De forma contraria a lo que se enseña en las religiones, dentro del Noajismo no existe tal objetivo como el de perseguir alguna salvación o alcanzar algún cielo, tales cuestiones mas bien emergen desde algún animo manipulador o alguna mente avivada que busca ofrecer (vender) algún “producto o servicio”, situación clásica entre los religiosos y religiones de cualquier tipo.

Si bien es cierto que los sabios han codificado desde hace varios siglos atrás, que todo aquel que cumpla con los Mandamientos (solo porque el Eterno así lo ha dispuesto) es merecedor de un mundo por venir , no obstante ello (esa afirmación) no quisieron decir que los Mandamientos deban cumplirse en busca de algún beneficio o para obtener alguna recompensa, los mismos legalistas aclaran que aunque existe un beneficio por cumplirlos no debe de ser este el motor que impulse a la gente a observar los Mandamientos, no es la intención que la persona se mueva desde el ego.

Aun así estas interpretaciones no forman parte del cuerpo normativo original, el que ordeno el Eterno para el mas del 99% de la población mundial, pues este solo contiene 7 instrucciones básicas y en ninguna de ellas, ni por insinuación se menciona algún cielo o alguna especie de recompensa.

Se dice que aquel que cumpla los Mandamientos porque le parecen lógicos o porque le acarrean algún tipo de beneficio hacia su vida, es una buena persona, un entendido entre las Naciones, alguien que define correctamente a través del plano intelectual  lo que es correcto de lo que no lo es, alguien que no hace daño a nadie ni permite que otros se lo hagan, y esto es una categoría muy loable pues es una persona que se comporta con ética en la vida y que al menos trata de no perjudicar al inocente sin motivo alguno, sin duda alguna esto acarrea mucho bienestar al mundo, pero con todo y eso no alcanza a cuadrar en aquel perfil que definen los sabios.

“Aquel que cumpla con los Mandamientos solo y exclusivamente porque el Eterno asi lo dispuso”

¿Será esto una afirmación egoísta?
¿Acaso los sabios tenían complejos elitistas?
¿O peor aun ese mundo del que hablaban los sabios estará reservado solo para unos cuantos “escogidos”?

Aquel mundo del que hablan grandes eruditos bien puede ser que sea real o no, grandes luminarias lo sostienen pero no es el asunto determinar si es real o no, si no mas bien entender con un poco de mas claridad cual era la afirmación implícita en las palabras de los sabios.

Aquel que cumpla los Mandamientos sin que el ego este de por medio ( NO midiendo cada acción y sopesándola de acuerdo a intereses personales) es alguien que de acuerdo a sus actos puede habilitarse para disfrutar aquel lugar del que los sabios hablaban, mas allá aun parece que las palabras de los antiguos apuntaban al desarrollo particular de cada persona, es sabido que implementar cada Mandamiento a la vida cotidiana suele redundar en beneficios multidimensionales, entonces parece que la visión de esas personas al mencionar que la persona habilitada para vivir en ese plano, era la persona que había logrado desarrollar sus potenciales, que moderaba sus emociones, que mantenía sus vínculos personales afectivos de manera saludable, que poseía lucidez intelectual y que mantenía con salud y bienestar su cuerpo, para que este funcionara de manera optima y le permitiera al individuo interactuar con plenitud en sus diversas facetas que como seres humanos poseemos cada uno de nosotros.

Mas que una afirmación elitista de aquellos hombres profundamente estudiados, esa exegesis es un estimulo al desarrollo, al apaciguamiento saludable del ego, como infinidad de veces se ha repetido en esta casa de estudios, aquella afirmación era la visión clara de una persona que había logrado mantener esa postura de plenitud y armonía (cada uno de acuerdo a sus propias capacidades).

Los Mandamientos son el camino para lograrlo.

Cabe aclarar que esta afirmación suele ser utilizada con fines religiosos, hay gente que dice que si no “crees” en el Eterno no eres “merecedor” de ese cielo religioso que ellos se imaginan en sus pobres mentes esclavizadas y encarceladas aun por el ego ¡pobre gente! que sin embargo pueden hacer mucho daño con sus afirmaciones y alocadas predicas religiosas.

El retrato de esa persona que se vislumbra en las palabras de los sabios es de aquella persona que había logrado desarrollarse, no que mantenía a raya a su ego si no que lo dejaba actuar para cuando fuera necesario, que facultaba a sus emociones para dar ese ímpetu que se necesita en la vida, que proveía de los actos sociales necesarios para ir en pos de fomentar e implementar cultura (autentica) paz y armonía, claro que todo requiere un desarrollo y un conocimiento para ejecutarlo pero su base esta en los 7 Mandamientos, los cuales son sencillos y muy fáciles de entender.

Y no malinterpretes mis palabras pues no hablamos de un “súper humano” sino sencillamente de un desarrollo que todos deberíamos de comenzar y llevar hasta donde nuestras capacidades y posibilidades nos lo permitan, no es “el destino de algunos” sino el camino de todos.

Parecería que aquel que ha logrado implantar (en la medida de lo posible) una existencia pacifica, ordenada, productiva y con autentico placer y gozo, es también aquel que ha habilitado la posibilidad de llevar esas buenas cosas hacia otro plano, ojo que no se trata de idealizar un mundo futuro, si no reafirmar que aquí y ahora son las circunstancias clave para darle un sentido a nuestra existencia, sin escapes fantasiosos de la realidad o esperanzas ilusorias de un mundo por venir, mas bien hacer del presente un buen lugar para existir y con una mirada optimista hacia el futuro.