Un valor imprescindible, la Lealtad

Leal viene de la palabra latina legalis, o sea, “lo que es conforme a la ley”. La persona leal es la persona “de ley”, un ser que asume el deber de cumplir lo prometido y mantener las “reglas de juego” que libremente ha querido asumir. Lealtad es fidelidad al compromiso de defender lo que creemos y quienes creemos, en los buenos y en los malos momentos.

Para ilustrarnos con respecto a la lealtad leamos esta historia:

Una zorra estaba siendo perseguida por unos cazadores cuando llegó al sitio de un leñador y le suplicó que la escondiera. El hombre le aconsejó que se metiera a su cabaña. Casi de inmediato llegaron los cazadores, y le preguntaron al leñador si había visto a la zorra. El hombre, con la voz les dijo que no, pero con su mano disimuladamente señalaba la cabaña donde se había escondido.

Los cazadores no comprendieron las señas de la mano y se confiaron únicamente en lo dicho con la palabra. La zorra al verlos marcharse, salió sin decir nada. El leñador reprochó a la zorra por que no le daba las gracias a pesar de haberla salvado, a lo que la zorra respondió: Te hubiera dado las gracias si tus manos y tu boca hubieran dicho lo mismo.

Eres desleal conmigo y con tu prójimo cuando niegas con tus actos, lo que pregonas con tus palabras.

“La lealtad es el camino más corto entre dos corazones”

José Ortega y Gasset.

Un comentario sobre “Un valor imprescindible, la Lealtad”

  1. Cuando te sientes a comer con algún señor,
    Considera bien lo que está delante de ti,
    Y pon cuchillo a tu garganta,
    Si tienes gran apetito.
    No codicies sus manjares delicados,
    Porque es pan engañoso.
    No te afanes por hacerte rico;
    Sé prudente, y desiste.
    ¿Has de poner tus ojos en las riquezas, siendo ningunas?
    Porque se harán alas
    Como alas de águila, y volarán al cielo.
    No comas pan con el avaro,
    Ni codicies sus manjares;
    Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él.
    Come y bebe, te dirá;
    Mas su corazón no está contigo.
    Vomitarás la parte que comiste,
    Y perderás tus suaves palabras.

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