Jueves, 28 de enero de 2010
Este origen de día sin rumbo
que sujeto al viento de la vida
esparce sobre mi luz de aurora
nunca es pérdida, sino ganancia.
Esta sucesión de atardeceres
sin colores ni eco ni perfume
que fija mi sustancia imperfecta
nunca es pérdida, sino ganancia.
Este tiempo cargado de pausa
que no deja madurar mi amor,
crepúsculo de atmósfera oscura
como un interminable camino
entre sombras que crecen y tiemblan,
nunca es pérdida, sino ganancia.
Un comentario sobre “Un relato de Antonio Guerrero. Desde Oklahoma. Parte III”
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nunca es pérdida, sino ganancia…