Erimar nos consulta:

Buen día, le damos una calurosa bienvenida y agradecemos que participe activamente en la construcción de Shalom.

Ante todo la felicito por saber qué es heredad y propiedad de los gentiles y qué no lo es. Es un gran paso, la felicito estimada señora.
Como perfectamente menciona las leyes de la Torá con respecto a la pureza en el hogar corresponden a los judíos y no a los gentiles. Son parte del sistema de 613 mandamientos que Dios ha decretado para la nación judía y no para los gentiles.
Ahora bien, como hemos enseñado en más de una oportunidad existen mandamientos para los judíos que pueden ser adoptados como normas de vida por los gentiles, NO como mandamientos dados por Dios para los noájidas, pero sí como normas positivas de vida, adquiridas a partir de observar lo que Dios dispuso para los judíos. Los beneficios de tal adopción no son directamente espirituales, pues no son mandamientos que Dios ordenó a los gentiles, pero sin dudas pueden tener beneficios directos en otros planos de la existencia: emocional, mental, social y/o físico. Aclaro, que no tenga beneficios directos espirituales no implica que tampoco los tenga.
Por tanto, los gentiles pueden adoptar como normas de vida MUCHOS de los mandamientos que Dios ha dado para los judíos, pero NO TODOS.
Hemos mencionado en otras oportunidades al respecto, al paso le digo: no estudiar Torá, no tefilín, no talit, no mezuzá, no Shabat, no festividades judías…
Ahora repito, pueden adoptar lo posible como normas de vida, NO deben, ni están obligados, ni se les puede demandar que lo hagan, ni Dios los juzga por no hacerlo, etc.
¿Queda claro este aspecto?

El asunto de no permitirse el contacto físico entre los cónyuges judíos durante el lapso de la menstruación (y siete días posteriores, de acuerdo a mandato rabínico), se basa en el mandamiento para el pueblo judío que dice:

"No te acercarás a una mujer durante su impureza menstrual, para descubrir su desnudez."
(Vaikrá / Levítico 18:19)

La Torá le da al pueblo judío un motivo para esta conducta, junto con otras conductas redactadas en la misma sección:

"Habla a los Hijos de Israel y diles que Yo soy el Eterno, vuestro Elokim.
No haréis como hacen en la tierra de Egipto, en la cual habéis habitado. Tampoco haréis como hacen en la tierra de Canaán a la cual os llevo. No seguiréis sus costumbres."
(Vaikrá / Levítico 18:2-3)

El motivo expresado explícitamente: no seguir las costumbres aborrecibles de los egipcios y de los canaaneos.
El pueblo judío debía (y debe) seguir las leyes decretadas por Dios y las normas establecidas por los organismos judíos legislativos encomendados a tal fin (Consejo de Sabio, luego la Gran Asamblea, luego el Senado). El pueblo judío debía tener una conducta acorde a la elección que realizó Dios del mismo y que se mantiene tan vigente y perfecta como el primer día.
Por tanto, el pueblo judío debía (y debe) seguir un estilo de vida particular, lleno de normas, con una enorme cantidad de reglas.
Estos mandamientos, normas, leyes, reglas, por tanto, son propias y apropiadas para el pueblo judío, para nutrir su identidad espiritual, para llevarles a que puedan cumplir la misión que Dios le ha dispuesto.
No es la misma misión que tienen las otras naciones.
La misión de las naciones se fundamenta en los Siete Mandamientos Universales, de los cuales se derivan normas y reglas. Los derivados son obligatorios en tanto las sociedades civiles así las admitan y las codifiquen como leyes, de acuerdo al mandamiento noájico de establecer cortes de justicia.

Explicado todo esto, creo que es evidente que el mandamiento de abstenerse de contacto físico entre los cónyuges durante el período menstrual no tiene mucho sentido para los noájidas, al menos no desde la perspectiva del mandamiento dado a los judíos. Tampoco cumple una función espiritual específica para la esencia espiritual noájica.
Entonces, ¿por qué habría de seguirse esta regla entre los gentiles?

Lo que sí se puede elaborar es una motivación fisiológica o quizás también emocional. El rechazo instintivo a tener contacto con sangre, el respeto al estado “sensible” de la mujer durante su menstruación, el tabú ancestral que sigue considerando a la menstruación como “enfermedad”, etc.

En conclusión, apreciada señora, si la pareja de gentiles decide abstenerse de contacto físico, o más precisamente de relación sexual, durante el período menstrual, y NO lo hacen por creerse más “espirituales” por ello, no tiene nada de contraproducente, y de hecho podría resultar beneficioso en varios aspectos.
Pero, reitero, no debe ser tomado ni asumido como un mandamiento de Dios para los gentiles, ni como un acto espiritual en sí mismo, ni como un paso hacia el crecimiento espiritual, sino como un compromiso de la pareja por respetar la sensibilidad de uno y otro, de procurar un tiempo de amor sin contacto físico, o lo que encuentren como motivo válido para tal conducta.

Que el camino de la familia sea de respeto, amor, fidelidad, compromiso, comunicación, verdadera espiritualidad noájica, para que la bendición sea plena para los miembros de la familia, es fundamento esencial para una vida mejor de los individuos y del conjunto.

Que sepamos construir Shalom.

Moré Yehuda Ribco

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