Cada problema es una situación de impotencia, real o sentida.
Puede ser pequeño o crecer, esto depende en buena medida de acuerdo a cómo lo interpretemos y actuemos en consecuencia.
La interpretación no es un acto mental exclusivamente, sino una construcción multidimensional, en la que intervienen cada uno de nuestros planos de existencia (físico, emocional, social, mental, espiritual).
Aprender a evaluar para perfeccionar la interpretación no depende solamente del grado de inteligencia, o de algunos trucos de control emocional, sino de un adecuado refinamiento de todo nuestro ser.
Tarea grande, pero necesario. Por algún lado debe empezar, alguna vez.
Si damos excusas (generalmente huecas y manipuladoras), como por ejemplo que “esperaremos hasta ser perfectos para perfeccionarnos”; ¿qué lograremos realmente?
Sí, el ejemplo suena muy tonto, pero lo he escuchado tantas veces…
Entonces, comenzar a tomar el poder que tenemos en potencia en cada uno de los planos.
Por poco que parezca al principio, aunque tengamos dudas, incluso si nos sentimos temerosos, igualmente ejercer el poder saludable allí en donde lo podamos desplegar.
En cada uno de los planos.
En alguno de ellos seremos más fuertes, adecuados, exitosos, no importa, en tanto aprendamos a usar con acierto nuestros potenciales para la construcción de shalom, no para otra cosa.
Piensa en dónde tienes facilidad, algún don, un recurso que no aprovechas al máximo.
Por ejemplo en destreza física, o en resistencia, o en fuerza muscular, entonces ve al club, entrénate, dedícate a ello.
Y en el plano emocional, por ejemplo tienes un don para atender al otro, para comunicarte, para ayudar a confortar, aprovéchalo.
O por ejemplo sabes negociar, tienes un toque maravilloso para concretar proyectos, sabes organizar grupos, todo lo que tocas se convierte en oro, hazlo.
Ejemplo, estás dotado para las ciencias, o tienes una aguda mente analítica, o te agrada enseñar, ¿por qué no lo haces?
Y en el plano espiritual, sabes cuál es tu misión en el mundo, la que te asignó el Eterno (que es cumplir los mandamientos que te corresponden), para conjugar lo material con lo celestial, para hacer que cada instante sea pleno de sentido trascendente, ¿lo estás haciendo y ayudando a que otros lo hagan?
Entonces, aprende y sé tú mismo.
Que tu Yo Esencial, ese lazo que te conecta eternamente con Dios y toda la creación, sea el que tome el control en tu vida. Entonces cada máscara del Yo Vivido será ubicado en alguna función provechosa para ti y para la sociedad. Ya no estarás en conflicto interno, por tanto tampoco te afectará o generarás conflictos externos.
En vez de estar afectado por la peste tan extendida desde el comienzo de la humanidad, aquella que dice: “quiero ser otro”, y vive en ajenidad, en alteridad, quizás en vez de eso, puedas encontrarte a ti mismo.
¿Suena curioso? ¿Algo alocado? ¿Demasiado místico? ¿Poesía romántica?
Pero es lo real, reflexiona y verás cuanto luchas a diario para ser otro y no aprecias quien eres en realidad. Eres tu Yo Esencial y está siendo tus Yoes Vividos, en conflicto. ¡Elimina el conflicto!
Desde chico buscaste la aprobación por medio de anularte, de actuar para otros, de seguir mandatos, de dejar contentos a tus mayores o al menos que no te lastimaran.
Es hora de encontrarte y no volver a perderte.
Solo cuando tu Yo Auténtico aprueba tu forma de vida, tus creencias, tus deseos, tus acciones, todo lo que haces, sientes, dices, solo en ese momento es cuando en verdad estás en plenitud de tu ser, en posesión de la llave para tu felicidad auténtica.
Pero, vives la vida de otro, de otros.
Te alejas de ti mismo.
Niegas tus potencialidades, te concentras en los problemas, te sientes incapaz, te sometes al EGO.
Si vieras que bonito se siente ese instante de iluminación cuando dejas de luchar para ser lo que no eres y te encuentras a ti mismo.
Recuerda que eres chispa divina, una ínfima porción de Divina Presencia.
Pero, no lo aprecias, no lo sabes, no lo recuerdas, te pierdes en problemas, en la fe, en repetición de lemas, en religión, en charadas. Te pierdes.
grandiosas palabras, agradezco poder leer estos bellos consejos al empezar mi jornada.
Me hace apreciar muchas cosas y sentirme bien, agradecido de que aún puedo seguir creciendo y aprendiendo valores tan maravillosos como estos. Además de poder en cualquier momento compartirlos con otros obvio q lo más importante es llevar al hacer!
Este es uno de esos textos sustanciosos que dan dirección y sentido a la vida. Claro, no es fácil aceptar que, a veces, pasamos más tiempo siendo otros en lugar de ser nosotros mismos.
Igual no hay excusas, aqui en FULVIDA hay N textos que son dignos de aprovechar para crecer en todos los planos.
Gracias Moré
Excelente!
Aunque algunos piensan que tienen «dones» y estan sembrando caos. Por ejem: Tengo el «don» de profetizar.
Gracias More.
Cada uno en este mundo tiene sus propios talentos,hay que saberlos explotar.
Gracias morè, hay veces en que hay algunos que me dicen (quizas en tono sarcastico)que quieren ser como yo… y yo les digo que lo mejor que pueden hacer es ser ellos mismos, que eso es lo mejor que pueden ser…