En este texto, pretendo reseñar un aspecto que generalmente se suele pasar por alto y que paradójicamente es de la mayor importancia. Es algo que queda bien expuesto en el Pueblo judío y de lo que todos deberíamos tomar nota en nuestros planos personales.
Cuando construimos, cuando mejoramos el mundo, cuando actuamos, ¿dónde lo hacemos?
Supongo que la mayoría habrá pensado inmediatamente que en el mundo, o en nuestro país o en casa. Quizás en el barrio o en la ciudad o en el lugar de trabajo. .
Ciertamente si lo habéis considerado de esa manera, estaréis en lo correcto. Lo acabáis de ubicar en el espacio.
Pero ¿cuántos pensasteis que cuando realizamos las acciones descritas, cuando nos conducimos e intervenimos, cuando edificamos con nuestras obras, nuestros gestos, nuestro altruismo o egoísmo…, en realidad estamos cimentando en el tiempo? Y cuidado, también cuando vegetamos y holgazanamente dejamos escapar el instante que nos ha sido dado.
Para la mayoría es fácil situar nuestros quehaceres diarios y nuestras rutinas en el espacio. Voy a trabajar, termino y vuelvo al hogar, luego quedaré con los amigos en la cafetería habitual. Pasearé por la orilla del mar con mi pareja y cenaremos en aquel romántico restaurante que tanto nos gusta…es fácil situar nuestros quehaceres en un espacio.
Veamos ahora como lo hacemos en el tiempo. Suena el despertador, me acabo de levantar y mágicamente el lienzo sobre el cual puedo comenzar a dibujar mis obras y acciones ya ha sido desplegado y seguirá ahí disponible hasta que el sueño me venza (en realidad seguirá ahí aunque duerma). Me levanto, cepillo los dientes, enjuago la cara, desayuno, café y…ya soy persona. Que hago hoy para construir, ¿cuántas acciones puedo comenzar a esbozar? ¿Cómo sigo en este día edificando?
Primero comienzo por lo más importante (que no es lo mismo que urgente). Esas tareas que conviene realizar de forma ineludible. Después esas que son necesarias (estudiar, entrenar, etc.) y continuamos por las más altruistas (o egoístas, según decidamos hacer), las que voluntariamente y con más creatividad nos ayudan en nuestra tarea de mejorar el mundo y también de disfrutar.
No es que las otras faenas sean menos importantes, pero sí quizás más rutinarias.
¿Cuánto podemos hacer hoy por mejorar el mundo y disfrutar por el camino? ¿Qué actos vamos a realizar? Hay tantos, ¿por dónde empezaremos?
Escribía al principio que el Pueblo judío es un claro exponente de edificación en el tiempo y lo explico. Quizás más que ningún otro pueblo en la tierra tiene definido claramente el lugar que deben ocupar en el espacio y sin embargo, posiblemente es el único que ha tenido que ser patria, nación, reino y país desarrollándose únicamente en un marco temporal por miles de años y hasta hace muy poco.
Esa es la importancia de la tradición (según la de cada quien, pero siempre acorde a lo que correspondiente y permitido), de ser también un constructor en el tiempo. Al colocar los ladrillos en esta obra en el momento que nos ha sido dado contribuimos y somos parte de una obra atemporal y como en toda construcción que queremos que sea perdurable, es la importancia de que los cimientos y las bases sean las mejores.
Evidentemente es una apreciación personal pero espero que sirva para ver que nuestra vida, lo que hacemos y lo que somos, en definitiva, nuestra capacidad de actuar, se desarrolla en un modelo espacio-temporal.
Forja, crea, trabaja sobre tu tiempo y estarás modificando el espacio, pero recuerda, también importa el espacio.
Como decía Séneca ( Filósofo, político y escritor hispanorromano, 4 AEC- 65 DEC)
«No hay viento favorable para el barco que no sabe adónde va»
¿Sabes adónde vas?
muy bien texto!
y q tal ir hacia la construccion de shalom siempre!?
Gracias Juan…
Buen consejo. Gracias.
la construcción de shalom; que bueno es saber a donde dirigir la nave y poder aprovechar los vientos.
exactamente.
ahora, es necesario desaprender muchisimo para poder luego aprender a determinar la meta y reconocer los vientos q nos impulsan hacia ella.
tanto trabajo. tanto. vamos adelante!
y empezar a construir en casa y de hay hacia afuera, y no dejarle un mundo mejor a nuestros hijos por que eso seria imposible, si no dejarle hijos mejores a nuestro mundo, eso si es posible y empieza en casa. Buena reflexion juan.
que lindo comentario, muy atinado.
trabajar desde dentro y hacia fuera en la construccion de shalom.
es nuestra tarea, y es posible.
ahora, como ayudar a quien esta a nuestro lado pero sigue esclavizado por el EGO y por tanto en religiones y otros fanatismos?
bueno more con paciencia, con respeto, con humildad y amor, asi me a tocado con mi pareja desde hace mas de un año que poco a poco le he hablado de este hermoso despertar y del proposito que tiene DIOS para nuestras vidas y creame que me a ido muy bien, ya ella a dejado de creer en muchas cosas que le habian enseñado y sin obligarla a nada ni adoctrinarla ella misma a abierto los ojos y para mi satisfaccion esta muy entusiasmada, le encanta el tema y lo aplica dia a dia
q bueno! es una gran noticia! me alegro mucho q haya podido hacer eso tan importante.
y me gusta el metodo.
estaria bueno si escribiera un post explicando como hacerlo para q otros pudieran aprenderlo.
Uyy seria un reto pero quizas lo pueda intentar
gracias por su comentario y por lo certero de sus explicaciones, estoy seguro de que le saldrá un buen post.
gracias juan por el apoyo, ojala y mauricio lo realice pronto! seguro sera un excelente post del cual podremos aprender mucho.
no lo intente, ¡hagalo!
asi sera gracias