Es asombroso ver como cambia todo nuestro mundo interior y la forma en la que vemos y concebimos lo que nos rodea, cuando lo alumbramos a la luz de las 7 Leyes.
De repente todo se conforma en un nuevo escenario donde multitud de cosas que antes dábamos por sentado adquieren ahora diferentes sentidos.
En tu vida cotidiana ves que estas rodeado de figuras, tradiciones y fechas idolátricas que para la mayoría terminan convirtiéndose en muletas sin las cuales se sienten inseguros o culpables.
En muchos casos proyectan sobre estos objetos, fechas o imágenes el resultado de sus acciones o de la de otros para aquietar sus conciencias; eso trae mala suerte, irá al infierno, estoy de promesa, etc.
Observamos como la sociedad vive instaurada en una belicosa confrontación de colosal magnitud entre el bien y el mal, ambos personificados en diversas figuras e imágenes pero en cualquier caso, como si el resultado no dependiera de nuestras acciones. Como si lo que hace cada individuo fuera intrascendente.
Como si la base de los males que nos rodean no radicaran en nosotros mismos tanto por acción como por inacción, dejándonos sumidos en una, quizás buscada sensación de impotencia, en un intento de que no nos demos cuenta de que tenemos un enorme potencial para cambiar e influir en lo que está bien y lo que está mal.
Cambia la forma de entender la historia y el arte, ambos tan influenciados por misticismos diversos.
Cambia, no podía ser de otra manera, la forma de entender el cine, siempre proclive a asimilar y promover la moral imperante que por firme que nos parezca, no dejará a la postre de tornarse en algo efímero y fugaz, en breves modas pasajeras.
Nos alumbran en la mayoría de los problemas cotidianos, en el trabajo, en nuestra relación con los demás.
Aprendemos que no hay que robar, que hay que respetar lo ajeno. No porque nos vayan a pillar, sino porque es lo que Él nos ordenó.
Nos embarga la seguridad de que sin artificios, cumplimos con lo ordenado por el Creador.
Así como la luz blanca de descompone en los 7 colores del arco iris al atravesar un prisma, toda nuestra realidad adquiere nuevos matices y tonalidades al observarla a través de las 7 Leyes.
Os invito en estas líneas a que a continuación describáis algún aspecto especial en el que ha cambiado vuestra forma de ver, entender o hacer, tras comprometeros con el cumplimiento de las Leyes para las Naciones.
Los 1500 caracteres disponibles se quedan cortos para describir cómo ha cambiado mi existencia desde que soy noájida consciente de mi identidad. Cada artículo que escribo cuenta un poco toda el proceso evolutivo por el que he pasado, al igual que mis compañeros que se esfuerzan por permanecer fieles a su identidad.
Quizás la palabra que mejor lo describiria es COMPROMISO. Primeramente con el Creador por poner su confianza en mi, y seguidamente con el lugar que me ha tocado ocupar en la Creación. Ademas, este compromiso procuro hacerlo tangible asumiendo lo que me corresponde, haciéndome responsable por lo que me toca como gentil consciente de su identidad espiritual.
Es una pena que muchos sólo se hayan sentido emocionados por haber descubierto su identidad y que hayan abandonado FULVIDA cuando se dieron cuenta que se requiere carácter para vivir noajismo sin aditivos, noajismo puro.
Gracias Juan.
el ego es tan poderoso, en apariencia, q con un dedito tapa al sol…
gracias jona!
gracias juan!
Desde el punto de vista espiritual tomar conciencia de la identidad Noajida es como pasar a ser adulto espiritualmente hablando
y si, el noajismo es la madurez espiritual para el gentil.
pero muchos prefieren seguir siendo niños o adolescentes…
Se marca la diferencia no renunciando a este mundo , como lo enseñan las religiones!
Mas si llevando una vida ejemplar desde casa!