Tú noájida

Hay personas gentiles que toman conciencia de que han estado por una senda que no les corresponde a su identidad espiritual.
¡Descubren que son noájidas!
No porque pertenecen a una secta u organización noájica, o porque son parte de una “nueva religión” llamada noajismo, sino porque han nacido noájidas, con esa esencia espiritual, y es hora de vivir de acuerdo a ella, tal como el Padre Celestial quiere.

Pero, se topan con lo que creen obstáculos.
No tienen “iglesias” o “sinagogas” noájidas en su ciudad.
Ni un rabino, o un “rabino” noájida.
Ni algún maestro iluminado que les marque sus pasos.
Ni pastores de ovejas en un rebaño religioso.
Ni un pesado texto sagrado al cual recurrir
Ni un grupo de “hermanos y hermanas” para seducirse y presionarse mutuamente.
Ni clases dominicales, o cualquier otro día.
Ni deberes rituales que cumplir so pena de ser tratados como herejes.
Ni engañadores a los cuales mantener con diezmos y otras dádivas injustas.
En pocas palabras, no encuentran instituciones que los limiten y adiestren y adoctrinen y esclavicen, tal como seguramente era su costumbre como personas religiosas.

Entonces, se sienten perdidos, vacíos, débiles, en riesgo, dudosos, sin saber.
Y buscan lo que conocen del pasado, y si no lo encuentran lo recrean.
Entonces, se caen de la senda y van nuevamente por caminos divergentes, quizás muy morales y religiosos, pero apartándose de la rectitud espiritual que habían recién encontrado.

O están los que se confunden y se creen en obligación de llenarse de cosas judías, o seudo tales, o de convertirse a judío, o de afanarse en rodearse de objetos, lemas y amistades judías o que posen como tales.

O tal vez se quedan paralizados, inmóviles, a la espera de alguna señal celestial que les indique el camino a su “Belén”.
Esperan y piden ayuda en foros de la internet, y siguen esperando, como si tuvieran que tener alguna aprobación sindical o social para vivir de acuerdo a lo que Dios les manda.

El hecho es simple, cuando descubres que has vivido una vida alternativa a la que Dios quiere para ti, y eres gentil, entonces es hora que aprendas las siete leyes espirituales que Dios ha dictado para que cumplas. Luego, las cumples. Con eso ya estás haciendo lo que Dios quiere de ti.
No precisas fantasías, ni magia, ni organizaciones multinacionales, ni avivados que te estafen, ni buena gente con buenas intenciones pero escaso entendimiento que te perjudiquen.
No precisas un rabino que te dé palmaditas, ni abrazos de hermanitos en la fe, ni de reuniones fascinantes, nada de eso precisas.
Solamente conocer los siete mandamientos para las naciones y cumplirlos.

Luego, puedes aprender más cosas, divagar con conocimientos esotéricos (mientras no te corrompas con ellos), añadir acciones positivas que sumen a tus siete mandamientos sin quebrantar ninguna otra regla.
Después puedes juntarte con otros para hacer una comunidad noájica consciente y activa, que ayude a los miembros a fortalecerse y a ayudar a otros a ser rescatados del error.

Pero, ¿qué es lo esencial, lo ético, lo espiritual?
Conocer tu identidad espiritual y amarla y respetarla.
Saber tus siete mandamientos y cumplirlos.
Ser tú mismo, en armonía, al haber encontrado tu identidad espiritual y llevarla a la práctica con tu conducta diaria.

Construye SHALOM, por medio de acciones de bondad Y justicia.
¡Vive como noájida, no como un payaso religioso o alguien temeroso a la espera de un salvador mágico!

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Te sugiero: http://fulvida.com/nosotros/empieza-aqui/

4 comentarios sobre “Tú noájida”

  1. En un principio, así me sentí al encontrar mi identidad, pero gracias a las innumerables lecturas del EGO y del noajismo, que aquí se encuentran he superado mucho.
    No niego que di vueltas por la Internet buscando lo que no se me ha perdido, pero definitivamente el noajismo es lo nuestro y hay mucho que aprender, desaprender y aplicar.
    Recomiendo «Silogismos a las siete leyes», muy bueno para seguir aprendiendo y aplicando nuestros siete mandamientos.

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