Ya se ha indicado la hipótesis acerca de la compilación mayoritaria del Libro de Daniyyel/Daniel a partir de mediados del siglo II a EC y que habría seguido completándose durante los años siguientes.
Quede claro que la hipótesis cronológica sólo significa que la autoría del Libro de Daniyyel/Daniel no se debería a Danniyel/Daniel, sino que se ejecutaría a partir de otros materiales -especialmente en relación a la primera parte del Libro, la que trata el tema de Daniyyel/Daniel, sus compañeros y el exilio- a los que se añadiría -especialmente para la segunda parte- los elementos propios del panorama político de la época Macabea en aquellas regiones y sus antecedentes -los medos, los persas aquemenidas, la expedición de Alejandro, la creación de su Imperio, la fragmentación del mismo tras su muerte prematura y el reparto de su reino entre sus generales-.
Eso no excluye que no existiese la figura de Daniyyel/Daniel y que éste, en efecto, hubiese partido con otros nobles para el exilio babilónico y allí hubiese protagonizado diversas peripecias, precisamente alrededor de esa figura se encontrarían los materiales y fuentes que permiten elaborar la parte “personal” de la historia de Daniyyel/Daniel en Babilonia. Y esa figura es la que facilita a los autores del “Libro de Danniyel/Daniel” orquestar alrededor de la misma la segunda parte de la obra, y su contenido “profético” de gran y específico calado político -el que ya se ha explicado-.
Vamos a resaltar alguno de los apoyos de la cronología que data para época macabea la autoría fundamental del “Libro de Danniyel/Daniel”.
El canon del Tanaj
Resulta significativo que en el canon hebreo del Tanaj el Libro de Danniyel/Daniel no está incluido entre los libros proféticos sino entre los libros literarios sapienciales o hagiógrafos. Es decir, un texto atribuido “teóricamente” a uno de los que debían ser “profetas mayores” se coloca fuera…de los escritos de los profetas ¿por la propia figura de Daniyyel/Daniel? No, por las dudas -o certezas- acerca de la autoría real del libro que lleva su nombre.
Tanto es así que a la hora de elaborar el canon hebreo el Libro de Daniyyel/Daniel estuvo a punto de sufrir la suerte de los libros de los Macabeos, es decir: no ser incluido en el canon debido a la incerteza de su autoría y -a partir de ahí- sobre la “incerteza” de su “inspiración divina”, eso ya para los mismos religiosos hebreos que elaboraron el canon -y que continuaron discutiendo sobre la inclusión o exclusión de ciertos libros en el mismo hasta el siglo II EC, pese a que el canon hebreo se fijó en Yavne hacia 90 EC-. Fue la popularidad del Libro de Daniyyel/Daniel entre los ambientes nacionalistas judíos (ya desde las primeras versiones de su aparición, véase1 Mac. 2:59 y siguientes) lo que inclinó la balanza.
Además, y en cuanto al contenido formal del libro, la compilación compleja y diversa del texto se observa no sólo en la disparidad de su estructura argumental -una primera parte dónde se explica la historia de Daniyyel/Daniel en Babilonia, y una segunda parte con constantes referencias al oriente helenístico- sino en que el texto incluye modismos y giros griegos y persas, lo cual vuelve a confirmar una redacción del texto en la época en la que éstos eran protagonistas de la política en el Fértil Creciente y la meseta irania.
Flavio Josefo
Una fuente externa invocada por los autores partidarios de una autoría del propio Daniyyel/Daniel del libro que lleva su nombre es… también Flavio Josefo -justo el mismo autor que nos facilita las claves del asunto de Alejandro Janeo-.
Así se invoca un pasaje de las “Antigüedades” -Libro XI, capítulo 8, versículo 5- dónde se cuenta que el Sumo Sacerdote Jadua salió al paso de Alejandro cuando éste se acercaba a Jerusalén para mostrarle las profecías de Daniyyel/Daniel y ganarse, de esa manera, el favor del monarca macedonio (1):
“Y cuando el libro de Daniel se le mostró en donde Daniel declaró que uno de los griegos debe destruir el imperio de los persas, y que se supone que era la persona destinada. Entonces se puso alegre, y despidió a la multitud por el momento, al día siguiente los llamó, y les preguntó que favores querían de él, ante lo cual el sumo sacerdote expresó su deseo de poder disfrutar de las leyes de sus antepasados , y no pagar ningún tributo en el séptimo año. Se concedió todo lo que deseaba.” (Flavio Josefo “Las antigüedades de los judíos”, Libro XI, capítulo 8, versículo 5)
Ahora bien, Josefo es un judío del siglo I EC -luego, por ejemplo, posterior a Jesús ben Sirac, quedémonos con este dato- que profesa el judaísmo, luego, recoge la tradición judía y, cómo es lógico, es fiel a ella, así que no es nada extraño que recurra a la misma en su polémica -entre otros contra Apión, al que dedica expresamente una pequeña obra- para reivindicar los orígenes y la “santidad” de los judíos -utilizando también el recurso al Libro de Daniyyel/Daniel y a la tradición que recoge el episodio de Jadua-. En sus “Antigüedades” se sirve de numerosas fuentes, al tiempo que da datos…da fe de sus creencias.
