estamos libres: construir lo que precisa el mundo para mejorar.

Rápido es el destruir, lento el edificar. No se cura una herida con la prontitud que puede hacerse.