Quede claro que Josefo no cita para nada cosa alguna respecto a que el Libro de Daniyyel/Daniel profetizase a Jesús. Y que lo que se pone en boca de Josefo más adelante en “Las antigüedades de los judíos” -Libro XVIII-, capítulo 3- y que supuestamente se refiere a Jesús -el llamado Testimonium Flavianum- es una interpolación sobradamente conocida y reconocida como…falsa.
Sin embargo…J osefo, como se ha dicho, vivió en el siglo I EC, es evidente que el Libro de Daniyyel/Daniel ya estaba escrito en su compilación final en esa época -sin entrar ahora en la cuestión de si los capítulos 13 y 14 son apócrifos o no, vaya, si deben o no formar parte del Libro de Daniyyel/Daniel-, pero… no lo estaba en la época de ben Sirac -justo ligeramente anterior al conflicto de los Macabeos-. Y eso nos lleva a Jesús ben Sirac (Jesús hijo de Sirac) y…al Eclesiástico -obra que se le atribuye-.
El Eclesiástico
El Eclesiástico no forma parte del canon tanájico pero sí lo hace de algunos canones biblícos -como los libros de los Macabeos, al igual que éstos es recogido por el canon católico-. Su datación es de cerca del 180 a EC, y su autoría se le concede a Jesús ben Sirac quién lo escribiría en Palestina, la época de la aparición del texto es justo la anterior a la del conflicto macabeo. Posteriormente, hacia el 130 a EC, fue traducido al griego por un nieto de Jesús ben Sirac.
Bien, en el Eclesiástico, en un momento dado, se realiza un himno de alabanza a los padres, dónde se cita a los profetas y sus obras por orden de importancia (véase Eclo capítulos 44 a 49), entre ellos no hay ninguna referencia al Libro de Daniyyel/Daniel.
Es decir, a inicios del siglo II a EC Jesús ben Sirac resulta que no conoce tan relevante obra, ni siquiera menciona a Daniyyel/Daniel ¿debido a qué? Pues a que…la redacción del Libro de Daniyyel/Daniel es posterior a Jesús ben Sirac y su Eclesiástico.
Sin embargo, la contemporaneidad del Libro de Daniyyel/Daniel con los macabeos viene a ser confirmada por.. los propios libros de los macabeos (véase al respecto 1 Mac 2:59 y siguientes).
Luego, por la propia cronología interna que se desprende de los textos, cabe concluir también por esa vía que el Libro de Daniyyel/Daniel -al menos, tal y como lo tenemos nosotros y como lo debía tener Josefo- no existía en época de la composición del Eclesiástico -hacia 180 a EC-, siendo posterior a esta fecha, y sí existía cuando se redactan los libros de los macabeos -ya hay referencias en 1 Macabeos-. Eso vuelve a mostrar que tal libro -repetimos: al menos en cuanto a la redacción que nos ha llegado- no se confeccionó en el siglo VI a EC, sino a partir de mediados del siglo II a EC, es decir, en medio del conflicto entre los judíos tradicionalistas y el reino seleucida.
Notas
(1) Además de Josefo alguien podría mencionar tal vez la obra de Quinto Curcio Rufo “Historia de Alejandro Magno” y su libro II, bien, tal libro no existe… fuera de la imaginación de quién ha deseado reconstruirlo -por los motivos que sean, como se hace en la antigua edición en español del siglo XVIII, de Mateo Ibañez de Segovia, quién en su mismo prólogo habla de “aliños” añadidos para perfeccionarla-. La obra de Rufo contenía diez libros de los cuales dos se han perdido -precisamente los dos primeros- y quedan los ocho restantes aunque incompletos. En concreto véase las ediciones de Rufo de Editorial Gredos -tapa dura- o Sarpe -rústica-. Algún episodio equivalente a lo citado por Josefo en el capítulo 8 del libro XI de las “Antigüedades” no sale por ninguna parte en la obra de Quinto Curcio Rufo. Por lo demás Flavio Arriano en su “Anábasis de Alejandro Magno” no hace mención del asunto de Alejandro Magno y su supuesta entrevista con la delegación judía. Respecto a la Novela y “novelización” de la vida y acciones de Alejandro véase el estudio crítico de Francisco Marcos Marín en la introducción a su edición del “Libro de Alexandre”.
Jorge Romero Gil
Bibliografía
I y II Macabeos, Biblia de Jerusalén, edición de 1975
Alberto Vaccari, S.J, “La settanta settimane di Daniele” (en colaboración con G. Rinaldi), 292-298.
Arriano, Flavio, “Anábasis de Alejandro Magno”, Editorial Gredos, Madrid, 2001
Delcor, M. y Koening, J, “Le Livre de Daniel”, en “Revue de l’histoire des religions”, tomo 183 n°2, 1973. pp. 196-198.
Delcor, M.,“Le livre de Daniel” (tesis doctoral), Ed. J.Gabalba et cie, París, 1971
Eclesiástico, Biblia de Jerusalén, edición de 1975
Josefo, Flavio: “Las antigüedades de los judíos”, Editorial Akal, Madrid, 1997
Libro de Daniel, Biblia de Jerusalén, edición de 1975
Rufo, Quinto Curcio, “Historia de Alejandro Magno”, Editorial Sarpe, 1985
Rufo, Quinto Curcio, “De la vida y acciones de Alexandro el Grande”, versión de Mateo Ibañez de Segovia, edición de 1794 (facsímil del original en la Universidad de Sevilla)
Tanaj, versión derivada de” Westminister Leningrad Codex”del “the Westminister Hebrew Institute”